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Post by Robin Fitzalon on Apr 23, 2017 20:06:03 GMT
Era un día común como los demás, el aspecto de aquel bosque no dejaba de ser melancólicamente peligroso, cada que uno entraba a ese sitio podía sentirse observado, y ese era el trabajo de Robin.
Escondida entre los inmensos troncos de aquel mágico lugar, estaba esperando a que un sujeto pasara, le habían pagado para que le llevara el cuerpo de un goblin que se quizo pasar de listo con uno de los jefes del mercado negro. Tenía el tiempo casi medido, no podía ser tan difícil capturarlo. Cubriendose el rostro con su capa y cubrebocas carmín, ideales para camuflearse entre los árboles otoñales, sólo dejando sin cubrir aquella mirada filosa que se perdía entre la vegetación, era increíble la habilidad que tenía en no hacer ruido y ocultarse bien. Todo iba de acuerdo al plan, al menos de que algo se le atravesara.
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Post by Deleted on Apr 23, 2017 21:11:34 GMT
Las pezuñas se hundían un poco en la tierra húmeda. Podía escuchar el silencio mismo y como su respiración se interponía. Era un lugar oscuro, algo frio. Se alegraba de haberse puesto aquel abrigo de mangas largas. La lanza la estaba usando de bastón a pesar que ambas puntas eran filosas.
Estaba algo apenado por no ser algo listo para llevarse a su fiel compañero pero de todas formas no iba a conseguir mucho en este lugar, simplemente requería algunos animales, como dos pares para poder vender un par y el otro consumirlo. Comenzaba aburrirse en la caminata, no había nada con que divertirse, tomó la bolsa pequeña y tomo un terrón de azúcar. Normalmente le costaba muchísimo tomar un simple terrón, pero como no había nadie podía hacerlo tranquilo. - Tsk, no hay nada en este lugar.- bufó mientras enterraba con fuerza la lanza, no era necesaria tanta fuerza pero así lograba hacer un leve sonido para ver si cierto animal salía. Conocía a la perfección que este lugar no era de mucho sonido. Se mantenía el mismo ambiente, cero sonido y lo peor, la tensión en la nuca por sentirse observado, pero Aragno no lo comprendía. - Este lugar dar miedo, por favor… debieron ser los de primavera. - continuó bufando.
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Post by Robin Fitzalon on Apr 24, 2017 2:31:28 GMT
Estaba empezando a enfadarse, no parecía haber actividad en la zona, estaba considerando ir a buscarlo directamente, estaba acomodándose las flechas y el arco dispuesta a irse de ahí cuando escucho pasos aproximándose, sacando aire por la nariz, era mejor trepar. Subiendo con tanto sigilo que apenas podían oírse las hojas ser movidas por el viento, sentándose en una rama firme y grande, por fortuna el árbol en el que estaba era lo bastante frondoso y podía estar cubierta sin problema.
Cual fue su sorpresa al darse cuenta que quien estaba ahora frente a ella era un centauro que nunca había visto, haciendo un gesto de desagrado con la boca, ese no era quien buscaba, pero si el sabia lo que le convenía debía de irse. -''A ver tu...''- Preparo su arco y saco una flecha rápidamente, apuntando a la cabeza de este, respiro profundo y...cuando estaba a punto de tirar desvió su flecha a arriba de la cabeza del centauro, disparando hacia un tronco que estaba justo detrás de el.
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Post by Deleted on Apr 28, 2017 2:50:48 GMT
Tronó sus nudillos, ya le iba a salir la vena del cuello por la molestia. No había nada en aquel sitio, solo el silencio reinaba aquel día. En el momento que se decidió marcharse ya que no había conseguido ni una presa y sus estados de positivismo estaban bajando relativamente rápido, una flecha paso como si fuera un rayo, raspando su cabello alborotado.
Instintivamente su cabeza volteó hacia la dirección que había salido la flecha, se alegraba de que su visión es igual que un caballo, había ciertos puntos ciegos pero había podido visualizar perfectamente. Agarro su lanza de manera rápido y apunto hacia la dirección que la flecha había volado. - No crees que le erraste si me querías arrancar la cabeza. - Su tono no era el usual, estaba más que molesto. Sus ojos afilados, ambas manos aferradas con determinación en la lanza preparada por si lo peor esperaba. - Sal de ahí. - Fue una orden seca y llanamente, no iba a actuar suave, sea quien sea lo que estaba escondido.
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Post by Robin Fitzalon on Apr 28, 2017 3:14:16 GMT
Sonrió divertida por la reacción de aquel centauro, talvez una sonrisa de satisfacción era lo más adecuado, su plan era espantar al sujeto para que saliera de su zona, pero logró hacerlo enojar, no se lo esperaba pero estaba satisfecha. Sin duda alguna el tipo lucía molesto y con esa lanza no se podía pensar lo contrario.
Para su suerte era una elfa bastante ágil, y también sigilosa debido a su trabajo, colocándose el arco detrás de ella de manera que no le estorbara al moverse, tomando impulso y trepandose a algunos árboles cerca del extraño.-Si quisiera arrancarte la cabeza ya lo hubiera hecho- bajandose del árbol de un brinco, saliendo sin preocupación alguna de aquel escondite. Apareciendo detrás del chico ahora.-En el mercado negro no dan mucho por esas- recargandose en en tronco de este, cruzando los brazos mientras miraba al tipo con una sonrisa burlona en su cara.
Ooc: No te preocupes.
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Post by Deleted on Apr 30, 2017 2:40:14 GMT
Realmente le había molestado a cierto punto de desear que haya algún animal y pedirle que le arranque la cabeza. Su voz resonó en el silencio, era una muchacha. Provenía por detrás suyo así que no dudo en voltearse para encontrarse cara a cara. Chasqueó su lengua contra el paladar con el seño fruncido. Le estaba irritando. - Unos centímetros mas abajo y hubieras clavado perfectamente la flecha en mi cabeza. - No relajo los músculos ni su voz. A pesar que era una mujer, no podría confiar en cualquiera, nunca lo haría.
- De todas formas, mi cabeza no se vende. - hizo girar la lanza varías veces hasta clavarla a lado suyo. No iba a soltarla ni por más que quisiera. Había cierta expresión en la joven que lograba hincharle mas la vena.
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Post by Robin Fitzalon on Apr 30, 2017 3:10:44 GMT
Aquella lanza habia caído exactamente a un lado de ella, rosando una de sus orejas, su expresión estaba intacta, aquella sonrisa burlona seguía ahí, no sabía si había fallado a propósito, pero no quería saber realmente, estaba acostumbrada a ser perseguida y atacada. -Unos centímetros mas a un lado y hubieras clavado perfectamente la flecha en mi cabeza- arremedando lo que el chico habia dicho, sonando sarcástica.
No cabía duda que el centauro estaba molesto, por alguna extraña razón le agradaba esa sensación. -De todas formas- usando las mismas palabras que éste -Si no soy yo quién te arranque tu cabeza lo hará alguien más- moviéndose del tronco y comenzó a caminar alrededor de él extraño, mirandolo de abajo hacia arriba. Miró frente a ella una manzana grande y reluciente, sacando su arco y poniendo una flecha en ella, disparando así sin más a la rama que la sostenía haciendo caer la fruta. Tomandola con una mano, volteando a verlo. -Sólo fue un sustito, no es para tanto- limpiando la manzana en ella seguido le daba una mordida.
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Post by Deleted on May 1, 2017 17:33:25 GMT
- Alégrate que haya fallado.- No, no había fallado pero si quería molestarla. Detesto como había dicho la frase el silencio se abrió paso por unos segundos. - Es una lanza, no una flecha. - sonrió de lado con malicia. No iba a pasar de tonto con aquel elfo.
Al escuchar aquel comentario decidió acercarse para tomar la lanza y clavarla en la tierra húmeda. -Pues estoy muy seguro que no les permitiré tener mi cabeza. No aún. - Estaba muy seguro, no iba a dejar a su hermana sola, no quería que llorase y que sufra nuevamente, aun no afrontaba la muerte de su madre. La siguió con la mirada y observo como la flecha se incrustaba con tanta facilidad en la manzana, los jugos de ella comenzaron a brotar. Acto seguido como se abría la mandíbula de la muchacha para darle una buena mordida. Suspiró agotador. - No me agradan los sustos, de ninguna forma. Ni los pequeños o los grandes. Los aborrezco. - cuando termino de decirlo se acerco un poco más nuevamente haciendo girar la lanza, pero sin soltarla y de una manera que tampoco lastime a la joven.
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Post by Robin Fitzalon on May 1, 2017 18:53:30 GMT
-Como sea- alzando los hombros de manera indiferente, igual se trataba de un artefacto de caza.
-Si quieres mantener tu cabeza pegada a tu cuerpo entonces no deberías estar aquí- No por algo el bosque era conocido por ser un lugar que no era lo que aparentaba, muchas flechas fueron disparadas dentro de ahí. Ella podía pasar por aquel bosque sin cuidado, los que vivían ahí la conocían y le demostraban respeto, sabían de quién se trataba. Le dio otra mordida a la manzana, mientras lo miraba, los sustos ayudan a fortalecerse pero no le importaba lo que el muchacho pensara. Su mirada se desvió a la mordida, comenzando a caminar -Joder, qué buena fruta- frunciendo el seño, el jugo de la manzana inundaba su boca, una razón más para estar en el bosque. Parece que el sonido de la manzana llamó la atención de su caballo blanco, apareciendo de entre los árboles, acercándose así sin mas a Robin, buscando la fruta con su nariz. -Éste no es un lugar para cazadores- dándole la fruta a su compañero, parecía que le había ordenado que se fuera de ahí pero no lo hizo, el sólo se fue, bien sabía a lo que iba. No estaba segura si el Centauro era un cazador, pero sea lo que sea la distraia de su trabajo.
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Post by Deleted on May 7, 2017 17:28:14 GMT
Había escuchado el murmullo de las palabras del elfo, sabía claramente que ese lugar era peligroso, pero eso no iba a cambiar de decisión. Además se podía cuidar solo, ha ido dos veces por aquel lugar y si había algún problema él lo resolvía en segundos.
Se quedo callado, no iba a mencionar nada más. El sonido de la mordida sobre la manzana hacia eco por el silencio bosque, se expandía por todos lados. Un golpe sordo, después otro… y otro. Lentamente salía un caballo, Aragno se limito a observar como el corcel se acercaba buscando aquel sonido hasta llegar a las manos de su dueño para así comer él la manzana. - Dejame informarte que este lugar no dice quien debe entrar y quien no. - Observo al elfo y camino un poco por donde había ingresado. La expresión de la mujer era seria, pero había algo que le producía una idea. - Sea lo que sea tu trabajo, te deseo lo mejor. - Tomo sin más su lanza y dio unos pasos más hasta que cierto sonido lo llamo.
Desde unos pobres arbustos salió una especie de conejo, el cual la lanza había alcanzado. La había arrojado sin tanta fuerza pero aun así, el conejo estaba inmóvil y ensangrentado. Había muerto. En el momento del lanzamiento había procurado cerrar los ojos y pedir gracias al animal por ser su alimento. Se acerco y se inclino para agarrar el cadáver y meterlo en un bolso marrón. Movió de manera rápida la parte inferior de la lanza para que la sangre saliera disparada y se limpie por si sola. - Pues me retiro. Suerte en que no te arranquen a ti la cabeza tampoco. - Sin pensarlo dos veces camino y camino hasta que simplemente quedara su sombra.
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