|
Post by Cereza Koslov on Jun 8, 2017 18:30:36 GMT
Sólo el Bosque de los Susurros podía proveer aquella paz siniestra a la que tanto le costó a la querubín acostumbrarse a través de los años. Aún seguía siendo un misterio para ella cómo es que la sensación de los vellos en su nuca erizándose le causaba una sensación de relajación que no conseguía en otra parte, tal vez por el hecho de que muchas veces en su curandería se sentía encerrada... y anhelaba pasear para despejar su mente. Cuando llegó al pie del lago que solía frecuentar, se permitió retirarse la capucha que cubría su cuerpo y que disimulaba su naturaleza a la vista de los curiosos... su única ala casi destelló un poco al encontrarse libre, y reflejar los pocos rayos de luz que se filtraban entre la espesa bruma que solía extenderse diariamente por aquellos parajes; Reapergate se distinguía por ser el área en toda Mirovia donde casi nunca llegaban los rayos del sol: el lugar ideal para los arcanos de oscuridad.
Pero Cereza no era un ser de la oscuridad, era todo lo contrario. Y anhelaba con todo su ser algún día poder ver el cielo azul, las blancas nubes, y sentir los cálidos rayos del astro Rey sobre ella.
Mientras se desprendía lentamente de su vestido y ropa interior, la mujer intentó hacer una remembranza de cuánto tiempo llevaba habitando ahí, y de cuánto más seguiría laborando como curandera: la respuesta siempre estaba fuera de su alcance. En el costado de la mujer estaban unas heridas de garras cicatrizando lentamente, el único recuerdo físico que le quedó de la fatídica Luna Roja, y de la cual se estaba curando lentamente. No quería pensar en eso ya, ni en lo que pasó antes de aquél ataque. Era mejor olvidarse de todo.
Cereza metió primero un pie dentro del frío líquido, para comenzar a acostumbrar su desnuda figura a la temperatura de las aguas oscuras, luego le siguió el otro, y entonces empezó a adentrarse poco a poco mientras se abrazaba a sí misma buscando retener su calor lo más posible. Ella temblaba... pero a la vez se sentía aliviada de poder pensar en otras cosas, por eso disfrutaba tanto bañarse ahí... Cuando se adaptó al entorno, la querubín comenzó a frotarse el cuerpo superior con pequeñas cantidades de agua que recolectaba en sus manos y olvidándose así del mundo exterior.
|
|
|
Post by Boher Sargas on Jun 8, 2017 21:29:45 GMT
La Luna Roja no había sido tan fácil como Boher lo había pensado, estar encerrado en su hogar, en la vida solitaria del Bosque de los Susurros no había sido suficiente, pues su amigo Denard sí salió esa noche, lo cual se le hizo muy extraño, pues generalmente, cuando pasaban demasiados peligros fuera, el grifo siempre buscaba la calidez de su hogar, pero aquella vez solo le había dejado un mensaje: "Salgo, no me esperes" Y como sospechaba, pocos días después, aparecía el señor con heridas en el cuerpo. Soltó un suspiro, al menos había sido por una buena causa. Miró hacia arriba, pensando en los demás Arcanos que perecieron en aquellas fatídicas noches de miedo y muerte, frotó su rostro, "No, no había que pensar en ello, no podía hacer nada... ¿O si?"
Boher siguió caminando con una canasta llena de verduras, frutas, y un ramo completo de moras silvestres, le gustaba salir a la Ciudadela de vez en cuando, aunque por alguna razón, el Bosque de los Susurros siempre sería su lugar favorito, era un lugar tan alejado de todo el ruido de las ciudades y la maldad de Reapergate, en un punto medio donde podía trabajar en sus medicinas. No era que el trabajo de Herrero con Aiden le molestara, pero la paz y el silencio siempre le hicieron bien.
El sonido de un chapoteo hizo que Boher dejara a un lado la paz y tranquilidad del Bosque, y volteó hacia todos lados, pues así como conocía el bosque como frío, y solitario, sabía que también debía de tener sus precauciones. Comenzó a caminar hacia la dirección en la que había oído aquello, curioso.
|
|
|
Post by Cereza Koslov on Jun 8, 2017 21:46:26 GMT
Era la única arcana del lugar, o eso le gustaba pensar, ya que al moverse dentro del agua era la única que creaba ondas en el material líquido debido a sus movimientos. Ese lugar en particular le agradaba mucho ya que nunca había sido avistada por nadie (que ella supiera) así que se encontraba segura de poder moverse libremente. Después de haberse asegurado de que todo su cuerpo se encontraba aclimatado, decidió sumergirse un poco para intentar nadar en partes más hondas del lago... sin darse cuenta dicha acción creó un chapoteo grande debido a su ala, que se pegó a su cuerpo lo más posible para que ella pudiera desplazarse. Un brazo, otro brazo, pataleo, ah... era tan pacífico.
Cuando los pulmones de Cereza no pudieron más, sacó la parte superior de su cuerpo para poder aspirar el precioso aire que llenó sus pulmones. Las gotas de agua reflejaban un poco la luz que emitía el sol del atardecer, casi haciendo parecer que su piel estaba conformada de pequeños diamantes que se resbalaban lentamente y delineaban toda su femenina figura. Atrás de ella su ala rosada flotaba con suavidad como si de un manto sagrado se tratase... una imagen celestial. -... -la querubín mantuvo los ojos cerrados todo el tiempo, concentrándose en las sensaciones y relajando sus muy estresados hombros después de varios días de frustración.
No estaba consciente de la compañía.
|
|
|
Post by Boher Sargas on Jun 8, 2017 21:58:04 GMT
Cuando llegó a divisar el lago, se acomodó tras un árbol cercano, sin tocarlo, pues bien decían que muchos de éstos contenían espinas, y que poco a poco te podían ir atrapando hasta que murieras, o entre muchas otras cosas, nunca le gustó tocar más allá de lo que desconocía. Boher se asomó con lentitud, ¿Habrían criaturas salvajes en el Bosque? Jamás había visto alguna, pero no quería arriesgarse a asustarla o que incluso sucedieran cosas peores, pero todo lo que divisó fue un conjunto de hermosas plumas entre un color rosado y morado claro, el minotauro se sorprendió al verlo, ¿Qué era? ¿Una especie de ave? ¿Pero de una sola ala? Se quedó pensando, ¿O quizás serían uno de esos espíritus que rondaban por aquí?
La forma en la que se movía en el agua lo tranquilizó, pues las ondas se movían de una manera pacífica, formando semi-círculos, los cuales se agrandaban poco a poco hasta desaparecer por completo, se quedó pensando por unos segundos si acaso podría ver a la criatura más de cerca, por lo que comenzó a caminar hacia la orilla, lentamente, intentando no asustarle, de todas maneras, bien sabía que las criaturas podían olfatear cuando un arcano buscaba hacerle daño, rebuscó en su canasta algún alimento que pudiera ofrecerle, mientras seguía su caminata hacia la orilla.
|
|
|
Post by Cereza Koslov on Jun 8, 2017 22:24:51 GMT
Entonces los escuchó. Pasos lentos, pesados. Acercándose. No le costó mucho agudizar el oído para darse cuenta de que no estaba sola en el lago, y que había alguien más ahí que se aproximaba con mucho cuidado a la orilla... Sus ojos se abrieron de golpe, pero todo fue tan rápido que Cereza no tuvo tiempo de reaccionar mejor, sólo logró taparse el busto con ayuda de sus brazos, al tiempo que miraba atónita hacia la dirección de donde le indicaban sus humanas orejas, venía aquél ruido. Poco a poco volteó su cuerpo para darse cuenta de que se trataba de un hombre alto y que parecía extender su brazo hacia ella como queriendo darle algo. Drogas... de seguro quería darle drogas. Pero más allá de preocuparse por el hecho de que él podría atacarla en cualquier momento, el pudor al fin logró entrar en la mente de la querubín que sintió que su rostro se encendía cual volcán activo. Cereza abrió los ojos como platos y fue entonces cuando su voz regresó a ella. - ¡KYAAAAAAAAAAAAAH! -chilló, muerta de pena y de vergüenza, poniéndose de rodillas en el suelo del lago para que la oscura agua tapara lo esencial. Aunque ya era demasiado tarde, fue lenta y le permitió al hombre ver su desnudez.
|
|
|
Post by Boher Sargas on Jun 8, 2017 22:35:26 GMT
¿Que podría darle? ¿Fruta? No. ¿Moras? No, esas eran de él. No lograba encontrar algo para ella hasta que dio con una hogaza de pan recién horneado, eso sería bien, a las aves les gustaba el pan, ¿No? O bueno, al menos así funcionaba con Denard... a veces. Sacó el pan del cesto, dejando la canasta en el suelo, mientras le estiraba un pedazo a la criatura --Tranquilo, no voy a lastimar--
Fue cuando se dio cuenta de que no era una criatura, si no, un arcano, o mejor dicho; Arcana.
Boher pegó un brinco asustado cuando escuchó a la mujer gritar mientras cubría sus partes íntimas con sus brazos, por lo que Boher comenzó a gritar también, arrojando el pan por el mismo movimiento de su cuerpo al hacerse hacia atrás.
--¡LO SIENTO! --Gritó el minotauro, estiró su mano hacia ella, para ayudarla por su error tan estúpido de creer que era un ave, pero en cuanto observó el agua escurrir por su cuerpo, soltó otro grito, mientras cubría sus ojos con sus enormes manos, aunque la imagen de la desnudez de la mujer ya estaba en su mente, aquello hizo que agitara su cabeza de un lado a otro mientras sus mejillas se incendiaban poco a poco, haciendo esponjar sus orejas. Tanto fue el alboroto que no notó su propia canasta entre sus pies, haciendo que tropezara con el objeto, cayendo de bruces contra el suelo hacia atrás, golpeando todo su cuerpo con rudeza contra las rocas.
|
|
|
Post by Cereza Koslov on Jun 8, 2017 22:54:48 GMT
-¡AAAAAAAAAAAH!- siguió gritando la pelimorada, en varios chillidos continuos, como si esperara que mágicamente el agresor se fuera de allí ¿quién querría una presa tan ruidosa? Cereza, aterrada, mantenía los ojos bien cerrados y su abrazo a sí misma muy pronunciado. -¡AAAAAAH!- No fue si no hasta que escuchó el grito inicial del hombre grande, que se envalentonó para medio abrir uno de sus ojos y poder apreciarlo por el rabillo del ojo. Los grititos de Cereza siguieron, aunque disminuyendo a medida que el pervertido se tropezaba con sus propios pies hasta que esa gran mole de músculo y carne se dio consigo mismo y terminó cayendo de espaldas al suelo.-... aaah...-
Sólo entonces la querubín dejó de gritar.
-... -ya no le salía nada de voz, pues no podía terminar de asimilar lo que había pasado, no aún. Giró sus ojos con nerviosismo intentando encontrar a algún otro agresor, para su "fortuna" aquél hombre parecía ser el único además de ella ahí. ¿Quién era el que estaba en peligro, ella o él?-... ¿E-está... bien, señor...? Porque preocuparse por un agresor es algo que haría Cereza Koslov.
|
|
|
Post by Boher Sargas on Jun 8, 2017 23:10:28 GMT
El golpe que se propició hizo que la cabeza le palpitara de dolor un par de veces, por lo que se puso en posición fetal mientras la tomaba con fuerza, frunciendo el ceño. Abrió los ojos, al escuchar a la jovencita preguntándole si estaba bien, eso hizo que volteara hacia ella, aún con la mente nublada por el golpe.
--E-estoy bien... --Dijo aún con el rostro encendido de la vergüenza, al mirar hacia abajo, evitando el cuerpo de la muchacha, todo lo que pudo observar fueron sus cosas esparcidas por el suelo. --Oh no --Comenzó a recoger todo lo más rápido que pudo, tomó la otra mitad del pan, como lo imaginaba; estaba lleno de tierra, soltó un suspiro mientras recogía lo demás, pero al tomar sus moras, golpeó con su mano una manzana, haciendo que rodara hasta el lago donde la mujer se encontraba.
--Lo... lo siento... --Boher miró a otro lado tomando la canasta entre sus manos, apretándola ligeramente. ¿Debía irse ya? ¿O debía pedirle la manzana amablemente? Estaba tan avergonzado que no sabía ni qué decir.
|
|
|
Post by Cereza Koslov on Jun 9, 2017 2:17:15 GMT
La querubín asintió levemente, al asimilar que el hombre se encontraba bien después de tremenda caída. Después de eso no tuvo más valor para encarar algo más de conversación por lo que se quedó en silencio, abrazándose a sí misma y sintiendo que sus mejillas se coloreaban aún más de carmesí. ¿Cómo salir de ésta situación tan vergonzosa? No creía que él fuera malo... por la forma en la que se había disculpado tanto, pero ese era el pecado de Cereza: confiar rápidamente en las personas y querer verles el lado bueno.
Tal vez él, no siendo un pervertido, tenía tanta pena como ella...
-Umm... -lo miró de reojo, para luego voltear a ver a otro lado nuevamente con rapidez. El pobre estaba recogiendo todas las cosas que se le cayeron, y de entre sus posesiones una traviesa manzana cayó rodando a la orilla, casi como si el destino quisiera avergonzarlos aún más. Cereza sabía que tenía que decir algo, o si no los dos se quedarían apenados en sus lugares-... ¿Podría... ser tan amable de...? Umm... tal vez... ¿voltearse? -su voz era algo temblorosa, pero también amable.
El fruto poco a poco llegó flotando hasta que Cereza lo tomó con una mano, sin dejar de cubrirse con la otra.
-Q-quisiera vestirme, si no le molesta... -susurró con una sonrisita apenada.
|
|
|
Post by Boher Sargas on Jun 9, 2017 2:31:37 GMT
Boher no se había dado cuenta de que aún seguía en el mismo lugar, levantó la mirada, escuchando atentamente a Cereza.
--¡Oh, claro! --Golpeó su frente con la palma de su mano "Por supuesto, qué torpe" Frunció el ceño, quería empezar a hacer algo por ella, por el terrible malentendido que había tenido con la muchacha, ¿Pero por donde empezar? Con una mirada seria, se quitó el chaleco azul que siempre traía encima, y se lo extendió a Cereza, dejándolo en el suelo, a la orilla del lago.
--Puede secarse con eso... --Susurró mirando hacia abajo --...Es.. es de algodón... --Dicho esto, se dio la media vuelta, caminando algunos pasos hacia en frente, y se limitó a mirar hacia los árboles, pensando en qué tan secos o grises podrían seguir siendo, o si alguna vez, de pronto se secaban más de lo que podían soportar, y morían. El minotauro miró hacia el cielo, el anochecer estaba a punto de caer, pues algunas estrellas ya se dejaban ver en el opaco cielo, a pesar de los árboles y las nubes que siempre cubrían cual techo el espeso bosque de los susurros.
|
|
|
Post by Cereza Koslov on Jun 9, 2017 2:46:05 GMT
La querubín sonrió con suavidad en cuanto escuchó la respuesta del hombre grande, la tensión disipándose aunque fuera sólo un poco, mientras bajaba su cabeza ligeramente sintiendo que sus mejillas ardían al rojo vivo aún. Poco a poco fue acercándose a la orilla sin dejar de taparse en ningún momento... por si él volteaba por accidente o algo así. -Oh... muchas gracias, señor, es bastante gentil... -Cereza se apenó ante el amable gesto, pues no le alegraba tanto la idea de dejarle húmeda la ropa a aquél que irrumpió en su baño privado.
La mujer aprovechó que él estaba mirando hacia las copas de los árboles, para empezar a secarse con aquella prenda tan suave. Estaba muy calientita pues hasta hace poco estaba en el cuerpo ajeno, y ahora estaba cubriendo el cuerpo desnudo de la querubín quien poco a poco se empezó a secar con ella. Cereza miró de reojo al susodicho varias veces, mientras se colocaba su ropa con suavidad pero con la mayor rapidez posible.
Una vez estuvo lista, se aclaró su garganta.
-Creo... que no me he presentado, mi nombre es Cereza Koslov ¿Y usted? No he tenido el gusto de verlo antes -dio unos cuantos pasos hasta el minotauro para luego extenderle la manzanita y recibirlo con una tierna sonrisa.
|
|
|
Post by Boher Sargas on Jun 9, 2017 3:07:02 GMT
Pasó un tiempo pensando en toda la flora a su alrededor hasta que la voz de Cereza se hizo presente entre ellas, Boher volteó hacia atrás, aliviándose por completo de que al fin Cereza estuviera vestida. Recibió la manzana, para guardarla en su canasta, en conjunto con sus otras cosas ahora espolvoreadas con tierra, cuando hubo cerrado la canasta, estiró la mano, para tomar la de la mujer, dándole un pequeñísimo apretón de manos.
--Creo que digo lo mismo por usted, jamás la había visto, y eso que paso mucho tiempo aquí --Le sonrió un poco más confiado --Boher Sargas, es un gusto, señorita Cereza. --Después de las presentaciones, el sentimiento de culpa volvió a golpear el pecho del minotauro.
--Estaba pensando... --Dijo algo nervioso mientras rascaba su nuca --...Para pagar mi intromisión, hacer algo por usted, ya sabe para quedar a mano --Se quedó pensando unos segundos mientras acariciaba su barba --¡No se preocupe! Eso no significa que vaya a desnudarme frente a usted --Agitó sus manos rápidamente --¡A-al estar a mano no me refiero a eso! M-me refiero a que... uff
¿Por qué ese tipo de cosas le costaban tanto trabajo? ¿Sería acaso que pasaba demasiado tiempo solo? ¿O que debía de pedirle consejos a Denard para saber hablar mejor con las personas?
Tomó aire hasta que sintió el frío entrar a sus fosas nasales y soltó un gran suspiro. --Me refiero a pagarle por mi torpeza --Soltó al fin. --Si no le molesta... p-por supuesto.
|
|
|
Post by Cereza Koslov on Jun 9, 2017 3:55:46 GMT
-Es curioso, pero no habíamos coincidido hasta ahora -respondió la querubín, colocando sus dedos en su mentón mientras pensaba en todas las veces que había ido de visita al Bosque de los Susurros, sin toparse con el minotauro. A pesar de sus años viviendo ahí, ella aún no conocía a todos los habitantes de Reapergate y sus alrededores... se alegraba entonces de haberse encontrado con tan peculiar arcano que hasta el momento parecía ser de un comportamiento amable. -El gusto es mío, señor Sargas-
La pelimorada inclinó un poco su cabeza cuando Boher llamó su atención de nuevo. -¿Hacer algo por mí? Oh... -parpadeó un par de veces, muy ajena a éste tipo de tratos tan atentos. Se sentía rara, usualmente los ciudadanos de la ciudad penumbra no eran los más carismáticos del lugar, pero ahora Boher Sargas estaba ahí hablando sobre compensar el error que cualquiera (sobretodo Ethgan) hubiera tomado como suyo por ser poco cuidadosa. -¡¿Eh?! -Cereza se puso roja como tomate ante el tema de desnudarse.
Bajó un poco su cabeza mientras el minotauro seguía balbuceando, intentando ella misma quitarse la pena de esos embarazosos recuerdos de hace un momento.
-¡C-claro que no me molesta! -dijo de pronto, con las mejillas ya con un tono menos agresivas- Es algo muy amable de su parte, señor Sargas. Y me alegra mucho que sea usted tan atento, pero créame que lo perdoné en cuanto supe que fue todo un accidente -la querubín alzó su mano para posarla sobre uno de los enormes brazos del minotauro- No tiene porqué pagarme nada.
|
|
|
Post by Boher Sargas on Jun 9, 2017 22:13:08 GMT
El minotauro se sentía mucho más tranquilo al saber que Cereza era tan amable y comprensiva, pues había conocido gente de Reapergate que solo por tropezarse en su camino, te caían insultos de todos los idiomas posibles sobre ti.
La reacción de la pelimorada ante su desastroso intento de disculpa hicieron que a Boher se le escapara una sonrisa, aún con las mejillas coloradas mientras tomaba su trenza pelirroja con fuerza, sin embargo, ya no se sentía tan mal como antes, y un enorme sentimiento de alivio recorrió todo su cuerpo cuando escuchó a Cereza decirle que lo perdonaba.
--Aún así... --Dijo Boher observando la comida dentro de la canasta --Me gustaría hacer algo por usted --Se quedó en silencio algunos segundos hasta que levantó la mirada con una brillante sonrisa --¿Le gustan los pays? --Preguntó mientras la miraba atentamente, deseaba que dijera que sí, para poder hacerle un trato correcto, y tal vez, brindarle un poco de compañía.
|
|
|
Post by Cereza Koslov on Jun 11, 2017 15:56:55 GMT
Qué extraña sensación era esa, la de ser tratada con tanta amabilidad. Era como un respiro de aire fresco después de estar acongojada tanto tiempo... tal vez fue el destino el que le tuvo preparado semejante encuentro con tan peculiar persona... pero ella no se quejaba. Los ojos de Cereza parecieron brillar en ese momento, y un sentimiento de calidez y felicidad inundó su pecho al escuchar las dulces palabras del hombre. Un atento ofrecimiento que le sacó una enorme sonrisa de felicidad (la cual, ella no sacaba en mucho tiempo). Al mismo tiempo sintió un pequeño impulso de soltar algunas lagrimitas, pero se contuvo lo mejor que pudo, limpiándose el rabillo de un ojo con su dedo índice. -Si no es mucha molestia, me encantaría probar sus pays -respondió con una voz muy suave, muy bajita, mientras reía con dulzura- Y si tampoco le molesta, quisiera ayudarle a preparar pan nuevo ya que el suyo se arruinó.
La querubín señaló con su mano el contenido de la cesta. -No es por presumir, pero me relaja bastante cocinar.
|
|