Aesther
Soberana de la Primavera
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Post by Aesther on Jul 22, 2017 8:10:48 GMT
Detuvo esos gestos infantiles cuando los movimientos del kitsune llamaron su atención. Volvió a quitarse la máscara para dejarla reposar sobre su cabeza y lo miró con cierta sorpresa. ¡Qué vergüenza! ¡Había olvidado que el chico quería hacerle una pregunta! -¡NO, NO, NO! ¡Perdóname tú a mí!- exclamó preocupada. Tomó las manos del chico y las estrechó con fuerza. ¿Cómo podía ser tan descuidada? ¿Qué clase de Soberana era si no atendía a las necesidades de los Mirovianos. Su gesto se tornó más serio; sus ojos se encontraban totalmente clavados en los del chico. Debía saber que toda su atención era para él en ese instante. -Por favor, dime-. Aún podía sentir el temblor en esas manos que antes se encontraban en el pecho del muchacho. Sonrió de pronto, sintiendo algo de ternura por el chico.
Colocó una de sus manos sobre la mejilla de Kou mientras que la otra permanecía en aquél tacto con el chico. -No tienes por qué tener miedo- recalcó esperando que abriera los ojos y dejara ese temor atrás. ¿Qué sería aquello que lo tenía tan nervioso? Aesther comenzó a preocuparse al pensar que tal vez se trataba de algo grave.
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Post by Deleted on Jul 22, 2017 13:02:35 GMT
-No te disculpes, n-no es para tanto!- exclamó ruborizándose cuando sus manos fueron tomadas. Kou había abierto los ojos por un momento, para notar que la mirada de la Soberana de pronto se volvió algo seria, y el hecho de que comenzara a ver al zorro fijamente lo hacía regresar a sus nervios y volver a cerrar sus ojos. -C-creo que exageré al decir que era importante(?- dijo desviando un poco la mirada y apretando los párpados, Aesther viéndolo de ese modo le hacía sentir presionado.
Que tocara su mejilla de pronto le hizo dar un pequeño brinco de sorpresa, abriendo bien grandes sus ojos. Se había puesto completamente rojo al darse cuenta que la chica le estaban acariciando la mejilla. -N-no es miedo, e-es que no puedo e-evitar los nervios estando f-frente a alguien t-tan importante c-como usted, l-lo siento- expresó con muchísima pena debido a que no podía evitar balbucear al hablar, y esto lo desesperaba un poco.
Kou tomó aire en un intento de relajarse un poco, subiendo la mirada hacia la Soberana. Sólo podía mirarla a los ojos por unos segundos, le daba mucha pena. -U-umm... p-pues... L-le quería decir que s-su Corte es maravillosa y-y que me encanta l-la gente que la conforma, d-de hecho mi pareja es p-parte de la Primavera. A-adoro sus políticas de la no-violencía, es a-algo que yo también creo q-que es mejor para el mundo, además que t-todos se ven muy alegres e-estando aquí, y c-como puedes ver... m-me cuesta hablar con los demás, p-pero creo que estando junto a u-ustedes creo que aprendería a d-desenvolverme mejor con la gente. Así que q-quería preguntarle si m-me q-quiere aceptar en su Corte, y ahora que p-pude conocerla mejor, m-me atrevo a d-decir que me muero p-por tener una Soberana como usted- hablaba mirando a diferentes direcciones. Estaba seguro de lo que quería, pero no de cómo explicarlo de manera convincente. Tenía algo de miedo a ser rechazado. Al decir eso último se tapó su rostro colorado con las manos, ojalá no lo interpretara como si él fuera un chupa medias. Kou en este tipo de cosas se pone más inseguro y negativo de lo que es.
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Aesther
Soberana de la Primavera
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Post by Aesther on Jul 23, 2017 6:56:12 GMT
Podía ver en el comportamiento del zorro que se encontraba aún más nervioso; era evidente por la manera en que sus mejillas tomaban color. Aesther comenzó a reír mas no en manera de burla sino porque provocaba en ella una ternura difícil de ocultar mas no deseaba interrumpirlo más con sus palabras. Aunque la Soberana de la Primavera fuera infantil la mayor parte del tiempo se tomaba en serio los momentos que compartía con sus cortesanos. Lo escucharía atenta y sin interrumpirlo.
El rostro de Aesther se iluminaba con cada palabra que era pronunciada por los labios del kitsune. Le llenaba de orgullo y dicha escucharlo. Se llevó las manos a las mejillas mientras una enorme sonrisa adornaba su pecoso rostro. -¡AAAAAAAHHHHH!- un chillido agudo salió de su boca causando que varios de los cortesanos y sirvientes del templo detuvieran sus actividades para mirarlos. Acostumbrados a los constantes gritos y risas de su Soberana, volvieron a sus tareas sin hacer ningún alboroto.
No perdió el tiempo y envolvió a Kouhei en un abrazo; pareciera como si quisiera sacarle el aire de los pulmones. Aesther rozó su mejilla contra la del kitsune. -Sí, sí, sí- repetía emocionada. Cualquiera que la viera no pensaría que se tratara de alguien con semejante poder e influencia sobre Mirovia pero Aesther no detenía sus emociones por aquél título. Cada instante era una oportunidad para vivir y lo haría siempre con una sonrisa.
Se separó del chico y juntó sus manos frente a ella, dando pequeñas palmadas. -¡Ah! Eres bienvenido, sí... aunque...- hubo un silencio de pronto. Aesther arrugó ligeramente la nariz, mostrando un gesto de ligera incomodidad. -Bueno... todo aquél que desee unirse a la Corte de la Primavera debe pasar una prueba: debes atravesar el Bosque de las Hadas y encontrar tu camino hacia el Templo pero esta vez como un aspirante a formar parte de la Corte...-. Dejó reposar sus manos sobre su regazo esperando a que el chico aceptara aquella prueba.
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Post by Deleted on Jul 23, 2017 20:06:26 GMT
Los oídos de Kouhei quedaron pitando tras el grito de la Soberana. No es que fueran los más sensibles, pero en serio la emoción le había hecho alzar bastante la voz, lo suficiente para aturdirlo. También se había asustado un poco con el chillido, para terminar sorprendiéndose con el abrazo que le dio la ninfa, haciendo que se sonrojara nuevamente cuando sus mejillas se rozaban.
El kitsune estaba algo confundido con el ataque de emoción de Aesther, hasta que ella se separó de él y volvió a ponerse un poco más seria. Aparentemente habìa que pasar una prueba para poder unirse a la corte, y esto le asustaba a Kou, aunque se tratara de una actividad que suele realizar con regularidad, ya que casi todos los días da un largo recorrido por el bosque, pero quizá ahora serían añadidos nuevos obstáculos que dificultarían mucho llegar otra vez al templo. El zorro desvió la mirada por un momento para pensar sosteniéndose la barbilla con una mano, mientras que con la otra sacaba cálculos de cosas que nadie entendería. Se ponía a pensar en las posibilidades de poder pasarla, imaginando los peores escenarios, sin importar que al final no fuera tan complicado como creía. Cuando terminó, volvió a ver hacia la Soberana -...A-acepto! dígame por donde empiezo- dijo a la vez que sonreía algo nervioso, aún sacando pequeñas cuentas. -P-pero no hay penalización por no completar la prueba ¿o sí?- preguntó con algo de miedo. Estaba casi seguro de que no pasaría nada, pero no quería quedarse con la duda. Comenzaba a recoger y a guardar las cosas de su caja mientras esperaba la respuesta de la Soberana.
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Aesther
Soberana de la Primavera
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Post by Aesther on Aug 29, 2017 14:24:35 GMT
La Soberana confiaba en que el chico no tendría problemas para pasar la prueba, incluso pensaba que no era necesario que la hiciera pero ya escuchaba la voz de sus hermanos en su cabeza: "Son las reglas". Inevitablemente una mueca de disgusto se dibujó en su rostro sin tomar en cuenta que eso podría llegar a ser malinterpretado, al menos no inmediatamente. Al reparar en ello, arqueó las cejas para sonreírle con cierto nerviosismo. -No, no, para nada... No hay penalizacion de ningún tipo... sólo pues si no pasas la prueba no podrás unirte a la corte-. Lo decía con muchísima simpleza y es que para ella no parecía ser la gran cosa. Los que algun vez llegaron a fallar la prueba siempre volvían a intentarlo; no había arcano en Mirovia que se haya propuesto entrar a la Corte de la Primavera y se haya quedado fuera de ésta.
Se puso de pie, extendiendo su mano para tomar la del chico y encaminarlo hacia una vereda que se encontraba entre los árboles y arbustos del jardín. Lo soltó para señalar con el dedo aquél camino que parecía ser devorado por la maleza y las flores del bosque. -Camina por ahí, llegarás a un gran árbol; lo reconocerás cuando lo veas. Es ahí cuando empieza tu prueba. Deberás encontrar el camino de regreso al Templo-. Lo miró sonriente. Confiaba en él.
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Post by Deleted on Aug 29, 2017 17:03:33 GMT
-O-ok!- exclamó llevándose un puño al pecho, queriendo llenarse de confianza y fuerzas para tomar el camino peligroso que se había unaginado. Tomó la mano de la Soberana y la siguió hasta donde esta le indicaba. Al ver hacia donde le señalaba, le hacía ponerse algo nervioso. Era un terreno con hierba alta, cosa que quizá le dificultaría para orientarse. Se llevó las manos a las cuerdas de su mochila-caja y dio unos cuantos pasos miedosos, volteando a ver a Aesther por un momento, para luego comenzar a adentrarse en la maleza.
Caminó hasta aquel árbol, subiendo la vista para admirar la enorme copa de este y miró alrededor para ubicar la ruta hacia el templo. -A ver... Acabo de venir del Templo, así que espero que no sea tan difícil regresar...¿Dónde están aquellos girasoles que vi antes?- se aguantaba del tronco y comenzaba a dar vueltas alrededor de él, hasta que vio las flores amarillas en la distancia. -Ajá, por ahí es!- dijo mientras se encaminaba nuevamente hacia el templo. Esperaba que en su camino se encontrara con muchas trampas, plantas con espinas o venenosas. Andaba medio paranoico con todo, pero no tenía tanto miedo. Hasta en ocasiones se distraía con la belleza del bosque, pero de inmediato recordaba que esto era una prueba importante y debía terminarla. -Awwn, es un conejito- suspiró al ver una bolita de pelos color crema saltando frente a él. Iba a perseguirlo, pero tal vez el conejo era un shapeshifter que quería sacarlo de su ruta. -(Kouhei, resiste! Es una distracción fríamente calculada! No vayas por el conejo!)- se decía para sus adentros, estando en una posición a punto de saltarle a la criatura, pero luchando al mismo tiempo para no dejarse llevar por sus ganas de cargarlo y acariciarlo. Sacudió la cabeza y siguió de largo, viendo hacia el frente, pues cada vez que miraba al piso conseguía algo lindo que lo hacía detenerse.
Después de aproximadamente 2 horas (1 de ida y otra de vuelta) había llegado otra vez al Templo de la Primavera. Biscaba con la mirada a la Soberana, con una sonrisa de satisfacción tras lograr pasar aquella prueba que pensaba que sería muy complicada. En ningún momento aparecieron todas esas cosas malas que imaginaba, pero creía que las había superado mágicamente.
(ooc: tranqui '3' y cómo puedes ver, tomé la segunda opción. Me imagino que con el próximo post ya se cierra el thread uvu) (pd: sería nice que después de cerrarlo le dieran sus letritas verdes a Kouhei para que ya sea miembro oficial de la corte c:)
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