Post by Deleted on Apr 23, 2017 4:49:02 GMT
Nombre: Garkal Thelnak
Género: Masculino
Edad: 47
Raza: Orco
Corte: Primavera
Lugar de Residencia: Una cabaña y taller en los plantíos, aunque suele viajar por el noreste de Mirovia durante las temporadas cálidas
Ocupación: Bardo, con retazos de aventurero
Stats:
• Fuerza: ★★★ (3)
• Inteligencia: ★★ (2)
• Social: ★★★★ (3+1)
• Agilidad: ★★★ (3)
• Defensa: ★ (1)
Habilidades raciales:
Piel de Acero: La piel de estos arcanos posee propiedades que los hace mucho más resistentes a heridas y magia más no inmunes. El poder de protección es proporcional a la edad del arcano.
Estamina Aumentada: La resistencia física de estos arcanos es superior a cualquier otra, pudiendo correr grandes distancias o cargar enormes objetos incluso dándole un umbral de dolor mucho mayor.
Fuerza extraordinaria: Los arcanos con esta habilidad son más que músculo para lucir, pudiendo sostener cinco veces su propio peso sobre su cuerpo e incluso tener una pelea con arcanos de mayor tamaño.
Personalidad: Directo|Dicharachero|Optimista|Impaciente|Desvergonzado|Buscariesgos|Lenguacortante|
Historia: Garkal no conoció la dura realidad de la vida fuera de Mirovia. No vivio durante la caza de los Arcanos por parte de los humanos, ni tuvo que soportar las tormentas en altamar hasta llegar a su refugio, nunca cargó al ritmo de los tambores de guerra para proteger a su clan, ni tuvo que esconderse entre los cadáveres de sus compañeros para que las hordas de bestiales humanos no lo remataran.
En estándares del clan Thelnak, la tuvo fácil.
Creció si, en las lindes del Desierto, escuchando las historias de su padre y su tía, de como combatieron con las hordas de los humanos mientras se terminaban de embarcar, de como pasaron por las mil islas antes de llegar a la Puerta del Fin del Mundo, de como cruzaron la puerte entre las horribles tormentas australes, hasta llegar a los mares en calma, con Mirovia a la vista. Segun su madre, apenas Mirovia estuvo a la vista, el empezo a moverse en el vientre, buscando salir, por ello lo nombraron Garkal, que en la lengua de su clan es "Mar en Calma".
El Joven Garkal, sin embargo, distaba de ser un mar en calma, era mas bien, un oleaje picado, si queremos seguir con las metáforas marinas, o un moscardón ruidoso, si queremos empezar con las metaforas campestres, que pronto el orco adoptaría. Si bien le encantaba acompañar en los Hakas a su clan, mostrando su fuerza física en la danza tribal, no terminaba de entender la hosquedad con la que tomaban la vida y los combates, como si fueran algo mas que simples juegos. No os confundais, como a cualquier orco, Garkal disfrutaba con los combates, su sangre bullía con la emocion, sin embargo, nunca se comportó en los entrenamientos, ni se interesó por las formas de combate. ¿Para que poner tanta seriedad en un juego? ¿De que servía aprender a matar a alguien? los humanos eran el enemigo, y se encontraban lejos, tras el mar, sin sirenas que guiaran la travesía, y los arcanos no matarán a arcanos en un combate simplemente, o así lo veía el joven, acostumbrado a los combates a primera sangre, o hasta que uno se rindiera: Se combatía por el orgullo, no por la vida. Y era mas facil herir el orgullo con burlas y una lengua despierta y afilada, que el joven nunca dejaba de entrenar.
Con el paso de los años, se hizo evidente que aquel joven no pertenecía en la corte del fuego, y nunca iba a pertenecer. En su temprana adultez prefiría fugarse hacia los bares, y mostrarles ejemplos de peleas, burlarse con los borrachos, y desafiar a proezas a los lugareños, en vez de entrenar las armas, combatir, y superarse a si mismo. No se demoró en un día, pedir la bendicion de su clan para ir por su propio camino, y en la ceremonia de sus veinticinco años de nombre, con una mochila, un tambor ligero, y un laúd, partió a buscarse la vida en los caminos, dejando que el viento buscara donde caería.
Hoy en día, todavía canta sobre las aventuras que vivio: De como voló junto a un Fenix en Draconia, y vivió para contarlo, de como intento ganarle en una carrera de nado a una sirena, y perdió para contarlo, de como entro en una competencia de beber con un grupo de sátiros, y no recuerda mucho mas para contarlo. Dice conocer todos los rincones de Mirovia un día, y a la mañana siguiente que busca ir a un lugar que le falta por conocer. No faltó mucho para que se sintiera atraído por la simpleza de vida, y la alegría del día a día de la corte de la primavera, y buscara entrar. Si bien no se lleva del todo perfecto con la mayoría de sus miembros, a los cuales le parece un poco hosco todavía, asiste religiosamente cada año al florecimiento de primavera, intentando contarle a la soberana sobre una flor que segun él, "nunca otros ojos se han posado sobre ella". Hasta ahora, Aesther ha reconocido, y mostrado cada uno de sus ejemplos, pero Garkal no se rinde todavía, o si se rindió, encuentra demasiado divertida la busqueda en sí como para abandonarla.
Datos curiosos:
Cuando quizo entrar a la corte de la primavera, necesito cuatro intentos: El primero, intento entrar caminando, pero pronto se perdió, el segundo, intento entrar tocando canciones, pero cayó dormido pronto. A la tercera, enrealidad fue por una apuesta de borracho,y decidido que esta vez ingresaba. Despertó en medio del bosque, y solo al salir de el se acordó que estaba buscando la entrada. A la cuarta, compartiendo licores con las hadas, encontro el camino hasta la corte. Desde entonces, cada vez que quiere entrar, lo hace con botella en mano, vertiendo generosas ofrendas al bosque.
Una vez cargó un piano como instrumento para tocar en los caminos, como desafío de otro bardo.
Quiere conseguir una tableta arcana, convencido que si muestra sus viajes y sus senderos al mundo, se hará famoso.
No le gusta la cerveza rubia, bebe solo cerveza negra, o licores fuertes.
Es un adicto a situaciones adrenalínicas, lo cual lo ha llevado a intentar varios desafíos. Solo gracias a su sangre orca ha sobrevivido a la mayoría, y muestra las cicatricez con orgullo
Imagen complementaria:
((Arte por Obsidian Portal))
Género: Masculino
Edad: 47
Raza: Orco
Corte: Primavera
Lugar de Residencia: Una cabaña y taller en los plantíos, aunque suele viajar por el noreste de Mirovia durante las temporadas cálidas
Ocupación: Bardo, con retazos de aventurero
Stats:
• Fuerza: ★★★ (3)
• Inteligencia: ★★ (2)
• Social: ★★★★ (3+1)
• Agilidad: ★★★ (3)
• Defensa: ★ (1)
Habilidades raciales:
Piel de Acero: La piel de estos arcanos posee propiedades que los hace mucho más resistentes a heridas y magia más no inmunes. El poder de protección es proporcional a la edad del arcano.
Estamina Aumentada: La resistencia física de estos arcanos es superior a cualquier otra, pudiendo correr grandes distancias o cargar enormes objetos incluso dándole un umbral de dolor mucho mayor.
Fuerza extraordinaria: Los arcanos con esta habilidad son más que músculo para lucir, pudiendo sostener cinco veces su propio peso sobre su cuerpo e incluso tener una pelea con arcanos de mayor tamaño.
Personalidad: Directo|Dicharachero|Optimista|Impaciente|Desvergonzado|Buscariesgos|Lenguacortante|
Historia: Garkal no conoció la dura realidad de la vida fuera de Mirovia. No vivio durante la caza de los Arcanos por parte de los humanos, ni tuvo que soportar las tormentas en altamar hasta llegar a su refugio, nunca cargó al ritmo de los tambores de guerra para proteger a su clan, ni tuvo que esconderse entre los cadáveres de sus compañeros para que las hordas de bestiales humanos no lo remataran.
En estándares del clan Thelnak, la tuvo fácil.
Creció si, en las lindes del Desierto, escuchando las historias de su padre y su tía, de como combatieron con las hordas de los humanos mientras se terminaban de embarcar, de como pasaron por las mil islas antes de llegar a la Puerta del Fin del Mundo, de como cruzaron la puerte entre las horribles tormentas australes, hasta llegar a los mares en calma, con Mirovia a la vista. Segun su madre, apenas Mirovia estuvo a la vista, el empezo a moverse en el vientre, buscando salir, por ello lo nombraron Garkal, que en la lengua de su clan es "Mar en Calma".
El Joven Garkal, sin embargo, distaba de ser un mar en calma, era mas bien, un oleaje picado, si queremos seguir con las metáforas marinas, o un moscardón ruidoso, si queremos empezar con las metaforas campestres, que pronto el orco adoptaría. Si bien le encantaba acompañar en los Hakas a su clan, mostrando su fuerza física en la danza tribal, no terminaba de entender la hosquedad con la que tomaban la vida y los combates, como si fueran algo mas que simples juegos. No os confundais, como a cualquier orco, Garkal disfrutaba con los combates, su sangre bullía con la emocion, sin embargo, nunca se comportó en los entrenamientos, ni se interesó por las formas de combate. ¿Para que poner tanta seriedad en un juego? ¿De que servía aprender a matar a alguien? los humanos eran el enemigo, y se encontraban lejos, tras el mar, sin sirenas que guiaran la travesía, y los arcanos no matarán a arcanos en un combate simplemente, o así lo veía el joven, acostumbrado a los combates a primera sangre, o hasta que uno se rindiera: Se combatía por el orgullo, no por la vida. Y era mas facil herir el orgullo con burlas y una lengua despierta y afilada, que el joven nunca dejaba de entrenar.
Con el paso de los años, se hizo evidente que aquel joven no pertenecía en la corte del fuego, y nunca iba a pertenecer. En su temprana adultez prefiría fugarse hacia los bares, y mostrarles ejemplos de peleas, burlarse con los borrachos, y desafiar a proezas a los lugareños, en vez de entrenar las armas, combatir, y superarse a si mismo. No se demoró en un día, pedir la bendicion de su clan para ir por su propio camino, y en la ceremonia de sus veinticinco años de nombre, con una mochila, un tambor ligero, y un laúd, partió a buscarse la vida en los caminos, dejando que el viento buscara donde caería.
Hoy en día, todavía canta sobre las aventuras que vivio: De como voló junto a un Fenix en Draconia, y vivió para contarlo, de como intento ganarle en una carrera de nado a una sirena, y perdió para contarlo, de como entro en una competencia de beber con un grupo de sátiros, y no recuerda mucho mas para contarlo. Dice conocer todos los rincones de Mirovia un día, y a la mañana siguiente que busca ir a un lugar que le falta por conocer. No faltó mucho para que se sintiera atraído por la simpleza de vida, y la alegría del día a día de la corte de la primavera, y buscara entrar. Si bien no se lleva del todo perfecto con la mayoría de sus miembros, a los cuales le parece un poco hosco todavía, asiste religiosamente cada año al florecimiento de primavera, intentando contarle a la soberana sobre una flor que segun él, "nunca otros ojos se han posado sobre ella". Hasta ahora, Aesther ha reconocido, y mostrado cada uno de sus ejemplos, pero Garkal no se rinde todavía, o si se rindió, encuentra demasiado divertida la busqueda en sí como para abandonarla.
Datos curiosos:
Cuando quizo entrar a la corte de la primavera, necesito cuatro intentos: El primero, intento entrar caminando, pero pronto se perdió, el segundo, intento entrar tocando canciones, pero cayó dormido pronto. A la tercera, enrealidad fue por una apuesta de borracho,y decidido que esta vez ingresaba. Despertó en medio del bosque, y solo al salir de el se acordó que estaba buscando la entrada. A la cuarta, compartiendo licores con las hadas, encontro el camino hasta la corte. Desde entonces, cada vez que quiere entrar, lo hace con botella en mano, vertiendo generosas ofrendas al bosque.
Una vez cargó un piano como instrumento para tocar en los caminos, como desafío de otro bardo.
Quiere conseguir una tableta arcana, convencido que si muestra sus viajes y sus senderos al mundo, se hará famoso.
No le gusta la cerveza rubia, bebe solo cerveza negra, o licores fuertes.
Es un adicto a situaciones adrenalínicas, lo cual lo ha llevado a intentar varios desafíos. Solo gracias a su sangre orca ha sobrevivido a la mayoría, y muestra las cicatricez con orgullo
Imagen complementaria:
((Arte por Obsidian Portal))