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Post by Boher Sargas on Jun 27, 2017 19:08:44 GMT
Boher soltó una risa ronca mientras el estómago de Rallis hablaba por él. --Está bien, ya entendí --Dijo en un tono de burla y ternura mientras poco a poco se iba levantando, después de todo, a él también le pasaba a menudo.
--Voy por algo de comer --Caminó hasta el umbral de la puerta, donde se detuvo, para después voltearse por completo, y mirarlo a los ojos, le apuntó con el dedo índice --No te vayas, no tardo nada --Esa orden fue más severa, no quería que se lastimara, o peor, que volviera a sangrar. Y antes de desaparecer por el pasillo, le propició una pequeña sonrisa.
Algunos minutos después, el minotauro regresó con una bandeja de fierro, cubierta por una pequeña mantita de lana para que no le cayeran fragmentos de tierra o escombro. Al llegar a la cocina, recordó que no le había preguntado qué es lo que le gustaba al jovensito, por lo que decidió improvisar.
--Ya está --Boher se sentó en la cama, acomodando la bandeja en frente de él --Traje muchas cosas, no tienes que comértelas todas, solo las que más te gusten, pero te recomiendo el estofado de verduras, necesitas estar fuerte.
En la bandeja había un estofado de zanahoria, papa y calabaza, un pan de centeno recién horneado acompañado de mantequilla, algunas frutas picadas, una galleta de avena y un vaso de Hidromiel con el grado mínimo de alcohol que Boher pudo encontrar.
--"Bon Appétit" --Inquirió el minotauro mientras doblaba con cuidado la manta sobre sus rodillas, y le daba una mordida a una galleta de avena que había tomado para él.
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Post by Rallis on Jun 27, 2017 22:05:42 GMT
Al ver la notable "amenaza" de que no se moviera hizo a Rallis reir a carcajadas, realmente le parecia divertido el ver al mayor algo severo y no pudo evitar aquella tierna risa, para asentir a lo que se le habia pedido, pasaron unos momentos que parecieron eternos para el impaciente arconte que detestaba estar en calma o solo, cuando escucho la voz de Boher llamarlo con un. "--Ya está --" Rallis sonrio como una bienvenida para el minotauro, el olor era simplemente exquisito, Rallis no pudo evitar que su mirada brillara levemente ante la idea de que eso seria la comida mas deliciosa de su larga vida. O que tenia tanto tiempo sin comer desde la batalla que estaba realmente hambriento.
-No debiste molestarte, con algo de pan estare...Wow! se ve todo delicioso!-
Rallis escucho que el estofado de verduras era algo que sin duda debia probar, para asentir y con mucho cuidado y dificultad tomar la cuchara y comenzar a probar la deliciosa comida, para sonreir de lado a lado emocionado por tal delicioso sabor que experimento, para ofrecer a Boher que solo habia comido una galleta de avena lo cual no le parecio en absoluto.
-Por favor come conmigo!-
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Post by Boher Sargas on Jun 29, 2017 23:28:27 GMT
Boher miró al pequeño comer con alegría, y en serio le tranquilizó el hecho de que estuviera comiendo el caldo de verduras, así iba a recuperar las fuerzas más rápido, después de todo, había perdido mucha sangre. Al terminar la galleta, Boher miró a Rallis, y con una sonrisa, puso una mano en su cabello, agitándolo un poco.
--Estoy bien, tú necesitas comer --El minotauro se puso de pie --Creo que yo aún puedo sobrevivir --Dijo Boher con una sonrisa burlona mientras acomodaba sus manos en su estómago, inflando su panza a propósito. Soltó una risita mientras se encaminaba ante la cubeta con su chaleco.
--Además, debo lavar el chaleco en cuanto antes para que no se quede mancha alguna, aún así, muchacho, agradezco tu preocupación --La voz de Boher sonaba directa, pero tranquila. Se sentó en el banco, sacando una cajita de metal de uno de los bolsillos de su pantalón, y al abrirla, sacó una piedra porosa de color amarillo mostaza. Se agachó hacia el chaleco, con la roca en la mano, y comenzó a frotar con cuidado la tela. Con la mirada seria, completamente concentrado. Mirando de vez en cuando a Rallis con una sonrisa.
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Post by Rallis on Aug 20, 2017 7:24:53 GMT
Una risa escapo de entre los suaves labios del palido arconte, no pudo haber hecho algo mejor el minotauro que sacar una hermosa sonrisa en un ser que ya habia perdido toda su esperanza despues del horrible suceso causado por aquel terrible astro que hacia a los arcanos que podian ser los mas amables, por su raza convertirse en seres llenos de sed de sangre, , rallis comio tranquilamente pues no pudo convencer a Boher de compartir la comida, aunque era demasiada no penso en desperdiciar, menos en su estado aunque el dolor de su estomago no le permitio comer lo mas duro, quiza le lastimaria, para ver el como lavaba su chaleco una vez mas se apeno por lo ocurrido, aquella hermosa tela arruinada por su sangre, cuando noto como saco algo de su bolsillo y como niño curioso miro ladeando su cabeza.
-¿usted de donde proviene señor Boher?¿nacio en Mirovia?-
Queria entablar una conversacion mas profunda con el arcano, claro no indagaria demasiado amenos que su amistad aumentara, para mirarlo lavar concentrado, Rallis dejo la charola a un lado para jadear un poco, el dolor no habia regresado si no que moverse demasiado le habia agotado un poco.
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Post by Boher Sargas on Aug 27, 2017 15:22:25 GMT
Boher detuvo su trabajo de lavar el chaleco para dirigir toda su atención en el muchacho postrado en la cama. Sonrió, dejando la roca con sumo cuidado a un lado, y siguió frotando la tela mientras pensaba.
―No, nací en un pequeño pueblo de arcanos en las islas del norte, en el mundo de los humanos ―Boher observó la tela, al estar la sangre fresca, sería un poco más fácil quitarla, tomó un jabón y lo restregó contra el chaleco ―No estábamos tan lejos de un pueblo de humanos, pues mi familia, a pesar de que seamos minotauros, nos dedicábamos a la agricultura, y de vez en cuando hacíamos intercambios con los humanos de la región ―Boher se encogió de hombros ―Pero pronto tuvimos que mudarnos, al menos los pocos que quedamos, y nos asentamos en unas montañas rocosas donde aprendimos el arte de la herrería y el porte de armas, yo era muy joven en esa época ―Al temer de romper la tela con tanta fricción, dejó remojar el chaleco, tomó un trapo de la silla y se secó las manos.
―Pero recuerdo con exactitud las montañas, y también recuerdo que ya no éramos solo minotauros, pues éramos un clan de arcanos de diferentes razas ―Boher sonrió con un dejo de dolor en sus labios, aunque no se notara. ―Las montañas eran preciosas, eso sí ―Intentó hacer a un lado los recuerdos amargos.
―¿Y tú? ―Le dejó ahora el turno a Rallis, mientras se cruzaba de brazos, entrecerrando los ojos, haciendo que unas ligeras arrugas se notaran al lado de sus ojos.
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Post by Rallis on Sept 28, 2017 2:53:47 GMT
Escucho atentamente la interesante historia sobre sus tierras de origen del señor Boher, le pareció bastante interesante, el provenía de las tierras humanas como el, era increíble a sus ojos para sonreír poniendo mucha atención, ¿Intercambiaban comida con los humanos? ¿En ese caso significa que tenían un lazo de amistad con los humanos como su familia?, sonreía enternecido por la historia de sus viajes a las tierras montañosas donde no solo era una raza de Minotauros, Rallis pensó por un largo momento ¿acaso seria el pueblo donde peleo contra humanos para defender a unos arcanos pequeños? No recordaba del todo, pues el prefería la paz a la guerra misma, no fue así hasta que la voz del contrario lo hizo regresar al presente, miro a Boher que preguntaba por su ciudad de origen, Rallis sonrió levemente, el dolor de sus recuerdos acompañaban de la mano a los momentos de felicidad, para alzar su mirada y decir.
—No tengo recuerdo alguno de mi lugar de nacimiento, solo recuerdo luz y en quizá un parpadeo esta luz se transformó en los rostro de quienes eran mis padres, Alaula mi madre y Agoyoanye mi padre…vivíamos en un desierto alejado de toda la civilización del hombre en aquel entonces, solo humanos vivían en la tribu y yo, que desde mi niñez fui considerado algo como…un ser celestial por mis ojos, mi piel y mis alas…me nombraron así por honor a una de nuestras deidades…conocida como el cuervo…portador de la luz y la magia, pero por supuesto yo era algo más que solo un espíritu, no era un humano si no un arcano, nunca estábamos en el mismo lugar, siempre viajábamos por el desierto, sobreviviendo cazando y viviendo de la naturaleza…cuando…—
Trago saliva y miro hacia otra parte para tranquilizar las aguas agitadas de sus recuerdos, inhalo profundamente y al exhalar pudo decir. —Cuando la tribu fue masacrada frente a mis ojos, solo pude rezar por las almas de cada uno de los nativos que fueron mi familia, mis padres…fue ahí cuando comencé a viajar para buscar mas arcanos que han sufrido como yo, encontrando en las montañas una pequeña tribu, en ese entonces creo que mi forma era muy diferente a la que tengo ahora…más a mi edad por supuesto…— Dijo para sonreír levemente al minotauro. —Fueron tiempos difíciles pero me sirvieron de experiencia, las flechas que perforaron mi cuerpo, las batallas que tuve que enfrentar…la sangre que…esta en mis manos de la raza humana que alguna vez conocí como mi familia…— Suspiro pesado para tratar de calmar su mente y sonreír una vez más. —Pero cuando llegue a Mirovia en podido encontrar una calma, paz y felicidad sin dudar, que espero me dure por siempre, como su amistad si acepta dármela por supuesto…su compañía me agrada mucho señor Boher.—
Dijo para rascarse la nuca y reír un poco por una graciosa historia que había vivido pero creyó que ya había hablado demasiado, para verlo y decir. — ¿Cuál fue su aventura más bizarra en el pasado señor Boher?— Pregunto curioso para sacar a flote un tema más divertido que las tristezas del pasado.
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Post by Boher Sargas on Nov 15, 2017 4:20:03 GMT
Boher escuchó atentamente la historia que Rallis le estaba contando, aquella que tan solo podía ser contada cuando la persona que estaba dispuesta a soltar cosas tan difíciles de su corazón, tenía en frente a alguien adecuado para escucharla. Guardó un profundo silencio mientras las palabras del pequeño cruzaban sus mentes, era una verdadera lástima que ningún arcano hubiera salido ileso de la tiranía que algunos humanos fueron capaces de hacer…
El minotauro se acercó al arcano hasta que se sentó en la cama, cerca de él. ―Estoy seguro de que en serio sirvió como un buen aprendizaje, todas las cosas son así, tanto las malas como las buenas dejan algo que aprender, algo con qué crecer, pequeño Rallis ―Boher se sorprendió ante la petición del arcano, el anciano tan solo sonrió y despeinó al pequeño.
―Claro que sí, Rallis ―Boher puso su mano en su pecho ―Palabra de honor ―Dijo al final, terminando con una gran sonrisa.
La pregunta del arconte dejó a Boher en un silencio de algunos minutos, observó a ningún lado, intentando indagar en sus recuerdos para encontrar la respuesta.
―Bueno, no fue en la guerra, fue más bien cuando era guardia de una familia aquí en Mirovia ―Boher apoyó las manos sobre las rodillas ―Teníamos que conseguir un tipo de pergaminos, y un mensaje para nuestro señor, así que un equipo y yo fuimos a el lugar donde estaban, me acuerdo que fue en el lado glaciar, ¡Casi nos congelamos! Y cuando creíamos que todo estaría bien, pues ya casi llegábamos al extraño palacio de correos, una avalancha nos atacó a todo el equipo ―Boher sintió un escalofrío ―Nos quedamos en esa cueva por horas, afortunadamente pudimos salir antes de que alguno muriera ―El minotauro recargó las manos ahora en la cama, en una posición un poco más cómoda ―Eran arcanos fuertes ―Dijo el hombre con una sonrisa ―Al final logramos llegar, un poco tiesos, pero el pergamino estuvo en buenas manos…
El minotauro se encogió de hombros ―Quizás tuve otras más ―Se dio pequeños golpecitos en la cien con el dedo índice ―Pero la memoria de este anciano está algo obsoleta. ¿Tu tienes alguna historia así, pequeño Rallis?
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Rallis
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Post by Rallis on Nov 24, 2017 20:53:40 GMT
El arconte se quedó escuchando la historia con mucha atención, jamás habría imaginado que un ser que yacía con un rostro apacible y tranquilo podría haber sido un guerrero en el pasado, pero ahora que explicaba su historia o más bien una parte de ella estaba completamente atónito, seguido de ello el pequeño arconte se quedó sorprendido en verdad, casi sin palabras, solo quería expresar emoción en sus palabras pero ¿Cómo podría hacerlo? No encontraba las adecuadas hasta que la pregunta había sido dirigida hacia el ¿una historia para contar? Bueno…había una pero no estaba seguro de contarla, no quería inspirar ¿temor? En realidad solo asustaría a alguien de corazón débil, siendo honesto consigo mismo solo a Kouhei asustaría quizá, pero a un guerrero como Boher ¿asustarlo? Ni en un millón de años. —Bueno…nunca habia tenido una experiencia como las que tu haz vivido ciertamente, me siento bastante feliz de conocerle señor Boher...y...tengo una pero…no es una de las más lindas que eh vivido francamente hablando…—
Su corazón dio un brinco doloroso, y tuvo que tragar saliva antes de poder continuar. —Fue durante una emergencia hace muchos años, fuera de Mirovia…bueno...—
Se acomodó mejor en aquella cama teniendo por supuesto, cuidado con las heridas que aun yacían latentes en su cuerpo, una vez en una posición cómoda pensó cuidadosamente en las palabras adecuadas. Era una historia que nunca le había contado a nadie, por razones obvias. Era una de las mejores, con mucha acción. A Aagron le habría encantado. Suspiro y empezó a hablar en voz queda. —En el desierto de Arizona. Estaba con mi amigo Luminoso Arnés y un explorador de la tribu…no recuerdo su nombre. Me llamaban en aquel entonces antes de ser Hayookkal o Luz del amanecer, era Morador de las Estrellas. Ya tenía anteriormente una reputación debido a mis aventuras con Toro Sentado, un viejo amigo del pasado. —
Espero unos momentos a por si Boher yacía con dudas, sin embargo parecía que el Minotauro se encontraba en completo silencio, con las pupilas ligeramente dilatadas por la atención a su historia, le pareció al arconte un gesto muy amable, por lo que prosiguió. —Íbamos en peregrinación, a través del cuarto de los enormes segmentos de rojas rojizas y montañas, el olor de la tierra mohosa y ligeramente húmeda de las cuevas aún seguía en mi nariz, mientras mi rostro era bañado por el aire seco del desierto bajo las estrellas de haber salido de expedición, camino a lo que era la tribu. Se suponía que era una ruta segura y por eso íbamos solo tres… A las bestias con garras, que ahora más bien se le conocen como dragones de roca les gusta cavar pozos y enterrarse en la arena. Ya sabes, camuflaje, para montar trampas.
“No había nada aparte de la interminable llanura desértica y un segundo después parecía como si todo aquel campo rojizo explotara hacia el cielo.”
“El tamaño de una persona promedio es generalmente la mitad de un búfalo, pero una bestia con garras completamente desarrollada se acerca más al tamaño de una ballena azul, y esa era más grande que la mayoría. No podía ver al explorador. La bestia con garras había aparecido frente a nosotros, frente a Luminoso Arnés y a mí. Nosotros somos incluso más rápidos que las bestias, pero esta tenía la ventaja de la emboscada. Sus enormes garras pétreas cayeron en picada y partieron una de las piernas de Luminoso Arnés por la mitad antes de que yo supiera que estaba pasando. —
El castaño tuvo que pasar un momento para tomar un poco de agua y aclarar su garganta, a veces los recuerdos de aquello eran cosas que hacían pensar en lo peor al joven arconte, bueno ¿joven? En realidad aparentaba un cuerpo de niño pero…podría mostrar su verdadera edad en un parpadeo, sin embargo esta no era la noche para hacerlo al menos no con su nuevo amigo tan emocionado con la historia que quizá no le sorprendía mucho pero ¿a quién no sorprende un niño contando eso?. —Vacile. Debería haber echado a volar en cuanto tuve la oportunidad para defenderme, pero mi amigo se estaba desangrando en la arena del desierto. Yo también debía haber muerto a causa de ese titubeo, si la bestia con garras no hubiese estado distraída. Descubrí más tarde que nuestro guía… ¡UGH ojala pudiera recordar su nombre!, había atacado la cola de la bestia, con la esperanza de darnos una oportunidad de salir huyendo. El ataque de la bestia con garras había levantado tanta arena que aquello parecía una tormenta. La falta de visibilidad nos ayudaría a escapar. Él no sabía que ya era demasiado tarde para que Luminoso Arnés escapara, al menos con una pierna deshecha.
La bestia con garras se volvió hacia el explorador y su enorme cola nos golpeó, mandándome por los aires. Luminoso Arnés cayó a mi lado y su sangre cayó sobre las rocas de la montaña. —
El arconte se volvió a detener y se estremeció. —Mi siguiente acción no tenía sentido, porque carecía de medicación o al menos aguja e hilo para suturar la herida rápido de Luminoso Arnés. Estábamos a medio camino de la tribu, demasiado alejados para correr o volar hacia esta. Probablemente era cruel cortar lo que quedaba de su pierna sin algún calmante o poción, pero no podía quedarme ahí, para verlo morir en aquel desangrado de su pierna destrozada. Use el dorso de la mano y con mi cuchilla corte la carne muerta, causaba muchos espasmos a mi amigo y sin mencionar el terrible dolor que debió sentir. Solo podía confiar en que el desvanecimiento de Luminoso Arnés le impidiera seguir padeciendo el dolor adicional, para mi suerte al revisar su respiración seguía con vida. Me detuvo lo mínimo para cerciorarme correctamente porque rasgue mis prendas y le hice el respectivo torniquete, pero sin ayuda solo duraría una o dos horas máximo. Pensé que podría intentar cargarlo mientras volaba pero dudaba lograr mantener conciencia pues cuando me intente levantar tenía una herida en las costillas que debido a la adrenalina no logre percatarme de ella.—
Quien diría que el arconte tenía historia de una vida llena de ¿acción? En realidad tenía muchas pero jamás le habían preguntado por una, Boher era el primer arcano interesado en esa parte de su pasado. —La bestia con garras rugió y yo sentí que el suelo retumbaba con cada golpe de sus enormes patas, además no sabía dónde estaba el explorador, ni siquiera si aún estaba vivo. Tampoco sabía cuánto le costaría a la bestia con garras encontrarnos, medio enterrados en la tierra. Yo estando al lado de Luminoso Arnés inconsciente y con sangre bañándonos, por lo que el brillo de esta atraería los ojos del draconico y entonces se me ocurrió una idea verdaderamente estúpida… jajaja— Hizo una pausa para reírse nervioso al recordar aquello. —No tenía mi arco de luz, no podía tampoco volar a causa de mis heridas y cargar a Luminoso Arnés en mi espalda hubiera sido muy peligroso con semejante amenaza; el explorador estaba muerto o había huido…pero había otro cuerpo que nos podría salvar sobre aquel suelo congelado.
Era una locura, pero en lo único que podía pensar era en Luminoso Arnés. Ni siquiera éramos amigos íntimos, pero yo sabía que estaba agonizando lentamente mientras estaba inconsciente de lo que ocurría a su alrededor. Oí rugir a la rabiosa bestia con garras y tomando mi forma verdadera corrí hacia ese sonido. Pronto vi su dura y marrón piel, estire las alas y de un salto impulsado con las alas; llegue a su pata trasera izquierda lanzándome sobre ella tan alto como pude, soy un buen saltador cuando tengo impulso. Use mis brazos y mis pequeñas dagas para avanzar por el costado de la bestia que rugía y giraba, pero eso no le servía de nada. Imagina a un perro persiguiendo su cola jeje…Las bestias con garras en estado salvaje tienen quizá cerebros demasiado pequeños y una inteligencia muy limitada, pero fue cuestión de suerte para mí que esta si lo fuera pues hay dragones demasiado inteligentes, continuando perdón, llegue a la espalda de la bestia y subí por su columna aferrándome allí con mis cuchillas para que no pudiera desprenderse de mi sacudiendo su cuerpo enorme aunque me llevo unos segundos llegar a su cabeza, era la parte más difícil…mis cuchillas eran apenas…tan largas como quizá de la muñeca al codo, quizá, y la piel de la bestia era unas dos veces más gruesa. No tenía tiempo así que impulse la cuchilla tan fuerte como pude, cortando la primera capa de piel y la membrana. La bestia con garras grito y se levantó sobre sus patas traseras. Estuve a punto de caer eh de admitir. —
Este se quedó un segundo más pensando en si debía continuar o no con su historia pero ya había comenzado y dejar a alguien a medio camino de una buena historia le parecía una falta de respeto, Boher había expresado su historia y él debía hacer el mismo gesto como era debido. —Fije mis manos en su piel, mientras la bestia gritaba y se sacudía, y con las piernas apretando su cuerpo logre fijarme como si fuera una chinche jaja, corte más profundamente dentro de la herida que ya había comenzado. La piel era tan gruesa y dura que no sabía si podría aserrarla haciendo que enloqueciera, se sacudía con tanta fuerza que lo único que podía hacer era sujetarme., pero el tiempo de Luminoso Arnés se acababa. Empuje las manos en el agujero e intente desgarrarlo.
Entonces la bestia con garras se lanzó boca arriba sobre la tierra, quizá de no haber estado sobre su guarida, bueno la fosa que uso para enterrarse; me habría aplastado completamente. Pero, aun así, aunque me aturdió, la caída finalmente resulto útil. Como mis cuchillas ya estaban en su cuello cuando caí al suelo, el peso de la bestia las hundió lo necesario, estábamos atontados y yo medio asfixiado. Sabía que tenía que apurarme pero por lo aturdido no recordaba el que, así que note como la bestia comenzó a rodas, mareada. El aire meramente fresco aclaro mi cabeza y recordé a Luminoso Arnés, que fortuna que su cuerpo estaba a salvo más alejado o al menos de momento, tuve que poner la palma de mi mano en la zona donde yacían los ligamentos del cerebro de la criatura, no estoy muy seguro de que fuera esa zona en específico y no creo que pudiera haber tenido en ese entonces tiempo para averiguarlo, con la mano llena de sangre comencé a pronunciar un encantamiento que por alguna razón logre ahí recordar. La herida de la cabeza no la mataría a la criatura enloquecida de rabia, pero si le molestaba, logre hacer un sello mágico en su nuca y finalmente me tiro al suelo, fue entonces que estaba perceptible a simple vista, sobre todo cubierta con la sangre de la bestia. Que era de un color brillante, un color que no logro describir. Se lanzó contra mí, pensé que se acababa todo, pero estaba tranquilo porque al menos moriría intentándolo, cuando se detuvo a nada de matarme ¿había fallado? Pensé pero en realidad era que mi hechizo hizo efecto y ahora la bestia estaba a mi control por fortuna…fue como aquella cara enorme y atroz me miraba con confusión, sorpresa y disgusto, algo que nunca había visto en esas criaturas, así que me levante como pude y tome a Luminoso Arnés para con las alas adolorido subir al lomo de la bestia y obligarla a llevarnos hasta la tribu, al montarlo sostenerme fue con dificultad la verdad pero esto causo algo de revuelo. Por un tiempo, me llamaron Jinete de la Bestia, cosa que no me gustaba y los obligue a que me llamaran por mi otro nombre. —
La historia finalmente había terminado pero se quedaba algo dudoso de si eso era algo cómodo o una historia que valiera la pena de contar, creyó que Boher se habría aburrido, pero solamente hizo un gesto de timidez ligera y sonrió. —Disculpa si me excedí con la historia…—
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Post by Boher Sargas on Dec 12, 2017 2:50:34 GMT
No iba a negar que la historia lo había tomado por sorpresa, ya que viendo al pequeño arcano frente a él esperaba algo un poco menos… agresivo. Boher parpadeó un par de veces con los ojos muy abiertos cuando terminó de escuchar la historia por completo, pero al instante, sus pestañas se bajaron y sus labios formaron una sonrisa.
―Es impresionante lo que se puede hacer para salvar a alguien en peligro ―Boher se puso de pie, quitando la bandeja ya vacía de sus piernas para que no le molestara y la dejó en otro lado. ―¿Alguna vez has pensado en ser contador de historias? ―Boher acomodó las sábanas para cubrir al arcano sin que le diera mucho frío o demasiado calor. ―Creo que tendrías mucho público, jovencito.
El minotauro se sentó al filo de la cama, mirando un poco sus manos. ―Las historias fuera de Mirovia parecen tan lejanas, que incluso parecen como si jamás hubiesen sucedido ―Boher soltó una pequeña risa seca con los ojos apagados ―Me hubiera gustado que en realidad no hubieran sucedido algunas de ellas…
Boher bajó un poco la cabeza, recargando los codos sobre sus piernas, quedándose un momento en completo silencio, y cuando se dio cuenta de ello, levantó la cabeza de pronto. ―Oh, l-lo siento ―El minotauro rascó su nuca ―No era mi intención arruinar el momento…
Las campanas resonaron fuera de la habitación, como si avisaran a los arcanos pertenecientes de la nación del verano que era de momento de actuar con sus deberes. Boher miró hacia la puerta con los ojos tranquilos, puso sus manos en las rodillas, poniéndose de pie por completo, mirando a Rallis con una sonrisa. --Bueno muchacho, tengo que irme --Se acercó a él, sacando una pequeña ave tallada de madera, parecía una réplica exacta a uno real, Rallis podía sentir que el ave volaría en cualquier momento.
--Las aves son criaturas maravillosas, sus alas representan toda la libertad del mundo --Continuó Boher mientras pasaba su mano por su cabello --Recupérate pronto, y no te metas en muchos problemas, ¿Sí? Fue un gusto conocerte.
El minotauro caminó hacia la entrada de la habitación, agitando la mano antes de abrir la puerta de madera y desaparecer por donde había entrado, caminando por los largos caminos del templo con una sonrisa.
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