Post by Shaytan Ruko on Jul 13, 2017 22:08:33 GMT
la noche era fría nuevamente, la soledad siempre presente hacia nuevamente su presencia constante solamente entre aquella llanura se encontraba una figura la cual en un eterno pedir, rogaba a los dioses acabara su eterna pena.
"una noche una hermosa dama la cual su corazón albergaba una profunda pena, nuevamente había salido a rondar sin camino ni destino a las profundidades de los bosques donde ya muchas almas habían perdido su preciosa vida. a pesar que siempre se le fue advertido su destino si continuaba con sus andares, ella nunca escuchaba, solo se justificaba con un "estaré bien" aun cuando sus palabras estuvieran vacías ya, pues ella sabia que nada estaba bien, su alma, su corazón, y su espíritu ya estaban destrozados completamente. había perdido todo y a todos en su interior.
no fue sino hasta que una noche fría como el hielo salio nuevamente al bosque en busca de la paz que su soledad rogaba intensamente. Entre tanto vagar y vagar se encontró finalmente con una silueta, esta no llamaba la atención mas que la de las sobras que le absorbían en su capucha, durante horas y horas este le hizo compañía en la cual ella encontró un gran consuelo pues alguien igual a ella podía entender su dolor ... sin embargo el dolor aun era mas fuerte que el consuelo, al final, termino confesando su verdadero sentir, ella no deseaba seguir con el dolor, su único consuelo era al final poder encontrar la paz en otro lugar, uno donde ya no le pudieran hacer daño.
después que el tiempo pasara y uno al otro se hicieran compañía entablando conversaciones para poder soportar su soledad, una luz cegadora abrumo completamente el lugar, fue tan fuerte la luz que el calor era palpable, el ambiente cambio completamente, casi se podían escuchar las campanadas de los templos aun en la soledad y solo una figura y un ente eran reconocibles entre tanta luz. el silencio llenaba completamente el lugar hasta que una voz fuerte y grave sonó -ven conmigo- exclamo el ente envuelto entre la luz, su voz era tan tranquila y llena de amor que cualquiera confiaría en ella. y aquella hermosa mujer no fue la excepción.
la mujer tomo la mano del ente y perdiéndose entre las profundidades y la luz ambos se fueron. aquella mujer finalmente había encontrado la paz."
aquella hermosa figura que se encontraba abrazada por la luz de la luna, adornada por delicadas prendas y rebosante de carmesí en su cuerpo era ella. finalmente pudo encontrar un final a su dolor. sus ojos ya nunca mas se encontrarían llorosos puesto que delicados orbes azules habían sido incinerados por la belleza de aquella luz, la cual solo podía ser vista por los ojos puros.
-¿quien soy yo para negar el deseo de los corazones?-
-destino mas afortunado el de poder partir dando gracias a los dioses-