No one knows how deep it goes. ( 1/1 )

Aurora se encontraba en su casa, disfrutando con mucho entusiasmo de su nueva tableta, hacía mucho que le había pedido a su madre le comprara una. Pero su diversión se encontró interrumpida por el llamado de su mayor, el jefe de mensajeros, le indicó que provisiones desde arriba llegarían pronto a Aqualia y que tendría que esperar afuera a que llegase a las puertas para traerlas de regreso, nuevamente, al tener tanto tiempo libre le encargaban envíos de paquetería en vez de mensajes importantes. - Esta bien iré- respondió resoplando y nadó fuera de su hogar dejando la tableta por los momentos en su cama.

Llegó a las puertas y notó que no se encontraba nadie ahí, supuso entonces que el envio sería enviado por la corriente, seguramente no consiguieron quien bajara dicho paquete hasta Aqualia. Esperó unos minutos antes de cruzar las puertas y notó con mucha facilidad gracia a su gran tamaño a Atlas, nunca había cruzado palabras con él hasta ese día que le escribió a la tableta pero, nunca tuvo la oportunidad para charlar.

Finalmente nadó hasta su costado, se encontraba flotando junto a su brazo derecho , parecía no notar su presencia, alzó la mirada de igual forma que el coloso y sonrió.

-Es muy bonita la luz que se filtra, ¿verdad?-

La corriente se movió hacia su izquierda por el vacío que generaba el gran tritón al moverse para darle espacio al agua que ocuparía su posición anterior. La sirena no notó la diferencia ya que era como notar el movimiento de una montaña, confundiendo su acción por sólo querer estar más cómodo. - Si, pero nunca es igual, a veces parece bailar entre las ondas del agua, y se pueden ver pequeñas partículas brillar flotando . -Comentó sin ser intimidada por su voz, a pesar se oírse ronca por el tamaño de sus pulmones era realmente acogedora.

Mantenía el movimiento de su cola suave y constante para no cansarse- Realmente, no. - Contesta directamente pero sin un tono grosero- Sólo espero que llegue algo y luego me regreso, es la segunda o tercera vez que salgo de las puertas, sin embargo...creo que es la primera vez que logro toparme contigo...haha siendo algo curioso, es casi imposible no verte.-refiriéndose a su tamaño- ¿Tú que hacías? ¿Sólo mirar a la superficie?

Notó como la sombra de su brazo la cubrió por el momento, alzando la vista hacia el guardián y mirando como parecía ocultarse. ¿Había dicho algo malo? Quizá no le gustaba tocar el tema de su tamaño. Esto la hizo sentir apenada y llevó su mano a sus labios- Uy, oye Atlas, lo lamento. -Se disculpó enseguida para proseguir a nadar a la altura de su rostro, quería le viese- No tocaré ese tema, aun que no tiene nada de malo ser grande, ¡nos cuidas muy bien! -Extendió sus brazos haciendo notar que intentaba animarle , luego al notar que su voz no parecía cambiar flotó hasta bajar un poco- ¿No te aburres de eso?

Rodeó al guardián hasta estar sentada en el mismo montón de rocas que él, guardó silencio por un momento esperando su respuesta y luego entre una idea a otra tomó entre sus manos su bolsa/caracola que cargaba colgada al hombro. ¿A Atlas le gustaría la música?

El colosal se mantuvo en silencio, al menos podía pensar que aceptó sus disculpas cuando responde su pregunta. Que bueno que no lo hirió tanto como para no hablarle, pero nuevamente notó aquel peso en su voz, como si estuviese cansado de hablar. Quizá no era muy conversador, lo meditó un tiempo.

En silencio, solo, y velando por cientos de vidas por proteger, y nadie que vele por él, debe ser una vida muy triste, entendió enseguida el porqué su desdén a platicar o a la compañía. Prefirió guardar silencio, no necesitaba responderle a sus preguntas si no quería charlar, habían muchos otros medios para comunicarse.

Sin pensarlo mucho respiró del oxígeno que el agua le brindaba y poco a poco lo fue expulsando por su boca, haciendo contacto con la boquilla de aquella caracola , repitió el sonido un par de veces para luego mantener su vista en la superficie, aún no habían señales de aquel paquete que descendería atado a varias rocas hasta el fondo. Quizá le habían avisado muy pronto. El silencio era cancerígeno para ella, y no pudo esperar más de otros cuantos minutos para volver a hablar. Soltando una pregunta tan trivial y ordinaria como si charlara con cualquier otro ciudadano de Aqualia - ¿Ya comiste?

Hizo un puchero, nada se asomaba. ¿Seguro que habían dado bien las coordenadas?. Iba a dar otro soplido a la caracola para cuando la corriente se menea y la descoloca ligeramente, Atlas se había movido, y le miraba no muy contento. - . . . - Bailó su mirada entre el rostro del coloso y el instrumento de su trabajo y luego sonrió- Ahaha, lo siento. Sé que no suena muy bien ,Quizá está un poco desafinada..-dijo crédula dándole un par de golpecitos con su mano en vano, realmente siempre sonaba igual de mal.

-Nop! De echo, estoy trabajando -sonríe- Espero un paquete , son provisiones, así que son muy importante y debo aguardar a que lleguen- Giró a verle dejando el caracol a un costado para luego volver a nadar hasta el nivel de su rostro-  ¿Que haces aquí mientras trabajas para no aburrirte? 

El suspiro de Atlas empujó un poco su cuerpo y cabellos hacia atrás pero esta vuelve a impulsarse con su cola a su posición inicial, sin embargo, Atlas le pide mantenerse alejada, aunque con ese todo parecía más una orden. ¿Qué pasaba? De nuevo cubría su rostro.

Estuvo mirándole fijamente sin aletear y así fue como descendió y se alejó aproximadamente su metro de él.- ¿Porqué te cubres?- Ya no era una duda, estaba molestando al guardián, por lo esta vez sólo nado a su cercanía para tomar la caracola y colgarla de nuevo en su hombro- Lo siento...-Su voz sonó ligeramente más suave, pero no triste. No podía aunque el otro se lo pidiera dejar el puesto, tenía un trabajo que realizar. Así que pacientemente sólo se quedó ahí, flotando frente a Atlas ahora sin invadir su espacio. -Espero que llegue pronto, tengo hambre, y así no te fastidiaría más con mi presencia. - Juntando sus manos detrás de su espalda se , mantuvo en su posición, aveces sólo se dejaba caer para descansar su cola y luego volver a flotar mientras tarareaba alguna canción en voz baja para no incomodar.

Oh vaya , Atlas era muy dificil de conversar, pero eso no le incomodaba o algo, más bien, le hacía pensar en que hacer. seguramente le gustaba hacer o hablar de algo. O quizá el silencio le agradaba más, pero no quería ignorarlo, estaba en presencia de una leyenda viviente, para muchos ya era alguien que siempre estaría ahí y no le daban importancia que merecía, como pensar que el agua siempre estaría disponible para ellos, así que.¿ Para qué preocuparse?. Aurora no lo veía así, le llamaba la atención el cerebro de Atlas y todos los recuerdos de lo que fue antes de Mirovia. Pero...¿Cómo acudir a su información si apenas quería tenerla cerca?.


La chica hizo un puchero mientras las corrientes de agua seguían su flujo, moviendo sus cabellos y los cascabeles de su única prenda. Se encontraba de espaldas al tritón, mirando con el cuello extendido en su totalidad hacia la superficie, en cualquier momento aparecería una sombra de un cuerpo extraño descendiendo gracias a rojas y cadenas. Pero aún nada se manifestaba.- Mi nombre es Aurora, mucho gusto - Comentó rompiendo el momento de tranquilidad del otro al recordar que no se había presentado adecuadamente, estirando la mano hacia Atlas esperando correspondiera, efectivamente, le costaba mantener el silencio como ya se había podido dar cuenta. - Me gusta el camarón, y nadar en las corrientes rápidas. -Le miró con una sonrisa un tanto culpable sabiendo que Atlas seguramente estaría molesto- ¿Qué te gusta comer? ¿Tienes pasatiempos?