Post by Deleted on Jul 14, 2017 4:16:24 GMT
La noche había caído y una tormenta azotaba cada rincón de la ciudadela, haciendo el ambiente realmente frío; Pero no tan frío como el corazón de la ninfa que se encontró en una soledad de una cafetería mientras picoteaba con una cuchara un postre que había pedido hace bastante rato, al cual no le había puesto ni un dedo encima. La gente solía decir que los dulces alegraban la vida, que podían sacar una sonrisa incluso en el día más gris, sin embargo ese pastelillo lo único que hacía era distraer su mente al ver como rebotaba cada que tocaba ... Viéndolo por el lado Amable, al menos la hacía sentir algo. Eira vibrante y volteado hacia el cristal de la ventana mientras que apoyaba su mentón en una de sus manos, dejando totalmente de lado el cuchara y el pastelito. Las gotas corrían libremente por el vidrio, Juntándose unas con otras hasta que el peso las ganaba y terminaba convirtiéndose en pequeños chorros que pronto llegaron al piso y se desvanecerían. De alguna manera aquello le hacía sentir triste, más de lo que ya estaba. ¿Qué hizo mal? ] Se preguntaba si mismo mientras cerraba sus ojos. [¿De qué sirve vivir en un lugar tan lleno de gente si aún así sigo sola? ]
Fue la única respuesta que se le vino a la mente, citando las palabras que una sirena sabía muy lo había dicho hace mucho tiempo por el medio de la tabla arcana. Sí, bien ... Lamentarse era malo, ¿Pero qué otra cosa hacer ahora? Su viejo amor la había olvidado a pesar de que lo había invitado directamente a pasar una tarde con ella y su "mejor amiga" no hacía otra cosa que mandarla al carajo cada que con el excusa de que "no le entraban sus palabras bonitas" , Además, también su oso se había ido hace unos días a vivir la vida salvaje al bosque.
Un rayo atravesó el cielo repentinamente y sólo dejó un estruendo hace, haciendo que la ninfa abrió los ojos una vez más sólo para mirar hacia el exterior y notar como un pequeño con la ropa rota y descuidada temblaba de frío y escondite de la lluvia En una pequeña mujer de uno de los negocios de enfrente, lo que causó que la mujer alta se pusiera más alerta y decidiera salir de su trance reflexivo. ¿Qué hacía un niño solo y en la lluvia? Donde estaban sus padres?
No tardó demasiado en salir de la cafetería, llevando consigo un pequeño paquete donde llevaba el pastelillo que no se comió y cubriéndose la cara de la lluvia con la ayuda de una de sus manos para así poder mirar mejor. - ¡Oye, niño! - Gritó mientras comenzaba a trotar hacia donde estaba el chiquillo, El cual volteó y se intimidó demasiado por la alta mujer, por lo que se encogió de hombros. - No te haré daño ... ¿Donde están tus padres? - Preguntó con curiosidad.
- Yo ... No tengo padres. - Musitó el pequeño, atreviéndose a mirar a la ninfa. - Ambos fueron atrapados cuando salieron en busca de una flor para el abuelo en la Luna Roja. -
- Oh, lo siento mucho ... Pero, ¿Y tu abuelo? ¡Seguro está muy preocupado ahora mismo! Está haciendo un clima terrible como para que esté aquí afuera. -
El niño apartó la mirada al escuchar esa pregunta y se hizo una expresión realmente triste, la cual hizo que Eira entendió rápidamente el mensaje ... Estaba solo.
- Entonces ... No tienes un problema - Cuestionó al pequeño con un tono bajo, con tacto.
El pequeño elfo solo con la cabeza y se abrazó a sí mismo mientras temblaba. La cazadora sólo tiene mirar con lástima. Pobre chiquillo ... Tan joven y pasando por tanto dolor. Suponer que la niña es la parte más feliz en la vida de una persona, no hay una etapa en la que uno deba lamentarse y resentir la muerte de sus seres humanos. Era una etapa para aprender, para descubrir, para ser protegido y amado. Al menos eso solía decir su abuela.
- ... Diez ésto. - Dijo la ninfa extendiendo el paquete que trae entre sus manos, el cual el niño tomó con algo de duda para luego observar como el ninfa se quitaba los broches de oro que sostenían el velo que adornaba su falda, Velo que la mujer utilizó para cubrir el pequeño una forma de capucha para cubrirlo sin embargo el mar de la lluvia, preguntando después: - ¿Ves esa casa de allá? -
- Sí, la veo. -
- Ve allí y dile a la posadera que fuiste enviado por Eira Noctans, que necesitas un buen plato de sopa de pollo, un baño con agua caliente, tal vez también un cambio de ropa y una cama suave. Ella y yo nos arreglaremos por la mañana. ¡Pero asegúrate de mostrarle éstos para que te crea! - Señaló los broches que traían el velo. - ¿Bueno? -
El niño se veía confundido, pero al escuchar sobre la comida y el baño pronto sonrió y asintió animadamente con la cabeza. - ¡Bueno! - Contestó y luego se fue corriendo, Perdiéndose de su vista para entrar en la posada.
Eira sonrió bastante mientras miraba al niño correr, sin embargo, la sonrisa pronto interrumpida por un trueno y su mente se vio anclada ante la realidad nuevamente, por lo que se apresuró a volver a la cafetería para resguardarse de la lluvia. - ¡Un café, por favor! - Dijo al camarero al entrar en el negocio, yendo a sentarse nuevamente al lugar en donde estaba mientras sonreía apenas notablemente. Al menos el niño la ayudó a no sentirse tan desanimada como antes. - ¡Un café, por favor! - Dijo al camarero al entrar en el negocio, yendo a sentarse nuevamente al lugar en donde estaba mientras sonreía apenas notablemente. Al menos el niño la ayudó a no sentirse tan desanimada como antes. - ¡Un café, por favor! - Dijo al camarero al entrar en el negocio, yendo a sentarse nuevamente al lugar en donde estaba mientras sonreía apenas notablemente. Al menos el niño la ayudó a no sentirse tan desanimada como antes.
["" Las lamentaciones y pensamientos negativos no sirven de nada, si bien el trato de la vida duele, uno tiene que aprender a mirar hacia enfrente y sonreír ante las adversidades. "]]
Fue la única respuesta que se le vino a la mente, citando las palabras que una sirena sabía muy lo había dicho hace mucho tiempo por el medio de la tabla arcana. Sí, bien ... Lamentarse era malo, ¿Pero qué otra cosa hacer ahora? Su viejo amor la había olvidado a pesar de que lo había invitado directamente a pasar una tarde con ella y su "mejor amiga" no hacía otra cosa que mandarla al carajo cada que con el excusa de que "no le entraban sus palabras bonitas" , Además, también su oso se había ido hace unos días a vivir la vida salvaje al bosque.
Ahora ... No tiene nada.
Un rayo atravesó el cielo repentinamente y sólo dejó un estruendo hace, haciendo que la ninfa abrió los ojos una vez más sólo para mirar hacia el exterior y notar como un pequeño con la ropa rota y descuidada temblaba de frío y escondite de la lluvia En una pequeña mujer de uno de los negocios de enfrente, lo que causó que la mujer alta se pusiera más alerta y decidiera salir de su trance reflexivo. ¿Qué hacía un niño solo y en la lluvia? Donde estaban sus padres?
No tardó demasiado en salir de la cafetería, llevando consigo un pequeño paquete donde llevaba el pastelillo que no se comió y cubriéndose la cara de la lluvia con la ayuda de una de sus manos para así poder mirar mejor. - ¡Oye, niño! - Gritó mientras comenzaba a trotar hacia donde estaba el chiquillo, El cual volteó y se intimidó demasiado por la alta mujer, por lo que se encogió de hombros. - No te haré daño ... ¿Donde están tus padres? - Preguntó con curiosidad.
- Yo ... No tengo padres. - Musitó el pequeño, atreviéndose a mirar a la ninfa. - Ambos fueron atrapados cuando salieron en busca de una flor para el abuelo en la Luna Roja. -
- Oh, lo siento mucho ... Pero, ¿Y tu abuelo? ¡Seguro está muy preocupado ahora mismo! Está haciendo un clima terrible como para que esté aquí afuera. -
El niño apartó la mirada al escuchar esa pregunta y se hizo una expresión realmente triste, la cual hizo que Eira entendió rápidamente el mensaje ... Estaba solo.
- Entonces ... No tienes un problema - Cuestionó al pequeño con un tono bajo, con tacto.
El pequeño elfo solo con la cabeza y se abrazó a sí mismo mientras temblaba. La cazadora sólo tiene mirar con lástima. Pobre chiquillo ... Tan joven y pasando por tanto dolor. Suponer que la niña es la parte más feliz en la vida de una persona, no hay una etapa en la que uno deba lamentarse y resentir la muerte de sus seres humanos. Era una etapa para aprender, para descubrir, para ser protegido y amado. Al menos eso solía decir su abuela.
- ... Diez ésto. - Dijo la ninfa extendiendo el paquete que trae entre sus manos, el cual el niño tomó con algo de duda para luego observar como el ninfa se quitaba los broches de oro que sostenían el velo que adornaba su falda, Velo que la mujer utilizó para cubrir el pequeño una forma de capucha para cubrirlo sin embargo el mar de la lluvia, preguntando después: - ¿Ves esa casa de allá? -
- Sí, la veo. -
- Ve allí y dile a la posadera que fuiste enviado por Eira Noctans, que necesitas un buen plato de sopa de pollo, un baño con agua caliente, tal vez también un cambio de ropa y una cama suave. Ella y yo nos arreglaremos por la mañana. ¡Pero asegúrate de mostrarle éstos para que te crea! - Señaló los broches que traían el velo. - ¿Bueno? -
El niño se veía confundido, pero al escuchar sobre la comida y el baño pronto sonrió y asintió animadamente con la cabeza. - ¡Bueno! - Contestó y luego se fue corriendo, Perdiéndose de su vista para entrar en la posada.
Eira sonrió bastante mientras miraba al niño correr, sin embargo, la sonrisa pronto interrumpida por un trueno y su mente se vio anclada ante la realidad nuevamente, por lo que se apresuró a volver a la cafetería para resguardarse de la lluvia. - ¡Un café, por favor! - Dijo al camarero al entrar en el negocio, yendo a sentarse nuevamente al lugar en donde estaba mientras sonreía apenas notablemente. Al menos el niño la ayudó a no sentirse tan desanimada como antes. - ¡Un café, por favor! - Dijo al camarero al entrar en el negocio, yendo a sentarse nuevamente al lugar en donde estaba mientras sonreía apenas notablemente. Al menos el niño la ayudó a no sentirse tan desanimada como antes. - ¡Un café, por favor! - Dijo al camarero al entrar en el negocio, yendo a sentarse nuevamente al lugar en donde estaba mientras sonreía apenas notablemente. Al menos el niño la ayudó a no sentirse tan desanimada como antes.