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Post by Atani de Beleriand. on Jun 14, 2017 23:15:26 GMT
Una de las ventajas que tenían los plantíos era que casi todo lo demás respecto a necesidades importantes, estaba cerca: la ciudadela, el río y por supuesto, el Lago de las Hadas, que era en sus alrededores, uno de los lugares donde más crecían flores bonitas. Se dedicaba desde hacía un tiempo a quitarle semillas a algunas de las flores del lugar y plantarlas en otros sitios, de modo que cuando tuviera que volver, el número de las mismas se hubiera duplicado y así no generara un daño.
Los plantíos tenían todo en cuanto a alimentos, habían plantas y animales para cazar, y fuentes donde conseguir agua. había trigo para hacer pan, pero siempre hacía falta algo de dinero para otras necesidades como velas con qué alumbrarse de noche, flechas, papel y tinta, sal y de vez en cuando un vestido nuevo para sustituir el que llevaba tiempo usando y que estuviera empezando a roerse, justo como el que traía puesto.
Ya había recogido un pequeño ramo de unas florecillas amarillas que quedaban preciosas en medio de ramilletes grandes y las había dejado con cuidado en el pasto para sembrar sus semillas, y estaba por empezar a recoger otras de diferente color cuando la sombra de algo enorme aterrizó sobre las flores que ya había recogido.
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Post by Kalus D'Zaurius on Jun 15, 2017 0:07:17 GMT
El enorme dragón surcaba los cielos dejándose guiar por las corrientes de aire que se colaban a traves de sus alas. La enorme figura creada por su sombra a miles de pies mas abajo sobre las planicies de los plantíos, se distorsionaba de tanto en tanto por las pequeñas irregularidades y desaparecía en ocasiones cuando su cuerpo entero era tragado por la espesura de alguna nube...
Kalus no solia usar demasiado su forma real, acostumbrado ya a residir en la ciudadela, un lugar demasiado abarrotado como para ocupar grandes espacios liberando su forma real, solo solia permitirse ese lujo al dar largo viajes a lugares específicos en los que ocasionalmente llegaba a conseguir trabajo, pero esta vez, sin embargo, habiendose librado por fin de la larga noche roja, nada le apetecía mas que tomarse un meresido descanso y renovar de nuevo las energias recibiendo en todo su esplendor los tan esperados rayos del sol.
Solo cuando logró vislumbrar en el horizonte el fulgor resplandeciente del lago de las hadas supo que su largo vuelo habia llegado a su fin. Ningun otro lugar podia llegar a gustarle tanto como ese, no habia otro con la cantidad de espacio y agua dulce disponible para albergar en su totalidad el tamaño de su cuerpo y seguir brindandole comodidad al resto de las criaturas...
el batir de sus alas hizo desviar el vuelo de una pareja de aves que hasta entonces habia permanecido viajando a su lado y de un lento y pesado movimiento comenzó a descender en el aire hasta llegar a tierra firme. dos aleteos mas hicieron revolver las hojas de los arboles y las flores del suelo y cuando finalmente sus enormes patas tocaron el suelo, este casi pareció estremecerse. Varias aves de entre los arboles mas cercanos emprendieron el vuelo asustadas y el enorme reptil no hizo mas que alzar su mirada para verles escapar, no se dió cuenta de que alguien mas estaba en el lugar
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Post by Atani de Beleriand. on Jun 15, 2017 0:29:08 GMT
El aire a su alrededor reconoció con tal violencia que tuvo que cubrirse el rostro y encogerse en su sitio para que el viento no la notará. Nada más alzar la mirada y contemplar al dragón sintió su corazón dar un vuelco. Por culpa de sus hermanos les tenía bastante miendo, sólo vernos en el aire la hacia buscar refugio, y había uno a sólo unos pasos de ella.
Se fue de lado y se arrastró por el sueño retrocediendo, con los ojos más abiertos de lo normal, no siquiera había podido gritar. Era enorme y debía admitir, majestuoso. Su corazón empezó a regularse al notar que no la había visto, llevó su mirada al sueño viendo unas flores desperdigadas y las suyas... Aplastadas... Aquella una a ser su venta del día si lograba venderlas todas.
-¡¡Estás aplastando mis flores!!- Fue lo único que logró gritarle, antes de encogerse notando que había logrado captar su atención.
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Post by Kalus D'Zaurius on Jun 15, 2017 1:50:36 GMT
la enorme bestia alada, creyendose en soledad, hizo caso omiso de todo ser a su alrededor, volvió a girar el cuello y avanzó lentamente los pasos necesarios para llegar hasta la orilla del lago dejando en su recorrido enormes huellas profundas dibujadas en la tierra. Bajó la cabeza y hundiéndose solo hasta la mitad de su hocico tragó en segundos enormes cantidades de agua. Solo cuando escuchó el grito volvió a alzar la cabeza y el agua resbaló con gracia por su poderosa mandíbula
se giró a ver a la muchacha y el humo escapó de sus fosas nasales cuando la distinguió ¿que había dicho? no lo pensó demasiado, dirigió su mirada al suelo y entonces comprendió a que se refería; lo que él había creído creación de la naturaleza aparentemente era propiedad de su propiedad. Alzó una de sus patas con la lentitud de un paquidermo y entonces volvió a mirarla sintiéndose apenado
-lo lamento - la gruesa voz, aun mas grave de lo que solía sonar cuando se encontraba en su forma sellada hizo reaccionar a los animales que aun no había huido ante su presencia.
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Post by Atani de Beleriand. on Jun 15, 2017 4:53:58 GMT
Por un momento se quedó helada viendo como el humo salía por aquellas fosas nasales ¡¿Qué iba a hacer ahora?! Dio un respingo cuando el dragón bajó la cabeza al suelo, como si hubiese esperando un movimiento más brusco en ves de un movimiento tan sutil.
La disculpa la habría sacado un poco de sus pensamientos de no ser por el tono con que lo escuchó, estuvo a pocos segundos de huir con el resto de los animales de no ser porque sus pies parecían clavados al suelo. Miró a los lados, alarmada, buscando una ruta de escape ¿Pero en qué dirección tendría ventaja? Quizá en ninguna. Corrió hacia un lado hasta que recordó que realmente NECESITABA empezar a ahorrar un poco de dinero. Regresó corriendo sobre sus pasos buscando un par de flores que habían volado con el aleteo del dragón.
Se paró en seco y lo miró justo cuando estaba agachada por una flor. No se había movido, y ella quizá debería verse ridícula, nunca había escuchado más que de sus hermanos que los dragones comían niñas o chicas, lo cual, pensándolo detenidamente sonaba estúpido.
-Tsk... -Rechistó por lo bajo, igual ella había traído su arco, que fuera a saber dónde había caído. Respiró hondo y se levantó aún temerosa, quizá si se quedaba quieta... -No importa... -Dijo con voz temblorosa mirando las flores en sus manos, quizá ni siquiera la había escuchado.
CERRADO
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