Dancing with Grace (Priv.)

Estabas sencillamente maravillada, asombrada de lo hermoso que era el lugar, en verdad llevabas un tiempo allí, no habías abierto la panadería ese día para llegar a tiempo, no sabías como llegar al bosque de las hadas, así que preguntando y entre carretas de trabajadores pudiste ubicarte, llevabas un nuevo bolso que habías cocido hace poco, con unos cuantos panes y una libreta con un carboncillo, no era una gran dibujante ni nada por el estilo, pero si le gustaba intentarlo, conservar esas imágenes tan bonitas en su mente y aun mejor, en papel, había dibujado muchas plantas coloridas, se detenía cada momento, ni siquiera sabía si estaba lleno en la dirección correcta pero lo estaba disfrutando bastante, se sentía muy libre en aquel lugar, incluso daba algún saltito para avanzar


A unos cuantos pasos logro divisar a alguien, se acercó lentamente, escondida tras los arboles del lugar, lo reconoció, era Khorial, estaba recostado en el suelo durmiendo, ups…Quizás había perdido mucho tiempo , te acercaste un poco más y te apoyaste en uno de los árboles, estabas a unos cuantos de distancia, podías ver pero no ser vista por el chico, el escondite perfecto, comenzaste a retratarlo, mientras aguantabas la risa, como un niño que comete alguna travesura, intentabas hacerlo lo mejor posible, corrigiendo las líneas, gastando el carboncillo sin ninguna preocupación, estabas muy feliz, esos últimos días habían sido maravillosos ¿Cómo no estarlo?


En uno de los instantes donde volviste a levantar la cabeza para mirarlo nuevamente viste algo completamente nuevo, una hermosa criatura de color blanco estaba junto a Khorial, parecía que lo olfateaba, Silver estaba completamente maravillada admirando al ser, hasta que este se alejó de Khorial, perdiéndose de la vista de Silver, cuando la chica salió de su estupor corrió hacia Khorial con la emoción de una niña, inclinándose de forma brusca a su lado y tomándolo por los hombros para darle un suave zarandeo –Khorial despierta Eso ha sido increíble Te lo has perdido - Los ojos normalmente oscuros tenían en ese momento un intenso brillo violeta, la chica estaba demasiado exaltada, como si hubiera comido toda la azúcar de su vida de una sola vez

La criatura magnifica, delicada y gentil observo sorprendida el como la jovencita de cabellos platinados habia salido de su escondite, le sorprendio un poco que casi prefirio levantarse de su lugar pero no lo hizo al notar quien era, Silver se acerco al joven durmiente emocionada cual niña pequeña al aver visto algo mistico, recordo como las doncellas de los reinos mas lejanos en el mundo humano de corazon puro y sin una pizca de maldad se adentraban en el bosque a buscarla solo para recibir la bendicion del unicornio para una vida llena de felicidad y amor, movio sus orejas un poco enternecida ante esos recuerdos de cuando antes los humanos creian en la divinidad de los arcanos que le parecia bello.

Observo como el joven de cabelleras negras como el evano habia sido sacudido levemente por la joven que tenia las mejillas coloradas para despertarlo, durante unos cuantos movimientos el joven finalmente abrio sus ojos encontrandose adormecido aun, estirando sus brazos en un intento de casi alcanzar el cielo hasta que su mirar se cruzo con el de Amalthea, se habia levantado atónito si los hombres ya no reconocen lo que miran, es muy posible que los unicornios habian sido olvidados o solo habria muy pocos vivos."-Es un unicornio... verdad?-" su voz temblaba como si temiera estar en un mal sueño.

Se quedo perplejo por la voz de aquella criatura, era hermosa y tenia un tono melancolico que alcanzaba tu alma en tan solo unas frases, escuchando atentamente cada palabra del Unicornio, mientras este se levantaba y comenzaba a rodearlos lentamente y con una gracia unica al caminar, Khorial aun estaba maravillado, hasta que lentamente aquella criatura comenzo a tomar una forma mas humana, mostrando una gran cabellera blanca, y un vestido hermoso, todo combinado a una chica de gran belleza, a la que Silver parecia conocer... era Amalthea.

Uh...? Eres Amalthea...? .- Dijo con gran sorpresa, no tenia idea de que ella era un Unicornio, ni tampoco sabia que era tan hermosa.- Es un placer conocerte al fin, Amalthea, mi nombre es Khorial, Khorial Ruststeel.- Hizo una pequeña reverencia en señal de respeto, y devolviendole el que ella habia dado, ya estaban los tres reunidos, a pesar de que la espera el la paso durmiendo.
Dio una mirada a los soldados que apunto Amalthea.- Ya veo, no tengo problemas, de hecho me siento algo seguro haha.- Comento rascandose la cabeza, para luego acordarse la razon por la que ellos estaban alli ese dia, practicar baile para el dia del Festival del Cortejo.

Entonces... que tipo de baile practicaremos...? .- Pregunto algo nervioso, sentia que en cualquier momento se entorpeceria, se caeria, pisaria a alguien, cualquiera de aquellas situaciones vergonzosas que suceden en los bailes, incluso miro sus pies dudando de ellos, para luego dan un gran suspiro con cara de preocupación.

Silver sonrió mientras negaba suavemente, relajada, ella había reconocido la posición que había tomado la pareja, un vals que ella conocía bastante bien, pero seguía siendo torpe en eso –No se preocupe por mi señorita Amalthea, yo conozco algo de ese baile y puedo esperarla con gusto  – Explico para luego inclinarse a recoger su cuaderno y los trozos del lápiz de carbón que se le habían caído momentos antes, era inevitable que se rompiera por la caída, pero aun servía, y ahora tenía más pedacitos para poder llevar consigo, camino hasta el árbol donde momentos antes había estado durmiendo Khorial y con delicadeza se sentó allí, acomodando la falda roja que llevaba, a veces olvidaba el color de aquella vestimenta, estaba muy acostumbrad a usar el delantal. Se quitó con cuidado su bolso y lo acomodo junto a ella, más tarde podrían tener hambre, y compartir la comida era mucho mejor, volteo a ver a los guardias y les sonrió, pensando en invitarlos a comer también, el pan era suficiente para dividirlo y que todos tocaran una buena porción


Volvió su vista a la pareja, observándoles practicar, o bueno, Amalthea enseñándole al herrero lo básico de aquella hermosa danza. Recordó la primera vez que había bailado aquello, había pisado demasiadas veces a su padre, se enredaba con los pasos, y como siempre miraba al piso se mareaba con rapidez, esperaba realmente no pisar a la señorita Amalthea en la práctica, eso sí que la haría morirse de la vergüenza, trago saliva nerviosa de solo pensarlo, también esperaba que Khorial no lo hiciera, aunque quizás eso pasaría, inevitablemente, si el joven se ponía nervioso


Acomodo en sus rodillas el cuaderno, pasando a una página nueva y comenzando a pasar el carboncillo, mirando a la pareja fijamente, intentaría capturar esos bonitos momentos, pero era difícil, no tenía la habilidad necesaria para hacerlo y solo terminaba siendo un montón de líneas que daban siluetas extrañas, se rió de aquello, en realidad se veía solo como unos garabatos, paso a la siguiente hoja para volver a intentarlo, esta vez se quedó mirando un poco más, quizás así podría tener una imagen mejor para dibujar

La dama bailaba con el chico con tranquilidad con gracia y elegancia para notar el nerviosismos del chico, en eso sonrio enbelezada, pues sus reacciones eran de un joven temeroso de equivocarse o simplemente era inexperto en estos tipos de momentos, sus manos eran duras, las manos de un hombre que dedicaba su vida al trabajo, no le parecio nada malo en absoluto, era tierno, para sonreir ante su incognita de si hacia bien su danza.


-Lo estas aciendo maravillosamente pequeño, tu sigue tranquilo y practicaremos un poco mas-


Dijo cuando este comenzo a moverse com nor pena, con mayor fluides y una linda sonrisa se postro en su rostro, amalthea se sentia llena de dicha cuando alguien disfrutaba del baile con ella, nada mejor que una danza o musica para mejorar unos corazones heridos o tristes cuando noto como sus pies le jugaron una mala broma y termino cayendo contra el suelo, la unicornio se agacho preocupada pero parecia que no tenia ninguna herida, en eso solo la dama le entrego una linda sonrisa para ayudarle a levantarse y sacudir su cabello.


-Bueno, tendremos que practicar un poco mas contigo pequeño, ahora como bien dijo el, sigue usted dama silver...-


Estiro su mano con delicadeza hacia Silver que se encontraba dibujandolos mientras bailaban, le apenaba interrumpirla pero quiza entre mas rapido aprendieran mas tiempo de diversion tendrian los arcanos ademas de esas clases pero para algunos se puedan tornar pesadas.