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Post by Deleted on Jun 27, 2017 20:30:14 GMT
La preocupación por el dolor de Rallis rebasó la melancolía que abrazaba a la sirena desde que se había enterado que se iba a casar, por lo cual sin importar lo incómoda que se sintiera no dudó ni un sólo segundo en tomar su morral, sus pociones y salir casi volando hacia un lugar totalmente desconocido para ella.
Cuando salió, la noche ya había caído y no tuvo otra opción que utilizar su bioluminiscencia todo el tiempo, incluso después de que salió del agua y se puso a vagar por la densa vegetación del Shangri Lax, temiendo demasiado el hecho de que tal vez algún animal salvaje podría saltar desde las sombras y atacarla sin que nadie pudiese socorrerla. Afortunadamente ésto no pasó, pero aún así su paranoia causó que se perdiera y no supiera ni a donde ir, por lo que caminó sin parar hasta el amanecer... Habrá que imaginarse como estaban sus pies, pues ella no estaba acostumbrada a caminar tan largas distancias debido a que era una criatura del mar.
Cansada de haber recorrido por tanto sin haber encontrado nada, Ondine se dejó caer ante un gran árbol y bebió las últimas gotas de agua que llevaba en su cantimplora, lo cual no calmó del todo su sed e hizo que solamente diese un suspiro desanimado. [¿Ahora qué hago?] Pensó mientras recargaba su cabeza en el tronco del árbol y miró hacia arriba, notando que a la distancia había una especie de templo que no había notado antes. Ésto hizo que la medusa se pusiera de pie casi al instante y diera una gran sonrisa. - ¡Lo encontré! ¡YAAAAY! - Gritó con gran alegría y sin importarle demasiado el dolor que sentía a cada paso que daba, comenzó a correr en dirección del templo, por lo cual rápidamente llegó a la entrada.
- Buenos días... ¿Hay algún Rallis aquí? Vine a traerle unas pócimas... - Dijo la sirena en un tono seguro a uno de los guardias que le respondió seriamente con un - "Rallis Hayookkal. Suba las escaleras y vaya hacia la derecha. Su habitación es la tercera y queda en el fondo del pasillo." - Y sólo le indicó a donde ir señalando con su mano, lo cual hizo que Ondine rápidamente volviera a su actitud sumisa y sólo asintiera, bajando la mirada y siguiendo las instrucciones que se le habían dado. -M-Muchas gracias... - Musitó mientras se alejaba.
Tal como se le había dicho Ondine subió las escaleras, avanzó hacia la derecha y siguió hasta el fondo del pasillo llegando a la habitación indicada, tocando la puerta en el instante en que llegó. - ¿Rallis...? -
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Rallis
Los Invictos
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Post by Rallis on Jun 27, 2017 22:00:50 GMT
El arconte habia estado hablando bastante animado por medio de la tabla arcana, con todos sus viejos y nuevos amigos, despues de aquella semana de luna roja ver la tabla activa y muy contenta le alegraba el corazon, despues de haber sufrido demasiado por heridas que de tal grado eran que amenazaron por acabar con su vida en solo un suspiro, cuando estaba hablando con Jeriko y Ondine, Rallis habia comenzado a sentir ese terrible dolor retornar a su cuerpo, un dolor casi indescriptible, para tratar de despedirse de la tabla y tomar una de sus pociones para el dolor, pues desde que llego estaba casi siempre bajo el efecto de una pocion o de las hojas para anesteciar ese dolor, pero para su mala suerte se habian terminado, Rallis comenzo a sufrir por este casi de forma instantanea, dejando la tabla al instante para recaer en su cama apretando las cobijas y cerrando sus ojos con fuerza por culpa de este, queria gritar con toda su fuerza pero ya habian hecho todo lo que podian por el, ahora solo restaba esperar a que todo pasara y bebiera sus respectivas medicaciones, sin duda el arconte sufria demasiado por culpa de aquella ardua batalla.
-a-aaah! d-duele demasiado!-
Una noche entera enrevolviendose de dolor en aquella cama de paja en la que yacia reposando hasta que se recuperara por completo, las heridas eran muy notables pues tenia los brazos vendados, uno enyesado y el estomago lleno de vendas, gasas y muchas cosas mas en las que se mantenia cubierta la herida mas peligrosa, donde aun tenia leve sangre empapando estas mismas, cuando amanecio Rallis seguia sumido en su dolor, su frente sudaba, sentia ganas de devolver el estomago debido al mismo, cuando simplemente no pudo mas, escucho la puerta de su habitacion ser tocada pero no tenia fuerza para levantarse sin el temor de caer al suelo por lo abrumado que se encontraba, para entre quejidos decir.
-e-es...est...estoy...i-indis...p-puesto...a-ahora b-b-oher..-
No sabia quien estaba en la puerta, creia que era uno de sus nuevos amigos Boher dispuesto a llevarle algo de comer o solo pasar a ver como se sentia, era notable en la voz de Rallis que sentia muchisimo dolor.
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Post by Deleted on Jun 27, 2017 23:02:31 GMT
La respuesta del arconte no tardó en escucharse desde el otro lado de la puerta. Sus palabras fueron entrecortadas y su voz se oía algo quebrada, definitivamente estaba sufriendo en ese momento, no hacía falta que lo dijera abiertamente para notarlo. Aún cuando Rallis había dicho que se encontraba indispuesto, algo dentro de Ondine la obligó a abrir la puerta y a entrar en la habitación, por lo que en cuanto abrió la puerta y avanzó unos pasos se percató del estado tan crítico en el que se encontraba.
- R-Rallis... - Murmuró la sirena al mismo tiempo que las lágrimas comenzaron a inundar sus ojos y no tardaron en brotar y humedecer sus pálidas mejillas. Verlo de esa manera le hizo sentir como si hubiese sido bañada con un balde de agua helada. ¿Cómo había sucedido eso? ¿Quién había sido capaz de cometer tal atrocidad contra una criatura tan inocente como lo era su amigo? Las preguntas inundaron su mente, pero los quejidos adoloridos del arconte la hicieron volver a la realidad y en cuanto volvió en sí, cerró la puerta y se acercó rápidamente a él tomando una de las pócimas que traía en su cinturón sólo para destaparla y dársela a beber mientras sostenía delicadamente su cabeza. - É-Ésto te hará sentir mejor, ya verás. Todo va a estar bien... Ya estoy aquí..... - Ondine cerró sus ojos al decir aquello, fingiendo estar completamente bien y tranquila para que Rallis no se sintiera peor, pero las lágrimas seguían corriendo tímidamente por sus mejillas, llegando a caer y empapar una de las mejillas del pequeño.
Se sentía culpable, se sentía responsable de cierta manera por el dolor que ahora agobiaba a quien ella consideraba alguien muy querido en su vida. Quizá si hubiese estado cerca, si hubiese sido más cercana a él hubiese podido evitar aquella desgracia, pero no... ¿Por qué era tan tímida? ¿Por qué siempre estaba tan alejada de todos? ¿Era porque se sentía juzgada, o simplemente porque tenía miedo de ser rechazada? En momentos como ese lo único que podía sentir hacia sí misma era resentimiento.
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Cytka Niraj
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Yo doy hasta lo último de mí por los que amo
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Post by Cytka Niraj on Jun 28, 2017 7:06:32 GMT
El kirin no pudo negarse ante la petición de su nuevo amigo para guiarlo por la selva, después de todo le había ofrecido sus servicios en aquella reunión de te. Acordó verlo en las afueras de Shangri lax al atardecer para emprender el viaje juntos, emocionado sin duda por serle útil. Llevaba consigo su botiquín médico bien abastecido con pociones y hierbas, pues Kouhei mencionó brevemente ir a ver a alguien herido ¿tal vez podría apoyar? Ya se vería cuando llegaran pero con seguridad iba preparado para lo que encontrase en el templo, con ánimo y mucha determinación partieron hacia la corte del verano. El kirin conocía aquellas tierras como la palma de su mano, bueno en teoría las conocía de tanto que las recorría buscando heridos, por ello mantenía confianza total al andar entre matorrales y enredaderas, apartando estos mismos para que su acompañante no tuviera problemas en mantener el paso. Si tuviera tiempo trataría de pasar por sus lugares favoritos para compartirlos con el contrario, pero sabía que eso tendría que ser en otra ocasión, pues llegar cuanto antes era la prioridad. A mitad de camino la noche los alcanzó con toda su obscuridad, forzando a Cytka a adoptar su forma verdadera para mantenerse más alerta y poder proteger a Kouhei con mayor facilidad, aunque con el color brillante del kirin se llamara más la atención en la penumbra, cosa que sin dudar atraería criaturas indeseables hacia ellos. Aquello le preocupaba mucho, por lo tanto quería salir de la selva y llegar al templo lo antes posible. Se ofreció a llevar en su lomo al kitsune, con la promesa de llegar más rápido y que pudiera descansar un poco. No aceptando un no por respuesta emprendió el tramo de viaje restante con velocidad y con cuidado de mantener al peliblanco sobre el sin que se lastimara o cayera. La luz del día los recibio al arribar al templo, un joven peliblanco montado en un kirin jadeante de cansancio presentándose ante las miradas atónitas de los guardias que sin dudarlo se pusieron alerta. Volviendo a su forma sellada después de bajar a Kouhei se acercó a aquellas personas dando traspiés -"Buenos...Buenos días..."-dijo mientras trataba de recuperar el aliento-"El vino...vinimos, buscando a...¿Rallis?...Si, Rallis ¿Dónde se encuentra?"-respondió tratando de hacer memoria. El guardia pasó su mirada entre Kouhei y Cytka examinándolos -"¿Ustedes también?...Por las escaleras y luego a la derecha. Tercera habitación al fondo del pasillo"-Indicó sin muchas ganas, por el comentario el kirin indagó que alguien más debió pasar por ahí antes que ellos ¿Habría sido hace mucho? ¿O habría alguien más con el herido justo ahora?. Se limitó a hacer susurrar un 'Gracias' automático para los guardias, realizando una seña a su acompañante para encaminarse juntos hacia dónde le indicaban. Ya frente a la tercera puerta y apuntó de abrirla dudó un momento, su agudeza sensorial detectaba tensión y ruidos al otro lado, ruidos no muy agradables provocados por dos personas. Le tomó unos segundos armarse de valor para hablar-"Perdonen...¿Podemos pasar?...somos Kouhei y Cytka..."-toco con delicadeza la puerta, tratando de no hacer mucho escándalo para no perturbar a las personas dentro. Tragó saliva ante la expectativa y el miedo de lo que podría encontrar detrás, dedicando una mirada con preocupación a su amigo ¿Ahora qué? pensó para sí mismo -"Será mejor que pases primero Kouhei...voy detrás de ti"-comentó por lo bajo al kitsune con cierto tono suave para darle animo, abriendo la puerta un poco para darle espacio. Cytka por el momento había cumplido su tarea de traerlo hasta donde pidió, si era requerido más adelante lo decidirá su amigo.
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Post by Deleted on Jun 28, 2017 15:09:00 GMT
Kou pasó todo su recorrido por la selva muy angustiado. Temía que Rallis empeorara, o que a él le pasara algo tratando de llegar al templo. Había acudido al kirin para tener un viaje más seguro, ya que no conocía el lugar, y además tenía una herida en su pierna que se había hecho hace poco, por lo que necesitaba un poco de ayuda para atravesar entre la vegetación y caminar sobre el suelo rústico. El zorro había cruzado la selva junto a Cytka con el corazón latiendo muy fuerte a causa del miedo.
Cuando llegaron al templo, el kirin se le había adelantado a preguntar, así que sólo escuchó y se echó a correr (evitando hacerse más daño en la pierna) cuando le dieron las indicaciónes para llegar a la habitación. Al rato, ambos arcanos estaban frente a la puerta. Kouhei no sabía exactamente lo que pasaba adentro, pero notó a su compañero algo preocupado, y esto hizo pensar al kitsune que Rallis no sólo tenía unos simples raspones. Actuó acorde lo que le había dicho Cytka: entró primero a la habitación, pero intentó no ver a las personas que estaban dentro antes de que su amigo entrara también.
La última vez que Kouhei había hablado con su pareja, fue a través de la tableta, y descubrió que el arconte se encontraba herido. Al parecer Rallis le ocultó la verdad para no preocuparlo, pero al entrar a la habitación y acercarse a él para notar su grave estado, hizo que el zorro se asustara mucho al no estar preparado para la realidad.
Una chica se encontraba llorando al lado del arconte, y se podían ver, a medida que se aproximaba, la gran cantidad de vendajes que traía encima. Kou pensó que se trataba de un mal sueño. No tenía las fuerzas ni para gritar y drenar un poco la angustia. Sus ojos se opacaron y cayó de rodillas frente a la cama de Rallis, para apoyar su cabeza y brazos del borde del colchón de paja y comenzar a llorar, sin hacer mucho ruido, pero realmente estaba dolido por la situación de su amado, e incluso sentía culpa por no haber estado a su lado en el momento que le había ocurrido eso.
Después de haber llorado un poco intentando procesar lo que pasaba. Alzó un poco la mirada que se escondía entre sus brazos cruzados, para ver a su amor y tomarle suavemente de una mano para decirle: -Dime que esto no está pasando...-. Sus ojos estaban llenos de lágrimas y estas corrían por sus mejillas al hablar con el arconte. Hasta ahora ignoraba la presencia de aquella chica y se había olvidado de que su compañero estaba detrás de él. Únicamente se enfocaba en Rallis.
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Rallis
Los Invictos
Luces y estrellas en los ojos de oro
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Post by Rallis on Jun 28, 2017 20:53:01 GMT
Entre las penumbras de su mente que se encontraba completamente agobiada por el dolor que sufria
escucho como la puerta se abria lentamente dejando entrar algo de luz a su habitacion, donde yacia
el arconte en cama, su cuerpo temblaba apenas podia moverse, mientras que la sangre de sus heridas
manchaba las blancas vendas de las heridas, cuando sintio como aquella sombra se acerco a el con una
suave y tierna voz, que al instante le habia sonado familiar. "- R-Rallis... - " era Ondine quien
pronuncio su nombre, apenas audible pues quiza la sorpresa o algo mas le habian hecho reaccionar asi.
-U-ugh...O-on-
No podia pronunciar mas palabras sentia que el dolor estaba llevandolo a la incosnciencia una vez mas,
pero escucho como la arcana que se encontraba a su lado tomo algun extraño objeto y hacia un sonido similar al de cuando abrian una bolsa con cosas, se estremecio, creyo que quizas le haria algo malo, que iluso al creer que su amiga le habia algo malo, abrio los ojos cristalinos por resistir el dolor y evitar gritar
con ella ahi a su lado y le miro acercarse con una botella de cristal, ¿una pocion?, sintio como su cabeza
era levemente alzada para que pudiera asi beber la pocion que si bien seria un sabor amargo era mejor que tener que sentir el horrible dolor mas tiempo, entre abrio sus labios y los humedecio levemente con su lengua para asi comenzar a beber la pocion sin temor, temblaban sus manos por culpa del dolor, escuchando la suave voz de Ondine que le decia que todo estaria bien, que no lo dejaria solo, si bien habia conocido a muchos arcanos que le mostraron mucho afecto y amistad en el templo, el amable y tierno Minotauro Boher, la pareja de arcanos llamados Beltaine y Wild Fang, su salvador Garrel Thelnak a quien le debia completamente su vida, ya que sin su ayuda habria muerto en la selva.
-h-hng...-
Una voz se hizo presente con el sonido del a puerta siendo abierta una vez mas, ¿quien era? no reconocia la voz entre sus lamentos de dolor esperando a que la pocion hiciera efecto lo mas rapido posible pero por ahora era algo que no pasaba aun. Otra voz, ahora habia tres personas en su habitacion, que vergonzoso el no poder levantarse para recibirlos, para hacerles notar que estaba bien aunque era una mentira, el sudor en su frente mientras sentia como una lagrima caia por su mejilla, una lagrima que pertenecia a Ondine, a quien trato de sonreirle un poco.
Cuando aquella tercera voz se hizo presente,el arconte sintio como si su corazon fuese a estallar, "no..no ahora...no... Kouhei..." penso Rallis sintio que debia levantarse pero ¿como podria estando como estaba? ahora que sentia tanto dolor y no haber podido conciliar algo de sueño, sentia un nudo en el estomago, sentia culpa mucha culpa, habia faltado a su palabra le habia decepcionado y lo que menos queria era que le viera en aquella forma tan deplorable, vulnerable incluso.
-K-ko...hng..kou..ugh!...-
Su pareja apoyo su cabeza y brazos del borde del colchón de paja, Rallis sintio como comenzo a llorar, lo sentia lo sabia sabia que Kouhei se estaba alterando por su culpa, ¿por que no era fuerte? ¿por que no era lo suficientemente fuerte para decirle la verdad? para soportar el dolor y fingir que no sentia nada...le dolia tanto verlo asi de triste, sus pensamientos se encontraban tan abrumados por todo que cuando sintio la mano de Kouhei sintio como todo en su cabeza guardo silencio habia sido como si aquellos horribles recuerdos, los gritos, el rojo...lo abrumado y el dolor...fue en ese momento que ya habia silencio, cuando su cuerpo dejo de estar tenso, lloro. Lloro ante el no poder darle afecto a Kouhei, pero estaba feliz
feliz de verlo despues de tanto tiempo, despues de aquella pesadilla en la que su amada amiga Akane le ataco sin control de si. "-Dime que esto no está pasando...-. " Decia suplicante su amado Kitsune, la mano de Rallis apretaba la contraria cuando poco a poco comenzo a perder fuerza, se sentia mareado, cansado por la pocion que Ondine le habia proporcionado, parecia que se hiba a quedar completamente dormido pero no, solo se habia relajado demasiado.
-l-lo siento Kou...d-debi cumplir mi...prome...sa...de llegar a casa...no lo hice...lo siento...-
Miro a la sirena que lloraba tambien, sintio un nudo en el estomago y con la mano una vez que Kouhei lo solto, le acaricio la mejilla y le sonrio levemente por el cansancio.
-O-ondine...tranquila...estoy b-bien...solo estoy agotado...me voy a recuperar...fuiste muy linda al...traerme esto...no era tu obligacion...y...apesar de el peligro lo hiciste...eres muy...fuerte...-
Rallis siempre dandole aliento y animo a los que lo necesitaban, siempre era asi y no queria cambiar en absoluto aquello, para notar a una tercera persona Cytka, no le conocia mas que por la tabla arcana, para sonreirle levemente, sintiendo como Kou se restregaba contra su mano, para acariciar las orejas de este con lentitud entre quejidos de el dolor pues su brazo izquierdo tenia muchos cortes y mordidas que ahora estaban suturados y vendados,mientras que el derecho tenia una fractura y por ende yacia con un yeso.
-tran...quilo amor...yo...me recuperare y...podremos...e-explorar juntos...como pareja...hng...¿quien t-te trajo?¿c-como se llama a quien debo agradecer que te trajera a...asalvo?...-
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Post by Deleted on Jun 28, 2017 22:43:46 GMT
De pronto la puerta se abrió, dejando al descubierto que Ondine se había dejado dejar por sus sentimientos y se había puesto a llorar amargamente. La sirena rápidamente reaccionó y se volteó hacia el otro lado para ocultar la cara, además de que llevó una de sus manos a su rostro para enjuagar sus lágrimas. No quería que otras personas la miraran así, tan vulnerable... Era demasiado vergonzoso. Las dos personas entraron, pero no parecieron tomarle atención a su presencia, por lo que ella solamente bajó la cabeza un poco y se apartó algunos pasos de Rallis para abrir paso ante los que seguramente eran sus amigos. Cuando se había apartado, escuchó los murmullos de Rallis y levantó un poco la mirada, pero no llegó a verlo ni a dar una respuesta concreta, sino que sólo asintió con la cabeza y le sonrió más por compromiso que nada. Se sentía extraña estando allí, y su nerviosismo no pudo elevarse más cuando escuchó a Rallis referirse a uno de los presentes como su pareja, al cual miró de manera algo sorprendida. ¿Era él? ¿Él era con quien Rallis se iba a casar? No lo conocía de nada... Era una pena conocerlo en un momento así, pero nada se podía hacer. Estaba incómoda. Ella sabía que no pertenecía allí, que no hacía nada más que ocupar espacio. Con esos pensamientos en mente, la pequeña medusa se apartó otro poco de ellos y buscó algo nuevamente en su bolso, sólo para terminar sacando una pequeña caja de madera, la cual dejó en una mesita que estaba al lado de la cama donde el arconte descansaba.
- Ésto... Uhm... E-Es para ti, Rallis. - Musitó mientras acariciaba los bordes de la cajita delicadamente, apartándose cuando llegó hasta sus esquinas. - Tiene algunas pociones que seguramente necesitarás... Las instrucciones vienen adentro. - Aclaró mientras se alejaba lentamente de la mesa caminando de espaldas hacia la puerta. - R-Recordé que tenía algo que hacer en u-uhm... En ¿Draconia? Sí, en Draconia... E-Espero que te recuperes pronto, lo siento. Con permiso. - Y tan pronto como había llegado, la sirena salió por la puerta, la cerró y se alejó.
Sus piernas dolían, su corazón dolía... Pero prefería alejarse a molestar a otros con su presencia.
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Cytka Niraj
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Post by Cytka Niraj on Jun 30, 2017 0:41:49 GMT
Los sonidos y el aura que se producían en aquella habitación eran abrumadores para el kirin como no se tiene idea. Siendo alguien muy empático aquel mar de emociones le conmovían y quebraban su débil corazón despiadadamente. Aunque apenas conociera a Kouhei, aunque fuera la primera vez que veía a Ondine y Rallis no podía evitar adueñarse de su pena y preocupación, pues esta era latente y perceptible. Comenzó a temblar, llevo sus manos a su boca para ahogar cualquier intento de comenzar a sollozar, aun así algunas lágrimas resbalaron por sus mejillas–“Dioses…”-susurro para sí mismo en un tono bajo, pidiéndoles fuerza desesperadamente en sus pensamientos.
Cuando Ondine comenzó a hablar el kirin se tensó ante el sonido, escuchándola sin salir de su estado de shock ¿Pociones? ¿Ella era boticaria? Probablemente ella debió estar atendiendo a Rallis, pensó. No pudo reaccionar a tiempo para detenerla, si ella era la que cuido del herido tenía muchas preguntas que hacerle. Pero para cuando pudo pronunciar una palabra concreta ella ya estaba abriendo la puerta–“E-Espera, no te-“-trato de llamarla, dejando su frase a la mitad al escuchar el sonido de la puerta cerrándose, quedando solo ellos tres en la habitación. Cytka se tomó un momento para respirar y limpiarse el rostro, como médico no podía seguir contribuyendo a aquel ambiente tan poco agradable, no era profesional ni mucho menos lo adecuado. Apenas pudo retomar un poco la compostura se acercó con pesadez a la cama, quedando del lado contrario a Kouhei.
-“E-Es un gusto conocerte Rallis…Kouhei me ha contado de ti”-hablo en tono suave, tratando de mantener una sonrisa en su rostro. Mientras tanto sacaba de su bolsa todo su botiquín médico, no estaba seguro de como podría ayudar ahora pero lo intentaría sin duda.-“V-Voy a revisar como estas ¿de acuerdo?”-reafirmo mientras escudriñaba de arriba a abajo al herido. Ahora mantenía una mirada concentrada, sin mucho rastro de la debilidad mostrada anteriormente. Trago saliva ante la cantidad de sangre acumulada en los vendajes ¿Qué habría pasado para causar semejantes heridas? Sin duda algo muy doloroso. Detectaba el olor de la poción de Ondine en Rallis, sin duda sabría que lo haría sentir mejor pero tal vez tardaría un poco. Lo mejor que podría hacer ahora es tratar de calmar el dolor del arcano, de entre sus cosas saco una poción blanquecina y un trapo, el cual mojo con el líquido hasta que quedo húmedo.
-“V-Voy a ponerte un poco de esto, ayudara a calmar el dolor…no te va a doler nada”-explicaba con tranquilidad para que no tuviera temor o preocupación. Procedió con suavidad a dar pequeños y fugaces toques en los vendajes de Rallis, apenas rozaba la superficie de estos para minimizar el dolor. Poco a poco empapo las heridas con el calmante, era un proceso algo lento pero en aquellas condiciones solo quería ser cuidadoso. Apenas término se limpió el sudor y trato de recuperar el aire. Trato de dedicar una mirada serena a Kouhei, aunque al verlo de aquella manera mejor la desvió antes de que el mismo comenzara a llorar otra vez
-“Creo que te dejare un momento con el…”-hablo por lo bajo tragando saliva, su amigo no se lo había pedido pero creía que ambos querrían estar un momento a solas para reconfortarse uno al otro. Se incorporó para guardar sus cosas y colocar la bolsa en una esquina de la habitación. Se acercó finalmente al kitsune, colocando una de sus manos en su hombro para transmitirle apoyo –“Estaré cerca, no te preocupes…”-comento al alejarse de ambos y dirigirse hacia la puerta para salir. Ya afuera busco una banca cercana a la pared de los cuartos, recostándose en ella para quedarse dormido un rato hasta que lo necesitaran.
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Post by Deleted on Jun 30, 2017 3:33:07 GMT
Kouhei, aún llorando, tomó la mano de Rallis con las suyas cuando la contraria comenzaba a perder fuerza. - Eso ya no importa!- dijo alzando su voz a la vez que las lágimas recorrían su rostro. - Entiendo que no hayas querido preocuparme al contarme lo que pasó... ¿Pero crees que ahora estoy mejor al no saber lo que ocurrió y enterarme a medias para encontrarte en este estado?... Me siento horrible, Rallis- subía la mirada con sus ojos inundados de lágrimas, y volvía a bajarla para decir: - No me asustes de este modo...- expresaba sollozando, ocultando su cara con los mechones de su cabello. Kou comenzaba a sentir unas caricias en sus orejas, pero parecía que al arconte le dolía acarciarlo, por lo que tomó su mano y la bajó hacia la cama. No quería que se esforzara estando así de herido. - Obvio que te recuperarás. No dejaré que empeores. Piensa em todo lo que podremos hacer cuando salgas de aquí ¿vale?- su voz se quebraba bastante a medida que seguía hablando. - Tenemos tantas cosas que hacer juntos, que no me atrevo a pensar que haría si no sales de esta- . Evitaba seguir llorando al contestar la pregunta que le había hecho el contrario: - Cytka fue quien me trajo. Me alegra haber corrido con tanta suerte al conseguir a alguien que conociera la selva. De otro modo, no habría podido llegar- Estaba muy centrado en Rallis, pero por un momento escuchó el sonido de la caja de madera siendo dejada en la mesa. El zorro había volteado a ver de quién se trataba, pero sólo logró escuchar la puerta cerrándose detrás de él. Lamentablemente no pudo saludar y agradecer a aquella persona, que de seguro estaba ayudando a su amado. Ahora el kirin se acercaba a tratar a su pareja. El kitsune se echó un poco hacia atrás a la vez que secaba inútilmente las lágrimas que seguían saliendo sin control. Estuvo así durante todo el tratamiento de Cytka, viendo cómo su mano palpaba con el medicamento el cuerpo de Rallis. Al terminar, este le había dado una palmada en su hombro para dirigirse fuera de la habitación y darles privacidad. El zorro tomó la mano de su pareja nuevamente, con mucho cuidado, y dándole un delicado beso en sus dedos. - Rallis...- decía bajando su rostro y orejas mientras que se apoyaba del colchón para ocultar su cara. Sabía que en este momento, el arconte necesitaba mucho cariño, pero tenía miedo de hacerle daño, incluso temía subir la mirada para verlo tan herido. - ¿Por qué no querías preocuparme? Tarde o temprano me iba a enterar ¿y aún así no querías que viniera? Ahora me siento como una molestia, pues todo esto me tomó de sorpresa y realmente no sé qué debo hacer para que mejores. No me habías escrito todo este tiempo, y yo creí que te estabas divirtiendo mucho como para contarme lo que hacías afuera. Fue un bajón completamente encontrarte así-. Aún sus lágrimas se deslizaban hasta caer de su barbilla. Ya se había formado un pequeño charco de lágrimas debajo del rostro del kitsune. (ooc: Ondine! Nena! No te vayas! Te quierooooo!! vuelve, mi amor! :'v)
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Rallis
Los Invictos
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Post by Rallis on Jun 30, 2017 21:14:33 GMT
Cuando menos lo espero abrio los ojos lentamente pues los habia cerrado para tratar de calmarse soportando el dolor interno que poco a poco sedia ante la pocion de la sinera Ondie, escuchando y observando a la misma que se habia levantado y sacado una caja de madera con un grabado sumamente hermoso, pero...¿a donde hiba? ¿por que se hiba? no queria no.
-No...o-ondine...no te...-
Sus palabras no habian sido escuchadas, la sirena se habia retirado y cerrado detras suya la puerta, mientras el otro joven de cabellera rosada le trataba de detener, en vano...sintio como si su corazoncito se rompiera, para tratar de levantarse, hasta sentir el dolor no fuerte, poderoso en el estomago donde yacia la herida mas peligrosa de todas, hasta ser recostado por los otros arcanos que le cuidaban tambien, preocupados por las terribles heridas.
Sus ojos se tornaron cristalinos, tenia mucho tiempo que no le habia hablado, que no la habia visto y eso le dolia, creyo que habia hecho algo muy malo y que jamas se le hiba a perdonar, hasta que su atencion fue desviada hacia Cytka que se presento ante el. "-“E-Es un gusto conocerte Rallis…Kouhei me ha contado de ti”-" su voz era tranquila, sonreia pero los ojos dorados miraban los del contrario, que reflejaban tristeza y dolor, sabia que le dolia algo ,quiza su sola presencia de dolor y sufrimiento en su cuerpo todo agraviado por lo que habia vivido, se acerco hasta la cama mientras Kouhei se habia hecho a un lado, sentia dolor en el estomago aun, vio como sacaba de su bolsa unas cosas que parecian ser utiles para heridas, . ".-“V-Voy a revisar como estas ¿de acuerdo?”-" Rallis se quejo de dolor y termino por asentir ante lo que le estaban diciendo, notando un frasco con un liquido blanco que usaban para mojar un trapo, el cual lentamente comenzo a tocar sus heridas para mojar estas atravez de las vendas. Dolia, dolia mucho cada toque, por mas lento y suave que fuera el dolor le ca usaba leves espasmos.
-A-ah!...ugh! d-duele...duele mucho p-para...p-por favor...-
Las vendas de su vientre se movieron un poco mostrando solo una pequeña parte de su horrible quemadura que aun yacia la piel rosada con partes enegrecidas, entre un poco de sangre que se escapaba por las zonas rosadas, era desagradable en verdad, cuando las heridas fueron mojadas totalmente rallis solto un fuerte suspiro de alivio, dejando caer su cuerpo mas relajado en la cama, jadeante de dolor.
-g-g-g-gra....cias...-
Fue asi cuando Cytka les dio un momento a solas a Rallis y Kouhei, Rallis no se encontraba verdaderamente preparado para lo que sucederia entre ellos, tenia tanto miedo de que Kouhei lo dejara. " -Entiendo que no hayas querido preocuparme al contarme lo que pasó... ¿Pero crees que ahora estoy mejor al no saber lo que ocurrió y enterarme a medias para encontrarte en este estado?... Me siento horrible, Rallis- ", trago saliva el arconte, se sentia muy mal y esas palabras eran como si aquella oni le clavara las garras de nuevo, una y otra vez, le dolia verlo lleno de lagrimas, verlo lleno de dolor por su preocupacion. "-No me asustes de este modo...- " no queria, no queria verle sufrir, verlo llorar por su culpa, para lentamente con su mano mover los mechones.
-n-no quiero...hacerlo...mas...q-quiero vert-te feliz...-
Sintio el pelaje suave de las pequeñas y hermosas orejas, la textura que tanto le gustaba sentir y jugar con las mismas, cuando sintio la mano suave de Kouhei, este la sostuvo unos momentos sintiendo el calor y suavidad de las mismas que tanto le gustaba, para ser bajada hasta la cama. "-Obvio que te recuperarás. No dejaré que empeores. Piensa en todo lo que podremos hacer cuando salgas de aquí ¿vale?- " Kouhei siempre le daba esperanzas, una razon para seguir adelante, el era la razon por la cual seguia convida y queria vivir mucho mas. "-Tenemos tantas cosas que hacer juntos, que no me atrevo a pensar que haría si no sales de esta- "
-s-si....t-tenemos tanto que hacer...t-tanto que decir y...t-tanto por que vivir...amor mio...n-no pienses lo peor...yo...tengo una luz que me guia...y esa luz siempre vas a ser tu...-
Queria besarlo, queria sentir todo su amor pero no era posible al menos no en esos momentos, solo debia ser paciente, pues ahora estaba el arcano que mas sonrisas le daba y mas amor sentia por el a su lado, sintiendo como le habia dado un calido y tierno beso en los dedos de su mano, sentia que no merecia tan hermoso ser a su lado. "-¿Por qué no querías preocuparme? Tarde o temprano me iba a enterar ¿y aún así no querías que viniera? Ahora me siento como una molestia, pues todo esto me tomó de sorpresa y realmente no sé qué debo hacer para que mejores. No me habías escrito todo este tiempo, y yo creí que te estabas divirtiendo mucho como para contarme lo que hacías afuera. Fue un bajón completamente encontrarte así-" Esas palabras llegaban a lo mas profundo de su corazon y entre lagrimas Rallis estiro su mano hasta el kimono holgado de Kouhei y lo tomo con fuerza para decir.
-N-no queria agobiarte con mi dolor, con mi sufrir, con mi sangre sobre tu hermoso cuerpo, no queria que tu rostro se manchara con la pesadumbre de verme de esta manera pues tu eres el ser mas puro que jamas habia encontrado, quien se llevo mi corazon, mi alma y mi cuerpo, eres mi todo Kouhei y siempre seras mi todo, nada de ello cambiara, Te amo, y te amare hasta que muera, y si hay una vida despues de esta, te amare tambien entonces. Todos tenemos nuestros secretos que ocultamos por que no queremos hacer daño a la gente que nos ama....Y siempre eh leido y creido que hay un hilo invisible que conecta a aquellos que estan destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, el lugar, ni la ciscunstancia. El hilo se podria estirar o enredar, pero nunca se rompera, Te amo de verdad Kouhei.-
Sus mejillas estaban coloradas, sus ojos cristalinos, queria darle esa seguridad de que pasara lo que pasara, sea herido, sea lastimado por defender a su amado no importaria pues el daria todo por su pareja y jamas lo dudaria.
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Post by Deleted on Jul 3, 2017 17:39:53 GMT
Después de haberse alejado lo que ella consideró suficiente, se sentó en alguna esquina alejada del resto de cortesanos para descansar sin molestar a nadie. Algunos la miraban extrañados, pero el resto sólo la ignoraban y seguían con lo suyo, cosa a la que Ondine no le prestó atención del todo ya que se había agachado para ocultar su rostro entre sus rodillas para no sentirse tan observada. ¿Por qué estaba a allí en un principio? Pensaba, recordando que la única razón de su travesía a través de la selva había sido para vigilar la salud de Rallis, cosa que ahora mismo no estaba haciendo y no pensaba ir a hacer por lo pronto, ya que él seguramente estaba conviviendo felizmente con sus amigos cercanos.
Un sentimiento amargo invadió un poco su pecho al recordar nuevamente a las otras dos personas que estaban con el arconte, haciendo que lo confundiera con una acidez cualquiera y se levantara un poco a darse golpesitos en el pecho para intentar aliviar dicha sensación. Ellos... Eran cercanos, ¿Verdad? Más que ella, seguramente, pues ella apenas y conocía ciertas cosas sobre él y ellos al final eran su pareja y el amigo de su pareja. ¿Por qué Rallis no le había dicho antes sobre su pareja? ¿No eran amigos? ¿Era acaso que no confiaba en ella o simplemente porque... No la consideraba importante? Ella siempre lo quiso mucho como amigo pero... Quizá el sentimiento no era recíproco. ¿Al final el haber ido había sido un error? Más y más pensamientos negativos invadieron la mente de la sirena, la cual después de un rato no aguantó del todo y se puso a sollozar en voz baja.
Unas horas más tarde, (cuando se sintió lo suficientemente fuerte de nuevo) Ondine caminó nuevamente hacia la habitación del arconte y abrió la puerta, no sin dar dos leves golpes en ésta para avisar que iba a entrar. - V-Vine a revisarte... - Susurró ya estando dentro, para luego acercarse y limitarse a tomar la temperatura del arconte con su mano en caso de que tuviera fiebre por una herida infectada, lo cual era algo bastante común en experiencia de la sirena. Aún estaba algo seria y apenas y se atrevió a mirar al arconte y a su acompañante de reojo para no incomodarles más de lo necesario.
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Post by Deleted on Jul 9, 2017 2:15:35 GMT
- Rallis...- dijo Kouhei con la voz quebrada a la vez que subía el rostro para mirarlo a los ojos. Ahora el zorro tenía otra razón para llorar: estaba conmovido con las bellas palabras que le dirigía su pareja. - M-me muero por abrazarte- exprezó antes de comenzar a sollozar como un niño pequeño. Estaba dejando salir el dolor y la frustración que sentía por el estado del arconte además de estar feliz por tener a alguien tan hermoso en todos los sentidos a su lado. Se pasaba las mangas de su kimono repetidamente por su rostro, secando las lágrimas que no dejaban de salir e intentando calmarse para no preocupar a su amado. Al rato, la sirena había regresado. De nuevo, Kou se echaba a un lado dándole espacio para el tratamiento de Rallis. Había logrado contener su llanto, para mirar lo que estaba haciendo Ondine, estando pendiente si esta necesitaba que la ayudara A los pocos minutos, alguien se encontraba tocando la puerta de la habitación. El kitsune pensó que se trataba de su amigo pidiendo permiso para entrar nuevamente, así que se levantó a la vez que se acomodaba para no parecer que había llorado (cosa que no pudo ocultar). Abrío la puerta, pero Cytka no se encontraba ahí, sino un mensajero, quien traía algo para él. - Esto es de parte de Malak- dijo el señor, sin mostrar preocupación al ver el rostro húmedo y enrojecido del zorro. Simplemente entregó el paquete y se dirigió a la salida, pues nada de esto era de su incumbencia. Kouhei observaba lo que se le había dado mientras recordaba que Malak le dijo que le enviaría una poción curativa para Rallis. El frasco venía con una nota, probablemente se trataban de las instrucciones. Kou la leyó detenidamente, aún encontrándose frente a la puerta que había dejado abierta. Nota: lagrimas de ángel caído
datos: una pociónn curativa de mediano/fuerte uso, se usa especialmente para heridas profundas, ayudándolas a sanar de manera casi perfecta sin problemas posteriores a la aplicación. Es de un color negro profundo de la cual no se puede apreciar brillo alguno, sin embargo es emanan te potente de luz debido a los poderes curativos de esta dependiendo del arcano sera la tonalidad que la luz despida. se debe tener cuidado con este producto, al momento de aplicar sera peligroso retirarla, el arcano o ser que se vea expuesto a la aplicación de esta poción en alguna herida sentirá fuertes alucinaciones acompañadas de dolores intensos durante las primeras 12 horas de haberse aplicado. después la sustancia se pasara a absorber por medio del sistema sanguíneo del arcano. después de que esto pase, los dolores desaparecerán y las heridas comenzaran a sanar a un paso medio/rápido.
ADVERTENCIA: no se debe aplicar esta sustancia en Seres de luz si se han visto en contacto con seres de oscuridad recientemente, en caso de ser así, se deberá dar un baño en agua y limpieza profunda al arcano antes de la aplicación. los efectos pueden variar entre especies. pero puede generar .io.en... e. ..r.s .e .uz -texto desvanecido- Tras leerla, el zorro dudaba mucho sobre utilizarla, sobretodo por el texto desvanecido. Por lo que decidió consultarle a su amigo, quien se encontraba durmiendo en una banca cerca de la habitación. - Cytka...Cytka...- lo llamaba con cuidado, sacudiendo sus hombros levemente para despertarlo. (ooc: Cytka viene ahora. Cambiamos turnos. No se lo vayan a saltar :v)
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Cytka Niraj
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Yo doy hasta lo último de mí por los que amo
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Post by Cytka Niraj on Jul 10, 2017 5:12:23 GMT
El hecho de que el kirin permaneció dormido durante varias horas no significa que tuvo el descanso que buscaba. Aquel cuarto emanaba tantas emociones que se filtraban en la conciencia de Cytka sin piedad, reflejándose en sus sueños de forma brutal. Su rostro iba recorriendo diversas expresiones a medida que la conversación dentro de la habitación seguía: alivio, dolor, tristeza, temor; iban apareciendo sutilmente como resultado de su pesadilla. Imaginación y recuerdos daban origen a una mezcla espantosa y atroz, donde los roles se invertían, gente que le importaba sufría y el solo podía contemplar y lamentarse-"...N-No...N-No...t-te perderé...a...ti...también... "-murmuraba dormido, visiblemente afectado por lo que fuera que soñaba. Los movimientos suaves del kitsune le fueron despertaron gradualmente, abriendo los ojos poco a poco. Antes de retomar control en la realidad algo dentro de él dio una alarma, seguramente el mal sueño que aún no se diferenciaba totalmente del momento actual.
En un movimiento fugaz se aferró con firmeza a las muñecas del contrario, el cuerpo tenso ante la conmoción y los pulmones desesperados por aire. Le tomó algunos segundos reconocer a la persona frente a él, segundos en los que mantenía aquellos cansados ojos firmes en los del peliblanco. Recordando donde estaba y lo que había venido a hacer ahí su expresión se atenuó-"¿K-Kouhei?...¿O-Ocurre algo?"- se tallo el adormilado rostro. Pido explicaciones, en lo que Kouhei le mostraba la botella con la poción negra. Cuando la tuvo en sus manos la observo detenidamente, incrédulo de que en verdad la tuviera en sus manos-"Mi mentor me había contado de esta opción, jamás creí que la tendría frente a frente...”-mantenía una mirada perdida en el líquido obscuro-“Kouhei, esto es muy peligroso. Y-yo nunca he trabajado con pociones tan potentes"-hablaba con pesadez, su preocupación era latente pues temía las incontables consecuencias de la poción de Malak. Con los ojos posados en Kouhei noto las marcas de llanto en este, además de que detectaba el olor a sal por las lágrimas derramadas. Trago saliva con culpa al ponerse en los zapatos de su amigo. Podía entender lo que Rallis significaba para el kitsune: todo en el mundo. Alguien especial para el de una manera inimaginable, alguien por el que se estaba dispuesto a dar todo lo necesario solo para su bienestar. Alguien que no podría soportar perder ni ver sufrir…podía relacionarse con eso, de verdad. Suspiro, mirando ligeramente hacia arriba para buscar las estrellas sobre él, buscando fuerza en aquellos que se encontraban lejos…muy, muy lejos de él. Poso su mano libre en el hombro del peliblanco, dedicándole una mirada serena -"¿Qué te parece si lo hablamos con Rallis primero? S-Si ustedes están de acuerdo con esto, h-haré lo posible por que no pase nada"-trato de dar esperanza, pues eso era lo único que podría afirmar con seguridad. No quería mentir, no quería admitir que estaba aterrado de provocarle daño a la pareja de su amigo, no quería cargar con aquella culpa. Aun ni pasaba nada y el kirin ya estaba temblando ante el peor escenario, típico de Cytka.
Se desplazó junto con Kouhei hacia la puerta de aquel cuarto, volviendo a dudar antes de abrir la puerta para entrar. Volvia a detectar dos presencias con sus agudeza sensorial ¿Habría vuelto la chica de antes? Ese pensamiento le dio ánimo, anunciando su presencia suavemente antes de pasar al interior del cuarto. Al confirmar que efectivamente era Ondine quien estaba devuelta volvió a respirar-"H-Hola de nuevo...m-me alegra que de volvieras..."-saludo tímidamente mientras se colocaba al lado opuesto de aquella cama, quedando frente a la chica para observarla trabajar.-"No sé si sea un buen momento, pero creo que no me presenté contigo como se debe. Soy Cytka"-comento sin querer perturbar aquella paz incomoda que se vivía en el cuarto, trataba de normalizar el momento. Espero a que Kouhei estuviera reunido con los demás antes de continuar.
Procedió entonces a explicar a los dos faltantes lo que sabía de la poción, leyendo las instrucciones así como lo que pudo de la advertencia con voz clara pero tenue. Aclarando muy bien el riesgo que conllevaba usarla y los efectos que esta describía incluso si llegara hacerse el procedimiento correctamente. Trataba de que aquello sonara lo menos atemorizante posible, pero había duda evidente en su tono ¿Cómo no dudar? Esto era sumamente riesgoso, si Cykta fuera el único con la oportunidad de elección su respuesta seria un rotundo ‘No’. Por desgracia aquella decisión no le correspondía totalmente -"Y-Yo en lo personal no recomendaría aplicártela según lo que dice aquí...es demasiado que arriesgar...demasiadas repercusiones…"-expreso con la mirada en Rallis, atento a su estado. Paso una mano por su propio cabello blanco, como si tratara de sacudirse todos los pensamientos dolorosos que se vivían.-"P-pero si crees...si ustedes creen que es necesario y-yo...haré lo posible porque esto funcione"-se aferraba al frasco con temor y firmeza, dedicando miradas variadas a los presentes. En esta situación no había espacio para temor, él era médico. Había hecho un juramento tiempo atrás: jamás negar la ayuda a un herido, jamás rendirse hasta intentarlo todo. Estaba más que dispuesto a seguir aquel juramento hasta el final, a pesar del terror que afectaba su corazón.
Al tener una pequeña idea en mente mantuvo la vista en Ondine, una mirada tenue y cansada-"Tu eres boticaria…¿no?”-preguntaba lo obvio por cortesía, para dar paso a la verdadera cuestión –“Si estás de acuerdo…apreciaría mucho si me ayudarás con esto...n-no...no puedo solo..."-expreso con sinceridad. <<no quiero hacerlo solo, no podría soportarlo si algo malo pasa>> gritaba en su interior. No conocía a Ondine, pero necesitaba alguien con quien apoyarse, alguien que pudiera asegurarle mayor posibilidad de exito y en aquel momento la sirena era la adecuada ante sus ojos, una luz, una esperanza. Espero unos minutos que le parecieron eternos antes de plantar las amargas palabras en su garganta-"¿Vamos a intentarlo?"- Llamo a los tres reunidos junto a aquella cama, esperando a escuchar sus respuestas: aquí se decidiera el destino de una persona, el kirin no actuaría mientras quedara un solo presente que se negara a lo que iban a hacer.
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