Amalthea
Los Grises
La musica apacigua a las almas en pena
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Post by Amalthea on Jun 10, 2017 5:14:14 GMT
Las esperanzas de un ser que se encontraba en melancolia total era abrumador, su aura siempre emanaba tristeza y algunas veces podria afectar a algunos arcanos a su alrededor, pero cuando la joven llegaba a la taberna del dragon ahogado era solo para una cosa. Cantar, demostrar su don con los demas o solo poder cambiar esa aura de tristeza que creaba por sus penas, camino por las calles que estaban hechas de ladrillos, la mayoria de los puestos del mercado ya se encontraban cerrados, las herrerias aun tenian ese olor a calor y metal de los hornos recien apagados, la panaderia parecia que horneaban el pan para la proxima jornada, extrañaba un poco aquel ambiente, era tranquila la noche en verdad, la joven de cabello blanco postro su mirada en la taberna del Dragon Ahogado, el nombre era algo curioso para sus ojos pero no era nadie para juzgar aquello, para entrar mirar las mesas, gente que bebia y hablaban felices, la barra de madera donde el tabernero servia cada trago con una sonrisa, la taberna apesar de ese nombre era un lugar alegre en las noches aunque claro debia ser cuidadosa por las manos atrevidas de algunos arcanos que estaban ebrios.
-Disculpe...eh venido a...cantar...-
Dijo al tabernero que al notar quien era sonrio con alegria para decirle mientras limpiaba unos tarros con un trapo.
-Oh! ¿usted es la señorita Amalthea Cibeles? ¡Bienvenida a mi taberna! adelante, aveces los musicos estan tocando y animan el lugar, seguro usted no sera la excepcion, sientase libre de acercarse y deleitarnos con su musica!-
Dijo sin mas para señalar a donde amalthea debia dirigirse y asi lo hizo, camino entre mesas y se acerco hasta donde habian musicos con guitarras, liras y muchos instrumentos comenzando a tocar una cancion que amalthea conocia, su corazon latia con fuerza y alegria, hacia años que no sentia esa alegria de cantar para gente y curar sus penas con la musica que tanto amaba.
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Post by Remus V. Helsing on Jun 10, 2017 5:50:22 GMT
Era casi un ritual que los viernes por la noche Remus se apareciera en el Dragon Ahogado para aprovechar las ofertas en la cerveza que si bien no era la mejor de Mirovia, era bebible. Al menos con ella se podía quitar la sed y el antojo.
Llevaba ya un rato en aquel lugar, un tarro y medio vencidos ante sus prolongados tragos. De pronto, aún con los labios pegados al tarro, pudo notar a una mujer que no había visto antes entrar a la taberna. Se preguntó qué estaba haciendo una chica como ella en un lugar así a estas horas. Si bien era algo popular, mientras más tarde se había más se aparecía gente de calañas de dudosa educación.
La mujer pasó de largo, atrapando las miradas de más de un hombre en el lugar. Miradas lascivas, sin lugar a duda. Remus terminó su trago y dejó el tarro sobre la mesa, limpiándose los residuos de espuma con una de sus mangas mientras seguía a la mujer hasta que esta se posicionó en el pequeño escenario de la taberna y comenzó a cantar.
Su voz era hermosa, pero... era fácil identificar que reflejaba una profunda tristeza. Alzó las cejas y continuó bebiendo su cerveza intentando sobrellevar aquella melancolía. - Se supone que venimos a embriagar las penas...-
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Post by Agatha Bloodspell on Jun 10, 2017 5:50:30 GMT
Tanta conversación sobre la belleza de la noche le hacía arder las puntas de sus pies. Debía distraerse, aprovechar los días que quedaban para permanecer en la ciudadela. Aunque sus gustos radicaban más en la oscuridad no podía negar que extrañaba los abrazos del sol sobre la palidez de su piel cosa que en Reapergate pocas veces sucedía. Acostumbrada a ocultar su rostro de las caras curiosas que constantemente se asomaban en los caminos de la ciudad, se echó su capa cubriéndose para parecer una aparición rondando por los callejones de la Ciudadela.
Las luces que se filtraban desde adentro de la taberna hacia los caminos de terracería llamaron su atención. De nueva cuenta se encontraba en aquél sitio, era como si sus vicios la llamaran, tentando el hambre y la sed. Se pellizcó el labio, deliberando mas su carne fue débil y casi como si se encontrara a merced de su cuerpo, sin control alguno. Empujó la puerta de madera justo en el momento en que una voz llenaba cada rincón. Observó los rostros de los borrachos insolentes que ahora no eran más que ovejas cabeceando y mirando todos a un punto en común. Paseó sus ojos por el lugar, bajando lentamente la capucha que ocultaba las gracias de su persona, hasta encontrarse con una figura elegante que bendecida por los favores de la naturaleza entonaba una bella canción. Se movió entre los asientos hasta dar con una mesa vacía, contigua a un grupo de orcos y rakshasas que distraídos por los encantos de la albina, no notaron su presencia. Alzó la mirada, justo a tiempo para interceptar un comentario por parte de un desconocido a una distancia que aunque no era muy corta, era cercana. -La música es el licor de muchos, señor-.
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Post by Gabriel Lucellas on Jun 10, 2017 6:05:55 GMT
No acostumbraba a visitar lugares tan vulgares pero le pareció buena idea distraerse por una noche. Se adentró a una taberna la cual estaba llena de desagradables arcanos bajo los efectos del alcohol. Engreído se adentraba en la taberna buscando un lugar donde sentarse pero nada parecía de su agrado. Reconoció una figura en una mesa, no le sorprendía en lo absoluto encontrarse con el hombre aquel en un lugar así; sin invitación ocupó uno de los lugares vacíos y antes de saludar observó hacia donde estaba la albina cantando, tenía una hermosa voz pero al joven vástago no le impresionaba en lo absoluto. - Y vaya que esta mujer carga con muchas... -agregó al comentario de Remus; de repente, saltó una presencia misteriosa, parecía que era una joven encapuchada, le dio curiosidad pero no dijo ni hizo nada por llamar su atención; tal vez tenía otros asuntos en ese lugar, no quería importunar a una completa desconocida.
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Post by Amalthea on Jun 10, 2017 6:30:27 GMT
La joven al terminar su canto que parecia melancolico o triste incluso cerro sus ojos pero cuando los abrio de regreso la musica cambio de manera abrupta, la tristeza habia sido sustituida por una musica completamente feliz para comenzar a danzar la joven, habia espacio suficiente en la taberna para que la joven bailara al son de la musica que era alegre, que lograba hacer que el arcano mas abrumado por las penas comenzara a sentir como su corazon se llenaba de dicha por la musica que inundaba sus almas mientras que la joven abria sus ojos y se veia dicha, una sonrisa preciosa que no mostraba tan seguido se habia mostrado en su rostro para danzar de una forma animada como si su tristeza se hubiese desvanecido. Los arcanos ebrios al oir la musica comenzaron a animarse a aplaudir a los bardos que tocaban y a la joven que bailaba con alegria, para acercarse a ciertos arcanos y levantarlos de las sillas y que comenzaran a unirse a su baile se acerco a dos hombres que estaban sentados uno con el otro, no sabia quienes eran pero tomo al que tenia un sombrero de las manos y lo llevo a bailar, ignorando quien era en realidad, solo queria compartir su alegria con los demas una alegria que hacia años no mostraba de verdad. Mientras danzaba con el arcano aunque fuera bien o mal en ello el hombre noto a la joven que estaba no muy lejos de ellos para ir y tomarla tambien con una sonrisa para levantarla y se uniera en lo que ahora se habia vuelto una especie de fiesta, era impresionante como la musica podia cambiar de ser la melodia mas triste a una que llenaba de alegria a muchos arcanos incluso a un alma dolida como la de la unicornio.
Lugares:
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Post by Remus V. Helsing on Jun 10, 2017 7:12:25 GMT
Alzó las cejas ante el comentario de la misteriosa mujer que había aparecido desde las sombras. Su atuendo era tal que se sentía como un tonto al no haberla notado cuando entró. Alzó su cerveza, brindando por lo dicho y bebió más de esta cuando de pronto una voz familiar interrumpió su trago. Era Gabriel... ¿Qué hacia en un lugar como este? Siempre se las daba de muy aristocrático... - Venga y qué haces tu aquí? No creo que vengas a bailar, verdad? - Preguntó Remus con una ligera sonrisa en su rostro, burlándose un poco del vástago.
Como si se tratara de otro sitio, la música dió un giro de 360 grados al tornarse mucho más animada. ¿Era posible cambiar la ambientación de un lugar asi de pronto? Hasta a Remus lo tomó desprevenido, haciendo que sostuviera su tarro con un poco más de fuerza por miedo a derramarla del repentino retumbe de los zapatazos y brincos de las personas del lugar. Al cruzar la vista con la chica en cuestión, bajó un poco la vista y de igual modo su sombrero, cortando el contacto visual abruptamente.
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Post by Agatha Bloodspell on Jun 10, 2017 7:36:58 GMT
Alcanzó a sonreírle a aquél hombre antes de que su atención se fuera al interior de aquél tarro y después al otro joven que se encontraba a su lado. Parecía que se conocían por lo que no consideró apropiado interferir más en sus asuntos. Desvió de nueva cuenta sus ojos hacia la figura de la cantante quien estaba terminando su triste canción, dispuesta a escuchar con tranquilidad la m'jusica que tan sometidos tenía a todos los presentes. Aprovechando el final de la música, se dio la vuelta ligeramente aún sentada sobre su silla, buscando la atención de algún mesero pero esa mirada que buscaba se sustituía ahora por los ojos de todos los arcanos que vitoreaban al ritmo de la música que ahora se había tornado más animada.
Cuánta indecisión... qué modos más peculiares de ambientar una taberna, de confundir a los demonios que acechaban a esas almas desgraciadas. Sacudió sus manos, sonriendole a la joven para no parecer ingrata. No deseaba formar parte de aquello. No en ese momento; con con aquél apetito. -Disculpe... no... No es mi estilo bailar con tanto público-. Miraba por encima de su hombro, avanzando con cuidado sin darle totalmente la espalda. Rozaba de pronto con la gente del lugar que torpemente acaparaban los espacios vacíos, haciéndole una tarea difícil volver tranquilamente a su lugar. Por fin lo logró, sentándose torpemente casi tropezando encima de la mesa. Tomó el brazo de un mesero que por fortuna había pasado con una charola llena de platos sucios y pidió un vaso de agua. No pediría alcohol, suficiente era la provocación de aquellos que se entregaban al vicio sin contar los rostros tan apuestos que la distraían.
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Post by Gabriel Lucellas on Jun 10, 2017 8:49:43 GMT
Apretó la mandíbula pues no toleraba las burlas hacia su persona excepto por unos cuantos y para bien o para mal, Remus era uno de esas personas - De vez en cuando me gusta venir a mezclarme con la plebe, ya sabes... nunca sabes de donde puedes hacer buenos negocios.- Respondió esbozando una sonrisa amplia mostrando sus colmillos - En cambio a mi sinceramente no me sorprende encontrarte en un lugar así. - confesó a su compañero de mesa con un tono monótono; justo cuando estaba a punto de agregar algo más, la que parecía la cantante del bar sacó a Remus a bailar y también a la chica que ya había notado momentos atrás.
El vástago se quedó ahí sentado en la mesa siendo completamente ignorado, cosa que claramente no le hizo ninguna gracia. Tensó su mandíbula golpeteando la mesa con sus uñas. Que persona tan desfachatada simplemente presentarse así y obligar a las personas a bailar con ella; a su parecer era grosero. Bien pudo levantarse y marcharse como siempre hacia pero esta vez no sería así. Aprovechó que la peliblanca se encontraba bailando y saltando cerca de él y asi, discretamente le metió el pie, provocando que tropezara esperando que se cayera y claro, se hiciera daño.
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Post by Amalthea on Jun 10, 2017 15:23:09 GMT
Al haber terminado de danzar con el hombre con sombrero dejo que retomara su lugar en su mesa, luego de haber visto a la joven e invitarle tambien a unirse sin embargo ella se nego de una manera amable, no planeaba obligar a quien deseaba solo disfrutar de un momento de relajacion en la taberna y asi solo sonrio y le permitio el camino hacia uno de los meseros de la taberna.
Todo era alegria en la taberna, hasta el punto en que habia logrado que ciertas personas bailaran de dicha, Mirovia tenia muchos misterios, muchas dudas pero mucha alegria que emanaba de cada ciudad, cada planta y cada arcano en la misma, cuando continuo sus danzas no pudo evitar sentir como habian metido un pie en su camino, lo cual causo que cayera al suelo y la musica se detuvo abruptamente con la caida de la doncella que yacia en el suelo, la joven se habia lastimado el tobillo pues no esperaba aquello, para dirigir su mirar a quien le habia logicamente metido el pie, se levanto con cuidado y dijo.
- Eso no fue muy propio de alguien que parece tener modales mi señor...-
Dijo para sacudir su vestido que se lleno de polvo que se levanto por la caida misma, para fruncir el seño levemente y decir.
-¿Puedo saber la razon del por que usted decidio hacer que cayera?-
Su voz era tranquila no molesta si no serena pero queria saber el por que habia sido llevado el hombre a esos actos, dado que ella no le habia infortunado, si bien se acerco a invitarlo a danzar pero le habia rechazado con solo un gesto desaprovatorio.
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Post by Remus V. Helsing on Jun 10, 2017 20:37:07 GMT
- Veo que ustes es una mujer más reservada. - Comentó Remus dirigiéndose a Agatha. Había algo en ella que le parecía sumamente peculiar, sin mencionar el tipo de vestimenta que portada que, en el mundo fuera de Mirovia, ya hubiese sido identificado como un atuendo de alguien ocultista... de malas intenciones. Ya tendría tiempo para develar los misterios de aquella joven. Por lo pronto, se hallaba con otra mujer, aquella que lo había sacado a bailar. Remus no había sido tan bueno, en realidad era muy escueto con sus movimientos. No obstante le dedicó una sonrisa a la mujer, inclinando su sombrero un poco agradeciéndole el gesto.
Pudo observar claramente como Gabriel le había metido el pié a la chica. Si, había sido algo inecesario pero esperado del vástago, que si bien no era tonto, a veces se le podía juzgar así por la manera tan caprichosa que tenía de actuar ante la más mínima molestia. - Señorita, creo que fué un accidente.¿Se encuentra bien? - Dijo Remus para calmar lo ánimos entre ambas partes, viendo a Gabriel con uno ojos acusatorios. -¿Por qué mejor no nos sentamos a beber unas cervezas? O lo que la señorita prefiera en realidad. Sé que a no todos les gusta ese sabor. -
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Post by Agatha Bloodspell on Jun 10, 2017 21:02:23 GMT
Las comisuras de sus labios se elevaron luego del pequeño inconveniente de haber sido sacada a bailar. La sugerencia de aquél hombre le robó una sonrisa. -Está usted en lo correcto. En este caso se debe a que no deseo adjudicarme la atención de nadie estando ante una mujer con tanto talento y belleza-. Distraída por su interacción no notó lo que el vampiro acababa de hacer. Recibió el vaso de cristal en sus manos con mucho cuidado por parte del mesero; no era extraño que recibiera gestos de ese tipo. Su atención fue puntual para ver la forma tan poco agraciada en que la mujer había caído al suelo. Sin quererlo, los hombros de Agatha se movieron por el sobresalto. Qué vergüenza... y en frente de todos. La gente alrededor de la cantante se hacía a un lado, de pronto desubicada por lo que acababa de ocurrir.
Agatha no era adepta de meterse en situaciones donde no la llamaban. Suficiente era con captar fácilmente la atención por su físico, no veía necesario buscar maneras tan evidentes para obtener los favores de nadie. Suspiró profundamente, apoyándose en el vaso de cristal que se encontraba sobre la mesa, antes de ponerse de pie e intervenir. Se levantó caminando lentamente hasta los tipos en cuestión incluyendo al hombre con sombrero quien ya se había acercado a atender la situación. -¿Se encuentra usted bien?- preguntó llevándose una mano al pecho mientras que la otra la apoyó sobre el hombro del perpetrador. -Concuerdo con el señor... dudo que este caballero lo haya hecho a propósito, señorita... Cosas como ésta no le pasan a doncellas tan hermosas como usted-. El tono de la súcubo era dulce; trataba de sonar lo más reconfortante posible aunque en realidad, agradecía internamente que, ya fuese por la desgracia de que haya sido un accidente o al impulso ponzoñoso del chico si es que realmente le había metido el pie, que tal vez debido a su caída, el ritmo de la música cambiaría a uno más tranquilo. Lentamente movió su rostro para mirar a Gabriel y sonreírle, quitando con cuidado la mano que tenía colocada sobre él. En respuesta a la propuesta del hombre con sombrero, Agatha lo miró, inclinando su cabeza con una suave sonrisa dibujada en su rostro. -No hablo por la señorita pero creo que por el momento sólo los acompañaré para atestiguar sus tragos; los impulsos que el alcohol provoca son... peligrosos y preferiría evitarlos esta noche-.
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Post by Gabriel Lucellas on Jun 10, 2017 22:00:12 GMT
- Yo a usted ni la conozco ¿por qué habría yo de hacer algo como tal? - Respondió con un aire solemne, como si no rompiera ni un solo plato. - Es usted la que debe tener cuidado en donde se pone a brincotear como loca. - Ni siquiera la veía a la cara, fingiendo indignación. - De hecho, usted es la que deberia disculparse conmigo puesto que me ha ofendido con sus falsas acusaciones. Tenga más cuidado la próxima vez y no ande culpando a otros de su torpeza. - Tuvo la desfachatez de hacerse la victima, incluso culpar a Amalthea de algo que no hizo; nadie le podía provar lo contrario, él no hizo nada... excepto por Remus porque lo conocia y por la forma en que le miraba, se hizo una idea de que no se creería sus cuentos; no era como si le importara.
- Sí por favor, tome asiento... -invitó a Agatha, quien por su porte llamaba demasiado su atención.- Bueno, yo no bebo pero los acomparé. - Ajustó las solapas de su abrigo con ambas manos, guardando compostura por lo que acababa de pasar dando por terminado el asunto. - oh, ya lo creo. No hay nada peor que lidiar con gente embrutecida por los efectos del alcohol, y si le soy sincero hoy me apetece pasar una noche tranquila. -
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Post by Amalthea on Jun 11, 2017 4:20:51 GMT
Las palabras de aquel joven vampiro eran hirientes para alguien que solo estaba haciendo lo que la llenaba de dicha " brincotear como loca...sin siquiera verle eso era bastante descortez pero ¿quien era ella para juzgar a quien no conocia? penso, para comenzar a pensar lo que estaba sucediendo a su alrededor pero no pudo evitar solo confundirse un poco mas respecto a lo mismo y si bien la joven se veia algo confundida de lo que habia sucedido el gesto de el hombre mas alto le habia hecho pensar que muy probablemente habia si bien sido un accidente y tomo una decision precipitada, para inclinarse con delicadeza y modales hacia el vampiro y decir.
-Espero me disculpe, no debi acusarle sin saber...-
Su mirar se enfoco en el hombre que llevaba su sombrero con el que habia bailado alegre, para sonreir levemente, su sonrisa habia retornado a la triste que esforzaba por embozar, para asentir ante la incognita del hombre y la dama que se habia acercado a ella para verificar su bienestar diciendo dulcemente.
-Oh...me encuentro bien...solo me lastime un poco un tobillo pero nada grave, gracias por su preocupacion...oh pero yo no soy nada comparada con usted señorita...si bien usted tambien es hermosa y mucho mas que yo...-
Sonrio a la joven sucubo "-¿Por qué mejor no nos sentamos a beber unas cervezas? O lo que la señorita prefiera en realidad. Sé que a no todos les gusta ese sabor. - " escucho para asentir lentamente y decir.
-Seria un placer en verdad...aunque concuerdo con la señorita, el beber podria traer grandes consecuencias si no son medidas...pero...podria beber algo de agua solamente y acompañarles con gusto-
La joven noto como la dama se sentaba con los demas y la unicornio se sento con calma y gracia, para verles mientras mordia su labio inferior y preguntar.
-¿Podria saber con quienes me encuentro?, me temo que no nos presentamos de la manera adecuada...me llamo Amalthea Cibeles...-
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Post by Remus V. Helsing on Jun 12, 2017 16:00:58 GMT
- ¿Nadie? – Preguntó un poco desanimado por el poco espíritu que tenían los presentes. Una cerveza nunca le hacía daño a nadie. – Bien, más para mi. – Se encogió de hombros, pidiendo que su tarro fuese rellenado. Mientras inclinaba su envase para beber, escuchaba con algo de curiosidad la manera en que Amalthea se bajoneaba como si fuese poco menos que basura. ¿Cuál era el motivo de hacerse menos cuando claramente era una mujer hermosa? - Remus Van Helsing. Pero solo llámeme Remus. A veces pienso que el Van Helsing me queda grande, sin mencionar que podría ofender a algunos presentes… - Dijo con una pequeña sonrisa dibujada en los labios.
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Post by Agatha Bloodspell on Jun 12, 2017 18:28:35 GMT
La manera tan mustia en que se disculpaba la joven ante las palabras tan afiladas de Gabriel casi le hizo sentir lástima por ella. Podía ver a través de su fachada. Seguramente era alguien demasiado noble... incluso ingenuo; alguien vulnerable que constantemente debía ser protegido. Qué envidia... pero ese no era su estilo. Por otro lado, que sus cumplidos hayan sido rebajados para serle devueltos y en creces le brindó algo de satisfacción. Sin ahondar más en aquellos pensamientos tomó asiento, respondiendo a los gestos tan educados del vampiro. Le sonrió, inclinando su rostro en agradecimiento. -Oh... no me preocupan los demás, señor pero estoy de acuerdo con usted... Ya hacían falta noches así-. Respondió puntual a sus palabras clavando en su mirada a cada uno de los presentes. Por un momento, los demás habrían podido jurar que las pupilas de la joven habían cambiado de forma más fue por apenas un corto instante.
Estiró la mano para tomar el vaso de agua que había dejado antes sobre la mesa. Por el tono decepcionado del hombre al no ser acompañado en sus embriagantes tragos, sintió un destello de tentación que tensó sus músculos y le causó ardor en el vientre. Apretó con fuerza el cristal sin tensar las facciones de su rostro ni despegar la vista de las miradas ajenas. -Un gusto; yo soy Agatha Bloodspell. Temo que mi nombre no pueda causar tanto impacto... He de ser quien posee la vida más simple entre todos los presentes. Una joven cantante, más hermosa que la noche y un hombre cuyo apellido trae consigo un impacto tan poderoso...-. Su respuesta vino acompañada igualmente de una sonrisa. Curiosa del comentario de Remus, lo miró con especial atención mas no por mucho tiempo. De su parte no había ofensa... pero bien podría referirse al otro joven. Bebió agua, intentando saciar una sed que iba más allá de una garganta seca. Inútil... pero no era nada nuevo. -Estoy segura que usted es también alguien sobresaliente, señor...- conectó su mirada hacia el otro joven que aún faltaba por presentarse.
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