Post by Xhial Nalphalem on Jul 14, 2017 21:04:01 GMT
¿Por qué...? Aquellas noches se volvían simplemente desvelos por culpa de aquellos sueños tan miserables, pesadillas que jamás me abandonan, estigmas marcados en mi mente como dagas que no quieren salir de la herida recien causada, visiones que destruían mi resolución como si fuera un delgado cristal. Recordar todas esas imágenes tan claras, tan reales, tan desesperantes, solo causaban que mis expresiones cambiaran de forma abrupta, dejando mi frialdad en un olvido temporal, como si no existiera directamente, como si fuera algo que simplemente jamás hubiera tenido, todo eso, por causa de unas pesadillas.
¿Qué era tan terrible para simplemente quebrar mi frialdad? Stella, todas esas visiones en su lapsus de sueño estaban relacionadas con ella, pero siempre era lo mismo, las mismas terroríficas imágenes, el momento en que escapo de aquel pueblo, donde la abandono, como un cobarde, siendo culpada por ayudarme, capturada por la Iglesia, quemada por traición. Todo lo posterior es lo que empeora, Stella siendo llevada a la tan famosa Hoguera, el fuego cubriendo la totalidad de su cuerpo, las cenizas cayendo frente a mis ojos, las llamas carcomiendo lentamente su carne dejando solo un cuerpo carbonizado detrás de estas, y en el momento previo a la tan trágica y dolorosa muerte, unas palabras que parecían chillidos de odio y dolor... ''Es... tu... culpa... ME... DEJASTE... MORIR...! ... Para luego simplemente percibir el sonido del fuego restante y las cenizas tapando cada vez más mi visión, hasta dejar un fondo negro en mis recuerdos.
Una vez dichas esas palabras, mi incursión a aquellas visiones termina, despertándome, sudado, con mi respiración entrecortada, y una expresión de terror mientras mis ojos miran a la nada, sentado en mi cama, con rabia, ira, tristeza. ¿De verdad eso fue lo que paso? ¿Así termino su vida? ¿Quemada... por mi culpa...? No podía saberlo, había pasado tanto tiempo, 90 años, sin saber nada de ella, sin la posibilidad de volver a conocer su estado, ya no sabía nada.
Pero todo fue distinto la noche anterior, otra pesadilla, totalmente diferente, pero igual de aterradora, un tintineo constante en mi mente al recordarlo, la visión de esos ojos verdes vidriosos. Esta vez, la protagonista de aquella visión no fue Stella, si no alguien más, alguien que se había vuelto tan importante sin querer, protagonista de un aterrador momento en el que las cenizas volvían a aparecer, mi preocupación volvió a elevarse, mi expresión mezclaba angustia y rabia, no sabía por qué, no entendía la razón de ese cambio tan repentino, y considero realmente, el alejarse de esa persona, realmente no quería que aquella chica de cabellos plateados saliera lastimada por su culpa... no quería volver a repetir eso nuevamente.
¿Qué era tan terrible para simplemente quebrar mi frialdad? Stella, todas esas visiones en su lapsus de sueño estaban relacionadas con ella, pero siempre era lo mismo, las mismas terroríficas imágenes, el momento en que escapo de aquel pueblo, donde la abandono, como un cobarde, siendo culpada por ayudarme, capturada por la Iglesia, quemada por traición. Todo lo posterior es lo que empeora, Stella siendo llevada a la tan famosa Hoguera, el fuego cubriendo la totalidad de su cuerpo, las cenizas cayendo frente a mis ojos, las llamas carcomiendo lentamente su carne dejando solo un cuerpo carbonizado detrás de estas, y en el momento previo a la tan trágica y dolorosa muerte, unas palabras que parecían chillidos de odio y dolor... ''Es... tu... culpa... ME... DEJASTE... MORIR...! ... Para luego simplemente percibir el sonido del fuego restante y las cenizas tapando cada vez más mi visión, hasta dejar un fondo negro en mis recuerdos.
Una vez dichas esas palabras, mi incursión a aquellas visiones termina, despertándome, sudado, con mi respiración entrecortada, y una expresión de terror mientras mis ojos miran a la nada, sentado en mi cama, con rabia, ira, tristeza. ¿De verdad eso fue lo que paso? ¿Así termino su vida? ¿Quemada... por mi culpa...? No podía saberlo, había pasado tanto tiempo, 90 años, sin saber nada de ella, sin la posibilidad de volver a conocer su estado, ya no sabía nada.
Pero todo fue distinto la noche anterior, otra pesadilla, totalmente diferente, pero igual de aterradora, un tintineo constante en mi mente al recordarlo, la visión de esos ojos verdes vidriosos. Esta vez, la protagonista de aquella visión no fue Stella, si no alguien más, alguien que se había vuelto tan importante sin querer, protagonista de un aterrador momento en el que las cenizas volvían a aparecer, mi preocupación volvió a elevarse, mi expresión mezclaba angustia y rabia, no sabía por qué, no entendía la razón de ese cambio tan repentino, y considero realmente, el alejarse de esa persona, realmente no quería que aquella chica de cabellos plateados saliera lastimada por su culpa... no quería volver a repetir eso nuevamente.