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Post by Scott Wittemore on Jun 8, 2017 5:13:49 GMT
Después de una larga mañana de trabajo no había nada mejor que salir a caminar un rato, a cualquier parte, aunque el mercado solía ser una buena opción puesto que podía comprarse por ahí algo de comer si el paseo se alargaba mucho.
Acabó por comprar una simple fruta y sentarse por ahí bajo la sombra de cualquier techo a comerla. NO estaba muy dulce, de hecho, estaba un poquito ácida pero le llenaría el estómago, y tenía demasiado cansancio como para levantarse a ir por otra, así que ¿Qué más daba? Había acabado ahí, sin percatarse si quiera de si se había sentado muy cerca de alguien, completamente inmerso en el pequeño bullicio de la gente haciendo sus compras, y eso estaba bien, el ambiente parecía tranquilo ahora que se había ido esa maldita luna roja. Los días bajo auto encierro fueron algo pesados, pero ya estaba fuera de nuevo, para hablar con la gente, para comer, para despejarse, para lo que fuera...
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Amanita Aereus
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Necesito una trompeta de los muertos.
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Post by Amanita Aereus on Jun 8, 2017 16:32:54 GMT
Amanita se encontraba rebasteciendo los suministros de sus pociones y de paso conseguir nuevos instrumentos; tenía una gran mochila una muy grande casi igual de su tamaño, estaba tan llena que daba la impresión de que estallaría en cualquier momento; su pesadez impedía que la arcana se moviera rápido, sus pasos eran pesados y la expresión de su rostro mostraba cansancio porque había pasado toda la mañana comprando.
Busco un lugar donde descansar y recobrar energía, encontró un árbol, perfecto para descansar, al parer alguien se encontraba en el pero no le prestó atención, ella quería descansar, se sentó del otro lado y dejó caer su mochila a un lado, se sentó en el suelo, extendió su mano hacia la mochila y de una de sus bolsas saco una caja que contenía un almuerzo echo por ella y una botella de pimienta. Empezó a esparcir la pimienta en su almuerzo, nunca era suficiente para ella, su entusiasmo por ella la hacía poner una sonrisa tétrica; el tanto echar pimienta generó una nube que se propagó a su alrededor, se había olvidado de otro arcano y que esa acción podía incomodarlo.
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Post by Scott Wittemore on Jun 8, 2017 17:08:49 GMT
Acabó por comerse toda la fruta y dejar el corazón en el suelo, pero su estómago le estaba avisando que iba a necesitar mucho más que eso para poder satisfacer el hambre, una buena cantidad de carne iba a ser quizá una mejor opción.
Escuchó a sus espaldas el sonido de alguien dejándose caer en el suelo, seguido de el ruido de algunos frasquitos pegando unos con otros. Asomó su cuerpo por un lado y lo único que alcanzó a ver fue un bulto lleno de cosas, demasiado lleno... Seguramente de ahí había provenido el ruido de frascos. se encogió de hombros tratando de ignorar el nuevo olor a comida y sacó su monedero para contar los mirvos que traía consigo y abastecerse de alimentos, que sería una mejor opción que seguir paseando sin rumbo.
Pero de un momento a otro sintió un olor demasiado fuerte para ignorarlo y se le salió un estornudo, haciendo que algunas de sus monedas se cayeran. Se puso de pie y tres estornudos más se le escaparon uno seguido del otro, ni siquiera podía agacharse a recoger las monedas que se le habían escapado del monedero. El olor se le había impregnado en la nariz, que ahora le picaba horrores, incluso le lagrimeaban los ojos, y otros estornudos más se le escaparon seguidos. Miró hacia atrás y vio a la chica con la pimienta, hizo una seña con la mano de que guardara eso mientras la muy ligera brisa esparcía el olor a otro lugar, o de lo contrario iba a morir de un ataque de alergia.
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Amanita Aereus
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Necesito una trompeta de los muertos.
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Post by Amanita Aereus on Jun 9, 2017 0:37:41 GMT
De repente, escuchó los estornudos del arcano del otro lado y Amanita dejo de echar pimienta al escuchar los estornudos que se intensifican más y más; le dio un sentimiento de culpa y pena que trato de escabullirse sin que se diera cuenta pero era muy tarde, el arcano ya la había visto, notó que le trataba de decir algo con sus manos, al parecer quería que guardara la pimienta.
El ver como el arcano se había puesto por culpa de la pimienta, preocupó más a Amanita, su sentido le decía que tenía que hacer algo, arrojo lejos el frasco de pimienta y buscó uno diferente en su mochila, era una sustancia morada y tenia una etiqueta que decía Cortinario, se acercó al arcano –Lo siento mucho por ocasionarte ésto, toma bebe unas gotas de esto para que se te pase la molestia, por cierto me llamo Amanita- extendió su mano para darle la botella.
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Post by Scott Wittemore on Jun 9, 2017 1:39:35 GMT
Usó una mano para taparse la nariz, si no olía, la pimienta no le afectaría, se alejó unos pasos y respiró hondo. El aire era limpio pero su irritada nariz lo hizo soltar un estrepitoso estornudo de todas formas, apoyó sus manos en la nariz y esta vez inhaló más suave, oh sí... El perfecto aire puso sin rastros de pimienta.
Escuchó la voz a sus espaldas y se giró irguiendo su postura, tomó el frasco para inspeccionarlo y miró a la chica, ya que realmente parecía preocupada, quizá no era malo aceptar su ayuda. Tomó un poco de lo que fuera la cosa que le había dado y sintió un alivio casi instantáneo. Respiró hondo de buena gana y esta vez pudo hacerlo sin dificultad.
-Santo cielo chica, te va explotar la hiel con toda esa pimienta -Dijo regresándole la botella- Mi nombre es Scott... -Dijo antes de respirar hondo por segunda vez, la miró de reojo algo titubeante- Gracias. -Aunque, de todas formas, había sido su culpa.
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Amanita Aereus
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Post by Amanita Aereus on Jun 12, 2017 1:43:52 GMT
El chico tomo el frasco lo cual fue un alivio para Amanita, su culpa había disminuido un poco pero no desaparecido.
–Estoy acostumbrada a la pimienta, no creo que me afecte comer tanta- dijo tranquilamente mientras tomaba la botella, el chico le dijo su nombre y le dio un gracias eso la puso feliz al menos no se mostraba enojado y parecía buen chico. Amanita vio la oportunidad de conocer mejor el chico, ya no tenía nada que hacer y quería de alguna forma seguir disculpándose o en su caso disminuir su culpa –Así que te llamas Scott, lindo nombre, sabes tengo tiempo libre y mi almuerzo se arruino- era mentira –¿No te gustaría ir a comer a algún lado? Yo invito, escoge el lugar que quieras no hay problema- había hablado de más que internamente deseaba que no escogiera un lugar caro o si no se quedaría sin nada.
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Post by Scott Wittemore on Jun 12, 2017 2:57:06 GMT
La miró de reojo preguntándose como alguien había llegado al punto de aprender a comer con tanta pimienta, porque, según su propia experiencia, después de cierta cantidad el resto de la comida perdía su propio sabor, y el de la pimienta en exceso no era en realidad demasiado agradable...
-Gracias- Dijo referente a su voz, luego negó con la cabeza- No tienes por qué hacerlo, es decir, no rechazo tu amabilidad, pero ya estoy mejor, apuesto a que fue un accidente, además, no sería tan dramático si no tuviera el olfato tan sensible ¿Qué tal si te invito yo a ti? Igual gasté parte del contenido de tu frasco y apuesto que venderlo te habría venido mejor que dármelo.
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Amanita Aereus
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Post by Amanita Aereus on Jun 12, 2017 3:50:09 GMT
Amanita le llamo la atención la sensibilidad en el olfato de Escott, se preguntaba qué tipo de criatura tendría un olfato sensible pero se reusaba a preguntarle por el hecho de que el preguntara lo mismo y trato de ignorarlo.
–No es necesario que me invites además yo te invite, por lo de la botella no te preocupes, siempre puedo hacer más, tengo los ingredientes necesarios para hacerlo- ese momento se vio interrumpido por el estómago de Amanita que empezó a sonar por la falta de comida y cuando cesó continuo –Sabes que, yo tengo hambre, sigamos platicando en un lugar donde sirvan comida y al final nos ponemos de acuerdo, conozco un lugar con buena carne ¿No te importaría ir ahí?- mientras le preguntaba sobre si quería ir o no, recogía sus cosas y las metía a la mochila para después colocársela de nuevo y espero una respuesta de Escott.
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Post by Scott Wittemore on Jun 12, 2017 4:36:02 GMT
-De acuerdo, de acuerdo -Dijo apaciguando sus palabras con un ademán de sus manos- Iremos a donde tú quieras, aunque la idea de un lugar con buena carne suena bastante tentadora para mí... -Por supuesto, en él, su raza lo exigía.
Inhaló hondo sintiendo aún la nariz ligeramente irritada, considerando seriamente en pedirle algo más de aquella botella si para el final de la comida seguía irritado. Recogió los mirvos que habían quedado en el suelo y volvió a guardar su dinero.
-De acuerdo... Yo te sigo -Dijo haciendo un gesto con su mano para que ella pasara adelante.
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Amanita Aereus
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Necesito una trompeta de los muertos.
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Post by Amanita Aereus on Jun 13, 2017 3:25:16 GMT
–Muy bien solo sígueme- dijo feliz al ver que Scott había aceptado la invitación, caminaron derecho y despues dieron una vueltas hasta llegar al corazón del mercado en dónde se encontraban algunos puestos ambulantes de comida.
El olor era impresionante, cada puesto desprendía un aroma único que fácilmente atraía a los clientes pero Amanita ya tenía en mente a cual llegar –Ya casi llegamos, no te distraigas con los otros puestos o nunca llegaremos- el puesto en si no se encontraba lejos, solo le bastó con ver el color de la carpa para reconocerlo, el cual tenía un color rosa pastel con líneas blancas.
El puesto tenía la opción de poder comer ahí y para ello tenías mesas, al llegar a la entrada Amanita observó cómo se encontraba el lugar –Genial no hay tanta gente, podremos alcanzar una mesa, escoge el lugar que más te guste-
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Post by Scott Wittemore on Jun 14, 2017 23:30:48 GMT
Iba caminando en completo silencio, viendo gracioso de cierta manera la forma en que ella se comportaba, era curioso como las chicas estaban divididas casi entre el grupo de las tímidas y las que eran más extrovertidas. Desviaba la mirada a algunos puestos o esporádicos vendedores ambulantes y la chica pareció notarlo, pese a estar seguro de no haber disminuido la velocidad de sus pasos.
Cuando vio que la chica se acercaba a un puesto no pudo evitar fruncir el ceño, pues la mayoría te techos de negocios pequeños eran lonas de cuero o mantas de colores opacos. Entró y siguió con la mirada puesta en los colores sobre su cabeza ¿Cómo había alguien conseguido un color rosa tan encendido en la tela? Sin duda tenía que ser con alguna clase de poción o algo así...
-Una mesa más al fondo -Dijo volteando la atención a ella- Donde no quedemos tan cerca del camino... -Se adentró aceptando la oferta de escoger la mesa y se dejó caer sobe una silla.
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