In the heart of the jungle (privado haytham, ondine, neero)

La pequeña sirena apenas estaba regresando a casa cuando sucedió el percance con aquella rana que sin duda la retrasó notoriamente en su camino, obligandola prácticamente a parar de caminar no mucho después debido a que no podía respirar del todo bien y sentía como comenzaba a entumecerse todo su cuerpo. Conocía esa sensación de antes, debido a que como era una boticaria que solía utilizar y tomar venenos en dosis bajas para experimentar y así hacer nuevas pociones, por lo que más de una vez se había llegado a envenenar ella sola, pero nunca había sentido los síntomas tan fuerte como lo hacía ahora.

Quizá hubiese tomado algo para contrarrestar aquellos síntomas por su propia cuenta, pero lamentablemente se le habían acabado las pociones que siempre cargaba consigo en el templo del verano, donde más de una persona necesitaba de esos remedios y ella como la blanda medusa que era no se resistió a ayudarlos y prefirió quedarse sin nada, ya que pensó que nada le podría pasar en retorno a Aqualia. Ahora estaba allí, sola y sintiendo como las fuerzas se le iban mientras un ligero sentimiento de arrepentimiento corría por sus venas, aunque no tardó mucho en borrar aquellos pensamientos de su mente, pues eran demasiado negativos y lo que ahora menos necesitaba era ser pesimista. Con las pocas fuerzas que le quedaban, Ondine dirigió su mano hacia su morral y rebuscó un poco en el fondo de éste, hallando milagrosamente un frasco de antídoto el cual era para veneno de medusa, pero tal vez podría servirle de algo debido a que el veneno de la rana y su propio veneno tenían un efecto ligeramente parecido. Pensando en aquello fue por lo cual no dudó en destapar dicho frasquito y beber su contenido que si bien no era mucho quizá podría aligerar un poco su malestar.

Después de eso, la pequeña se quedó tirada sobre las raíces de un gran árbol en el las cuales decidió reposar desde que había mandado su último mensaje en la tableta arcana, resistiendo inmensamente las ganas de cerrar los ojos y dormir. Ya que sabía que si se dormía era probable que tal vez no despertara... O quien sabe, realmente no conocía el verdadero poder del efecto del veneno de esa rana. Desventajas de ser un ser marino explorando la tierra.

En su corazón sólo podía rezar por que alguien pasase por allí y la encontrara.

El hombre hace su mejor esfuerzo por obtener algun olor o sonido que le pueda guiar a los paraderos de la dama quien ocupaba ayuda, pero al no saber quien es no tiene ninguna pista a seguir y aunque asi fuera, sus sentidos eran sobre cargados con la cantidad de olores, ruidos y el foliaje denso, lo unico que podia hacer era seguir avanzando y prestar atencion a sus alrededores cada paso que daba. Solo una cosa era consistente durante su carrera, ruido sobre el, ramas y hojas callendo dando a entender que algo estaba arriba siguiendo lo.
Un muchacho de pelo blanco cae frente a el de la copa de los arboles.
El cual lo tomo por sorpresa y causo que este sacara a medias su espada.
Escucha lo que dice el joven y se da cuenta de que esta buscando a la misma persona, pero no la conoce tampoco.
-olle, nunca te han dicho que es de mala educacion hacer eso? Pense que eras un enemigo! Haha!-
Rie de forma nerviosa del susto que paso.
Mientras explica como es que el tambien la busca, pero no logra captar nada con sus sentidos, se siente abrumado y no se puede concentrar mucho.
-He seguido un holor femenino, pero lo perdiendo en este ambiente pesado, solo lo alcanzo a captar por momentos y lo vuelvo a perder, sin mencionar que tampoco se quien es, solo el nombre Ondine es lo que conosco de ella-
Le comenta con un poco de pena al no poder dar mas informacion.

El zorro no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa cuando el hombre se habia sobresaltado mostrando su espada como para protegerse de alguna amenaza, pero no era momento de sonreir realmente...

—Lo siento amigo... —lanza un suspiro— Su olor es dulce pero salado a la vez, como si tomaras chocolate caliente al frente selde mar... —Agacha la cabeza un momento mientras pone sus manos en la cintura— No tenemos mucho tiempo y tampoco tenemos muchas pistas, realmente no se como es ella, solo se su nombre... Además de que la Señorita Ondine no nos especifico que rana era, dijo colorida pero puede ser alucinógena o... venenosa... ¡Vine aquí en su busca y no me iré sin ella!

Neero estaba completamente decidido ante sus acciones, además el tiempo no era eterno y estaba ya bastante oscuro cosa que peligraba cada vez más la situación...

—Por cierto, soy Neero Oka... un gusto —Baja su torso en forma de saludo al más estilo oriental para luego levantarse pero esta vezen conde alerta— Su olor... se mueve...

Sus colas se esponjaron y salto nuevamente a los árboles —¡Tu busca desde abajo y yo desde arriba! —Dijo con apuro.

Todo comenzaba a darle vueltas nuevamente cuando de pronto pudo escuchar un grito a la distancia, el cual decía su nombre y preguntaba donde estaba. ¿Quién en la tierra podía estarla buscando en un sitio como ese? No conocía a mucha gente, y a los pocos que conocia los veía siempre en la ciudadela, así que... ¿Quién era el hombre que gritaba en su búsqueda? Fuera quien fuera, estaba segura de que él podría ayudarla a ubicarse en aquella densa jungla. 

- ¡Estoy aquí! - Respondió la medusa en un intento de grito, ya que el aire no le daba como para elevar demasiado la voz. Se sentía demasiado sofocada... ¿Qué clase de veneno tenía esa rana? - ¡Tenga cuidado con las ranas! - 

-¡Tenga cuidado con las ra...-
Haytham escucho entre los arboles la pequeña voz, no entendio todo pero fue una advertrncia de algun tipo.
*-Que fue el final? No entendi...-* piensa despues de haber escuchado esa voz.
Se detiene y prepara sus oídos para detectar el ruido de su alrededor(Agudeza Sensorial).
Escucha ruido de una respiracion apenas perseptibles y ruido de lo que el cree fue la advertencia, ranas, solo un poco de ellas a lo lejos pero el ruido que parecia ser de alguien quien con asfixia, se escuchaba cerca, muy cerca.
-olle chico! Alumbra este lugar bien, estamos cerca!-
Le avisa a Neero quien aun seguia en los arboles buscando desde arriba. Haytham se mueve despacio tratando de minimizar el ruido de su propio cuerpo para escuchar mejor aquel ruido que pareciera ser de alguien en problemas.
-La escuchamos, haga ruido, lo que sea que nos ayude a  llegar a usted!-
Grita una vez mas, volteando a Neero para saber si el la avistaba, esperanzado de llegar a la joven mujer en posible peligro a tiempo.

Haciendole caso a la recomendacion del hombre empieza a alejar un poco más las llamas pero una luz le empezaba a llamar la atencion, una luz que no producia Neero, en vez de roja este era celeste pero un poco opaca ¿Sería Ondine? ¿Nos estará llamando? Movi una de mis llamas en direccion de aquella pobre luz para luego bajar a donde Haytham.

-Ey, Haytham... -Señala a la tenue luz- No sera... ¿Ella? El olor es dulce pero salado, como te dije antes pero no estoy seguro... -Puso una pose pensativa, poniendo una de sus manos en su menton mientras que la otra la posaba en su cintura- Si vamos habra que ir con precaucion, puede ser una trampa para viajeros...

Luego de eso se aparta un poco para asi sacar a su querida Niza, su katana, para asi sentirse más protegido.

-¿Que dices...? -Lo mira de reojo-.