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Post by Deleted on Jul 9, 2017 5:54:03 GMT
En medio de toda la tranquilidad que el manto oscuro en el cielo traía consigo, se podía escuchar a lo lejos un par de alas agitándose irrumpiendo la paz de aquella escena. El sonido se iba incrementando poco a poco hasta que un estruendo como de algo cayendo con fuerza hizo acto de presencia, después de eso el ruido fue cesando con el pasar de los segundos. Un dragón había aterrizado y no venía solo, sobre el lomo de aquella enorme bestia: un vástago y un cerbero en sus formas selladas. Izark bajo del lomo del dragón siguiendo el camino de las alas de este hacia el suelo, seguido por Raiden, uno de sus más fieles sirvientes a lo largo de los años. El vástago dio una mirada rápida al lugar para luego posar sus ojos sobre el dragón -Por esta noche tus servicios ya no son requeridos Christian, puedes irte- movió su mano indicandole que se retirara dando así mayor firmeza a su orden. La dragona bajo su cabeza haciendo ademán de reverencia para luego volver a surcar los cielos e irse de tan agradable lugar. El vástago comenzo a caminar, maravillandose con los hermosos paisajes que lo rodeaban -Es bueno salir de la rutina de vez en cuando, ¿No lo crees Raiden?- le pregunto al chico quien lo seguía a todas partes como si fuera su sombra.
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Post by Raiden Ivelic on Jul 9, 2017 6:49:16 GMT
Fijó su mirada en la figura de la dragona perdiéndose entre el cielo nocturno y una vez desaparecida de su vista observó los alrededores del lugar donde había acompañado a Izark. Francamente de vez en cuándo debían salir del encierro de la lúgubre mansión y un poco de aire fresco nunca les vendría mal - Hm...- Salió un sonido de afirmación de su garganta, mientras seguía los pasos del vástago disfrutando el paisaje iluminado vagamente por el brillo de la luna. Desde hace tiempo que no estaba a solas con el imponente vampiro debido a que siempre se hallaba ocupado en sus respectivas tareas o que el último siempre se encontraba acompañado por el otro sirviente más antiguo de la casa, el cuál se encargaba de llenar los largos silencios del callado cerbero. Su pequeña nariz se elevó y olisqueo el aire en torno a ellos, buscando indicios de algún peligro y aunque no diera resultados siempre lo hacía por un hábito suyo.
A unos metros, el lago se presentaba en todo su esplendor pero el rubio estaba distraído con las luciérnagas que se encontraba en el camino, jugando a capturar a alguna de ellas para posteriormente liberarlas al ver como los otros insectos de luz se alejaban de su encuentro. - Usted ha estado muy ocupado últimamente. - Contestó sin tono de voz ni expresión a la vez que sus palmas se elevaban en el aire y luego se juntaban provocando un fuerte ruido y apresando una nueva luciérnaga en el hueco de sus palmas. Nunca se expresaba pero en sus palabras estaba claro el resentimiento por el no haber podido pasar suficiente tiempo con Izark pero tampoco haría un berrinche por ello, sabía era una discusión sin sentido de su parte. - ¿Hay algo en especial que quiera hacer? - Dijo bajito abriendo sus manos para liberar al pequeño insecto.
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Post by Laia Bloodwalk on Jul 10, 2017 0:10:59 GMT
Un encargo de la ciudadela la había hecho emprender un nuevo viaje, debía llegar a los limites de Shangri Lax pero la noche había caido y no era prudente continuar hasta que amaneciera, detuvo su caminar no muy lejos del gran lago, para permanecer cobijada con el camuflaje que brindaban los arboles, pronto había creado una pequeña fogata y se había despojado de su mochila y de su espada, recostada en el tronco de un arbol lo único que mantuvo consigo fue su daga, cerró los ojos un momento para hacerse una con la tranquilidad de la naturaleza, percibiendo el fuego que poco a poco empezaba a cobrar fuerza, gustaba del silencio pero sentía que algo hacía falta. Se acercó a su mochila y sacó de ella su ocarina, regresó a su lugar estiró las piernas y las cruzó y entonces, empezó a tocar, una tonada dulce y melodiosa, el sonido recorrió el lugar por entre las hojas y los arboles, el fuego bailó al ritmo pintando de color todo lo que tenía cerca. Pronto el sonido de los aleteos llegó a sus oidos y facilmente dedujo de lo que se trataba, detuvo la musica un momento y alzó la vista logrando divisar a penas un poco la silueta del dragón que pronto se alejó del lugar, mas nada pudo reconocer, desvió la vista hacía el gran lago, seguramente algunos viajeros habían decendido no muy lejos de ahí. Respiró hondo y siguió tocando, esperaba no encontrarse con problemas, debía descansar para continuar con su tarea en la mañana y terminar tan pronto como pudiera.
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Post by Deleted on Jul 10, 2017 5:43:26 GMT
Esta vez el andar del vástago era mas lento que de costumbre, estaba decidido a disfrutar su pequeño paseo todo lo que le fuera posible, además de que no tenían un destino fijado no había razón para llegar a ningún lugar con prisa. Observaba de reojo al chico jugar con las pequeñas luciérnagas del lugar, caminaban a la misma altura, cosa poco común en un lord y un sirviente. -Hmmm- izark soltó un pequeño bufido gracioso mostrando cierta incredulidad ante el chico -No muestras ningún tipo de sentimiento al hablar- se detuvo por completo observando a Raiden -Sin embargo te conozco y se que eso fue algún tipo de reclamo- el chico había pasado tanto años junto a el que se sentiria terrible si no pudiera leerlo como un libro abierto -Creo que les he dado a todos la suficiente confianza como para que sean sinceros conmigo cuando algo va mal- poso su mano sobre su hombro -¿Qué pasa?- dijo con una ligera sonrisa,intentando que el chico se sintiera más cómodo.
Justo detrás de Raiden se podía ver a lo lejos una tenue luz, así como se podía escuchar un ligero sonido en el viento, algún instrumento quizás. Por el momento no se molestaria por investigar tal cosa, esperaría pacientemente la respuesta de su leal sirviente.
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Post by Raiden Ivelic on Jul 13, 2017 23:59:16 GMT
Una melodía recorrió el lugar, haciendo que el rubio se distrajera momentáneamente del acercamiento del más alto. - Has estado ocupado todo este tiempo - Sentenció seriamente luego de un tiempo en silencio eligiendo las palabras correctas para expresarse - No hemos sido capaz de verlo por mucho tiempo, debido a sus constantes deberes y cuándo por fin está con nosotros, Viveka no puede despegarse de usted. - Era ridículo que le reclamara algo así a su amo, pero la frustración se había acumulado desde hace días porque cada vez que compartía esos pequeños momentos con Izark, el lung buscaba su afecto desesperadamente dejando al cerbero tenso al rededor de un día completo. Nunca compartía esa clase de contacto "cercano" con el vástago porque tenía bien entendido su lugar dentro del clan, no era más que un sirviente pero tampoco le desagradara su compañera, de hecho la apreciaba de una forma extraña pero al fin y al cabo existía algo de cariño hacia ella. El sonido entre el viento parecía darle algún tipo de ambientación a sus palabras por lo que las comisuras de sus labios se levantaron levemente por lo divertido e irónico de la situación. Sus brazos se cruzaron, encogiendo su cuerpo un poco por la incomodidad - Lo lamento, sólo estoy agotado. - Finalizó intentando quitarle importancia al tema y volviendo a retomar su postura al percatarse también del resplandor a sus espaldas.
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Post by Laia Bloodwalk on Jul 15, 2017 1:06:24 GMT
Continuó su melodia sin problema alguno, cuando hubo terminado bajó la ocarina y dio un largo suspiro, la calidez del fuego finalmente había espantado el frio brindado por las sombras y el silencio comenzaba a retomar su lugar en el bosque, observó las llamas danzantes, escuchó el crepitar de la madera y los murmullos lejanos de quienes habían llegado no hacía mucho. Achicó los ojos, tuvo que admitir que la falta de curiosidad ajena la había decepcionado aunque fuera un poco, por otro lado fue ella quien empezó a ser atacada por la curiosidad -solo me aseguraré de que no sean peligrosos- dijo para si misma, tratando de excusar sus acciones y entonces se levantó de su lugar, tomó todas sus cosas y las colocó en medio de unos arbustos cubriéndolas con algunas hojas tambien, conservó unicamente su daga y avanzó con cuidado dejando la pequeña fogata atrás como simple pantalla, seguramente ya habrían visto aquella luz y de todas formas la joven pensaba que no iba a tardarse demasiado. Se acercó con cautela, haciendo a la oscuridad de la noche su amiga, lográndo divisar las siluetas de quienes hablaban, avanzó otro poco más ocultándose tras los arboles, asomándose para ver y escuchar al menos lo suficiente, podía estar oculta pero no era indetectable, de todas formas aquel par no le resultaba familiar y menos parecían ser residentes de la zona... ¿estarían haciendo alguna clase de trato?... no, por su palabras entonces ya se conocian... ¿mercenarios? ¿amantes secretos? ¿ambos?, torció la boca pensativa con algo de gracia, lo que hacía no era algo necesariamente bueno pero si no se metía en problemas, todo estaría bien.
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Post by Deleted on Jul 15, 2017 3:36:07 GMT
Izark asintió con la cabeza repetidas veces -Ya veo- alejo su tacto del chico para posar y sostener sus propias manos en su espalda, fijando la vista en el lago y el hermoso reflejo que tenía la luna en el. -A pesar de ser mayor a ti, Viveka ciertamente es bastante infantil y siempre logra acaparar gran parte de mi atención- Miro de reojo al cerbero -¿Acaso detecto celos Raiden?- una pequeña sonrisa se formo en su rostro al exponer tal situación. Hacia muchos años que no experimentaba esa clase de problemas con sus sirvientes, era más que obvio que buscarán la atención de su amo de vez en cuando y eso no hacía más que alzar el ego del vástago, así como alimentaba ciertas fantasías retorcidas que había generado a través de los años.
Para cuando volvió a ubicar sus ojos en aquella fogata, la silueta que había visto antes ya no estaba y eso solo alertó a izark. Comenzó a caminar en dirección a la luz, no sin antes palmear la cabeza de Raiden -Como todos- hizo una pequeña seña para que lo siguiera y su atención se posó en aquella vegetación cercana a ellos, que por algún extraño motivo se movían de forma irregular al pasar de la brisa
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Post by Raiden Ivelic on Jul 19, 2017 0:58:50 GMT
Su atención se volcó en la fogata lejana, a dónde al parecer se dirigía Izark. Sus sentidos no estabas al nivel de otras criaturas, pero eran lo suficientemente agudos como para percatarse de pequeños detalles, cómo lo eran el crujir de las hojas bajo sus pies o la presencia de seres cercanos. Su ojos se clavaron en un punto específico entre la vegetación, deteniendo su paso y mirando de soslayo al vástago, quién parecía también encontrar una anomalía entre la oscuridad. No había manera de que se equivocase, realmente había alguien acechándolos, o al menos eso pensaba - Hay alguien allí - Murmuró antes de tomar su forma verdadera. El pelaje del gran perro era tan oscuro como la noche, mientras que los pares del ojos resaltaban entre la oscuridad y sus cabezas no llegaban a estar completamente separadas, más bien parecían unirse pero sin dejar de ser tres.
Las bocas, entreabiertas, dejaron ver los colmillos del furioso animal; las patas del canino, con las uñas salientes, barrían la tierra bajo él, meciéndose de atrás hacia delante. Sus fauces se abrieron antes de dejar escapar un gruñido glutural y lanzarse contra el intruso. Al quedar encima del cuerpo mostró muy de cerca sus colmillos y una de la cabezas trato de moder al individuo bajo sí, mientras las otras se dedicaban a gruñir ferozmente.
((Ooc: La imagen de su forma verdadera está en su ficha, no puedo ponerla x'd))
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Post by Laia Bloodwalk on Jul 19, 2017 22:05:47 GMT
Alzó las cejas y torció la boca con gracia, esa pregunta del sujeto había sido bastante directa y tenía que admitirlo, la falta de respuesta del rubio había sido decepcionante, aunque de todas formas no era algo que le interesara, no quería quedarse lo necesario para ver algo indebido. Su idea de pasar de ellos cruzaba por su cabeza cuando el pelinegro empezó a caminar hacia la fogata, tensó los hombros, bueno, aún si la descubrian podría inventarse alguna excusa, regresar a la fogata con algo de madera y hacerse la sorprendida ante la presencia de ambos sujetos. Aquello sonaba como un buen plan pero en cuanto se giró para regresar, sus ojos se clavaron en el joven rubio, abriendo los ojos ante su transformación, se quedó allí quieta, correr no le ayudaría y treparse a un arbol no la mantendría a salvo por mucho tiempo era claro que ya la había visto, pasó saliva y se inclinó en posición defensiva, solo le quedaba una alternativa.
Cayó el suelo con un golpe seco teniendo que respirar hondo para mantener la resistencia, se removió entre la tierra y solo pudo ladear la cabeza, colocando su antebrazo izquierdo en el cuello de la criatura para detener sus intentos de mordiscos -wow... quieto lindo... cachorrito - comentó con ironía arqueando las cejas al ver de más cerca el rostro del cerbero -no querrás terminar con una daga en el pecho, o si? -pronto la punta de su daga rozó la piel del chico, su mano derecha sostenía el arma bajo él, lista para enterrarla en la carne en dirección al corazón, a pesar de que sonaba tranquila, su respiración estaba agitada y su cuerpo estaba tenso ante la fuerza, era claro que no podía igualarlo en esa parte pero tenía el ingenio de su lado, aunque el cerbero se atreviera a morderle la cara, ella solo necesitaba de un movimiento, todo el mundo sabe que las zonas más vulnerables de una criatura son el pecho y el vientre.
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Post by Deleted on Jul 20, 2017 8:03:18 GMT
Al parecer Raiden tambien se habia percatado de algo extraño entre la vegetación y a decir verdad, el vástago se sentía observado. No tardó mucho para que el cerbero revelara su verdadera forma y se abalanzara sobre lo que estuviese escondido, lo cual molestó en gran medida a Izark, pues su plan en primera instancia era indagar de manera pacífica para evitar algún enfrentamiento innecesario, ya que aún no se recuperaba por completo de su lesión en el pecho y no quería arriesgarse del todo a reabrir sus heridas.
Sin embargo el semblante del vástago no cambió mucho, se acercó a aquella escena para poder apreciarla apropiadamente, sorprendiendose un poco al ver como ambos individuos se sometieron al mismo tiempo -Eso no sera necesario señorita- dijo acercandose poco a poco a ellos -Raiden alejate- su voz era autoritaria al hablarle al cerbero -Es de mala educación espiar a los demás señorita- no iba a admitirlo, pero una ola de preocupación lo invadió al ver aquella daga tan cerca de herir a su sirviente.
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Post by Raiden Ivelic on Jul 27, 2017 22:51:25 GMT
El tacto filoso de la cuchilla sólo enfureció más al can de tres cabezas. El bestial animal gruñó meintras sus ojos escupian lenguasnde fuego y mostraba sus fauces amenazadoramente, retando a la muchacha atrapada entre sus garras. Sus pensamientos no eran del todo claros en esa forma, provocando que actuará por instinto, o eso era hasta que escuchó la voz lejana de Izark. Inmediatamente volvió a su forma sellada, convirtiéndose en un joven delgado y de apariencia débil.
Sus ojos rojos se clavaron en la mujer tendida en el suelo, observando cada detalle de esta. Al final, estiró su mano en un intento por ayudarla a incorporarse pero aún analizandola fijamente sin preocuparse por incomodar a la muchacha.
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Post by Laia Bloodwalk on Aug 7, 2017 7:23:49 GMT
Frunció el ceño ante el gruñido del cerbero, ella no podía rugir pero su temple se mantuvo de la misma forma retadora, su mirada apenas se desvió para ver de reojo al sujeto, el cambio del joven fue rápido desnivelando la fuerza que Laia hacía para contener al ahora ausente cerbero, su brazo dio a parar en las clavículas del muchacho, su mirada se mantuvo fija en los ojos rojos frente a ella, casi como si aún tratara de resistirse, ahora a la forma en como parecía detallarla, apretó la quijada y respiró hondo inflando el pecho, conteniendo una especie de vergüenza momentánea, no solo por cómo estaban sino también porque el chico era bastante apuesto.
Bajó la mano que sostenía la daga y tomó la del rubio ante su oferta de ayudarla, desviando la vista al sujeto de cabellera negra en lo que se incorporaba –no planeaba quedarme mucho tiempo… –respondió con la misma serenidad del sujeto- solo quería saber si había algún peligro, es mejor asegurarse y no esperar a ser la víctima, no lo cree? –su vista regresó al rubio, su inexpresividad era ligeramente inquietante pero a pesar de lo incomodo que resultaba, lo miró con la misma curiosidad, en su caso por un hecho un poco más interesante, el aspecto de sus rostros como cerbero, no afectaba ni un poco el cómo lucía en su forma sellada, permaneció allí sin notar que durante la caída, los botones de su camisa se habían roto dejando al descubierto parte de sus pechos.
occ: lamento la tardanza, entre los threads de evento y el regreso a clases, me estanqué un poco xdd de paso, en la ficha de Laia se puede apreciar mejor el como quedó su camisa xddd
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