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Post by Boher Sargas on Jul 5, 2017 19:19:24 GMT
Boher sonrió ante las palabras de Cereza, y, aunque recibió de una buena manera sus caricias, se le hacía muy difícil soltar lo que siempre ha intentado arrancar de su mente, y que, difícilmente éste se podía salir de su corazón. No podía... su corazón se fragmentaba por cada golpe que recibía al solo recuerdo alejado, vano, y pálido...
Por ahora, toda su atención se acomodó en las palabras de la Querubín. Escuchó atentamente todo lo que ella se atrevía a decirle, con los labios en una fina línea sobre su rostro mascabado, frunció el ceño, era cierto que en Reapergate había arcanos de diferentes tamaños, colores, y por supuesto, carácter. No era una ciudad fácil, pero, siempre había cosas diferentes que presenciar, ya fueran malas o buenas.
Sonrió ante la historia de la muchacha, vaya que estaba muy apegada su trabajo de cuidar gente, y eso, era muy preciado para el minotauro.
Pero su sonrisa desapareció por completo cuando la arcana terminó con su relato, el rostro de Boher se oscureció, y un sentimiento de enojo e impotencia embargó su pecho.
--¿Qué dices? --Boher hizo aquella pregunta, para estar seguro de que, lo que estaba escuchando era verdad. --¡Pero que osadía! ¿Por qué hizo tal cosa? --Se le hacía difícil de digerir, que alguien que te había salvado de una muerte segura, tuviera el cinismo para insultar a su salvador.
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Post by Cereza Koslov on Jul 5, 2017 19:44:03 GMT
-Lo mismo pensé yo también. Después de tantas horas de cuidados y atención, lo que menos espera recibir alguien como paga es una sarta de groserías propias de un marinero... -la querubín jugó un poco con la orilla de su vestido mientras pensaba muy bien qué decir a continuación- En el momento lo reflexioné y llegué a la conclusión de que tal vez ese hombre había pasado por muchas cosas horribles y que estaba ventilando su frustración conmigo a causa del trauma recibido. Ese hombre venía del mundo de los humanos, señor Boher.
La leña de la chimenea crujió, como dándole pie a que continuara el relato. -No tenía hogar, no sabía en donde se encontraba y no tenía nada de dinero encima. A pesar de los malos tratos pensé que podría darle refugio mientras él se asentaba a la vida miroviana. Así como alguien me ayudó de la misma forma cuando yo llegué sola a la isla ¿porqué no darle la oportunidad a otra persona? -Cereza rodó sus ojos y luego se frotó el rostro con ambas manos como si estuviera recordando muchos momentos agobiantes- ¡No sabía que le estaba dando hospedaje a la pedantería misma! Todo lo que le decía él me respondía con maldiciones, jamás me daba las gracias, en realidad parecía que sólo quería hacerme enojar todo el tiempo... ¡Y todas esas insinuaciones sexuales! Tuve tantas ganas de agarrarlo a bofetadas muchas, muchas veces. Pero eso no era todo, además de ser una persona de lo peor él salía a buscar mujeres para acostarse con ellas ¡y muchas veces trajo alguna a la curandería!
Cereza infló sus cachetes mientras apretaba sus manos frente a sí misma como si estuviera ahorcando a alguien realmente molesto. Respiró hondo para intentar calmarse poco a poco. -¿Sabe que estuve a punto de sacarlo de mi hogar? Ya no lo aguantaba más. Pero... un día... -murmuró- Una de las personas que siempre buscaba humillarme por mi ala decidió meterse conmigo estando Ethgan presente. Y él... me defendió. -era como si todo el enojo que había sentido se le fuera escapando conforme contaba la historia- Se me hizo muy extraño porque pensé que él sólo quería verme mal, pero terminó golpeando a ese arcano sin miramientos. "Es que sólo yo puedo molestarte por tu fea ala" me contestó cuando le pregunté porqué lo había hecho. Entonces sin darme cuenta empezamos a confiar el uno en el otro.
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Post by Boher Sargas on Jul 12, 2017 20:09:28 GMT
Boher no sabía como tratar los pequeños tragos amargos y dulces que entraban a su estómago, su ceño fruncido cambiaba a uno más calmado por cada palabra que Cereza soltaba, y entonces en su mente salía el ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Qué puedo hacer? Se quedó en silencio total, y su rostro cambió a uno más triste, pensando en cada una de las caras de la moneda, era cierto que una mujer como ella no merecía ser tratada de esa manera, pero tampoco conocía toda la vida del muchacho.
Recordó entonces cuando conoció a Denard, Ethgan y él no eran muy diferentes en ese entonces, el muchacho pelinegro había pasado por demasiadas cosas, muchas crueldades y siendo presa de la soledad en alguien que solo necesitaba compañía, habían convertido al muchacho en un ser cruel, sin compasión o una pizca de preocupación por el otro. Recordó que había tenido varios altercados con él por lo mismo. "Vete a la mierda, Sargas, puedo hacerlo yo solo" "No me ha pasado nada, solo es un rasguño, ¿Qué te importa?" Palabras de un muchacho asustado, inmaduro y sobre todo, herido.
Se puso a pensar en aquello, ¿Ethgan sería alguien igual? ¿Cargaría con el mismo grado de dolor que lo llevaría a hacer ese tipo de cosas tan horribles?
--Bueno, Cereza --Boher estaba más tranquilo, después de meditarlo un poco --A veces las personas no saben como encarar al dolor, y creen que la mejor manera es siendo agresivo con otras personas --Bufó el minotauro, intentando no estar molesto con el muchacho, aunque muy dentro de él, quisiera darle una lección. --Con lo último que me has dicho, creo que Ethgan no es un ser tan malo... a veces hacemos cosas tan tontas para esconder nuestros propios sentimientos, que cuando menos lo creemos, estos salen con pequeños arrebatos, que dicen más de lo que queremos --Soltó una pequeña risa ronca. --Así que no te preocupes, pequeña... tu eres una persona extraordinaria --El minotauro se acomodó en su sillón --Y si Ethgan no ve eso en ti, entonces tiene un problema, aunque...--Acomodó su mano al lado de sus labios --Aquí entre nos, yo creo que ese muchacho lo sabe muy bien... pero a veces los arcanos podemos ser muy tontos --Dijo con un tono de burla mientras tocaba su frente con una pequeña sonrisa.
Antes de que Boher pudiera decir otra cosa, tocaron la puerta, haciendo que el minotauro levantara la mirada. --Discúlpame --Se puso de pie, mirando a Cereza con una sonrisa y se encaminó a la puerta.
ooc: Después de Cereza, entra Denard, así que no te preocupes, tu contesta tranquila.
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Post by Cereza Koslov on Jul 13, 2017 15:06:56 GMT
La mujer apretó la tela de su pecho con su mano derecha mientras suspiraba un poco ante las palabras del minotauro, tan dulces y claras que al instante la calmaban como una medicina sutil, o como una caricia en su cabeza. Sin dudas estar al lado de Boher le provocaba un sentimiento de calma muy similar tal vez al de estar al lado de un padre. ¿Pero porqué pensaba en eso justo ahora? ¡Tenía que poner sus prioridades en orden! Boher era un amigo, no un padre. -¡No, yo se que Ethgan no es malo, para nada! Si le das la oportunidad, le dedicas toda tu paciencia y tu tiempo, puede ser una persona normal... y es posible que surja una amistad eventualmente. -volteó a ver al hombre de cabello rojizo con preocupación- Si, es un pedante, mujeriego, violento, cabeza de chorlito y arrogante. Y sí, muchas veces me hizo sentir menos de lo que soy, me bajó bastante el autoestima... pero aún así... -la pelimorada bajó su cabeza, sintiendo que su rostro iba tomando un color rojo poco a poco.
¿Porqué... hacía que su corazón palpitara tanto?
-Aún así... él se quedó conmigo cuando más lo necesité. Ethgan tal vez fue la única persona que realmente me fue fiel al estar a mi lado desde entonces, me ayuda en la curandería, me da parte de lo que gana para poder mantenerla, además de que desayunamos y comemos juntos... -comenzó a jugar con el borde de su vestido, sus ojos algo vidriosos se mantenían en el fuego de la chimenea para evitar mirar a Boher- No se como pasó, pero hubo un punto en el que ambos comenzamos a cuidarnos mutuamente, una clase de compañerismo muy bonito que me hace estar segura de que aunque se vaya un día, volverá al siguiente. Sin importar... a qué tantas mujeres busque para satisfacer sus deseos.
Sus ojos entonces amenazaron con soltar pequeñas lágrimas, recordando el último incidente entre ellos. Aquél donde supo con certeza que nunca tendría una oportunidad de tener una relación normal con el hombre lobo. Que él la veía como a cualquier otra de esas tantas candidatas con las cuales compartir lecho. -Tal vez por eso... me dolió tanto que... -la querubín no pudo continuar, ya que el sonido de la puerta interrumpió el momento. Rápidamente se limpió los ojos y adoptó una pequeña sonrisa obligatoria cuando su anfitrión se levantó.
¿Se trataría de algún paciente?
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Post by Boher Sargas on Jul 13, 2017 17:58:06 GMT
Boher no sabía si echarse a llorar junto con ella, abrazarla, o pensar enojado consigo mismo del porqué de las cosas. Es solo que le parecía tan injusto todo, pero todo tenía sentido a la vez, ¿Qué es lo que debía de sentir? Quizás solo debía calmarse, y tan solo escucharla, comprenderla, y dejar que ella misma hiciera sus propias decisiones, después de todo, era su vida, no la de él.
Antes de levantarse, acomodó su mano en la cabeza de la mujer, caminó algunos pasos, y antes de llegar a la puerta, se detuvo.
―Yo sé que tú serás capaz de comprender los sentimientos, Cereza… ―Se quedó callado por un momento, mordiéndose los labios, intentando no decir de más.―Pero… también debes comprender cuando una persona te está haciendo demasiado daño, sé que no soy el mejor para decirte esto… pero te recomiendo que, a veces aprendas a dejar ir, que quedarte con el dolor por siempre, te lo digo por experiencia, pequeña… ―No pudo escuchar bien lo último que dijo, pues estaba demasiado sumido en sus pensamientos, por lo que antes de pensar en lo que Cereza le decía, abrió la puerta.
Boher frunció el ceño, entre contento y sorprendido.
―¿Denard?
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Denard Fantôme
Los Grises
El pasado es solo una sombra que yo mismo puedo pisotear
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Post by Denard Fantôme on Jul 13, 2017 17:59:24 GMT
Se encontraba frente a la puerta, con reloj en mano y saco en antebrazo, Denard miraba hacia el frente, cuando juró que había escuchado voces dentro de la cabaña del minotauro, se le hizo extraño, pero no se atrevía a ser alguien descortés y asomarse por la ventana, por lo que decidió seguir su camino y tocar la puerta con sus nudillos.
No pasó mucho tiempo cuando le abrieron la puerta.
―Pareces sorprendido de mi visita, viejo amigo ―Denard le dirigió esa típica sonrisa tranquila suya, pero no se movió hasta que Boher le permitió la entrada. Cuando acomodó su saco en el perchero más cercano, se quedó completamente inmóvil ante la persona que se encontraba a solo unos metros de él. Una visita, no, algo más, una mujer. ¿Quién era? ¿Cómo había llegado aquí?
―Buenas tardes, señorita ―Denard le sonrió amablemente, acercándose a ella ―¿Qué hace una mujer tan hermosa como tú, con un hombre como él?
Boher puso los ojos en blanco, aunque con una pequeña sonrisa en sus labios.
―Disculpe mi atrevimiento, mi nombre es Denard ―El hombre puso su mano en su pecho, y le dedicó una pequeña reverencia a Cereza.
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Post by Cereza Koslov on Jul 21, 2017 20:34:10 GMT
"¿Dejar ir...? ¿Yo sería posible de hacer eso?" Una parte de ella se negaba rotundamente a deshacerse de sus sentimientos hacia Ethgan, por más dañino que fuera para sí misma.
Una vez se sintió más tranquila y limpió los restos húmedos que se formaron en las comisuras de sus ojos, la querubín se levantó de su lugar entrelazando sus manos frente a ella para recibir mejor con esa sonrisa a la visita, escuchando atenta la pequeña conversación entre Boher y su repentina visita. ¿Se trataba de un amigo? No pudo apreciar el aspecto físico del hombre ya que él aún seguía fuera de la cabaña. Eso cambió cuando él ingresó de una manera muy familiar al interior de la morada, como si ya fuera costumbre o un segundo hogar para él.
Cabello negro, rasgos faciales afilados, sonrisa pícara. Un hombre muy agradable a la vista, en opinión de la querubín. -Muy buenas tardes -respondió Cereza con suavidad, haciéndole una pequeña reverencia con su cabeza-Llega en el momento justo para degustar el té y el pay recién hechos, siguen aún calientes. Son adecuados para el clima en que... -se detuvo, parpadeando confundida ante lo que le dijo el pelinegro- M-muchas gracias, señor Denard, pero qué cosas dice -sus mejillas se colorearon ligeramente por la pena mientras jugaba con un mechón de su cabello.
¿El señor Boher estaba bien con eso? Al parecer ya estaba acostumbrado a ese tipo de comentarios. -Mi nombre es Cereza Koslov, curandera, resido en el lado Oeste de Reapergate junto al puente. Pero antes de hablar más ¿le gustaría que le sirviera algo de té?- Cualquier amigo del minotauro de seguro era buena persona, o eso pensaba la querubín.
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Post by Boher Sargas on Aug 2, 2017 19:36:54 GMT
Boher soltó una pequeña sonrisa, y miró con atención como Denard y Cereza se presentaban formalmente, el minotauro decidió encaminar sus pasos a la cocina, con el propósito de tomar un plato y una taza de té para el Grifo. Cuando llegó a la cocina, decidió asomarse al horno para estar seguro de que los panes que había hecho Cereza estaban listos, abrió la compuerta, metiendo la pala de madera especial para hornear y sacó los panes, acomodándolos en una pequeña tabla de madera. Solo necesitaban un par de minutos para que se enfriaran lo suficiente y luego los guardaría.
Después de unos minutos, regresó con una taza de porcelana y un plato, dejándolos en la mesita de en medio, observó en silencio a ambos arcanos y se sentó en su lugar.
―Nos conocimos en el lago, no muy lejos de aquí ―Pronunció Boher, ignorando el hecho y la forma en la que se habían dado las cosas, un ligero rubor se extendió por sus mejillas, recordando el incidente y la vergüenza. ―La señorita Cereza me ha ayudado a hacer el pay, está delicioso, también hizo algunos panes, pero esos están en la cocina.
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Denard Fantôme
Los Grises
El pasado es solo una sombra que yo mismo puedo pisotear
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Post by Denard Fantôme on Aug 2, 2017 20:45:31 GMT
Denard soltó una pequeña risita, que no pasó de unos labios pálidos bien unidos.
―Curandera, ¿Uh? Un oficio bastante interesante ―Comentó Denard mientras acomodaba su reloj dentro de su chaleco.
―Ah, si, por favor ―El hombre se sentó en uno de los sillones, observando cada uno de los movimientos de Cereza y los detalles; El cabello violeta, los ojos melancólicos y los elegantes pero sencillos movimientos de manos, manos hábiles y delicadas, perfectas para el trabajo en el que la mujer se desenvolvía, si no fuera porque le dijo su profesión, el detective creería que sería más como florista o secretaria de correos, quizás banquera…
―¿En el lago? ―El detective frunció el ceño ―Un lugar… bastante peculiar para conocer a alguien ―Denard se estiró, para cortar un pedazo de pay y ya no molestar de más a la señorita, pues el hecho de que ella le sirviera el té, era más que suficiente.
Cuando el grifo tomó asiento, dedicó su atención a la querubín. ―Así que, trabaja en Reapergate, ¿Qué es lo que la llevó a un lugar tan hostil como la ciudad oscura?
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