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Post by Cereza Koslov on Jun 11, 2017 22:01:46 GMT
(Este thread sucede durante los últimos días de la Luna Roja)
Calor. Tenía mucho calor. Todo su cuerpo se sentía hervir sin que ella pudiera evitarlo, por más que ella se retorciera en su cama a causa de los malestares en sus extremidades no lograba encontrar un merecido descanso, incluso los constantes calambres en su estómago la hacían gemir entre sueños. Más bien ¿qué era sueño? ¿qué era realidad? La mujer sentía que deliraba, pasando de la realidad al sueño en pequeños segundos. Escenas de una bestia avalanzándose sobre ella, luego seguida de dos bestias que peleaban entre ellas... una, Ethgan, la defendía, la otra la quería atacar. Antes de eso tenía recuerdos en forma de sueños donde, hace más de 4 años, regañaba al hombre lobo por llegar tarde a la curandería e incluso manchar el suelo de madera con sus botas llenas de lodo. Ella jamás había estado tan enojada en su vida. Luego el recuerdo saltaba a una ocasión donde dicho rubio quiso llevar a una de sus conquistas a la cama... ¡DE SU CASA! Cereza tardó mucho en dirigirle la palabra otra vez, desarrollando su tan ya famoso "Trato helado" que le recetaba a Ethgan cuando él hacía algo indebido. Esas primeras veces no le dolían tanto... - Eth... gan... -susurró entre un jadeo, cuando en su mente comenzó a proyectarse el último y fatídico encuentro que tuvieron. "¿Y qué si es así?"El cuerpo de la querubín se retorcía una vez más en la cama.
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jun 14, 2017 2:06:41 GMT
de tanto en tanto setia sus ojos cerrarse solos, cuando perdía el equilibrio de su cuerpo y su cabeza quedaba colgando sobre sus hombros, despertaba sobresaltado y observaba la camilla. Cereza seguia aun agonizante y quejumbrosa, tal y como habia estado durante los últimos dias de inconsciencia.
No comprendía que habia pasado, él mismo no habia encontrado explicación cuando al recuperar de nuevo la consciencia se encontró a si mismo dentro del recinto de la curandería con ella en brazos. No contó con demasiados intervalos de descanso, pero habiéndoselas arreglado de algun modo para tratarla, había terminado por llegar a la conclusión de que habia sido envenenada.
No conocía mucho de medicina y en definitiva no era el mejor atendiendo heridas, pero cuando se hubo asegurado, (de una manera tosca), en detener el sangrado y controlar a ciegas los efectos del extraño veneno, se tranquilizó a sí mismo repitiéndose que todo lo que podia hacer ya estaba hecho y que solo quedaba esperar.
grandes marcas oscuras adornaban ahora la base de sus ojos, de manera ausente una de sus manos apoyada en la frente de cereza se encargaba de acariciar con el pulgar parte de su blanca piel; una vez mas cerró los ojos dejándose vencer por el cansancio, pero cuando de manera imprevista volvió a escuchar la delirante voz, reaccionó de golpe y la observó atento, esperando alguna otra reacción de su parte
"aqui estoy"
las palabras no salieron de su boca, en su lugar apretó los labios y pasó saliva comenzando a desesperarse por el estado en que ambos se encontraban. Frunció el ceño mas preocupado que molesto y entonces por fin habló
-...Vamos... despierta...
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Post by Cereza Koslov on Jun 14, 2017 13:59:08 GMT
Quería hacerlo. Quería despertar, pero su cuerpo se negaba rotundamente a obedecerla, pues se encontraba luchando con todo lo que tenía contra el extraño veneno que había llegado a su organismo. Por lo que toda su energía estaba concentrada en ello... no, no podía despertar del todo. Pero su necesidad de ver al hombre que rondaba en sus pensamientos la agobiaba más de lo que su cuerpo intentaba mantenerla en cama. ¿Estaría bien? ¿Estaría por ahí, suelto, sin control y peligroso? ¿Necesitaría ayuda?
Su nombre, oh, aquél nombre que la hacía hervir por dentro de diferentes formas, rodaba por su lengua con insistencia. ¿Porqué anhelaba tanto verlo? ¿Acaso era porque tenía miedo? ¿Miedo de quedarse sola? ¿Miedo de no verlo más? Entre retorcijones y mareos, la querubín comenzó a abrir poco a poco los ojos observando frente así la mancha borrosa del techo, y siendo consciente de la cálida mano que se encontraba sobre su ardiente frente. Poco a poco parpadeó para aclarar su vista, mover sus ojos dolía tanto como mover las otras partes de su cuerpo, pero no podía quedarse quieta pues necesitaba buscar esa fuente de calor y seguridad.
-Eth... -susurró, sonriendo con debilidad. Qué agridulce sueño, y aún así no querría despertar-... volviste... -deliraba-
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jun 14, 2017 14:32:59 GMT
ya estaba cansado, agotado, no habia dormido bien en varios dias y debido a las constantes transformaciones todo se habia convertido en un verdadero martirio. No pudo encontrar la calma ni el tiempo necesarios para recoger los desastres que hubo ocasionado, ni tampoco las ganas para siquiera alimentarse o alejarse de ella. Solo ahora, con las gotas de lluvia mojando el exterior y el arrullo constante que estas propiciaban, había logrado conseguir la paz que tanto hubo deseado desde la primera noche
La mirada del hombre resbaló por el cuerpo de ella inspeccionando con ojo inexperto la seguridad de las vendas en su costado, la herida provocada gracias a la criatura de la oscuridad, misma a la que el mismo había decidido perdonar la vida, había sido tratada de urgencia y aunque en su momento temió que no estuviese haciendo un buen trabajo, se conformó al pensar que nada podia ser peor que dejarla asi y esperar a que muriera desangrada. Solo había hecho lo que con el tiempo habia aprendido cuando la observaba atender a sus pacientes: usar uno que otro ungüento y coser con pulso de parkinson para cerrar el corte. Por un momento recordó como había tenido que desnudarla, en ese momento, habia bromeado con desear no estar en una situación de riesgo para poder disfrutar mejor de lo que hacia, pero se trataba solo un intento por tratar de calmarse a si mismo y conservar la mente fria.
volvió a subir hasta su rostro y entonces lo notó. Como los parpados de ella luchaban por abrirse y sus ojos se removían nerviosos bajos estos. No hizo mas que esperar y cuando finalmente volvió a escuchar la dulce y quebrada voz, su corazón dio un vuelco, mas su cuerpo no se movió un solo centímetro
-no me he ido de aqui, tonta... - respondió entonces burlándose de su delirio, sonriendo a duras penas y sintiendo como un enorme peso era retirado de sus hombros
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Post by Cereza Koslov on Jun 14, 2017 14:47:07 GMT
-Pero te fuiste... -le replicó la cansada mujer, su garganta le dolía al no ser usada en tanto tiempo, pero poco a poco iba acostumbrándose a la amarga sensación de la enfermedad, del cuerpo cortado y el constante calor- Y ahora volviste... -incluso estando en ese estado, Cereza no podía quedarse callada, algo curioso pues ella no estaba consciente de su capacidad de mover la lengua en situaciones adversas- Eres un idiota. -finalizó su acertado dictamen, con la mente revuelta pero el corazón aliviado de ver ese bello rostro frente a ella un vez más.
Alzó su mano con tremenda debilidad, temblorosa y sin fuerzas, para poder acariciar con mucha suavidad el rostro del apuesto cazador pasando primero por su afilada nariz; luego por su frente, sus tersas mejillas adornadas por las oscuras ojeras de cansancio, incluso acariciando sus suaves labios, palpando y asegurándose de que fuera verdaderamente él quien estaba ahí velando por ella. Un acto que la Cereza en sus plenas facultades no hubiera realizado, no después de su nefasta pelea antes de la Luna Roja.
-... ¿Ya comiste? -su mano se posó sobre la mejilla masculina, preocupándose al instante por su bienestar.
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jun 14, 2017 15:06:35 GMT
una sonrisa amarga adornó los labios del rubio, cerró los ojos al contacto de la mano ajena sobre su rostro y lo que pretendió ser una risa, escapó por entre dientes a modo de suspiro. si, era un idiota y lo sabía, también era terco, mentiroso, impulsivo y muchas cosas mas que nadie estaba dispuesto a soportar, pero por alguna razon ella si. Aunque pudo, no quizo dejarla sola cuando la vio en peligro, y aun ahora, arriesgando su propia salud a causa de eso, había preferido quedarse con ella....
decidió no pensarlo demasiado y conformándose con solo creer que de algún modo estaba pagando una vieja deuda, volvió a abrir los ojos cuando sintió la mano de Cereza posarse en su mejilla
-te lo perdiste... los mejores platillos, exóticos manjares, caviar, de esas pastas raras que te gustan y de postre... jalea...pan dulce con jalea - él mismo fantaseaba en su mentira, pues no habia probado bocado alguno en dias. Cerró los ojos nuevamente y no por completo en contra de su voluntad su cuerpo se inclinó sobre ella, cansado, a punto de quedarse dormido...
¿como podia cereza simplemente despertar de su agonía y preguntar por el bienestar de él en lugar de preguntarse que habia pasado consigo misma? demasiado cansado estaba para atar cabos, ya se había acostumbrado hace mucho a esa forma tan peculiar de ser
-lamento... no... guardarte... - terminó por pegar su frente a la cama, la mano que reposaba sobre al frente de la mujer resbaló tambien hasta caer y rebotar sobre la almohada, solo entonces el sonido de algnas cadenas resonó en el lugar
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Post by Cereza Koslov on Jun 14, 2017 15:34:53 GMT
Ella sonrió de forma cansada al escucharlo, cerrando un momento sus ojos y casi imaginándose que estaba comiendo todo eso, aunque probablemente si tocaba bocados parecidos a los de la descripción su cuerpo no los terminaría de aceptar por encontrarse tan delicado. Pero cómo deseaba saborearlos... -Ah, que hambre... -suspiró con cansancio, con añoro, para luego abrir sus párpados lenta y cansadamente. Las gotas de lluvia golpeteaban contra el cristal de la ventana principal en aquél cuarto, pues la llovizna había aumentado un poco en intensidad. Cómo desearía que algo de brisa entrara a la habitación.
El sonido de las cadenas cayendo y rozando la madera llamó su atención, fueron el impulso que necesitaba para querer levantarse de su lugar.
-... ¿Eth...? -murmuró la pelimorada mientras iba sentándose poco a poco sobre la camilla, le costó acostumbrarse a la sensación de mareo pero rápidamente su atención se dirigió al agudo dolor de las heridas suturadas en su costado el cual palpó tentativamente. ¿Él había hecho todo eso? Su cabeza no le daba para pensar más allá de eso.
¿Iban a morir ahí mismo los dos?
-... Acuéstate conmigo... -lo tomó de los hombros con suavidad e intentó moverlo como pudo- Hay mucho espacio...
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jun 21, 2017 0:55:23 GMT
ya no le quedaban fuerzas, habiendo llegado a su meta de mantenerse despierto hasta que ella abriese los ojos, su cuerpo, por si solo, tuvo la decisión de darse por satisfecho y tomar por fin su merecido descanso. cerró los parpados comenzando a soñar casi al instante, imágenes distorsionadas y aparentemente incoherentes se aparecian una tras otra como las escenas de una película: el batir de unas pequeñas alas, la silueta de un hombre reposando a los pies de un árbol, la misma ave de antes trayendo en su pico pequeñas ramitas con vayas, luego Cereza girándose para sonreirle; fué entonces cuando escuchó su nombre resonar dentro del torbellino de ensueño y por un momento sintió que la voz le parecía terriblemente familiar, pero no era la de cereza. La voz hizo eco una segunda vez y obligándose de nuevo a despertar la miró sin mover mas que solo sus ojos.
ella casi sin fuerzas tiraba de su cuerpo, el comentario que le siguió después lo hizo sonreír ¿cuanto habría deseado escucharla decir lo mismo estando en una situación menos desventajosa? sin humor siquiera para bromear al respecto, decidió no rechistar ni rechazar la oferta y con sus ultimas fuerza se concentró solo en ponerse de pié y a duras penas terminar recargando el peso de su cuerpo sobre la camilla, justo a un lado de ella.
un pesado suspiro escapó de sus labios resonando al compás con las cadenas, la capa que cubría su cuerpo resbaló y dejó su tronco al descubierto. Apretó los dientes acostumbrándose al dolor de sus huesos, recibiendo por fin algo de descanso y cuando sintió la tregua brindada por la comodidad del colchón, otra débil risa escapó de su garganta
-intenté contenerme - comentó de pronto aun con los ojos cerrados, alzó uno de sus brazos de cuya muñeca permanecía cerrado un grillete y permaneciendo asi solo un par de segundos, agregó - no soy muy bueno para eso...
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Post by Cereza Koslov on Jun 22, 2017 20:03:48 GMT
Cuando el peso ajeno hizo rechinar la estructura de madera sobre la que se encontraban, la enferma querubín aún jadeante por aquél esfuerzo que era simplemente estar sentada, logró suspirar con alivio. Ahora el hombre lobo reposaba a su lado brindándole un calor extra... que hubiera rechazado de alguna otra forma, pero si provenía de él entonces era el contrario. No le molestaba tenerlo cerca.
Cereza se dejó caer sobre la camilla de igual manera, agotada por el terrible esfuerzo en un cuerpo sin energía. Si eso seguía siendo un sueño, no quería despertar... a pesar de que se sintiera muy mal, que sus músculos ardieran, que las gotas de sudor se desprendieran sin control de su piel. Al menos aquí Ethgan era suyo. Y no tenía que pelear con nadie más por tenerlo en su lecho. -Eth... lo que importa es que... estés bien... -murmuró con debilidad, viendo borroso aquél grillete que permanecía ceñido con firmeza alrededor de la muñeca masculina. Y aunque lo había gastado casi todo, ella se esforzó para acariciarle el brazo hasta llegar al objeto de metal y apreciarlo con el tacto, muestra de que Ethgan en verdad intentó no hacer daño.
-Sólo... descansa... -casi como si de un iman se tratase, su cuerpo se fue pegando a la parte trasera del rubio, y lo rodeó con sus delicados brazos-... verás que... te sentirás... mejor... -las palabras se fueron convirtiendo en susurros sobre la piel de la nuca, hasta que no dijo nada más al hundirse en el mundo de los sueños una vez más.
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jul 13, 2017 0:59:34 GMT
fue apenas consciente del contacto fisico entre sus cuerpos, no tuvo mas fuerzas para siquiera disfrutar de eso. Sin ser por completo consciente de lo que hacia, volvió a bajar su brazo hasta que acabó por reposar sobre el colchon al igual que el resto de su cuerpo y solo entonces se dejó sumir en un completo silencio adornado únicamente por el sonido de las frias gotas de agua y el crepitar de las llamas dentro de la chimenea.
no supo diferenciar si lo que sucedió después fue real o ficticio, tal vez producto de su imaginación. agotado ya por el exceso de cansancio y tras haberse exigido tanto, no pasaron demasiados minutos hasta hallarse de nuevo sumido en el sueño. Sin importarle el cuidado de sus heridas, sin reparar en la intimidad de sus cuerpos unidos, sin ser consciente de la posicion de sus manos, casi entrelazadas...
todas las imagenes de antes volvieron a él, y la mismo voz que antes escuchó pronunciando su nombre, pronunció esta vez el de alguien mas, el de ella... "Cereza".... no supo si sus propios labios se movieron al pronunciarlo o si acaso era él quien lo habia dicho. Solo soñó con una sola cosa esa noche... algo de lo que hacia mucho tiempo no se recordaba
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Post by Cereza Koslov on Jul 14, 2017 15:21:34 GMT
--------------------- Le dolió un poco abrir los ojos, teniendo que acostumbrarse a la poca luz que le brindaba la chimenea a la que ya no le quedaba mucha leña. ¿Cuánto tiempo había pasado? Todo su cuerpo se quejaba, como si hubiera estado en la misma posición durante mucho tiempo, y no sentía para nada su brazo derecho... ¿Lo habría perdido? Conforme sus sentidos iban volviendo, la querubín se percató de una muy agradable calidez próxima a su cuerpo que le brindaba un poco de alivio a sus extremidades adoloridas. Era tan acogedor que realmente no deseaba despegarse de esa espalda ancha que desprendía un olor que a ella le gustaba mucho... olía a Ethgan.
Cereza logró despertar completamente al darse cuenta de la posición en la que se encontraban, sintiendo un pequeño deseo de emitir un sonido de sorpresa pero conteniéndose lo más posible. ¿Cómo habían llegado a estar juntos en la cama? ¿Y porqué? ¡¿PORQUÉ ESTABA SEMI-DESNUDA JUNTO A ETHGAN?! El rubor en su rostro no hizo más que crecer al notar la falta de ropa en la parte superior de su cuerpo al igual que sus piernas frías. ¡Por eso era tan acogedora la espalda del rubio! Piel con piel, manteniéndose caliente el uno al otro.
Agitó su cabeza con rapidez a pesar de que eso le trajera mucho mareo, e intentó retirar su brazo dormido de debajo de Ethgan con torpeza pues no deseaba despertarlo. Todo eso mientras los recuerdos de la noche anterior volvían a ella como la marea que azotaba una costa. ¿Él... la había cuidado? -Hnng... -gruñó un poco al sacar su brazo,y miró de reojo al hombre que aún se encontraba durmiendo pacíficamente.
¿Porqué lo amaba tanto a pesar de todo?
Cereza depositó un muy suave beso en ese hombro que tantas veces había sostenido, y se dispuso a poner orden en la curandería.
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jul 20, 2017 13:48:36 GMT
no se había movido en toda la noche, el cansancio se lo había impedido, algunas de sus heridas habian seguido sangrando y aun asi, a pesar de todas las posibles incomodidades, habia tenido una de sus mejores noches de descanso en mucho, mucho tiempo. Solo cuando el fuego hubo consumido toda la leña y el frio comenzó a hacerse mas intenso sus cuerpos se unieron un poco mas, pero ninguno se atrevió abrir sus ojos.
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Aun permanecía en la inconsciencia cuando sintió como algo se removía bajo el peso de su cuerpo, no se molestó por averiguar de qué se trataba ni de inmutarse por ello, cuando recibió el beso en su hombro frunció un poco el ceño pensando que era producto de algún sueño vivido, pero cuando se sintió arrastrado al borde de la realidad y logró escuchar un casi imperceptible "buenos dias" supo que en efecto no estaba soñando, que era real.
el peso al lado contrario de la camilla se desvaneció y en un acto reflejo por querer conciliar de nuevo el calor que lo habia acompañado toda la noche, su cuerpo se giró solo lo suficiente con el objetivo de querer encontrar lo que ya no estaba ahi. Adormilado y aun con los ojos cerrados alzó con debilidad una mano y pronunció el nombre de su compañera
-...Cereza... - fué apenas un susurro, el rastro de evidencia de que recordaba lo que había sucedido, pero tantos estragos en su cuerpo habian pasado su factura. Su extremidad volvió a caer y sumido de nuevo en el sueño permaneció el solo sobre las sabanas
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