Skye Difan
La Resistencia
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Post by Skye Difan on Oct 19, 2017 16:08:21 GMT
El calor se hacía presente, logrando con eso que la dragona llevara sus manos un poco más hacia los costados, repasando sus dedos en la ropa arrugada por la caída además de la posición que se encontraban. Sus manos por fin se encontraban más tranquilos en los hombros. Su pecho se presionaba solo, la dificultad de respirar por parte del busto y que debajo suyo había un cuerpo que emanaba calor y sentía extrañamente las palpitaciones del mismo. "bum bum… bum bum" continuamente, no paraba de sentirlo y con ello llevarlo a un sonido, era una sensación agradable a pesar que podía distinguir que estaba completamente nervioso por la situación en la cual estaban ambos expuestos.
Además de aquel latir se podía escuchar los sonidos que los acompañaban; el murmullo de los árboles que hacían al chocar sus hojas verdes contra los próximo, como si sus voces se escucharan comentando sobre la escena que se habían armados ambos dragones; el cantar de las aves, la suave y delicada brisa que pasaba para remover algunos cabellos o crear unas caricias que se transformaban en unas cosquillas provocando que los muslos, algo cubiertos por la tela amarronada que traía la peliverde, se sacudieran por el estremecimiento. No podía culparlo a él específicamente, pero quería borrar aquella franja rojiza que traía en su rostro era tan difícil que cada segundo que pasaba era más difícil mitigarlo. Cuando volvió la voz del contrario sus ojos volvieron a fijarse en los contrarios ya que había quedado embobada mirando sus propias manos. - No te preocupes… no es tu culpa. - menciono con una voz algo nerviosa, se podía notar que la vergüenza y apenada por no querer salir de encima de él. Bajó nuevamente la mirada, realmente era agradable verle, pero… por alguna razón "bum bum… " entreabrió sus labios dejando escapar un suspiro casi embriagador. Se sentía llena de un calor que le quemaba el cuerpo. ¿Qué era?...
Cuando el calor de su cintura había desaparecido elevó la mirada para ver el rostro del contrario con las pupilas algo contraídas, sorprendidas por aquella disculpa. - E-está bien… no… molestaba realmente.- su voz iba suavizándose, casi que las últimas palabras no eran audibles. Sonrió de manera algo más relajada al ver las acciones contrarias y escuchar aquel comentario que simplemente Skye había asentido con un leve "pues… si" que lo acompañaba a aquella acción. Sus ojos recorrieron con cierto temor aunque bastante concentrada en los rasgos contrarios, la comisura, el mentón, el cuello deslizandose con sus pupilas dilatadas hacia le herida en donde fue allí donde sus ojos hicieron el mismo recorrido notando como el brillo de la luna le pegaba en el rostro de Khorial y aquellos ojos brillantes azulados… Su corazón presionaba, sus pupilas se dilataban al punto que notaba realmente que en aquella posición, estando tan cerca, casi pudiendo oler el aroma del contrario la estaba lentamente… "hipnotizando" quería sumergirse en aquel estanque claro, quería escabullirse y dejar de ocultarse en los océanos oscuros… quería… "Detente" murmuró la voz profunda. En el mismo tiempo que esa voz había aparecido la voz del muchacho se hizo presente, agradeciéndole logrando que sonriera la mujer y lentamente acercara su rostro al contrario para unir las frentes y mantener los ojos cerrados y dejar escapar su voz, una suave aquella que parecía un susurro tranquilizador. - No agradezcas… uno solo debe darse cuenta de sus errores… solo estuve ahí para impedir que prosigas algo que no ibas a salir beneficiado. - una de sus manos durante aquella pequeña conversación se habia dirigido hacia la mejilla del contrario, acariciándola. Al abrir los ojos y notar la cercanía se alejo de golpe casi que salto hacia un costado para por fin salir de aquella comodidad y vergüenza que ambos tenían al sentirse tan cerca.- Y-yo… estoy más agradecida que tu… haces muchos favores cosa que agradezco. - comentó nerviosa casi que el rubor no se despojaba del todo del rostro de la draconiana, miró hacia el cielo, luego hacia el contrario y como si tratara de cambiar de tema o que se olvidara de aquello comento.- ¡L-la comida estuvo m-muy buena! G-gracias.- comentó casi temblando, sus cuerdas vocales dejaban escapar aquel temblor, como si tuviera frío por primera vez.
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Post by Khorial Ruststeel on Oct 20, 2017 19:35:25 GMT
No podía explicar realmente el como se sentía en aquel momento junto a la Dragona, sentía su corazón latir de una manera constante... Intensa, en una situación que si bien se podía considerar desafortunada, no parecía molestarle a ninguno de los dos individuos que eran iluminados por la luna que se alzaba en el cielo que era la única testigo de ese momento tan tierno. Su mente se encontraba divagando mientras se mantenía observando el rostro de la mujer, cada rasgo, cada pequeño detalle, causando que su corazón latiera con aun más intensidad, pudiendo sentir incluso la respiración contraria, el calor de ella, acompañado de la brisa que podían sentir perfectamente, ¿Desde hace cuanto no se había sentido así? Desde hace mucho, así de agitado, de avergonzado, y realmente era extraño, pues aun en su mente se encontraba aquella duda, aquel pequeño insecto que picaba y generaba que el Draconio fuera incapaz de comprender que era lo que realmente sentía, cual era el sentimiento que comenzaba nuevamente a hacerse presente amenazando con embriagar su corazón al punto de ser incapaz de pensar en algo que no fuera aquel momento. Se había disculpado por inercia, pero aquel susurro apenas audible por parte de la contraria lo había sorprendido, apenas había logrado escucharlo por la cercanía y aun así creyó haber escuchado mal ''No... molestaba...'', pensó un momento en aquellas palabras, pero dejo de darle mucha importancia cuando recibió una respuesta positiva a aquello que había dicho sobre el pequeño entrenamiento de caminata, devolviéndole una suave sonrisa a la peliverde.
Nuevamente aquel violento latido se podía sentir en ambos cuerpos, el momento estaba consumiendo a ambos Dragones al punto de que estos comenzaban a perder la noción del tiempo, como si le restaran poca importancia a todo lo demás y solo se concentraran en ellos, en lo que ocurría y en lo que sentían, como si quisieran que fuera un cuento con un final feliz de nunca acabar. Luego de aquellas sinceras palabras que el Draconio le había expresado a la Dragona sobre él, la respuesta fue una sorpresiva, una que lo hizo sentir aun más vergüenza, el que la ajena juntara la frente con la suya, los ojos cerrados, sintiendo de mejor manera la respiración ajena en su rostro, y estaba seguro de que también la suya ella podía sentirla. Khorial cerro suavemente los ojos también para disfrutar de aquella cercanía.- Y lo agradezco... Sin ti... Estaría muerto...- Dijo en un susurro, como si lo dicho fuera un secreto tan solo para ellos. No tardo en sentir como la mano de la mujer se poso suavemente en su mejilla, sintiendo aquella caricia, delicada, y a pesar de todo, eso lo relajo de gran manera, dejando escapar un suave suspiro mientras abría lentamente los ojos a la par que la ajena. Pudo observar con claridad el intenso rojo en el rostro de la contraria, tan solo unos segundos antes de que esta se fuera hacia el lado presa de la vergüenza por las acciones de antes. El Draconio no pudo evitar exaltarse de la misma manera, levantando el torso de golpe y quedando sentado sobre la arena mientras miraba a la ajena.- N-no es así hahaha fue solo eh... Un agradecimiento...- Respondió a sus palabras usando su dedo indice para rascar de manera nerviosa la mejilla propia, mientras sin poder evitarlo, continuaba mirándola a aquellos ojos de iris amarillo.
A-ah, gracias... hahaha...- Respondió a aquel halago tembloroso, dando una suave risa mientras trataba de calmarse al igual que el latido de su corazón que continuaba con ese latir a mil por hora, casi como si este quisiera salirse de su pecho e irse a algún lugar lejano.- S-supongo que me esforcé en ello, me alegra que de verdad te gustara... ¡Y-y la próxima vez sin vino!.- Exclamo un tanto más animado pero igual de nervioso, mientras comenzaba a levantarse de la arena, sacudiéndose y limpiándose un poco, para posteriormente ayudar a la contraria a levantarse con mucho cuidado.- También me alegra que estés bien...- Comento con otra suave sonrisa, respirando profundamente para finalmente relajarse un poco, y aun así, sentir su corazón aun agitado.- Aun no llegamos a la meta...- Dijo de manera amable, mirando hacia atrás y tomando aquella posición anterior para terminar con el recorrido hasta donde se encontraba la manta con sus cosas. Los pasos fueron al mismo ritmo que tenían antes de caer en aquel desafortunado accidente, solo que esta vez, el Draconio puso mucho mas atención a sus pisadas, y también, a la contraria, no podía evitar que sus miradas se conectaran tan solo durante unos segundos antes de desviarse, en un silencio que, curiosamente no era para nada incomodo, al contrario, a él le llenaba de paz, ya no había duda que quedara, no había que más comprobar, estaba seguro de lo que sentía, estaba seguro de que Skye le gustaba. Finalmente llegaron a la manta al cabo de algunos pasos más, Khorial miro con orgullo a Skye y una sonrisa marcada en su rostro.- Lo hiciste.- Comento como una felicitación, para luego mirar sus cosas, en el fondo no quería que llegara ese momento, pero era hora de despedirse.- Creo que es tarde... Me... Alegra poder haber hablado contigo, Skye.- Comento rascando su nuca con su mano, pensando en que más decir en aquel momento.
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Skye Difan
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Post by Skye Difan on Oct 20, 2017 23:11:41 GMT
Aun estaba agradecida de aquello, como el momento se daba entre ambos y ni la brisa gélida ni ninguna criatura había interrumpido aquella escena provocando que todo se rompa en millones de cristales que iban a ser dificiles de reponer con solo sus miradas y sus dedos entrelazarse. Suspiró aun con aquel suave rubor, aquella flor de piel que iba exponiéndose dejando lucir cada pétalo rosado en sus mejillas. En su cabeza solamente quedaba aquella palabra, aquel secreto el cual debía quedarse entre los presentes, que el viento no escuchara cada letra que había producido las cuerdas vocales del muchachos de cabellos oscuros, parecía aquel secreto que no escaparía tan fácilmente, cual ser halado de colores anaranjados en sus alas y bailaba en el cielo abierto. Trato de mantener el aliento consigo, ocultando aquel nervio que estaba en su pecho al reconocer nuevamente que había estado sobre Khorial. Se sentía algo avergonzada pero lentamente iba tranquilizando, su respiración hacia igual al punto que había logrado volver a inspirar y exhalar.
-Haz hecho un buen trabajo con la comida. - inclinó un poco la cabeza, como si estuviera volviendo en sí y siendo capaz de tomar nuevamente aquella personalidad tan formal a pesar de conocerlo; nunca hacia mal agradecer nuevamente.- Y.. Por favor. - comentó riendo al verle tan animado, no tardo en aceptar la ayuda, aquella mano que se ofrecía… Su mano acarició y se sujeto a la contraria para lograr luego hacer que sus piernas recuperaran fuerzas para mantenerse de pie. ¿Por qué se sentía tan extraña? ¿Será lo que ella pensaba que era? Cerró los ojos casi moviendo la cabeza en una negación tratando de dejar de pensar aquello y de mostrar una sonrisa inigualable hacia el contrario. - Y tienes razón… nos quedamos en el medio. - exclamó con cierta calma, pero su corazón ansiaba estar nuevamente cerca de él aquel tacto tan apacible… sus ojos no tardaron en mostrar un brillo aunque no podía fijarse mucho en Khorial ya que temía que notara aquello; aquella ave que deseaba exponer sus plumas tan preciosas y llenas de colores y pasiones hacia el ajeno, aquellas plumas que cada vez iban siendo más y más brillantes que antes. Asintió para acto seguido continuar dicha "misión". Sus pies iban con cierta torpedad pero luego de un par de segundos habían logrado recobrar más fuerza y valentía para acercarse nuevamente hacia la manta.
Sus ojos al ver la manta y los objetos que había traído Khorial para aquella cena había sentido como su pecho se inflaba de una felicidad a pesar de aquel problema. De cualquier forma no había tardado en mostrar la felicidad que sobresaltaba en su interior, haciendo que sus piernas tomaran mas fuerza para impulsarse para saltar. Sus brazos extendidos habían pasado sobre los hombros de Khorial para abrazarse fuertemente mientras su mejilla acariciaba la contraria y sobaba suavemente aquellos pómulos rosados no ya de vergüenza (cosa que más tarde se iban a pigmentar de un color mas fuerte) sino de la alegraba que llevaba consigo. - Gracias Khori~ - mencionó para luego separarse casi de un susto y reír con cierto nervio que se ajustaba en su garganta logrando que picara muy fuerte. - Perdón… La emoción. - a pesar que era la realidad hubiera deseado quedarse mas tiempo en aquella posición pero ya el muchacho le hacía notar con su pequeña advertencia de que la noche iba avanzando. No tardo en alzar la cabeza hacia lo mas alto, notando como la luna menguante se balanceaba sobre ellos, como si aquel rostro medio sonriera ante la escena tan juguetona e infantil que habían tenido ambos dragones. Las estrellas reían y bailaban, recién comenzaba la fiesta para aquellos vencedores para luego simplemente dar brillos mas preciosos. Bajó la cabeza de manera lenta para mirar al contrario con cierto asombro y sonrisa dibujada en su rostro, luego… una pequeña angustia que se transformo en una sonrisa elevando uno de los hombros. No quería despedirse pero había razones para simplemente decidir terminar de ayudarle en algunas cosas para luego acercarse y humedecer sus pies en el estanque de agua. El día y la noche siempre pelearían, un nuevo mañana se asomaría y ellos podrían encontrarse las veces que desearan hasta que la muerte asechara. - Opino igual… Gracias por este tiempo Khorial. - comentó para luego zambullirse en el agua para luego dejar que su cuerpo marino tomara forma en aquel dragon entre escamas azules y rojizas. Miró hacia atrás volteando la cabeza lentamente para luego abrir lentamente la mandíbula y dejar su voz escapar.- Me divertí mucho… y… No te olvides de lo que más aprecias… Aunque sea un mero objeto… tiene mucho valor para ti. - Cerró los ojos ocultando sus ojos brillantes amarillos para luego voltearse y nadar lentamente hacia la salida.
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