Post by Gabriel Lucellas on Jun 13, 2017 2:25:37 GMT
Lo que hizo no estuvo para nada bien, la unicornio terminó disculpandose y él, simplemente sonrió hacia sus adentros sin sentir un ápice de remordimiento. Que horrible era. Cruzando sus piernas mantenía una postura erguida con mucho porte, no se inmutaba en lo absoluto hasta que escuchó al castaño y casi puso un gesto de desagrado pero no lo hizo. - No me gusta ser descortés - no tenía nada de vergüenza - Los acompañaré con algo de beber... -con un ademán llamó a un camarero ordendando un whiskey en las rocas; que desperdicio, una buena bebida que no podía degustar y no tenía ningún efecto en él.
Atento escuchó las presentaciones de los demás en completo silencio. - No me ofende en lo absoluto. - aunque replicó con una sonrisa en el rostro no aceptaría que sí le causaba conflicto el apellido. Finalmente era su turno de presentarse. - Mi nombre es Gabriel Lucellas, artista residente de Reapergate. Un gusto. - terminando de hablar, aferró sus digitos en el cristal sudado pafra beber un poco del liquido ambar sin ningun gusto en especial, para él. - ¿Vienen muy seguido a este lugar? -preguntó curioso, bueno, de la chica de cabellos de nieve imaginaba que sí, pues parecía que se ganaba la vida cantando. De Remus no le extrañaba, sabía que frecuentaba ese tipo de sitios, la pregunta iba más para la chica de ropajes oscuros.
- La verdad yo no frecuento estos lugares, tanto escandalo me molesta, aunque de vez en cuando está bien cambiar de ambiente. ¿no creen? - bebió un poco más, ya solo por aparentar, pues era como si comiera un puñado de cenizas. - ¿Qué es lo que acostumbran para divertirse en estos sitios? Además de bailar, claro... -posó su atención en Amalthea.
Atento escuchó las presentaciones de los demás en completo silencio. - No me ofende en lo absoluto. - aunque replicó con una sonrisa en el rostro no aceptaría que sí le causaba conflicto el apellido. Finalmente era su turno de presentarse. - Mi nombre es Gabriel Lucellas, artista residente de Reapergate. Un gusto. - terminando de hablar, aferró sus digitos en el cristal sudado pafra beber un poco del liquido ambar sin ningun gusto en especial, para él. - ¿Vienen muy seguido a este lugar? -preguntó curioso, bueno, de la chica de cabellos de nieve imaginaba que sí, pues parecía que se ganaba la vida cantando. De Remus no le extrañaba, sabía que frecuentaba ese tipo de sitios, la pregunta iba más para la chica de ropajes oscuros.
- La verdad yo no frecuento estos lugares, tanto escandalo me molesta, aunque de vez en cuando está bien cambiar de ambiente. ¿no creen? - bebió un poco más, ya solo por aparentar, pues era como si comiera un puñado de cenizas. - ¿Qué es lo que acostumbran para divertirse en estos sitios? Además de bailar, claro... -posó su atención en Amalthea.