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Post by Deleted on Jun 14, 2017 1:55:44 GMT
Era una mañana realmente agradable en el bosque: los pájaros cantaban, las mariposas revoloteaban sobre el césped y se podía observar cómo los rayos del sol se filtraban a través de las copas de los árboles. Kouhei se encontraba paseando alegremente por un pequeño sendero que se abría paso entre la vegetación. De vez en cuando, el zorro solía salir a dar una vuelta por los lugares más tranquilos de Mirovia tras haber vendido su arte en el mercado de la ciudadela. Lo hacía con el fin de relajarse después de quedar atrapado entre la multitud y para que el paisaje lo inspirara en futuras creaciones. A un lado del camino que seguía, había un claro con un enorme árbol en el centro que se encontraba en su época de florecimiento. No tenía ni una sola hoja, en su lugar estaban miles de flores moradas, tanto colgando de sus ramas, como formando una extensa alfombra en el suelo.  El kitsune fue atraído por la belleza del árbol. Se acercó lentamente apreciando cada detalle de este, hasta quedar frente al tronco y mirar hacia arriba para contemplar las flores. Alzó su mano con la intención de acariciar la punta de las delgadas, caídas y coloridas ramas. Se paseaba alrededor del tronco, sonriendo levemente por la suave sensación de los pétalos rozando con sus dedos. Cualquiera que se lo viera pensaría que se trataba de algún espíritu que cuidaba aquella planta, ya que el kimono del zorro y las flores parecían estar hechos de lo mismo. Entre el montón de pétalos morados, Kouhei pudo notar que había un tallo entero con flores de un color diferente. Eran blancas, y se debía a que al árbol se le hacía difícil colorearlas después de gastar tanta energía en las demás. El zorro rodeó con sus manos aquella maraña blanquecina, para tratar de arrancarla y quitarle un carga de encima al árbol. -"Puede que la aproveche para intentar hacer té con ella"- pensó... |
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Cytka Niraj
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Post by Cytka Niraj on Jun 14, 2017 5:43:40 GMT
Después de meses viajando por la tierra de Mirovia por fin el kirin estaba de regreso en casa, en su amado bosque tan pacífico y bello. No podía negar que había visto maravillosas cosas (y personas) en los lugares nuevos que había visitado pero siempre sentía cierta nostalgia por su hogar, todo ahí afuera le recordaba al bosque y se sentía bien verlo de nuevo. En su forma verdadera Cytka se sentía poderoso y libre, corriendo y saltando con agilidad por piedras y arbustos casi sin hacer ruido. Conocía bien el bosque, por ello tenía toda la confianza de vagar por el de forma tan desenfrenada, pero él no tenía la stamina de un grifo por lo que detuvo su andar a la par de la sombra de gran árbol color violeta. El árbol le era bastante familiar, a menudo lo usaba como punto de referencia para guiarse, le parecía bellísimo y reconfortante.
Se hubiera quedado descansando un rato debajo del pero sus sentidos agudos le indicaban que no estaba del todo solo, pero Cytka no tenía miedo, no habría nada porque temer en aquel bosque así que decidió investigar. De reojo noto a un arcano tratando de alcanzar algunas flores blancas del árbol, aquello le dio bastante curiosidad y ternura así que se acercó con cautela, no queriendo asustarlo pues estaba consciente que a algunos le podría intimidar que un dragón blanco de 3 metros de alto solo se apareciera de la nada. Tenía la cabeza baja para poder conectar la mirada fácilmente, así no parecería tan grande, lo miro un poco con sus enormes ojos rosas que reflejaban una calma increíble. La presencia de Cytka era igual a la de un unicornio, un ser majestuoso y hermoso cuya belleza extraordinaria parecía mezclarse con el ambiente de forma armónica. Lentamente levanto el cuello para poder alcanzar el racimo blanco, tomándolo con la boca y arrancándolo de manera cuidadosa. Volvió a bajar la cabeza para mirar al arcano de nuevo, haciendo un ligero movimiento hacia delante, como si le estuviera ofreciendo tomar el racimo.
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Post by Deleted on Jun 14, 2017 13:35:22 GMT
El kirin en su forma verdadera no le haría reaccionar del mismo modo asustadizo que ocurría con la forma fated o sellada de otros arcanos. Lo realcionaba más que con un animal que con una persona, por lo que no se pondría tan vervioso, además que esta especie de seres le hacía recordar su tierra natal.
El arcano había estirado su cuello mostrando lo enorme que era. Kouhei estaba fascinado viendo cómo su cabeza se mezclaba entre las flores, para luego escuchar el sonido de la rama al desprenderse. La pequeña hilera de flores era sostenida por la boca del kirin mientras bajaba lentamente hacia el zorro. Al parecer le estaba ayudando y quería entregarle aquel ramo, y ste extendió sus manos para que dejara caer las glicinas sobre sus palmas.
Los colores de este ser eran hermosos Kou no dejaba de observarlo, pero ya se estaba apenando un poco. Quizá ya le estaba incomodando que lo viera tanto. -Gracias- le expresó con una tierna sonrisa. El zorro desprendía un aura muy agradable y sus hermosos ojos bicolor brillaban al dirigir su mirada directamente al kirin.
-Y... Hola /// me llamo Kouhei ¿y tú?. También viniste a relajarte?- Le daba curiosidad. En su tierra, eran muy pocos los seres dracónicos capaces de dominar su forma verdadera (aunque tampoco es que sobraran ahí. La población era muy reducida). Por un momento dejo que su mirada se desviara de nuevo hacia el árbol. Las ramas que se balanceaban con el viento eran muy llamativas. -Las flores son muy bellas ¿verdad?- suspiró mientras bajaba la mirada hacia la hilera blanca que sostenía entre sus manos.
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Cytka Niraj
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Post by Cytka Niraj on Jun 14, 2017 17:00:36 GMT
Ya con el racimo de flores en posesión del arcano Cytka sintió que su forma verdadera ya no era requerida. Pero antes de dejar aquella forma asintió complacido de manera lenta, era su forma de decir <<de nada>>. Ya con el aspecto de un joven peliblanco con los hombros descubiertos le pudo dedicar una sonrisa tranquila al visitante–“Es un gusto Kouhei, yo soy Cytka”-le expreso cordialmente, aquella situación en la que estaban le provocaba mucha curiosidad al kirin. A su parecer Kouhei era amable y no tuvo ninguna reacción negativa aparente al ver su forma draconica por lo que sentía mucha curiosidad por él. Ante la pregunta de si había venido a relajarse levanto la mirada un poco hacia el árbol–“Algo así, hace mucho que no venía al bosque y comenzaba a extrañarlo. Uno no puede estar muy lejos de casa todo el tiempo”-suspiro un poco ante la belleza del árbol, colocando su mano en el tronco. Cuando Kouhei comento sobre las flores desvió su mirada al racimo en sus manos-“Así es…pero también son muy útiles, para te o para decoración igualmente”-comento con cierto brillo en sus ojos rosas, Cytka apreciaba las flores y en verdad esperaba que el joven la utilizara de provechosa aunque no se lo comentara-“¿Entonces también estas de visita por aquí, Kouhei?”-
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Post by Deleted on Jun 14, 2017 20:38:53 GMT
Vio como aquella criatura de 3 metros se reducía a un joven más o menos de su altura. Cuando le habló, sus nervios surgieron un poco, pero no lo suficiente para que corriera a esconderse. -Es un placer, Cytka- respondió a la presentación del arcano a la vez que se notaba como sus mejillas se tornaban algo rosadas.
-Los bosques son hermosos y están llenos de calma, por eso me encantan. Me alegra poder alojarme en una posada de esta zona- expresó mirando hacia a un lado para admirar al árbol y al resto del bosque, mostrando una leve sonrisa.
-En cuanto a estas flores, yo las respeto mucho. En especial si nacen de un árbol tan grande como este. Debe por lo menos unos 130 años. Preferiría que su utilidad decorativa no implique la recolección innecesaria de sus flores. ¿No se ven más hermosas aquí que clavadas en una puerta?- decía alegre y tranquilamente mientras pasaba una mano entre las hileras moradas. Por un momento pensó que tal vez tocaba un tema que generaría una discusión, así que bajó la mano y desvió la mirada estando sonrojado. -Bueno... Por lo menos yo lo veo así. En mi clan nos enseñan desde pequeños a darle un buen trato a los demás, incluyendo a las plantas centenarias-
Subió la mirada hacia el kirin tras escuchar que le hacía una pregunta. -Sí, suelo visitar bastante este lugar. L-la verdad es que suelo pasar bastante por aquí, pero es la primera vez que veo este árbol- dijo mirando hacia el ramo blanco que sostenía en sus manos. -...O-oye ///////// planeaba usar esto para mezclarlo con el té ¿quisieras quedarte a ver qué desastre me sale?- invitó de manera muy tímida al joven a acompañarlo, ya que sería una lástima regresar a la posada a beber el té el solo, extrañando a su pareja que había salido de viaje.
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Cytka Niraj
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Post by Cytka Niraj on Jun 15, 2017 6:20:18 GMT
El comentario de Kouhei sobre el respeto a las flores le sorprendió bastante, tuvo que tomarse un momento para comprenderle del todo.-"Tu clan tiene una manera muy bella de ver las cosas Kouhei"-le declaró con sinceridad, en verdad apreciaba encontrar a alguien que tuviera tal respeto por las plantas como demostraba aquel joven. Aunque también estaba de acuerdo en utilizar lo que la tierra le daba, y aunque concordaba en que las flores se veían mejor en el árbol, también le gustaría poder llevar una pequeña parte del árbol para recordarlo cuando no pudiera verlo. Eran varias emociones encontradas pero no iba a seguir con la discusión, pues al parecer provocaba una reacción negativa en el arcano frente a él. Lo que menos quería ser era descortés o rudo. Se quedó mirando el árbol un poco más, con el comentario de Kouhei sobre la edad del árbol no pudo evitar suspirar. 130 eran bastantes años, Cytka apenas tenía 108, le daba una gran comparación sobre su estadía en Mirovia. Al escuchar el ofrecimiento del arcano no pudo evitar sonreír, sus ojos brillaban igualmente ¿le había caído bien? Al menos eso esperaba porque se veía muy agradable-"¿Te? Claro que si, lo apreciaría mucho. Podríamos aprovechar para hablar un poco"-hablaba con cierta emoción, revolviendo un poco los dedos nervioso. -"No será un desastre no te preocupes. Si gustas puedo apoyarte para hacerlo, se una cosa o dos sobre preparar te"-Ahora tenía una misión en mente con la oportunidad que se había presentado: conocer más a este joven y si la situación se lo permitía hacerse amigo de él-"¿Dónde vamos a prepararlo?"-preguntó curioso, listo para seguir a Kouhei a donde le indicara
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Post by Deleted on Jun 15, 2017 13:57:34 GMT
El zorro se sonrojó y llevó su mano a la nuca tras el cumplido que había hecho el kirin sobre sus costumbres. -jeje...B-bueno, no se podía esperar menos de la cultura más antigua de mi país. Hasta yo mismo me sorprendo- decía algo nervioso y sonltando una linda sonrisa.
Kouhei se alegró de que el arcano decidiera quedarse con él. sus ojos brillaban de nuevo y también estaba emocionado, pero se le reflejaba en forma de nervios. -Gracias otra vez, y no sé cuantas veces llegaré a agradecerte hoy- se expresaba ruborizado, soltando una leve risita y desviando un poco la mirada. -Y-y me agradaría poder conversar más contigo... Ah! Y g-gracias otra vez más por ofrecerme ayuda- dijo estando completamente rojo. -m-me da pena decirlo tanto, pero tengo que hacértelo saber- llevaba sus manos a los costados de su rostro para ocultar sus mejillas coloradas.
-...Y para preparar el té, tal vez podemos...- habló volteando hacia el árbol y pensando que sería un desperdicio encerrarse en una casa a tomar té, así que dejó su mochila-caja sobre la alfombra de flores y corrió al interior del bosque, para regresar al poco tiempo con varias ramitas, que utilizaría para hacer una estructura para sostener en el aire una tetera.
Abrió su caja de par en par para buscar entre sus cosas un juego de té, una cantimplora llena de agua y una bolsita de té que pretendía mezclar con las flores del árbol. Vació el agua dentro de la tetera, la colgó de una de las ramitas y colocó su mano debajo, utilizando su habilidad para crear el fuego suficiente para calentar el recipiente.
-Te parece bien que nos quedemos aquí?- dijo mientras sonreía con los ojos cerrados de alegría. -Por cierto...puedo encargarte que coloques la bolsita y los pétalos de las flores cuando el agua esté lista?- volvía a abrir sus ojos para darle palmaditas al suelo con su mano libre, a modo de invitar a Cytka a que tomara asiento frente a él.
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Cytka Niraj
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Post by Cytka Niraj on Jun 17, 2017 3:39:29 GMT
Las reacciones de Kouhei le parecían de lo más únicas, soltó una leve risa dulce ante todas las veces en que el arcano le daba las gracias. No quería comentarlo, pero había algo en la forma en que el joven se desenvolvía que le recordaba mucho a el mismo, eso le provocaba cierta ternura. –“No hay problema Kouhei“-le dedico una ligera sonrisa.
Cuando el joven peliblanco salió disparado al bosque Cytka no pudo evitar mirar confundido como se alejaba ¿habría huido? ¿Olvidado algo? No tenía idea en ese momento así que solo se limitó a cuidar con mirada atenta las pertenencias de Kouhei, convencido de que tendría que volver por ellas. No tuvo que esperar mucho, pues el joven volvió con las manos llenas de ramitas, al kirin eso se le hacía curioso. Observo con atención cuando Kouhei montaba todo para tomar el té, en especial le llamaba la atención la estructura que había construido para sostener la tetera, retenía cada detalle de como la había armado para aplicar ese conocimiento algún otro día. El manejo del fuego que exhibió kouhei con la tetera le convenció del todo que aquel peliblanco era un kitsune, pues no sabía de otra criatura que manipulara el fuego de aquella manera.
-“Por supuesto, nada se compara a un té al aire libre”-comento con alegría devolviéndole la sonrisa encantado, tomando asiento frente a Kouhei como se lo indicaba con la seña.-“Claro, cuenta conmigo”-asintió gustoso a la tarea que se le había encomendado, observando la tetera en espera del momento adecuado. Estuvo un poco en silencio, concentrado en el té y en el momento tan pacifico que se estaba dando. –“Dime Kouhei… ¿vienes de muy lejos?”-trato de seguir la conversación mientras seguia atento a la tetera
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Post by Deleted on Jun 17, 2017 13:09:32 GMT
Kouhei volvía a sonreír cuando vio que definitivamente consiguió un compañero para tomar el té. El kirin le había hecho una pregunta: ¿De dónde viene? Pues... -S-sí, vengo de un lugar muuuuuuuuy lejano, de un país llamado Ombú, ubicado en el continente de Florem ¿lo conoces?- respondió el zorro, poniéndose un poco nervioso porque tal vez Cytka pensaría que le estaban tomando el pelo al decir que exite otro continente en el planeta. Era muy pequeño y estaba muy bien escondido, por lo que los exploradores humanos o arcanos nunca se toparon con él. Kou estaba esperando una respuesta del contrario en la que despertara su curiosidad. Quería tener la oportunidad de explicarle sobre su tierra, pero no iba a hacerlo, a menos que el kirin mostrara interés.
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Cytka Niraj
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Post by Cytka Niraj on Jun 19, 2017 4:45:59 GMT
-“No realmente…”-Cytka se tomó un tiempo para hacer memoria, para ver si había escuchado de algo similar en Mirovia. Sin embargo cayo en cuenta por la palabra ‘país’ y ‘continente’ que Kouhei no estaba hablando de la isla donde estaban -“Espera… ¿Vienes de fuera de Mirovia?”-la mirada que tenía en aquel joven cambio a asombro total, como si fuera imposible que Kouhei estuviera sentado frente a él. Movió las manos con ímpetu, tratando de articular la respuesta que quería darle-“¡M-Mis padres también! N-No del país que describes p-pero ellos vinieron a Mirovia también hace tiempo, antes de que naciera”-comento emocionado, Cytka apenas conocía una o dos historias de la vida de sus padres fuera de la isla, a ellos no les resultaba muy agradable hablar del mundo que los quería muertos. Pero al kirin blanco se le había presentado una oportunidad de oro, libertad para conocer algo nuevo con un experto, o al menos así lo veía el –“Me parece que mi padre venia de un continente…Hmmm, creo que lo llamaba… ¿Afurika? Y mi madre venia de…Ajia, me parece. Ellos se conocieron ahí”-no lo pronunciaba del todo correcto, pues se refería a África y Asia respectivamente, al no ser un tema que discutiera bastante aquel conocimiento venia fragmentado. En aquel momento el peliblanco sintió que era el momento para realizar su labor, colocando la bolsita y petalos de flores como se le había indicado-“Cuéntame, por favor, ¿Cómo es tu país? ¿Cómo es allá afuera? Me encantaría saber”-hablo con curiosidad mientras hacía aquella tarea.
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Post by Deleted on Jun 19, 2017 20:59:52 GMT
-Esto... No estoy seguro de cuáles son esos continentes... Y la verdad es que apenas supe dónde estaba pisando cuando viajaba, no recuerdo bien ningún nombre. Lo siento- Kouhei soltaba una pequeña sonrisa nerviosa mientras se rascaba tiernamente la punta de su nariz. -Y bueno... Sobre mí país sí sé muchas cosas: se llama Ombú y es el más grande de todos. La población es, en su mayoría, guerreros y cazadores. Quienes no se dedican a la lucha trabajan de herreros, carpinteros, constructores, más que todo trabajos que requieren fuerza. Pero en el sur hay una cadena montañosa, que es de dónde yo vengo. Ahí se reúnen las personas menos rudas, que tratan con las tareas que requieren más delicadeza. Como la elaboración de telas y ropa, hay médicos, floristas, agricultores, entre otros. Tenemos las 4 estaciones, hay mucha vegetación (en cantidades preocupantes) y hay muchos arcanos, pero no tantos ni tan variados cómo aquí- expresó soltando una sonrisa por la alegría y paz que se respira en Mirovia.
-Respecto al resto del mundo...no sé cómo es en su totalidad, pues sólo caminé por las zonas menos habitadas. Pero me topé con una tribu nómada, por ellos pude llegar aquí. Recorrí planicies repletas de flores, escalé montañas y hasta atravesé varios bosques y una selva en la que habían unos animales enormes y grises con una nariz muy larga, llamados "elefantes". Nunca había visto nada así- dijo soltando una leve risita al recordar una experiencia acerca de eso. -Los nómadas eran muy amigables. Incluso traían entre ellos unos cuantos elfos y sátiros de cabras montañesas que se estaban refugiando de aquellos humanos que querían matarlos. Probablemente atravesé medio mundo y no me di cuenta por lo divertido que hacían cada viaje. Lástima que me separé de ellos para cruzar el mar junto a unos 5 arcanos que también estaban dejando la tribu- la sonrisa de Kouhei se apagaba un poco por lo mucho que los extrañaba a ellos y a los habitantes de Florem. Deseaba volver a verlos algún día.
-Después de eso, llegué a un país que me gustó mucho. Si mal no lo recuerdo... Se llamaba Japón. Su gente se parecía bastante a la de mi clan, hasta se podría decir que los pobladores originales de Ombú provienen de ahí. Además que muchos humanos me trataron bien aún sabiendo que era un kitsune. Me dejaron vivir en un templo ¿puedes creerlo?- volvió a reír, pero un poco más fuerte y tapándose con la manga de su kimono. -Al parecer los zorros blancos son muy queridos allá. Según una señora que me daba ofrendas todos los días, se decía que traíamos fertilidad para las tierras de cultivo. Eso me hizo sentir algo culpable por recibir tanto de esa gente por algo que en realidad no hacía, así que me fui del templo y salí del país en un pequeño barco repleto de arcanos, que se dirigía a este lugar.- hablaba con una sonrisa que se agrandaba más con cada cosa que recordaba. Tenía la esperanza de poder llegar a ser aún más feliz en esta isla llena de maravillas que aún desconocía.
-Ah! C-creo que el té ya debería estar listo. Me distraje mucho hablando //// espero no haberte aburrido, lo siento- el zorro se ruborizó completamente para apagar el fuego de su mano y sacar rápidamente la tetera de la estructura de ramitas, para ponerla sobre un pañuelo en el suelo mientras le entregaba su taza a Cytka.
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Cytka Niraj
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Post by Cytka Niraj on Jun 22, 2017 8:37:18 GMT
Aquel mar de información, historias y recuerdos increíbles embriagaba la mente e imaginación de Cytka como no se tiene idea. No sólo escuchaba atentamente los relatos de Kouhei, los construía en su mente con esmero, tratando de imaginar todos los sentimientos y sensaciones que podría tener aquel mundo más allá de Mirovia que se le estaba abriendo ante sus oídos. Jamás cruzo por su mente interrumpir al zorro blanco con preguntas, eso aparte de descortés derretiría aquel mundo imaginario que en el kirin se encontraba. Solo mantenía los ojos rosas brillantes firmes ante el rostro del contrario y reía con él cuando esté lo hacía. La sonrisa en su rostro era dulce, como la de un niño pequeño, pues así se sentía él y lo reflejaba.
Ahora lo tenía tan claro como el agua: le agradaba Kouhei y le tenía confianza. No es que el kirin fuera fácil de convencer, pero que se abrieran con el de esa manera le daba seguridad como para hacer lo mismo. Podría quedarse escuchando al kitsune por siempre, si es que tenía historias infinitas bajo la manga de su kimono, el kirin estaría dispuesto a oírlas. Pero al parecer las cosas infinitas no existen, pues el nerviosismo que emanaba Kouhei por la taza de té aterrizó a Cytka de golpe al presente. Se estremeció notablemente ante la perturbación, borro su sonrisa y parpadeo varias veces confundido, una reacción típica de un venado que se asusta cuando está tranquilo -"A-Ah...G-Gracias..."-hablo en voz baja agradecido por la taza, aún algo aturdido por el drástico cambio de ambiente. Tomo un poco de aire para hacer funcionar de nuevo su cerebro y articular las palabras correctas -"T-Tus relatos son increíbles...en verdad has visto tantas cosas y todas suenan maravillosas"-poco a poco recuperaba el tono jovial característico del kirin.-"N-No debes disculparte no estaba aburrido, por el contrario ¡Me fascina escucharte! N-No muchas personas elevan tanto espíritu en mi"-levanto un poco la voz, ruborizándose por el hecho de descontrolarse-"E-Es que y-yo no soy del todo un aventurero...de hecho hace apenas unos meses salí del bosque de donde crecí para conocer Mirovia"-miraba con calma las flores del árbol, reconfortándose por la vista familiar del bosque -"T-Todo ahí afuera es nuevo, lindo, agradable...la mayor parte del tiempo. Pero independientemente me está gustando mucho viajar, ver, conocer todo lo que pueda. Debes conocer esa sensación ¿no? d-de...emoción por las cosas nuevas"-miro fijo a Kouhei con ese aire soñador, aunque no le mantuvo mucho la mirada ya que la desvío a su taza apenas unos segundos después. Se estaba comportando demasiado apasionado para ser la primera vez hablando con el, pero sentía el espíritu lleno de ímpetu como para contenerse.-"D-Disculpa...creo que esta vez yo me he pasado un poco de emotivo"-
(OOC: Disculpa la tardanza, andaba enferma OTL)
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Post by Deleted on Jun 22, 2017 20:37:58 GMT
Comenzaba a servirle el té al kirin mientras escuchaba lo que tenía que decir. Llenó su taza para nuevamente acomodarse en su puesto y sonreír con su rostro colorado.-L-la verdad es que no creo haber visto tantas cosas. Siento que me perdí de mucho durante mis viajes, tanto de cosas buenas, como malas. Aunque me alegra no haber pasado por las malas- dijo llevando una de sus manos a su nuca, frotándosela un poco.
Los ojos de Kou habían brillado al oír que a Cytka le agradaban sus relatos. No se esperaba haber interesado a alguien con sus experiencias. -G-Gracias. Yo, sinceramente, me dejé llevar un poco hablando. N-no suelo soltarme así con los demás, ni siquiera le he contado esto a Rallis ¿de casualidad también lo conoces?- era notable cómo sus nervios salían, era a causa de la inesperada aceptación del contrario. -Y bueno... Yo aquí no he explorado casi nada, apenas me he paseado por aquí, una playa y por la ciudadela. Probablemente también vaya a Shangri Lax, pero creo que el viaje se va a posponer por ser un plan tan apresurado- sonreía algo decepcionado porque tal vez aquel viaje con su pareja no ocurriría. -Yo disfruto de salir, pero no soy adicto a las nuevas experiencias...bueno...no a todas en general- desviaba la mirada con el rostro completamente rojo, pues había recordado aquellas cositas sucias que había hecho con Rallis. -C-Creo que es bueno conocer y emocionarse por lo nuevo, pero no estoy en una constante búsqueda de aventuras- expresó, tratando de calmar sus nervios y hacer que la sangre acumulada en sus mejillas bajara. -Y n-no hay nada de qué disculparse, me alegra haberte agradado, y estoy disfrutando mucho de tu compañía. Me recuerdas a un amigo mío, pero eres como una versión más tímida de él, aunque ser de la misma raza te da puntos de parecido(?. Lo que falta es que se ocupen de lo mismo- Kouhei hacía una pausa para reír tiernamente -Él trabaja de boticario, allá en Ombú ¿a qué te dedicas tú?- preguntaba para mirar alegremente a Cytka y darle un sorbo a su taza.
(ooc: y no hace falta que te disculpes :3 el tiempo que pasaste enferma, yo lo pasé medio enfermita también y sin luz :'v 36 horas sin mi querido internet)
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Cytka Niraj
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Post by Cytka Niraj on Jun 25, 2017 3:14:01 GMT
Se sentía feliz al saber que Kouhei se abría con el de aquella manera, su sonrisa permanecía imperturbablemente tierna por aquel sentimiento. Trato de hacer memoria para responder la pregunta hacia el-“¿Rallis? N-No realmente, perdona”-tomo un poco del té, cerrando los ojos para disfrutar su sabor y darle tiempo a Kouhei de tomar la palabra.-“Si planeas viajar a Shangri lax tal vez pueda ser de ayuda, esas son mis áreas de trabajo. Conozco un poco la selva así que…p-puedes contar con apoyo en eso. C-Claro si se abre la posibilidad”-comento en un hilo de voz al final. No quería obligar a su nuevo amigo a lo que proponía, pero quería dar a entender que podría ser muy útil en ese viaje. Ladeo la cabeza un poco ante el sonrojo diferente del peliblanco, sin entender muy bien por qué se había producido. Pero Asentía ligeramente al escuchar la opinión del kitsune sobre las nuevas experiencias, pues concordaba con la forma de ver las cosas como las describía –“Concuerdo contigo, yo en lo personal no estoy hecho para las aventuras…pero disfruto de escucharlas”-bebió un poco más de té, escuchando con sorpresa como Kouhei le hablaba de su amigo. Cytka jamás había oído hablar de Kirins ajenos a su familia, le daba cierto gusto escuchar que su raza existía apartada y a salvo en alguna parte del mundo, expresándolo con una sonrisa en el rostro con cierto grado de rubor ante ser llamado tímido.-“E-Es grato escuchar sobre otro kirin, la verdad es que no conozco muchos…aparte de mi familia”-se revolvió el cabello algo nervioso antes de responder la pregunta-“Ah, De hecho también soy boticario, uno errante. Patrullo Shangri lax para apoyar a los heridos…por eso lo conozco un poco”-comento algo orgulloso, su trabajo era muy importante para el –“Es una gran coincidencia ¿no? Ahora tienes dos amigos muy parecidos”-hizo una seña con la mano, alzando el dedo índice y medio para representar a las dos personas mencionadas. Una idea vino a su mente, tal vez ahora podría aprovechar el tema para indagar sobre la misteriosa caja que llevaba su acompañante. Cytka era curioso en extremo y el tamaño de aquel objeto le inquietaba al igual que su posible contenido –“También me gustaría saber… ¿A qué te dedicas? y p-perdona si soy invasivo pero ¿Qué llevas en tu caja? Tiene un diseño muy peculiar…”-comento en voz baja
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Post by Deleted on Jun 26, 2017 1:08:58 GMT
-Aw, qué lástima. Pensé que con todos los viajes que él hacía, podría haberse encontrado contigo. Parece que tendré que presentártelo- el zorro bajaba sus orejas algo decepcionado, estaba casi seguro que estas 2 dulces personas ya se conocían. -Y gracias por la ayuda- dijo sonriendo, pero desviando un poco la mirada para decir: -Aunque no sé si para este viaje pueda llevarte de guía, creo que Rallis quiere que sea una salida de pareja- ahora volvía a subir la mirada hacia Cytka para que supiera que: -Igual te avisaré si cualquier cosa surge. Estoy seguró de que serás un excelente guía- sonreía nuevamente, con mucha dulzura.
Kouhei tomó otro sorbo de té mientras escuchaba al kirin, para bajar la taza y asentir con una pequeña sonrisa. -Lo mismo ocurre con mi amigo Ginseng. Estaría feliz al escuchar que existen más kirins. Hasta ahora él es el único kirin que existe allá- sonreía con un poco más de fuerza, tomando al rato un poco más de té que casi escupió al entararse que Cytka era un boticario errante. No podía creer que habían tantas similitudes entre ellos. -Ginseng se dedica a lo mismo! Él tiene un local familiar, pero trabaja a domicilio vendiendo plantas medicinales y algunos medicamentos. También suele desviarse de su ruta para atender a alguien que lo necesite, y sin cobrar nada.- habló muy emocionado, le encantaba que ambos tuvieran tanto en común. -De verdad estoy muy feliz de poder tener 2 amigos así. Ahora puedo sentirme más cómodo estando en Mirovia- Kou soltaba ptra sonrisa más, pero esta estaba llena de luz. Se alegraba de tener a alguien que le hiciera recordar su hogar.
El kitsune movió sus orejas de golpe cuando el contrario preguntaba por su caja. Se apenaba un poco, pero no como el resto de las veces, pues el kirin había respondido de manera positiva a todo. -Bueno... primero debo decir que la caja es un regalo de mi amigo. La diseñó junto a su madre especialmente para que yo pudiera guardar mis creaciones. Pues, soy artista, y me dedico al arte a pesar que es un trabajo inútil, pero me distrae mucho y me gusta- Kou dejaba su taza en el suelo a la vez que se inclinaba un poco hacia un lado para poder alcanzar su caja y abrirla, dejando a la vista sus dibujos, esculturas, máscaras y kimonos.
(ooc: y quizá pensarás que al amigo de Kou lo estoy adaptando a lo que dice Cytka, but no uwu tengo un bebito que es así. No sé si lo viste, lo subí al grupo de fb. Es un pelirojito con manchitas por todo el cuerpo)
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