Noches de borrachera Cerrado

La joven de cabellera blanca como la nieve se encontraba charlando con cordialidad con el dueño de la taberna del dragon ahogado, era su segunda noche trabajando, tenia el tobillo izquierdo vendado pero no parecia nada grave solo un pequeño esguince, la joven aun no estaba lista para cantar pero queria disfrutar de una linda noche con nuevos amigos aunque no era una mujer que le gustara mucho hablar en realidad o socializar si quiera, pero estaba contenta despues de ver que su mejor amigo Garkal estaria con ella y eso la emocionaba pues ya habian salido juntos, para notar como habia entrado una chica al bar que no habia visto, se puso nerviosa en verdad pero...asumio que seria una de las muchas personas que se reunirian con ella y Garkal, para acomodarse en la mesa pues era la que mas espacios para sentarse tenia.

-hm....-

La chica giro la cabeza, estaba segura de haber escuchado su nombre en algún lado, pero entre tantas personas y bullicio no podía descubrirlo, se quedo quieta y atenta por si lo volvía a escuchar, quizás había algún conocido allí en ese momento. Pasaron un par de segundos y aunque el bullicio seguía igual no volvió a escuchar su nombre, suspiro, comenzando a dudar si alguien había venido, quizás ella había sido la primera en llegar... Pero no podía ser, sentía que había pasado mucho tiempo desde que salio de su hogar hasta llegar a la taberna

Se tomo nuevamente unos instantes para recorrer las mesas con la mirada, el ambiente animado hacia que la gente se moviera mucho, no podía distinguir muy bien a las personas lejos de ella; Intento recordar cuantas personas habían asegurado que vendrían, pero el chat había avanzado muy rápido y muchos nombres nuevos habían aparecido, supuso que seria mejor sentarse a esperar de momento, busco por sobre las cabezas alguna mesa mas vacía, había venido a socializar, pero tampoco tenia el valor de simplemente sentarse en una mesa e interrumpir alguna conversación ajena, quizás podrían enojarse 

-Permiso...-Comentaba al caminar para buscar asiento, entre tanto movimiento no evitaba darle ligeros topones a la gente, poniéndola mas nerviosa

Crow ya algo aburrido preguntando a la gente si conocía a una chica llamada Silver decide buscar un lugar donde sentarse y tomar algo mientras esperaba a ver a alguien conocido, caminando ve que la mayoría del lugar esta completamente ocupado y muy pocas mesas con puestos vacíos, aunque para el eso nunca fue un problema saca su guitarra, sonríe como siempre y se acerca a cualquier mesa donde vea algún puesto vacío.


En eso comienza la presentación de Amalthea, la gente comienza a escuchar la melodía nostálgica, ve como la gente comienza a tonarse nostálgica por la el ambiente, para Crow era una melodía bastante agradable pero siempre fue de música mas alegre, continua escuchando a amalthea hasta que la canción termina.


Crow camina hacia el escenario para saludar a Amalthea –disculpe mi bella señorita- mientras se quitaba su enorme sombrero y le hace un pequeña reverencia para saludarla –usted debe ser la señorita Amalthea creo que es primera vez que no vemos en persona- el joven vampiro termina la reverencia y comienza a sonreír mientras ve a Amalthea –soy Crow un placer conocerla al fin-

Una vez habia terminado su melodioso canto, observo el como los arcanos a su alrededor
comenzaron a aplaudir con alegria, pues la cancion habia tocado los corazones de muchos
de los que se encontraban ahi, Amalthea era una doncella muy hermosa y se sentia verdaderamente
halagada cuando su trabajo era bien recibido y claro cuando sentia que a mas de uno le habia
gustado su canto de verdad, colorando levemente sus mejillas hasta escuchar una voz mas cerca
de lo que habia esperado, un joven de piel mas palida que ella misma, con unos colmillos que
sobre salian de su labio superior,unos ojos algo penetrantes pero yacia con una linda sonrisa.

" –usted debe ser la señorita Amalthea creo que es primera vez que no vemos en persona-" era uno
de los que se reunirian con ella en la taberna para divertirse un poco, se encogio levemente la
mujer, no era timida si no algo reservada al presentarse a alguien nuevo.



-Es un placer conocerlo s-señor Crow...¿es usted acaso un bardo? perdone mi curiosidad pues sus
ropajes son algo mas llamativos para ser un trabajador comun...-



Decia sin animos de ofender, al contrario era una joven muy educada, que al presentarse habia
hecho una reverencia como si se tratara de una princesa hacia un principe, lo cual hizo que su
muy hermoso y largo cabello cayera por sus hombros quedando unos mechones en su pecho, notando
una segunda voz, una jovencita timida de mejillas coloradas y ojos castaños, su cabello era

blanco al igual que el suyo, lo cual era muy interesante pues no habia visto a ningun otro
arcano con el cabello blanco en Mirovia, tampoco era que saliera mucho pues ahora era protegida
por unos soldados del templo del invierno que estaban a unas mesas de distancia dispuestos a
protegerla, claro que no perderian la oportunidad de tomar uno que otro trago como un merecido 
descanso con algo que comer, Amalthea le sonrio a la jovencita y dijo amablemente.



-Mucho gusto señorita Silver...me parece que hemos hablado por la tabla tambien, ¿se nos unira
en la pequeña reunion señorita?, oh perdonen mis modales, mi nombre es Amalthea Cibeles, es un
placer verles-



Dijo haciendo reverencia a ambos arcanos que se acercaron a hablar con ella.

Un escalofrió recorrió la espina de la chica, sus sensores de peligro se habían despertado ¿Cómo sabia el que ella había pensado aquello? Quizás…-Es un placer conocerlos – Respondió a la reverencia de Amalthea con la misma educación, inclinándose con suavidad y una sonrisa en el rostro – Efectivamente, hemos hablado por la tableta varias veces, es un placer al fin conocerla, sería un placer acompañarla en la reunión – Contesto emocionada, una alegría le llenaba el corazón al estar por fin frente a frente con la mujer.

-Claro, pero dígame señorita Amalthea ¿nos acompaña o su bellísimo espectáculo aun continua? De ser así podemos esperarla, si quiere puedo pedirle algo mientras – Ofreció amablemente Silver mirando a la chica de forma suave y gentil, ya el nerviosismo había desaparecido ante la aceptación recibida, aunque está atenta al vampiro junto a ella, sus palabras la dejaron alerta, tendría un ojo sobre él, tampoco quería que se propasara con su nueva amiga, claro, si es que llegaba a pasar algo así, por culpa del alcohol o de otra cosa, ella misma le daría un golpe en la cara, aunque de seguro sufriría más ella que Crow
.

Escuchando que Amalthea si podría acompañarlos a tomar algunos tragos junto ellos, Crow guía a las señoritas hasta la mesa que estaba disponible, al llegar ahí se pone un poco más cómodo para sentarse quitados su sombrero dejándolo sobre la mesa y se quita igualmente su capa dejando ver de mejor forma su largo cabello que al menos llegaba un poco más allá de la cintura de un color totalmente negro, su cuerpo que era bastante delgado, en si una apariencia bastante débil y un par de instrumentos que llevaba bajo la capa, los cuales deja a un lado de su silla cuando se sienta.


Crow ve si puede llamar a alguien que les pueda traer algunos tragos o algo para beber, mientras tenía la sensación que Silver estaba algo atenta a él como si tuviera cuidado de que pudiera hacer algo, cuando escucha a la señorita Amalthea preguntarle a Silver sobre que trabajo ejercía en Mirovia.


-Yo también tengo curiosidad por saber que trabajo realiza la señorita Silver, mmm yo diría que es florista-


Viendo que el bar estaba bastante lleno, le resultaba difícil el poder encontrar alguien que les atendiera así que decide esperar un poco antes de ir el por algunos tragos o esperar que alguien llegara a atenderles o pasara cerca, así que mientras conversaba con las señoritas saca su guitarra para tocar algo.


-mis señoritas que dicen si toco algo canción para animar el ambiente y la conversación, no creo que a las personas del bar les moleste si toco algo-

A la chica le llamo la atención ver lo delgado que se veía Crow, una fuerte preocupación nació en su interior, ella sabía en carne propia lo que era el hambre, se preguntó si él tendría problemas para comer, si le faltaba dinero, pero no tenía el valor de preguntar, aquella preocupación hizo que bajara aquel intento de desconfianza. También se sorprendió por los instrumentos…Pero lo que más llamaba su atención era el sombrero, y el estúpido deseo de jugar con él, la chica apretó la falda, pasando de mirarlos hablarte al sombrero, debías controlar tus impulsos, ya estabas grande para esas cosas.


-Hubiera sido interesante ser una florista, aunque no tengo tacto con las flores, pero si se preparar un buen te… Soy panadera, mi tienda está a unas cuantas calles de aquí si no mal recuerdo- Explicando con orgullo, no pensabas que tu trabajo fuera tan divertido, pero si lo disfrutabas mucho – aunque no es tan interesante como ser un bardo o una bellísima cantante…Supongo que mi vida es más sencilla- Comento con una sonrisa divertida mientras volteaba a ver a Amalthea- Eso me recuerda…- La chica metió la mano en su bolso y saco una bolsita de tela bordada, se veía nueva y era de un tono perla claro- Le traje esto, leí que ha tenido problemas para dormir…es un té suave, de sabor dulce y ayuda a tener buenos sueños… a mí por lo menos me ayuda en las noches más oscuras…- Sonrió con suavidad y con un gesto suave se lo extendió a la mujer de largos cabellos- Espero que le guste…-


Muy suave y bajo, llego a los oídos de la chica el dulce sonido de un instrumento, la chica movió ligeramente la cabeza, intentando descifrar de donde venía, ese sonido… Ella había escuchado antes aquello, los recuerdos comenzaban a asomarse, no eran malos, sin embargo, se preguntó si realmente podría ser el destino después de tanto tiempo, poniendo nuevamente ese sonido en su vida - ¿Qué instrumento es el que suena?