|
Post by Khorial Ruststeel on Jun 22, 2017 4:19:21 GMT
Sabia que estaba rompiendo su promesa, la promesa sobre descansar y reponerse, pero no le importaba, no si eso significaba ver a su mejor amiga, la cual recientemente habia sido lastimada de una forma horrible, Khorial no podia perdonarse el haberla preocupado de esa forma, asi que, con heridas y todo, partio en su forma real hacia el Gran lago, en el cual estaba el hogar de ella, Itzanami. Se tardo un tanto en llegar, ya que las heridas de su batalla casi mortal con Skye aun le afectaban, sobretodo, aquella herida que se combino con la que su padre le habia dejado, extendiendo de gran manera aquella marca que tenia en su hombro.
Llego al lugar, volvio a su forma sellada, y con algo de dificultad por la herida en su pierna, camino el recorrido hasta la casa de Itzanami, sus pasos eran lentos, cojeando de cierta forma con aquella pierna herida, pero sin quejarse ni un momento, pues su amistad con Itzanami estaba en peligro, lo sabia, y tenia que arreglarlo.
Llego hasta aquel lugar, la casa de Itzanami, que era una especie de Choza bien decorada, se dispuso a acercarse lentamente, buscando la entrada, hasta encontrarla, se acerco lentamente a ella, entrando despacio, y con casi un susurro.- Itza... estas por aqui...? .-Decidio esperar ahi la respuesta de su amiga.
|
|
|
Post by Itzanami Aquetzali on Jun 30, 2017 0:33:06 GMT
Estaba a punto de atardecer, en el lago de las hadas poco a poco se reinaba de una vasta quietud, ni un alma, un predador, un insecto, ni la más insignificante de las creaturas se atrevía a irrumpir con aquella calma. La sirena se encontraba sentada en un viejo petate sobre el piso, responsado su cuerpo, y encontrándose casi inerte apunto de dormir. La tarde la había pasado llena de dolor, un dolor agudo punzante que no la dejaba en paz, este emanaba de unas llagas abiertas que con cualquier movimiento así fuese el más delicado, provocaba que se abrieran continuamente. Su falda de color azul y entre abierta estaba cubierta por diversas manchas de sangre, se le veía decaída, enferma y débil, muy muy débil.
Cuándo….- se maldijo para sí misma mientras mordía sus labios con fuerza al abrir de otra llaga– Cuándo pensaste que sería buena idea jugar con agua de mar? – Hacía varios días atrás la chica se había encontrado con un paisano en la playa, antes de eso se había sumergido en el agua intentando disfrutar de su frescura y lo mucho que le recordaba a su hogar, teniendo la creencia de que en forma sellada, el agua salada no le afectaría para nada y ese había sido un gran error.
Estaba a punto de unirse al mundo onírico, a la separación del cuerpo y el alma, lo que ella conocía como el “chuel”, cuando escucho un ruido y una voz familiar… era Khorial. Suspiro con exasperación y se aguantó el cólera que sentía, las ganas de gritar y llorar, las guardo para ella misma, se limitó a cerrar los ojos para pronunciar - Adelante…. Estas en casa. – dijo con una voz que sonaba entre débil pero denotaba enfado suficiente para saber que no era completamente bienvenido. Y ahí yacía la chica en espera de aquel tipo del que nada quería saber… y que aunque quisiera pararse y confrontarlo no podía, al menos no sin sufrir más ella que él...si, aún más.
|
|
|
Post by Khorial Ruststeel on Jun 30, 2017 18:50:12 GMT
Escucho la voz de aquella persona, su amiga, en un tono debil, enojada, quizas sabia que no queria verlo, pero su preocupación era mas grande.- Con permiso...- Dijo entrando con pasos lentos, viendo lo que podia alrededor con la luz del atardecer que se filtraba dentro de la casa, camino hasta su amiga de forma lenta.- Itza... te encuentras bien? Se que... probablemente me odies pero... yo...- Corto su voz en el momento que pudo divisarla con claridad, aquellas heridas, la sangre en su ropa inferior, la cara de Khorial se mezclo entre preocupación y terror, rapidamente agachandose a observar mejor.- ITZA! Por dios... que sucedio...? Alguien te hizo esto...? Dime...!.- Dijo con voz aterrada, se veia terrible, muy debil, como si fuera a caer en cualquier momento, Khorial empezaba a desesperarse.
Debo... debo llevarte con un Boticario!.- Replico mientras seguia dudando de que hacer, no le importaba que ella posiblemente lo odiara en ese momento, ella estaba mal, el no queria quedarse con los brazos cruzados, sus heridas le dolian, sobretodo la de su hombro, pero el verla en ese estado de alguna forma hacia que olvidara ese dolor, puso su mano en el hombro de la chica.- Tienes algun unguento... o algo...!? no puedes dejar estar heridas asi...- Dijo preocupado, apretando los dientes, sentia impotencia, sentia rabia, por dejar a su mejor amiga caer en ese estado por su idiotez, por no estar con ella en ese momento.
|
|
|
Post by Itzanami Aquetzali on Jul 18, 2017 20:00:09 GMT
Qué era lo que podía hacer la sirena? Se le enternecía un poco el corazón al ver al joven herrero tan preocupado, pero como siempre: Su ira al igual que la de sus ancestros podía más con ella. Se molestó por ser débil, se molestó porque todo esto pasaba y le molestaba él mismo hombre. Intento controlarse y suspiro desviando la mirada del joven y aguantando el dolor provocado hasta por el mínimo movimiento de sus extremidades. –Estoy bien…-respondió con una voz temblorosa. Se sentía tan patética e idiota! Solo atino a cruzarse de brazos y voltear de nuevo con una mirada filosa que denotaba el resentimiento que le provocaba la presencia de este herrero al que ahora consideraba un intruso– Ya he estado tratando mis heridas…estaré bien. – le respondió aun con aquel tono de enojo y dolor. –Tu luces peor que yo… deberías preocuparte más por ti. Eso es lo que has estado haciendo, no? - Pasara lo que pasara y dijera lo que dijera, para ella no tenía excusa, sus acciones y todo lo que conllevaban había sido una clara señal de que el chico tenía sus propios intereses y poco le importaba su amistad con ella y con otros: Estaba más aclaro que el agua.
-Deberías volver a casa y dejarme tranquila, no necesito nada de ti. – Dijo con la voz más autoritaria y menos temblorosa que pudo usar. Intento ponerse de pie, para levantar un poco su cuerpo y volver a caer. Varias de las heridas que apenas estaban comenzando a cerrar de nuevo abrieron para soltar gotas de sangre, un quejido lleno de dolor escapo de la boca de la chica a la par de que manchaba un poco más su ropa con este líquido vital. – Esto no quiere decir nada! Se cuidarme sola. – Alego intentando contener algunas lágrimas de dolor, este era insoportable, como si le abrieran la carne y esta le quemara por dentro, estas sensaciones no le permitían pensar del todo claro, por un lado sentía un profundo resentimiento con aquel chico y por otro lado a pesar de que sintiera todo aquel dolor, su orgullo quizá podría ser más fuerte que ella. –Si no te vas de MI territorio - pronuncio haciendo énfasis en el Mi- abstente a las consecuencias Khorial, tu y yo ya no somos amigos. – Estaba dispuesta a tratarlo como un intruso y nada más, después de todo lo que había pasado entre ellos, al menos para ella era la única forma en cómo podía verle de momento y tomando en cuenta que no estaba pensado con claridad, el dolor físico y el mental se encontraban casi a la par, quien sabe que tantas cosas estaría formulando ella en su cabeza.
Por la lejanía se podían escuchar los ecos de diversas aves hasta la pequeña morada de la morocha, la tarde y la luz de su casa se teñía de diversos tonos rosáceos y naranjas, las sombras de ambos se estiraban tanto que topaban por la pared, y fuera de los ruidos externos un silencio casi sepulcral imperaba en el interior de la morada. La chica podía escuchar y sentir los latidos de su corazón, se llevó una mano al pecho casi por instinto, sentía una presión en este que hacía difícil incluso el pasar saliva. Era ese sentimiento extraño que no puedes describir, el sentimiento de cuando das una mala noticia a alguien, cuando alguien te lastima hasta el alma o cuando pierdes las esperanzas. Iba a hacer algo así de nuevo? … no, ella ya no era así, no podría pero estaba claro que quería mostrarle una lección. La tentación estaba ahí, era solo cuestión de ver como los eventos se irían desarrollando para tomar una resolución final.
|
|
|
Post by Khorial Ruststeel on Jul 18, 2017 20:52:59 GMT
El escuchar aquella voz temblorosa solo se frustro mas, la miraba y se preguntaba que podia hacer por ella, enterandose de que ella las habia tratado, no lo creia, esas heridas no parecian haber sido tratadas, ella estaba mal, y el Draconio lo sabia, pero, se sentia mal por aquella indiferencia que le daba la contraria, no la culpaba, era su culpa el haber traicionado de esa forma su confianza. ¿Que podia hacer? Tenia miedo de perder aquella amistad, de que Itzanami jamas volviera a verlo como un amigo. Cada palabra de rechazo le dolia mas, la frustración aumentaba en su interior al igual que la rabia hacia el mismo.- ¿De que hablas...? .- Comento escuchando aquella afirmación, sabia el porque de ese enojo, sus acciones habian sido las de un imbecil sin otro nombre.- ¿Preocuparme por mi...? Eso no es cierto! ... No sabes como ocurrieron las cosas, pero eso no es importante ahora...! .-Afirmo con cierto alzamiento de voz, mientras volvia a acercarse a la ajena, cuando volvio a hablar, con un fallido intento de levantarse, lo que preocupo mas al Draconio.- Itza! Basta... solo te lastimas...- Miro aquellas gotas de sangre a causa del impacto de la caida, mientras se agachaba cerca de ella, estirando su mano hasta alcanzar el hombro de Itzanami.- Deja de ser tan orgullosa, porfavor... .-Le dolia tanto verla asi, debia llevarla a un Boticario, o por lo menos a tratar esas heridas.
Mientras trataba de ver bien las heridas, las siguientes palabras de su amiga fueron realmente amenazantes ''Si no te vas de MI territorio'', Aquel recalque lo puso un tanto dudoso, seguido de la frase posterior que le hacian creer que ella ya lo veia como un invitado no deseado. Cerro los ojos con impotencia, para luego mirar a la ajena con seriedad.- Esta bien, entiendo que ya no me veas como un amigo... te di las razones para que llegaras a eso... ¡Pero no te dejare con estas heridas! .-Replico con cierto enojo, no para la ajena, si no propio, se sentia destrozado por las palabras de la contraria, lamentaba tanto haber perdido esa amistad, pero esa no era razon para abandonarla a su suerte, no se lo podia permitir. Noto que el atardecer cada vez era mas pesado, se acercaba la noche, seria arriesgado llevarla en su forma de Dragon, e ir a pie no era para nada una opción.- ... Me quedare aqui y cuidare de ti... Mañana te llevare con un Boticario... ¿Esta bien? .-Pregunto con cierta angustia, quizas Kaira o Zadquiel podrian ayudarlo, esperaba que ellos estuvieran disponibles lo mas temprano que pudieran.
Se sento al lado de ella, mirando con detalle las heridas tratando de saber su gravedad, dio un leve suspiro.- ... Se que ya lo he dicho... pero, lamento no haberte dicho lo ocurrido...- Comento con cierta tristeza agachando la mirada, sabia que ella no lo perdonaria, pero al menos, queria que supiera la razon del porque el Draconio habia terminado en ese estado tan deprorable, que al menos supiera que el le tenia la misma confianza que antes, incluso mas.
|
|
|
Post by Itzanami Aquetzali on Jul 18, 2017 23:17:31 GMT
Si! Estoy bien! – dijo alzando la voz ante la preocupación del chico, que ahora le era casi insignificante – Quedarte? …quien te invito? – le pregunto siendo cortante mientras sonreía de manera casi cínica. – No quiero ir con ningún boticario…al menos no con tu ayuda. – Cada momento era tiempo perdido, la luna estaba comenzando a salir mientras que el sol se escondía en el horizonte. - Puedes quedarte pero mañana en la mañana no quiero verte por aquí. – le dijo mostrándose muy sería ante sus palabras, para después voltear su cuerpo con lentitud para dormirse de lado, viendo la pared. De nuevo aquellas heridas comenzaron a abrirse aún más sangrar manchando su piel morena . Solo atino a apretar la tela de su falda y a morder su labio inferior, mientras se escuchaban algunos quejidos salir de su boca. - ... Se que ya lo he dicho... pero, lamento no haberte dicho lo ocurrido...- a lo que ella respondió casi por inercia una vez que el termino - Si de verdad lo lamentarás no hubieras actuado como un suicida queriendo ir a enfrentar a tu padre… Es que no valoras la vida? – Le reprendió sintiéndose más molesta, entre más pasaba el tiempo más y más frustrada se sentía…no solo con él si no consigo misma.
Después de ello cerro un poco los ojos e intento relajarse, estaba tan agotada por sus heridas y por toda la carga emocional, que estando casi dormida se le presentaron varias visiones o fragmentos de su vida en forma de flashback. Ya había tenido una conversación similar en el pasado, pero con un enfoque distinto. -ES QUE NO VALORAS LA VIDA? – le gritaba ella a un guerrero cuauhpipiltin. Su traje encontraba cubierto de plumas de águila y diversos accesorios tal manera que tenía mucha similitud con este animal. Al fondo de ambos podía observarse una masacre entera, hombres, mujeres y niños todos por igual. Algunos sobrevivientes estaban siendo acarreados de manera violenta por una clase de guerreros. -Ellos no son como nosotros...Esto es un castigo en nombre de nuestros dioses- La tomo por el brazo y la jalo hacia el apretándola entre sus brazos. – Tu y yo sabemos que la verdadera vida se vive una vez que dejamos atrás la carne. Además…todo esto fue gracias a ti. Lo lamento mucho – dijo apartándose de ella, sonriendo con algo de cinismo. -SI DE VERDAD LO LAMENTARAS ENTONCES NO HUBIESES HECHO TODO ESTO! –decía mostrándose agitada y temblando, jalando su cabello de la desesperación, al borde de la locura.
Un grito ahogado resonó por todo el lago de las hadas, se había despertado agitada y llorando. No era la primera vez que soñaba con ello, ya le había pasado en muchas ocasiones, pero el resultado final siempre era el mismo – Yareth… - pronunciaba este nombre entre sollozos mientras intentaba estabilizarse ella misma. Las heridas se habían abierto más y más, ahora no solo estaba muerta del miedo si no del dolor. Miedo que se intensifico más al ver a Khorial de nuevo – Yo….yo…- decía sin poder reponerse. Odiaba esto, odiaba ser tan cobarde, odiaba ser tan débil, se odiaba incluso a ella misma. No podía con la culpa, no podía con su alma, no podía con su mente y mucho menos con Yareth…- SOY UNA TONTA…NADA VA A CAMBIAR…NADA IRA PARA MEJOR…DEBÍ…Y DEBÍ….- Se calló y llevo una de sus manos a su boca para ahogar su voz y aquellas palabras sin sentido. Estaba temblando, se encontraba herida y agitada.- Lle…levame al Lago por favor…- se lo pidió con desesperación y cubriendo su cara para que ya no le viera llorar. Odiaba llorar en público.
|
|