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Post by Deleted on Jun 15, 2017 4:40:57 GMT
No voy a mentir Eira había citado a ese extraño chico nuevo en el Mercado porque ella ya estaba allí y no quería caminar de más, así que estuvo allí esperando a su nuevo amigo desde que se desconectó de la tableta.
Era una ninfa de cabello verde, 2.55m de altura (Debido a su forma verdadera) y unos prominentes cuernos que adornaban su cabeza... ¿Cómo no reconocerla? Los minutos pasaban lenta y tortuosamente. ¿Cuanto había estado esperando? Miró hacia el cielo para distraerse haciendo conexiones entre las estrellas, formando varias figuras extrañas y animales muy poco simétricos. Segundo tras segundo corría y la ninfa se aburría más y más, a tal punto que ya había dejado las estrellas de lado y se estaba arrepintiendo de haber dicho "25 minutos" y no 5. Quizá la espera hubiese sido mucho más amena si no le hubiera prohibido a su oso mascota acompañarla ¿Pero qué clase de impresión iba a dar si Ber-Ber intentaba comerse a su nuevo amigo? Sea como fuere, ya estaba allí y no podía cambiar nada, así que simplemente suspiró y miró a los lados, como buscando al chico con la mirada.
Sinceramente eso fue tonto, pues... No lo conocía. Así que sólo permaneció esperando una vez más. -Si no llega en 5 minutos, me largo.-
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Post by Yaotzin Etzatlan on Jun 15, 2017 5:19:52 GMT
El joven se encontraba en la ciudadela por algunos encargos de los Santori , los cuales había ido a acatar a regañadientes. El tener que salir de la casa hogar fuera de los asuntos ilícitos que tenía con su clan, le parecía un fastidio, pero después de muchos gritos , insultos y jaleos fue a cumplir con su deber. Después de un largo viaje necesitaba un merecido descanso así que entro a la primera taberna que encontró luego de su aterrizaje ! se mostró estupefacto y se puso las manos en la boca para ahogar todo rastro su felicidad, y ahí se encontraba, hermosa, divina!!! nunca había tenido una así!! era una tableta arcana casi como nueva! entre las grasas y algunos fluidos asquerosos de un gordo ebrio y mugriento.
No le fue muy difícil robarla y escabullirse entre callejones, lugares que ya conocía muy bien y los que frecuentaba con regularidad como escondite. La tomo entre sus manos, la configuro! y listo! era de él y solo de él. Después de un rato de causar revuelo en el chat de la tableta, una chica había accedido a conocerle - Espero que sea bonita mínimo...llegaré un poco tarde unos cuantos minutos, y la veré antes de llegar, y como no sabe como soy, si esta fea... pues camino y finjo que ni se quien es, si esta bonita... pues ya veré - pensó mientras sonreía y ocultaba su cuerpo bajo el poncho. Ya tenía un plan trazado pero que fuera lo que Tlaloc quisiera.
A lo lejos pudo observar una dama bastante alta de un hermoso cabello verde, más de dos metros, el en comparación se veía enano... con 1.73 ... - Me gustan esta clase de retos- pensó el joven. Poco a poco se fue acercando a la dama...-Eres tú Eira?! de verdad?...eres más hermosa de lo que me imagine! - tomo su mano y la beso a modo de respeto, mientras veía sus ojos- Soy Yaotzin Etzatlan... un gusto.
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Post by Deleted on Jun 16, 2017 0:44:00 GMT
Un jovencito de estatura promedio se acercó a ella casi gritando, por lo que rápidamente volteó en su dirección y dio una sonrisa de oreja a oreja. - ¡Hola! - Dijo mientras se percató de que aquel joven la estaba halagado e incluso había besado el dorso de su mano muy educadamente. [Es un amor, no sé como Khori puede juzgarlotan mal.] Pensó mientras daba una risilla y después retomaba la compostura. - Yo soy Eira Noctans, cazadora, domadora y busca pleitos profesional, el gusto es todo mío. - Al decir aquello, la ninfa hizo una cordial reverencia y sonrió aún más.
El chico se veía tan adorable y pequeñito, ¿No le molestaría que ella fuese más alta que él? Era habitual que los hombres la miraran de lejos, pero no se acercaban porque sentían como su orgullo era herido por la altura de la cazadora. ¿Qué tenía ella la culpa de ser hija de un elfo tan alto como lo era su padre? En fin. Eira miró atentamente al chico, como intentando descifrarlo. No se veía mala persona y a decir verdad lucía inocente, así que por un momento creyó que tal vez el llevar su arco y sus flechas por seguridad con ella fue algo exagerado. - Y bien... ¿Conoces algún lugar o debería llevarte yo~? - Preguntó con un tono totalmente amistoso. ¡Vaya! Era tan divertido el poder salir con gente extraña, definitivamente las charlas en la tableta siempre traían algo bueno consigo.
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Post by Yaotzin Etzatlan on Jun 17, 2017 7:25:17 GMT
Observaba a la señorita sin quitarle la vista de encima, tenía unas cintura hermosa, un pecho increíble, estaba seguro que ni con ambas manos podría agarrarle uno solo de ellos! Su cara era linda y sus piernas. No eran muy su gusto pero todo lo compensaba su cabello de un precioso verde.Era como unas enormes filas de enredaderas, o un hermoso valle. - Permitame decirle que tiene un cabello hermoso señorita.-le dijo levantando la cabeza para de nuevo verla a los ojos -
Debe ser la envidia de muchas chicas y también debe tener a muchos hombres detrás de usted!. Debe abrir bien los ojos! No vaya ser que un desgraciado se quiera aprovechar ~-murmuró con una voz clara, segura,suave, melodiosa y sin una pizca de esas obscenidades de las que ella estaba siendo participe en su degenerada cabeza. Solo sonrió calidamente mientras volteaba a ver el arco y las flechas. Miro las armas con curiosidad pero suprimiendo la ligera "preocupación" ya tenía una idea de como actuar - precavida eh...? No puedo tomarme algo así a la ligera, aun que me gusta la idea de lo "Kinki" que puede acabar esto-pensó con malicia el joven saboreando un triunfo imaginario.
Se relamio un poco los labios y volvió a sonreír - disculpe es que es usted tan linda! Pero no quiero incomodarla con alagos, vera el color verde es mi favorito y se lo voy a comprobar ! - dijo levantándose un poco el poncho lo suficiente como para que pudiera ver parte de su ropa, de él color... - en cuanto a que quiere comer! - exclamó el joven llevándose una mano a la barbilla, fingiendo que pensaba - Conozco muchos restaurantes! Permitame invitarle! O~ podemos ir a cazar usted y yo! Quizá pueda enceñarme algunos movimientos! Pero lo dejo a su criterio - pronunció con voz amable y calmada mientras de nuevo ocultaba aquella parte de ropa visible debajo de aquella tela enorme que portaba.
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Post by Deleted on Jun 21, 2017 21:34:01 GMT
Halagos y más halagos... ¡Ese chico era un amor! Eira solamente podía sonreír y apartar la mirada de lo apenada que la dejaban las palabras bonitas de aquel chico, ¿Qué le llevaba a decir tantos cumplidos? Sinceramente ella no ponía especial atención a su físico, tal vez era por el hecho de ser una ninfa... Ugh, la maldición de la ninfa. Pronto suspiró e intentó retomar su compostura. - Oh vamos, no soy taaaan popular, estás exagerando~ -
Prestó atención a la mirada y los gestos que hacía el muchacho. ¿En qué estaría pensando? Se le veía como agitado, como si estuviera ansioso por algo... ¿Sería que tenía tanta hambre? Ni siquiera prestó atención ante los demás halagos que le hizo, pero al ver como se levantó el poncho que traía una sorpresa gigante invadió su ser. - ¡Ah, es del color de mi cabello! ¡Que hermoso! - Ciertamente parecía ser que a los dos los unía dicho color, era una muy extraña y bella casualidad... ¿Los cumplidos habrían sido nada más por eso? Si era así, eso la hacía sentir un poco más cómoda consigo misma por alguna razón.- ¿Quieres ir a cazar? Pero es tarde... Creo que mejor te seguiré, no vaya a ser que nos quiera comer un lobo. - Bromeó, recordando vagamente aquella vez que en verdad casi se la come una manada de lobos. Además sabía en el fondo que si se iba a cazar sin su salvaje amigo, se iba a sentir mal y seguramente no le compartiría miel en días.
Repentinamente una gota de agua cayó del cielo y aterrizó justamente en la nariz de la ninfa, lo cual la hizo voltear hacia arriba casi instantáneamente. Estaba nublado, era seguro que en cualquier momento comenzaría a llover. [Oh... Y yo con ropa blanca... Seguramente voy a terminar hecha un desastre con el lodo.] Pensó mientras dejaba salir un pesado suspiro, aunque, bueno... No le molestaba mucho la idea de mojarse un poco... ¿Y a él?
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Post by Yaotzin Etzatlan on Jun 24, 2017 2:02:47 GMT
La chica se mostraba bastante complacida en cuanto a halagos se refería pero parecía no estar acostumbrada. No sabía si estaba pretendiendo modestia falsa o era en realidad que casi no recibía cumplidos, cosa que le parecía de lo más extraño, si ella no fuera bonita o al menos dentro de sus canones de belleza entonces ni se encontraría parado en este sitio en medio de una calle olvidada de los dioses, fingiendo ser amable con ella, en búsqueda de quizá algo más o al menos unos cuantos besos como mínimo. Por sus palabras al parecer le sorprendía mucho que él quisiera cazar a estas horas de la noche, apenas estaba dispuesto engatusar mostrándose animado y diciendo algunas palabras de aliento respecto a que cazar sería la idea más magnifica de todo Mirovia cuando de pronto una pequeña gota de agua callo en la punta de su nariz.
Volteo por instinto a ver el cielo, esperando que fuese estrellado y hermoso como lo había recordado hace unas cuantas horas, pero distaba de ello. Parecía que se aproximaba una lluvia torrencial, nubes negras de un momento a otro parecía que habían devorado las estrellas y la luna. Sus planes se habían arruinado parcialmente, pero se quedó pensativo unos instantes y mordió su labio inferior por unos segundos, aquella gota de agua había sido… - Bendiciones de Tlaloc… - le dijo a la señorita casi como un murmullo, para después mover la cabeza de un lado a otro sonriendo por su torpeza, de seguro ella no tenía idea de que hablaba pero antes de que si quiera pudiese preguntar respondió con exactitud- Es el dios de la lluvia de dónde vengo – fingiendo pena como sentimiento natural, paso las manos por su cabello – Siempre he tenido la curiosidad de saber que mensajes nos dan los dioses y como poder interpretarlos-
-Sígueme- Le indico con amabilidad y un gesto de su mano mientras comenzaba a caminar por en medio de las calles del mercado, que a esa hora se encontraban sospechosamente vacías. Quizá se había embobado tanto con Eira que ni cuenta se había dado de que en cualquier momento podía llover a mares. –Eso... eso podía ser bueno- pensó con malicia al observar la ropa blanca que tenía puesta. Bajo un poco la intensidad de sus pasos para ir al lado de la más alta – Bien entonces que te gustaría cenar? (la verdad yo a ti) - pensó esto último. – Me gusta la carne, pero no sé si tengas pensado otra cosa – dijo como si la plática fuese casual y el tiempo no estuviese jugando en contra de ambos. La verdad solo quería hacer que se le mojase la ropa, con la lluvia que sentía que estaba por caer en el lugar, sabría que no podría regresar a casa volando y tendría que esperar a un mejor clima. Afortunadamente tenía dinero consigo y podía esperar a ver si la fortuna le sonreía un poco, también adoptaría la personalidad que tuviese que adoptar y mentiría todo lo que tuviese que mentir si la situación lo meritaba. Después de todo, él también tenía que poner su grano de arena y no dejar todo en manos de la fortuna no?.
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Post by Deleted on Jun 25, 2017 1:45:03 GMT
- A mi también me gustaría entender los mensajes de los espíritus... Oye ¡Ahora que lo recuerdo tengo el nombre de una diosa! Uhm... Pero no recuerdo de qué era... ¡Ah! También significa "miel". - Yaotzin era un chico muy tierno, coqueto y espiritual, wow... Nunca se le hubiera ocurrido una combinación así, aunque en verdad era muy interesante como para quejarse al respecto.
Tan pronto como indicó que lo siguiera, la ninfa comenzó a caminar tras él, tratando de no caminar tan rápido para no dejarlo atrás debido a sus largas piernas. Las casi inexistentes gotitas que caían del cielo pronto se transformaron en una llovizna leve, por lo cual Eira levantó su mano y la usó a modo de paraguas para que no le cayera en la cara en lo que el joven le hacía una pregunta. - Apoyo la idea de la carne, me agrada tu forma de pensar ¡Creo que ya me caes bien! - Dijo mientras agachaba un poco la mirada y guiñaba uno de sus ojos hacia él al mismo tiempo que le sonreía.
Ambos iban caminando a un paso lento, lo cual no era tan buena idea pensando en la tormenta que se veía a la vuelta de la esquina y ya se dejaba notar con una lluvia un poco más intensa, por lo cual Eira se desesperó un poco, ya que se le estaba mojando la ropa y realmente no se quería enfermar. [Ugh... Ni Melfaron camina tan lento...] Pensó en sus adentros e hizo una leve mueca algo disgustada. [¡Ya sé!] - ¡El que llegue al último a la esquina paga la cena! - Gritó la Ninfa e instantáneamente comenzó a correr, cubriéndose la cara lo más que podía con sus manos.
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Post by Yaotzin Etzatlan on Jun 29, 2017 3:02:30 GMT
Le pareció un poco raro que en otras culturas también hicieran alusiones a los dioses con sus nombres… el de él no era una excepción, era una de las personalidades o partes de un dios llamado Tezcatlipoca, pero realmente no estaba consciente y tampoco los conocía muy bien a los dioses otros, había un tal Zeus…? o algo así, realmente no le llamaban mucho la atención, y solo se dedicó a asentir positivamente y escucharle hablar, aunque en su mente no solo estaba pendiente de la plática sino de otras tantas cosas –Ya se va acercado la fecha – recordó el joven un evento importante del que pronto sería participe y su mirada se encendió.
Al parecer la espera había valido la pena, la lluvia había comenzado y a pesar de que le daba bien igual estarse mojando él, ya podía ver un poco bajo la ropa de la chica, y se estaba llevando una gran gran vista desde donde se encontraba, ya que al ser más bajito que ella podía ser más “disimulado” al observar todo el cuerpo de la mujer. – Hay…por todos los dioses...-pensaba el chico al tratar de verle a “la cara” mientras se le hacía agua la boca. No se sentía mal y tampoco podía evitarlo!! Era un hombre después de todo. Al escuchar su comentario sobre jugar una carrera, se le hizo de lo más divertido –De seguro ya se aburrió, pero igual logre lo que algo de lo que quería – pensó para sí mismo mientras le respondía - Una carrera? Estas segura? Nunca pierdo! Jamás he perdido una carrera señorita!- le miro con bastante confianza.
De un momento a otro comenzó a transformarse para asumir su forma arcana y en menos de lo que canta un gallo ya era una serpiente gigante de 10 metros, color negruzco con plumas multicolor y varios detalles un tanto extraños de color verde. Dejo caer la inmensidad de su cuerpo para comenzar a sisear en el piso de un lado a otro, tal cual serpiente, dejando un muy pequeño (realmente grande) cráter a lo largo de la calle por la cual se iba moviendo. Era un predador muy grande , incluso para la edad que tenía 10 metros era excesivo, quizá crecería mucho más , quizá no, de momento solo le preocupaba impresionar a la chica que tenía en frente – Si quieres subirte puedes trepar a mi cola, pero de igual forma habré ganado– le dijo de lo más divertido mientras poco a poco iba acercándose a su destino. Si ganaba (que no tenía duda alguna) le pediría un beso pero si perdía , le ofrecería lo que quisiera siempre y cuando estuviera en sus manos... aun que este pensamiento era gracioso, el no tenía manos. -
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Post by Deleted on Jun 29, 2017 4:45:31 GMT
- ¿Treparme a qué? - Preguntó en un tono divertido la apresurada ninfa que volteó un poco más hacia atrás para mirar al joven con el que estaba... Pero ya no había ningún joven, sino que en su lugar había una gran y horripilante serpiente gigante que se arrastraba rápidamente hacia ella, por lo que pronto el motivo por el que corría no era la carrera... Sino que estaba corriendo por su vida. - ¡¡¡¡AAAAAHHHHHHHHHH!!!! -
La adrenalina subió, sus piernas no podían ir más rápido porque no era nínficamente posible. Creyó por un momento que tal vez podría escapar, pero pronto sintió como había sido alcanzada por la feroz serpiente, haciendo que prácticamente se quedase pegada a su hocico de tan rápido que avanzaba. Aquello ya no era divertido, eso lo dejaron en claro los gritos horrorizados de la ninfa, la cual se agarraba de donde podía y cerraba los ojos mientras mostraba un rostro lleno de terror. Por un momento incluso vio pasar su vida ante sus ojos y vio la luz al final del túnel, pero de pronto todo se vio negro. ¿Qué había pasado? No lo sabía, sólo sabía que tenía tremendo dolor de cara y estaba sintiendo una brisa demasiado helada de la cadera para abajo. ¿Estaba muerta? No... Sólo estaba allí tirada a media calle sin moverse y con el vestido parcialmente levantado ya que había sido arrojada con mucha fuerza. Al menos había ganado...
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Post by Yaotzin Etzatlan on Jul 23, 2017 18:29:45 GMT
Yaotzin no tenía respeto por casi nada, entre la larga lista de cosas las cuales no respetaba, estaba entre ellas estaba la propiedad pública. Quizá lo hacía a o propósito o tal vez no, pero donde su cuerpo reptaba en aquella calle, era lugar que no se salvaba de destrozo ocasionado por el joven, parte de eso eran varios puestos y bancas que se encontraban alrededor suyo que por desgracia no habían sido guardados con propiedad antes de cerrar el mercado y que ahora eran nada más y nada menos que basura hecha añicos.
-Lo siento – murmuraba el joven bastante divertido y con ligero aire de cinismo mientras aumentaba la velocidad de su desplazamiento. Escucho un grito femenino proceder de algún lado, se parecía a la voz de Eira –E…eira? – pregunto un poco extrañado para darse cuenta que estaba pegada a su hocico, cosa que no le hizo gracia pero no se quejó. – Si querías besarme me hubieses dicho! – le comento a manera de broma mientras aumentaba la velocidad y con ello el ruido y los destrozos.
Todo era genial, la velocidad, la lluvia el asustar a la chica y pronto ganar una carrera! Hace tiempo que no se divertía así; sin estar ebrio… Cosa que le sorprendía y también le extrañaba, pero no lo diría era algo que consideraba muy estúpido. -Quizá deberíamos…salir más seguido- pensó el joven Quetzalcóatl pero de su boca solo salió un - hey HEEEEY ¡!–grito Yaotzin bastante asustado volviendo a su forma sellada y cayendo al piso raspándose la ropa y quedándose tendido en el suelo.
Tocaba atravesar un área de un puente de rocas y otros materiales duros en construcción, era demasiado estrecha para cruzar el otro lado en su forma real y no había suficiente tiempo como para elevarse y volar. Había intentado realizar esta última acción pero el susto había sido tal que prefirió volver a su forma sellada, lo que provoco que Eira saliera volando por el aire y se estampara contra el piso.
Se quedó tendido por alrededor de 5 minutos, la cabeza le daba vueltas era como la peor resaca de la vida, cosa que resultaba irónica puesto que hacia momentos el pensamiento contrario le había llegado a la mente. Sentía que su cerebro de alguna manera se había movido a lo que comento entre confuso – Más estúpido no…por favor…- pronunciaba en voz baja dirigiendo su ruego a uno de sus dioses , mientras casi rayando en la obsesividad tocaba su cabeza para corroborar que todo estuviera en orden pues temía que el golpe lo fuese a dejar un poco más idiota de lo que ya era.
Una vez que pudo pararse y que el mundo estaba en su lugar y no moviéndose hacia todas direcciones, fue corriendo como pudo hacia donde estaba la chica la cual había terminado en una posición bastante ridícula, se volteó por un momento fingiendo que le faltaba el aire, y tratando de no soltar una carcajada y cuando pudo contenerla de nuevo le tomo del brazo intentando ayudarle a incorporarse- Eira! Estas bien? – le pregunto con genuina preocupación, no tanto por la chica sino más bien que de encontrarse mal no solo tendría que pagar un boticario, quizá también un posible cargo con la justicia….sin contar el destrozo de varias calles. –E eira!!?
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