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Post by Deleted on Jun 11, 2017 1:58:15 GMT
Ondine había pasado ya varios días bajo el agua, sin sentir el viento en su rostro y sin ver las hermosas nubes surcando por el hermoso cielo azul. Se sentía atada, desesperada... Últimamente amaba mucho salir a explorar la superficie de Mirovia y ahora que había pasado por fin la Luna Roja estaba dispuesta a continuar con su pasatiempo, aunque realmente no tenía un motivo para salir de su casa. ¡Bueno! Ya encontraría algo que hacer cuando llegase a la ciudadela.
El tiempo corrió y el trayecto desde Aqualia hasta la ciudadela se le hizo demasiado corto, casi como si solo hubiese dado un par de pasos para llegar, aunque la verdad es que había tardado tanto en llegar que incluso el sol se estaba ocultando, por lo que era seguro que la medusa se quedaría allí al menos hasta el amanecer. Una vez más estaba en su ya querida Ciudadela, deleitando su vista con las variados panoramas que adornaban las calles, ya fueran las personas que llegaban a sus hogares después de sus pesados días de trabajo o incluso algunos vendedores, los cuales seguían ofreciendo sus productos a pesar de la hora. Además, Ondine adoraba los sonidos, las voces tan variadas que se podían escuchar, cada una era tan única y bella. También los olores que tan poco comunes eran para una chica que venía del agua, como lo eran los delicados perfumes que desprendían las hermosas flores que se exponían en las florerías o incluso el aroma del pan recién horneado. Todo era hermoso y entretenido, lo cual hacía que la pequeña chica sonriera y caminara animadamente volteando a todos lados, hasta que algo captó totalmente su atención. Cerca de ella, a no más de 3 metros había un lugar donde se podía escuchar como muchas voces varoniles cantaban (Balbuceaban) algo que realmente no entendía, pero aún así le pareció algo interesante y se acercó para averiguar qué es lo que era, percatándose que aquel lugar no era otra cosa mas que una taberna. ¿Por qué otra razón un montón de hombres estaría cantando de manera tan alegre? Estaban borrachos, después de todo el alcohol siempre llegaba a los extremos, o hacía feliz a la gente, o la ponía a llorar. Ahora que lo pensaba... ¿Cuando fue la última vez que ella misma había tomado una copa de lo que fuera? Ya ni siquiera podía recordarlo, por lo que no tardó mucho en saber donde iba a pasar su noche. Estaba decidida... Iba a unirse a esos extraños ebrios. Tan pronto como tomó su decisión, Ondine asintió con su cabeza y caminó hasta la puerta de aquel establecimiento, abriéndola y entrando con la mayor normalidad posible, aunque dentro de sí estaba nerviosa... Pues en las tabernas suele haber mucha gente y si alguien lograra ver el mundo de la manera en que ella lo hacía, sabría que... Mucha gente = Muchas miradas.
Muchas miradas = Nervios. Nervios = Temblor. Temblor = Pánico. Pánico = Desmayo. Desmayo = Secuestro. Secuestro = Pescadería. Pescadería = Muerte. Muerte = Ella convertida en sushi. ¡Ella no quería ser sushi...! Igual, no es como si toda la gente fuera mala, así que a pesar de las miradas extrañadas que se posaron sobre ella al creer que se trataba de una niña y no de una completamente madura mujer, la medusa se acercó a la barra y (con bastante esfuerzo ya que no alcanzaba) se sentó en uno de los banquitos, mirando fijamente al tabernero. - Deme una cerveza, por favor. - El tabernero... Bueno, la vio raro por un momento ya que creyó que era una menor de edad, lo que Ondine rápidamente captó y bajó la mirada, como diciendo "¿Por qué a mi?" - Tengo 234 años... No me juzgue mal. - Tras escuchar eso, el tabernero dio una risa incómoda y rápidamente fue a servirle su cerveza, la cual Ondine tomó en el instante en que la pusieron frente a ella para dar un gran trago. ¡Ahh...! Tanto tiempo sin sentir aquella espumeante sensación... Se sentía viva de nuevo, viva y feliz, aunque su felicidad no duró mucho porque pronto se sintió observada, por lo cual volteó discretamente a su alrededor para ver quien era el causante de su incomodidad, topando su mirada con un goblin demasiado aterrador. ¿Cómo es que siempre se topaba con alguien perturbado a cualquier lugar a donde iba? Ya había recordado por qué no le gustaba salir de su casa. Ahora sólo podía rezar a sus ancestros para que alguien viniera y la salvara de aquella situación, pero sinceramente ¿Quién vendría a su rescate? ¡No conocía a casi nadie en la superficie!
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Post by Robin Fitzalon on Jun 11, 2017 2:39:27 GMT
Siempre los días más pesados venían para ella cuándo se acababa la Luna Roja, todos solicitaban de su ayuda para proporcionarles aunque sea una pizca de información acerca de aquella tormentosa flor, eran momentos estresantes. Ésta vez tenía un trabajo que usualmente le pedían, tenía que buscar a un globin que había hecho algo malo para sus patrones y tenía que llevarlo consigo...sin importar si estaba vivo o muerto.
Tenía que relajarse un rato, y qué mejor que irse por unos tragos a la taberna a la que siempre visitaba, dejando su caballo fuera del lugar, confiaba en él, nunca se iba sin ella. Al momento de entrar podía sentir esta diferencia de ambiente; el olor a cerveza con mezcla de tabaco y otros fluidos se impregnaban en el lugar, era bien conocida en el sitio, acomodandose las flechas y el arco mietras caminaba decidida hacia la barra en dónde su asiento estaba reservado para ella. Sentándose en éste y sin decir palabra alguna el tabernero le había dado un gran tarron de cerveza negra, dándole un gran trago -Esto era lo que necesitaba- alzando el tarron agradeciendo al despachador, le gustaba la calidez del lugar.
Volteó hacia un lado suyo y había una chiquilla sentada junto a ella. ¿Qué hacía una niña en un sitio así? automáticamente su mirada recorrió un poco más y...estaba bebiendo cerveza, sólo negó con la cabeza ''¿Esto les inculcan a los niños de ahora?'' -¿Y tus padres?- preguntándole a la chica así sin más, al parecer también lucía confundida, a no ser de que ya haya bebido de más...
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Post by Laiah Todorovic on Jun 11, 2017 2:45:02 GMT
Luego del completo fracaso que tuve en la mansión de Lucellas decidí volver a la ciudadela... Como extrañaba ese lugar, tan animado, tan inusual... Todo era diferente, no era como los otros lugares los cuales he visitado, era simplemente algo diferente, el ambiente, la gente, todo... Cada paso y respiración en la gran ciudad era como una experiencia nueva... Pero, supongo que no estaba de humor para precisamente pensar en ello... Me sentía como una fracasada... No podía conseguir ni siquiera un misero trabajo... No me dejaron conservar el uniforme... Y el corte de cabello no sirvió para nada!!! Todo el cambio que estaba dispuesta a hacer fue en vano... Aunque quizás podría volver a intentarlo en la mansión de los Santori...
No tenía muchas ganas de nada! por lo que pensé que un trago me vendría bien... aún era bastante temprano, por lo que cuando llegue no había mucho gente... Aún conservaba el dinero que le robe a un sujeto extraño en Reapergate... lo bueno de aquella oscura ciudad es que si te roban, o te alcanzan o nunca seras descubierto... Era un juego bastante peculiar a mi parecer. Trago tras Trago iba perdiendo de a poco la noción de la realidad... supongo que cuando estoy borracha es cuando me siento feliz conmigo misma... De seguro podría ir a ligar con uno que otro chico... Pero sin esperarlo mi mente quedo en blanco quedando completamente dormida...
Cuando desperté ya era bastante tarde... aún estaba un poco ebria pero más consciente, por lo que pude observar como había una extraña chica a mi lado, su aspecto era bastante peculiar... y se encontraba bebiendo justo a mi lado... todo parecía normal, pero pude ver en su rostro una incomodidad, era bastante extraño, por lo que despegue la cabeza de la barra para mirar a los alrededores... Y pude ver como un extraño sujeto la estaba mirando... Si habían cosas que no soportaba era que una mujer se sintiera acosada por hombres asquerosos... Por lo que sin escrúpulo me dirigí al tipo -" Oye! que tanto le miras? si tienes algún problema te la veras conmigo "-
Luego de decir aquellas palabras con la intención de que se intimidara funcionaron, el hombre dirigió a su mirada a otro lado, por lo que me sentí un poco más aliviada... Me dirigí a aquella chica de aspecto peculiar para darle un amistoso saludo y preguntarle si se encontraba bien por lo sucedido... Pero fue entonces que me percate de otra chica la cual le había hablado antes... Decidí saludarla también, quizás eran amigas -" Hola... "-
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Post by Haoyang Lian on Jun 11, 2017 3:37:35 GMT
Llevaba rato esperando en la taberna a un viejo proveedor. Cosa extraña en él, no llegaba a la hora acordada por lo que, estando arrepintiéndose antes de siquiera hacerlo, entró a la tableta con fin de encontrar distracción. Conversaciones de temas irrelevantes, muchos de ellos indecorosos y desagradables, rodaba sus ojos casi a la par que su dedo se deslizaba por la pantalla. A pesar de su evidente fastidio por alguna razón no podía desviar la atención de aquellos temas tan triviales entre ellos una jovencita que se sentía incómoda en una taberna, ¿estarían en el mismo lugar? -Psht- chasqueó los dientes mientras apagaba el aparato y lo colocaba a su lado. Daba igual.
Sin querer involucrarse, su atención se vio acaparada por un momento por la voz de una joven retando las miradas furtivas de un goblin imprudente. No era su asunto pero al mismo tiempo no se perdonaría el no intervenir de molestar a las jóvenes que, por alguna razón, se encontraban solas en la taberna. No creía que una mujer debiera estar sin compañía en lugares como esos; era exponerse de más. Había gente sin tacto y prudencia, sin respeto por el cuerpo ajeno. Con la mirada fría observaba cómo se desenvolvía la situación pero al ver que el tipo que tanta incomodidad estaba causando desvió la mirada, no sintió más el impulso de ponerse de pie y hacer algo al respecto. Pero eso no duró mucho tiempo.
No formaba parte de su personalidad entablar conversaciones con extraños sin embargo lo vio necesario, al menos hasta asegurarse de que las jóvenes no serían molestadas por un goblin de talla corta. Se sentó al lado de una de ellas, por un momento callado sin hacer contacto visual con ninguna. Le pidió al cantinero un tarro de cerveza que no tardó en tener por fin en sus manos. -Salud- dijo de manera sutil para abrir plática. Se detestaba por ello pero sentía cierta responsabilidad por alguna razón.
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Post by Deleted on Jun 11, 2017 5:01:23 GMT
La sirena había cerrado sus ojos, tratando de pensar en cosas felices para calmarse y pidiendo al cielo que el goblin dejara de mirarla, pero su concentración se vio rota después de escuchar una voz femenina, la cual estaba hablando en su dirección. ¿Le estaban hablando a ella? Ondine abrió sus ojos y volteó a ver a aquella desconocida, la cual la miraba como si estuviera cometiendo un crimen, o al menos así lo sintió ella. - ¿Mis padres...? - Murmuró mientras sostuvo la jarra de cerveza una vez más entre sus manos, por lo cual rápidamente hizo la conexión. Enana>Cerveza>Malentendido. ¿Qué culpa tenía ella de ser descendiente de una ortiga de mar? - Tengo edad suficiente para beber... - Respondió ante la mirada acusadora de la mujer, tratando de no mirarla debido a lo intimidada que se sentía. Primero un acosador y ahora una mamá sobreprotectora... Que curiosas situaciones traía consigo ser Ondine.
Mientras ella pensaba seriamente en ir al baño y salir por la ventana para escapar, escuchó como una jovencita comenzó a gritonear, por lo cual pronto levantó su mirada y miró en aquella dirección, viendo que al que le gritaban no era ni más ni menos que el goblin que la estaba mirando de aquella manera tan lasciva. ¿Sus rezos fueron escuchados? Ahh... ¡Que alivio le traía el que alguien le defendiera! Ella sabía que había mucha gente buena... Sabía que no debía perder la esperanza incluso en la peor situación. Tan pronto como el goblin se había volteado a otro lado, la extraña chica con cuernos se dirigió en dirección de Ondine, lo cual la puso algo nerviosa, pero sin duda la recibió con una cálida reverencia a modo de saludo... Y también a modo de agradecimiento.
- Muchas gracias por ayudarme... Creí que iba a terminar adentro de un saco ésta noche. - Dijo la medusa mientras daba una sonrisa apenada, mas luego se percató de que le estaba hablando a la chica que estaba a su lado, por lo cual malinterpretó todo en un segundo. ¡Diablos! ¿Y si aquella chica había pensado que el goblin veía a la elfa y no a ella? Después de todo la había saludado con palabras y a ella sólo con un gesto... Obvio la iba a saludar con un gesto ya que la estaba viendo fijamente, sería de mala educación no hacerlo. ¿Por qué no se fijó antes de abrir la bocota? La pequeña chica sólo tomó otro trago de su cerveza y se volteó, ocultando la cara. ¡Que vergüenza! Ya hasta preferiría que su acosador la metiera en un saco de una vez y se la llevara de allí, a un lugar donde pudiera recuperar su dignidad.
En medio de su caos mental y el ruido de la taberna, escuchó un "Salud" proveniente de un hombre que había llegado justo cuando Ondine se había volteado, por lo cual subió un poco la mirada y dejó ver sus ruborizadas mejillas (A causa de la vergüenza que las jovenes le trajeron), para luego levantar su tarro. - S-Salud... - Respondió tratando de ser lo más amable posible, pero en ese momento su incomodidad era más que sus ganas de socializar.
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Post by Robin Fitzalon on Jun 14, 2017 23:20:14 GMT
No se miraba todos los días un arcano así, ya con la respuesta de la chica le quedó más que claro que ya tenía edad. Esperaba no estar ebria tan pronto y que aquella chiquilla no era ningún producto de su cabeza. Alzando las cejas en forma de disculpa mientras le daba un trago a su cerveza.
Asintió ligeramente con la cabeza ante el saludo de la muchacha que se había acercado, si que era ruidosa pero nunca se inmuto en voltear hacia dónde ella había casi gritado, suponía que era algún problema entre borrachos.
La presión le había llegado de repente, sabía que tomar le regresaba el estrés pero aún así se daba el lujo de beber, todos esos encargos la estaban volviendo loca. Masajeó su frente levemente mientras se recargaba en la barra, viendo con el rabillo del ojo que un hombre tomaba asiento a un lado de ella, sólo escuchó el ''salud'' de su parte. -Salud- diciendo para luego tomar un trago más pesadamente.
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Post by Laiah Todorovic on Jun 14, 2017 23:37:03 GMT
Un hombre un tanto extraño se acerco a nosotros, era bastante guapo, pero se veía tan amargado, quizás le vendría bien una sonrisa de vez en cuando... Pero no era el único que se veía así de apagado, la otra chica que parecía elfo también se veía con bastante estrés... Pero porqué?? se supone que uno viene a reír o a pasar las penas, pero estar así es lamentable y triste... En cambio la pequeña chica se veía bastante tranquila y adorable... Por un momento dudé si de verdad era una adulta... Pero esto es Mirovia! Los chicos parecen chicas, hay relación inter racial, no era tan raro que una niña fuera incluso más adulta que yo...
Cuando el hombre que estaba a nuestro lado dijo salud no pude evitar reír y alzar mi jarra para gritar -" SALUD! "- Me encontraba un tanto borracha pues había bebido todo el día, pero no me preocupaba en lo absoluto... Aunque quizás si un poco de lo que era capaz de hacer... La pequeña chica me agradeció, por lo que puse mi mano en su hombro y le dije tranquilamente -" No te preocupes, odio que los tipos se comporten así con las chicas... Son asquerosos y merecen morir mutilados "- Dije alegremente para comenzar a reír, supongo que el alcohol ya me estaba haciendo decir cosas que no debía... Pero bueno no importaba... Decidí preguntarle a los tres con algo de curiosidad -" Bueno, ya que todos estamos reunidos! cuales son sus nombres?! Vamos animense! Yo soy Nevraska, un gusto a todos "- Dije con una gran sonrisa, estaba bastante emocionada por compartir con gente nueva
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Post by Haoyang Lian on Jun 20, 2017 4:17:59 GMT
Lamentaba haber abierto la boca antes; se hubiera quedado en silencio, simplemente a la expectativa por si algo sucedía, pero no... Sus modales siempre tenían de alguna forma que echarlo de cabeza totalmente. Presionó sus labios contra el borde del tarro, escuchando a una de las jovencitas presentarse. Mantenía la mirada puesta sobre las botellas que se encontraban colocadas sobre la madera, de cierta forma intentando perderse en aquellos objetos antes de arrojarse a la fuerza a una plática de la cual él mismo era culpable.
Presentarse... qué fastidio. -Haoyang Lian- masculló casi sin despegar los labios del cristal. Por un momento se mantuvo inmóvil, parpadeando con pesadez considerando la posibilidad de simplemente pararse e irse, pero no, sentía un deber que jamás se arrancaba de su ser. Cómo se odiaba. Dejó el tarro sobre la madera y respiró profundamente. Su pecho se inflaba mientras sus ojos, cerrados, se negaban por momentos a la realidad en la que estaba. -No es común que jóvenes como ustedes se encuentren en lugares como este- dijo girando ligeramente el rostro, mirando especialmente a la sirena que tenía a su lado. ¿Sería esa la joven que habló por la tableta sobre encontrarse sola en la taberna? Poseía un aire de visible torpeza y timidez... seguro que era ella. Sin embargo entrecerró los ojos, refugiándose de nuevo en su bebida.
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Post by Deleted on Jun 27, 2017 23:40:28 GMT
La sirena estaba tomando un trago de cerveza cuando sintió como sus nervios se pusieron de punta ya que la fauno le había puesto la mano en el hombro, lo cual la tomó totalmente por sorpresa e hizo que se atragantara un poco con el líquido y comenzara a toser, dejando de lado su tarro. ¿Cómo es que alguien podía tocar tan a la ligera a alguien que acababa de conocer? Bien, sí... Ella le había ayudado, pero sinceramente una persona que apenas hablaba tampoco estaba acostumbrada al contacto físico, por lo cual aquello la ponía algo incómoda y tensa.
Cuando por fin pudo dejar de toser se tomó el pecho aliviadamente, volteando a ver las reacciones que habían tenido sus acompañantes casi por instinto. [Que vergonzoso.] Pensó mientras nuevamente comenzaba a bajar la mirada, prácticamente haciendo que su cabello cubriera su cara. - Discúlpenme. Yo... Uhm... Me llamo Ondine. - Murmuró la pequeña ante la pregunta de Nevraska. - Ah... Yo sólo pasaba por aquí y decidí tomar un trago. - Respondió ante el cuestionamiento del hombre, mirándolo tímidamente de reojo. - Creo que tiene razón... L-La mayoría de los presentes son varones. -
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Post by Robin Fitzalon on Jul 19, 2017 2:52:09 GMT
La chiquilla peliroja estaba siendo una molestia para su oído, cuando alguien esta molesto lo único que quiere es un momento de paz para conseguir calmarse, cosa que en parte asume la culpa, pues si realmente quería descansar no debería estar en una ruidosa taberna en donde el ruido y escándalo es el pan de cada día. A lo que solo se limitaba a ignorar al par y seguir bebiendo en ''paz''.
Al escuchar la ruidosa pregunta de la extraña solo cerro lentamente los ojos, vaya que no sabia cerrar la boca. El sonido de alguien tosiendo la hizo voltear a ver de quien se trataba involuntariamente, al percatarse de que se trataba de la niña del principio solo rodó sus ojos mientras negaba ligeramente con la cabeza y regresaba su vista al tarro. Un hombre se había dirigido hacia la elfo que se encontraba bebiendo tranquilamente, estaba de acuerdo con el comentario del hombre a un lado suyo. -¡Hey Robin!- golpeándole la espalda en forma de saludo, siendo lo bastante brusco para que esta se pusiera derecha al instante, casi ahogándose con la cerveza. -No olvides lo de la apuesta ¿eh?- Despidiéndose de la chica con una sonrisa para desaparecer por la puerta. Se llevo la mano a la espalda, frunciendo el ceño hacia la puerta, podía reconocer esa voz en donde sea, era un leñador con el que ocasionalmente realizaba apuestas. -Ajá- dijo con voz baja, respondiendo a la afirmación de Ondine, no le importaba si la oyó o no.
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Post by Laiah Todorovic on Jul 19, 2017 21:07:35 GMT
Al parecer ninguno de las tres personas que estaban allí parecían ser muy habladoras... De hecho era un tanto incómodo... El primero en presentarse fue el llamado "Haoyang Lian"... Rebusqué en mi cabeza ya que ese nombre me parecía conocido... y fue cuando recordé que era aquel misterioso hombre de la tableta... Su presentación fue fría y sin ninguna emoción, casi podría decir que con pesadez... Supongo que no era un hombre de muchas palabras, pero entonces ¿para que se acerca hacia nuestro lado si iba a andar con tan mala actitud?...
La segunda fue la pequeña llamada Ondine. Había reaccionado un tanto extraño cuando le toqué el hombro, por lo que solo la miré con algo de confusión.. No era muy habladora tampoco... Era de nuevo sentía esa sensación de incomodidad... Parecía ser bastante tímida... y apenas intercambiaba palabras... ¿Que rayos con ellos? La tercera chica ni siquiera se presentó... Que grosera... Aunque llamó mi atención el chico que se le acercó hablando de una apuesta... Hay que metiche soy... Pero bueno, quizás la chica si era amigable pero se sentía incómoda...
Por un momento me maree por lo que apoye mi brazo en la barra mientras dejaba la jarra que estaba casi vacía en el mesón... me di vuelta para abrir un bolsillo de mi mochila para sacar un poco de dinero y dejarlo en aquel mesón... Pegué un bostezo y un pequeño estirón antes de sacar la tableta arcana para mirar la hora... -" Pero que rayos!? tan tarde es? "- Dije fingiendo impresión... Era un tanto tarde... y la conversación estaba muy tensa e incómoda... -" Perdón chicos, pero me tengo que ir jaja, tengo cosas que hacer "- Les comenté antes de separarme del mesón y tomar mi mochila... -" Espero nos veamos en otra ocasión... "- Fue lo último que les dije antes de caminar tambaleandome un poco hasta salir de la taberna... Estaba un tanto borracha, por lo que preferí irme antes de terminar en un embrollo...
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Post by Haoyang Lian on Jul 20, 2017 17:58:35 GMT
Enfocó su atención en la jovencita que tenía al lado, parecía que las otras se encontraban cada quién en sus asuntos y aún más después de ver que una de ellas había abandonado la taberna. Apenas dedicó su atención a las jovencitas mirándoles de reojo pero fue breve ese instante puesto que sus ojos volvieron a posarse sobre la tímida jovencita a quien había creído escuchar se llamaba Ondine.
Sus ojos se entrecerraron ante su respuesta... parecía tan frágil e indefensa mas estaba consciente de que entre varones había una constante amenaza siendo presa fácil de las imprudencias de los ebrios e insolentes arcanos que abundaban en el lugar. -Jamás la había visto en este sitio...- se quedó con la frase al aire aún inspeccionándola con su afilada mirada. Realmente no era asunto suyo el por qué de la señorita en ese lugar pero realmente los recuerdos de su juventud en la milicia atacaban las situaciones presentes. Ya le había tocado ver cientos de escenas en las que una jovencita tan joven y vulnerable como ella sufría por los vicios de los hombres. -Debe tener una buena razón para encontrarse en un lugar como este... a horas como estas... rodeado de rufianes como estos-. Al fin retiró aquellos inquisitivos ojos de ella, dándole el último trago a su cerveza. Sus manos reposaron sobre el cristal que ahora se encontraba sobre la madera de la barra. Distante y callado, por momentos parecía que no volvería a dirigirle palabra a la chica mas su sentido de responsabilidad y honor no se lo permitían por más que deseara abandonar aquél sitio... debía proteger a quienes él consideraba eran los más débiles.
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