Post by Yubiri on Jul 15, 2017 7:53:22 GMT
Nombre: Yubiri.
Género: Femenino.
Edad: 45 años (15 años humanos).
Raza: Vampiro.
Corte: La Corte de Otoño.
Lugar de Residencia: Templo del Otoño - Bosque de los Susurros (Tiene una pequeña casa en el bosque pero es más que nada nómada, por lo que muy pocas veces se la ve en su casa).
Ocupación: Artista.
Stats:
Habilidades raciales:
Visión Nocturna. Estos arcanos pueden moverse con facilidad a través de la oscuridad debido a sus desarrolladas visiones.
Forma Bestial. El vampiro adopta una forma de murciélago completamente monstruosa parecida a un wyvern, sin embargo, su tamaño no es mayor a uno y no supera los 4 metros.
Volar (-)( en su forma bestial si es que tiene alas.)
Personalidad: Seria| Independiente| Indiferente| Inocente| Respetuosa|Algo rencorosa| Observadora| Curiosa.
Historia:
Ella era originalmente de sangre humana...
Años atrás, ella vivía en un poblado de seres humanos, tenía amigos humanos y una familia humana la cual lo integraban su madre y su padre y la pequeña niña de no más de 11 años de edad. Convivían pacíficamente en ese lugar, a excepciones de que aquel lugar cada tanto recibían noticias de extraños asesinatos de algunas de sus ovejas y vacas, estas se encontraban desangradas y pálidas.
Un día la pequeña niña explorando por el bosque que estaba a la cercanía de su hogar descubrió una cueva bastante grande la cual era un poco húmeda y bastante oscura, ella era bastante curiosa y le encantaba ver su alrededor por lo que se adentró un poco en él con la linterna de fuego de su padre para ver lo que se podría encontrar. Allí habían plantas de diferentes tipos, hongos, musgos, estalagmitas y estalactitas y algunos pequeños animales, lo que más habitaba allí eran los murciélagos, volando y chirriando de aquí para allá...
Ella quedó fascinado con ellos, fue día a día sin decirles a sus padres a la cueva para verlos, ver su comportamiento, su físico y dibujarlos en una pequeña libreta que llevaba la mayoría del tiempo consigo, sus dibujos eran algo destacantes para su edad por lo que sus padres les gustaban sus dibujos.
Uno de los días en lo que fue a la cueva para dibujarlos vio que uno de ellos era diferente, era más grande y algo más musculoso de lo que son normalmente los murciélagos, la curiosidad le ganó y se acercó a él para verlo mejor. El "murciélago" voló rápidamente a ella y le mordió el cuello, Yubiri solo alcanzó a gritar del dolor de la mordida, lo agarro con los 2 brazos y trató de sacárselo de encima y lo logró, el extraño murciélago se fue gritando adentrándose a la cueva. Ella salió corriendo a la casa de sus padres a contarle lo sucedido, ellos acudieron a ayudarla vendándole un poco el cuello y regañándola diciendo que tenga más cuidado.
A la media noche la pequeña empezó a sentir un dolor punzante en el cuello, apretó con fuerza su cuello tratando que el dolor desapareciese sin resultados, lentamente sentía que perdía la conciencia para quedar segundos después inconsciente...
Al otro día se despertó en su cama, ya no sentía dolor alguno y se encontraba con energía, así que se levantó y se dirigió a la cocina para desayunar, para encontrarse a sus padres yacidos muertos en el suelo en un charco de sangre. La pequeña quedó atónita con la escena, al levantar un poco la mirada se dio cuenta que no estaba sola, sino que una persona desconocida estaba allí, esta estaba flotando en el aire arriba de los cadáveres de sus padres, la persona sonrió macabramente limpiándose un poco de sangre que quedaba en su boca para luego transformarse en un murciélago e irse. Los vecinos que oyeron todo el escándalo fueron a su casa abriendo la puerta de golpe y encontrándose a la la niña y a los cadáveres en el suelo, malinterpretando la escena ya que la niña ya no parecía humana, estaba pálida y sus orejas eran puntiagudas, pensaron que ella fue el causante de aquella masacre, por lo que con antorchas, hachas y arcos y flechas la exiliaron de aquel lugar.
-¡Eres un monstruo!- Gritaban mientras la perseguían.
Trato la niña escapar como pudo, corrió y corrió hasta que logró convertirse en un murciélago y huir por el mar, pero no sin antes conseguir una herida de flecha que le rozó la mejilla dejandole una marca.
Luego de un tiempo llegó a una isla, esta estaba rodeada de un bosque y allí había un templo, se detuvo allí a descansar volviendo a su forma normal, se hecho a llorar allí mismo, estaba muy desconcertada, triste y asustada de lo que había ocurrido.
-...N-No soy un monstruo...- Decía entre sollosos, estaba muy enojada y triste de que haya sido acusada injustamente de algo que no había hecho, y que en vez de hablarlo y solucionar el problema de manera pacífica la atacaron cruelmente sin poder siquiera defenderse...
Alguien de ese lugar escucho sus llantos y fue a ayudarla, la consoló y la llevo adentro de aquel templo, allí habían varias personas de distintas cualidades, ninguna se parecía a un humano. Cuando se calmó un poco, ella le conto todo lo ocurrido a esas personas.
- Estas en Mirovia, aquí estarás a salvo.- Decía una de las personas que estaban allí tratando de animarla.
Años pasaron, aunque para ella todo fue en corto tiempo, pues parecía que el tiempo pasaba más lento y efectivamente le era así para ella ya sabiendo lo que era, un vampiro.
Entre esos años ella se le permitió quedarse allí ya que era muy pequeña y necesitaba a alguien que la apoye en esos tiempos, la chica se unió a su corte a la edad de 15 años, quedando como una de las mas jóvenes aprendices de allí, a pesar de que le permitieron quedarse ella vivía una vida libre en donde iba donde quiera y volvía cuando quiera, era muy independiente y sabía sobrevivir sola ya acostumbrada a la vida de vampiro.
Ella siguió dibujando aun habiendo pasado lo de sus padres, realmente amaba el dibujo. En un futuro piensa pintar para grandes familias y relatar la vida en Mirovia con sus pinturas.
Datos curiosos:
- Sus colores favorito es el rojo y el blanco.
- Tiene una estatura de no más de 1.60
- No es muy habladora pero si hablan de algún tema que le interese puede estar horas hablando de ello.
- Es bastante observadora y analítica por lo que realiza sus acciones con prudencia.
- Tiene un poco de rencor hacia los humanos por lo sucedido.
- Le tomó un poco de gusto a la pintura utilizando la sangre de algunas presas que caza mientras viaja.
- Le encanta los animales pequeños.
- Solo caza en caso de tener mucha hambre, pues no le gusta tener que matar a los animales sin razón alguna, ni siquiera para dibujar con su sangre, no suele sufrir de hambre muy a menudo.
- Es más fría con otros vampiros, desde lo ocurrido no puede llevarse bien con ellos.
- Casi siempre lleva su bolsa con algunos materiales para dibujar y pintar, quién sabe cuando puedas encontrar inspiración para un buen dibujo.
Imagen complementaria:
Género: Femenino.
Edad: 45 años (15 años humanos).
Raza: Vampiro.
Corte: La Corte de Otoño.
Lugar de Residencia: Templo del Otoño - Bosque de los Susurros (Tiene una pequeña casa en el bosque pero es más que nada nómada, por lo que muy pocas veces se la ve en su casa).
Ocupación: Artista.
Stats:
• Fuerza: ★★★
• Inteligencia: ★★★★
• Social: ★★
• Agilidad: ★★★
• Defensa: ★
• Inteligencia: ★★★★
• Social: ★★
• Agilidad: ★★★
• Defensa: ★
Habilidades raciales:
Visión Nocturna. Estos arcanos pueden moverse con facilidad a través de la oscuridad debido a sus desarrolladas visiones.
Forma Bestial. El vampiro adopta una forma de murciélago completamente monstruosa parecida a un wyvern, sin embargo, su tamaño no es mayor a uno y no supera los 4 metros.
Volar (-)( en su forma bestial si es que tiene alas.)
Personalidad: Seria| Independiente| Indiferente| Inocente| Respetuosa|Algo rencorosa| Observadora| Curiosa.
Historia:
Ella era originalmente de sangre humana...
Años atrás, ella vivía en un poblado de seres humanos, tenía amigos humanos y una familia humana la cual lo integraban su madre y su padre y la pequeña niña de no más de 11 años de edad. Convivían pacíficamente en ese lugar, a excepciones de que aquel lugar cada tanto recibían noticias de extraños asesinatos de algunas de sus ovejas y vacas, estas se encontraban desangradas y pálidas.
Un día la pequeña niña explorando por el bosque que estaba a la cercanía de su hogar descubrió una cueva bastante grande la cual era un poco húmeda y bastante oscura, ella era bastante curiosa y le encantaba ver su alrededor por lo que se adentró un poco en él con la linterna de fuego de su padre para ver lo que se podría encontrar. Allí habían plantas de diferentes tipos, hongos, musgos, estalagmitas y estalactitas y algunos pequeños animales, lo que más habitaba allí eran los murciélagos, volando y chirriando de aquí para allá...
Ella quedó fascinado con ellos, fue día a día sin decirles a sus padres a la cueva para verlos, ver su comportamiento, su físico y dibujarlos en una pequeña libreta que llevaba la mayoría del tiempo consigo, sus dibujos eran algo destacantes para su edad por lo que sus padres les gustaban sus dibujos.
Uno de los días en lo que fue a la cueva para dibujarlos vio que uno de ellos era diferente, era más grande y algo más musculoso de lo que son normalmente los murciélagos, la curiosidad le ganó y se acercó a él para verlo mejor. El "murciélago" voló rápidamente a ella y le mordió el cuello, Yubiri solo alcanzó a gritar del dolor de la mordida, lo agarro con los 2 brazos y trató de sacárselo de encima y lo logró, el extraño murciélago se fue gritando adentrándose a la cueva. Ella salió corriendo a la casa de sus padres a contarle lo sucedido, ellos acudieron a ayudarla vendándole un poco el cuello y regañándola diciendo que tenga más cuidado.
A la media noche la pequeña empezó a sentir un dolor punzante en el cuello, apretó con fuerza su cuello tratando que el dolor desapareciese sin resultados, lentamente sentía que perdía la conciencia para quedar segundos después inconsciente...
Al otro día se despertó en su cama, ya no sentía dolor alguno y se encontraba con energía, así que se levantó y se dirigió a la cocina para desayunar, para encontrarse a sus padres yacidos muertos en el suelo en un charco de sangre. La pequeña quedó atónita con la escena, al levantar un poco la mirada se dio cuenta que no estaba sola, sino que una persona desconocida estaba allí, esta estaba flotando en el aire arriba de los cadáveres de sus padres, la persona sonrió macabramente limpiándose un poco de sangre que quedaba en su boca para luego transformarse en un murciélago e irse. Los vecinos que oyeron todo el escándalo fueron a su casa abriendo la puerta de golpe y encontrándose a la la niña y a los cadáveres en el suelo, malinterpretando la escena ya que la niña ya no parecía humana, estaba pálida y sus orejas eran puntiagudas, pensaron que ella fue el causante de aquella masacre, por lo que con antorchas, hachas y arcos y flechas la exiliaron de aquel lugar.
-¡Eres un monstruo!- Gritaban mientras la perseguían.
Trato la niña escapar como pudo, corrió y corrió hasta que logró convertirse en un murciélago y huir por el mar, pero no sin antes conseguir una herida de flecha que le rozó la mejilla dejandole una marca.
Luego de un tiempo llegó a una isla, esta estaba rodeada de un bosque y allí había un templo, se detuvo allí a descansar volviendo a su forma normal, se hecho a llorar allí mismo, estaba muy desconcertada, triste y asustada de lo que había ocurrido.
-...N-No soy un monstruo...- Decía entre sollosos, estaba muy enojada y triste de que haya sido acusada injustamente de algo que no había hecho, y que en vez de hablarlo y solucionar el problema de manera pacífica la atacaron cruelmente sin poder siquiera defenderse...
Alguien de ese lugar escucho sus llantos y fue a ayudarla, la consoló y la llevo adentro de aquel templo, allí habían varias personas de distintas cualidades, ninguna se parecía a un humano. Cuando se calmó un poco, ella le conto todo lo ocurrido a esas personas.
- Estas en Mirovia, aquí estarás a salvo.- Decía una de las personas que estaban allí tratando de animarla.
Años pasaron, aunque para ella todo fue en corto tiempo, pues parecía que el tiempo pasaba más lento y efectivamente le era así para ella ya sabiendo lo que era, un vampiro.
Entre esos años ella se le permitió quedarse allí ya que era muy pequeña y necesitaba a alguien que la apoye en esos tiempos, la chica se unió a su corte a la edad de 15 años, quedando como una de las mas jóvenes aprendices de allí, a pesar de que le permitieron quedarse ella vivía una vida libre en donde iba donde quiera y volvía cuando quiera, era muy independiente y sabía sobrevivir sola ya acostumbrada a la vida de vampiro.
Ella siguió dibujando aun habiendo pasado lo de sus padres, realmente amaba el dibujo. En un futuro piensa pintar para grandes familias y relatar la vida en Mirovia con sus pinturas.
Datos curiosos:
- Sus colores favorito es el rojo y el blanco.
- Tiene una estatura de no más de 1.60
- No es muy habladora pero si hablan de algún tema que le interese puede estar horas hablando de ello.
- Es bastante observadora y analítica por lo que realiza sus acciones con prudencia.
- Tiene un poco de rencor hacia los humanos por lo sucedido.
- Le tomó un poco de gusto a la pintura utilizando la sangre de algunas presas que caza mientras viaja.
- Le encanta los animales pequeños.
- Solo caza en caso de tener mucha hambre, pues no le gusta tener que matar a los animales sin razón alguna, ni siquiera para dibujar con su sangre, no suele sufrir de hambre muy a menudo.
- Es más fría con otros vampiros, desde lo ocurrido no puede llevarse bien con ellos.
- Casi siempre lleva su bolsa con algunos materiales para dibujar y pintar, quién sabe cuando puedas encontrar inspiración para un buen dibujo.
Imagen complementaria: