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Post by Kenneth Thaurelis on Jul 21, 2017 5:00:26 GMT
Kenneth era un hombre algo tímido, pero con una curiosidad enorme, tal fue esta que una vez vio las conversaciones de una pequeña niña en la Tableta Arcana, su nombre, Zero.
Zero parecía ser una pequeña dragona que vivía en las afueras del templo del invierno, la cual según ella, era asechada a diario por cazadores a causa de querer profanar el cadáver de su madre, Kenneth se intereso bastante por esto ¿porque era tan importante llegar hasta ahí?
Tal fue su curiosidad que partió con su caballo a quien cubrió con ropajes de cuero para que este soportase mejor las temperaturas de frió extremo para conocer a tal peculiar niña.
Su relación con ella fue algo, extraña, sin ahondar mucho en esto, Zero y Kenneth se hicieron amigos al cabo de unos días, lo que le llevo a darse a conocer de los problemas de habla de Zero y su analfabetismo
- ¿Y quieres hablar mejor, verdad?- le dijo Kenneth a la pequeña
- hablar mejor... Zero -
Sin embargo por mas que Kenneth intentara enseñarle a hablar mejor y escribir, no lo podía conseguir, nunca fue el mejor maestro, el solo es bueno absorbiendo información, no transmitiendola, y escribirle libros para aprender a leer eran simplemente una tarea titanica para aquel hombre.
Ahí se le vino una idea, una idea que no solo ayudaría a la pequeña, sino que le acercaría a su amor platónico, Itzanami, una hermosa mujer sirena que Kenneth a visto a lo lejos, pero su vergüenza no a sido claramente una virtud para el.
"Ahora es el momento, debo aprovechar el festival y decirle lo que siento" se decia Kenneth a si mismo, mientras la pequeña Zero le miraba bastante curiosa con una manzanita a medio morder entre sus manos.
El plan era el siguiente, Kenneth hizo una invitación a Itzanami a su tienda con la petición de ayudarle a enseñarle a Zero a leer y escribir, ya que el no se sentía apto para esto. Zero no sabia nada de esto, ella solo estaba emocionada de por fin tener una maestra que le enseñaría a hablar adecuadamente, ya que desde siempre a tenido problemas con ello.
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Post by Itzanami Aquetzali on Jul 21, 2017 6:49:09 GMT
-Hace mucho no venía a este lugar- Pensó con anhelo y para dentro de si la morocha, mientras se abría paso por las abarrotadas calles. La ciudadela era un lugar que le gustaba mucho! Había cantidad de cosas nuevas por descubrir siempre que la visitaba; desde una nueva comida, un nuevo aroma, una nueva raza! La ciudadela siempre le traía cosas nuevas y positivas a su vida!, entre ellas que era el hogar de Khorial, su mejor amigo a quien se daría tiempo de visitar después de terminar sus asuntos pendientes . Se encontraba intrigada y no era para menos! Alguien le había contactado pidiéndole ayuda: se trataba de una niña con problemas de habla y analfabetismo. Realmente no estaba acostumbrada a tratar con infantes y mucho menos a enseñarles, pero de algo estaba segura!, Jamás rechazaría a nadie que tuviese hambre de conocimiento! , sentía que era su deber ayudar a la persona que con tanto afán había confiado en ella para cumplir con dicha tarea, aunque no supiese absolutamente nada de este.
-Espero que no me estén timando…- pensó con tristeza para después sacudir la cabeza y sacar aquellos pensamientos negativos de sí. Siguió avante y con paso firme, ya tenía muchos planes en su cabeza sobre como iniciar con el método de enseñanza, pero primero era lo primero -Debo conocer a la niña!– para iniciar tenía pensado evaluar la magnitud del problema y luego proceder con un plan más concreto. Ordeno unos cuantos cabellos de su cabeza usando el reflejo de un charco en la calle para luego seguir la dirección que le había sido indicada anteriormente mediante un mensaje en la tableta arcana. Mientras intentaba imaginarse a ambas personas sin tener una idea clara
Por fuera lucia como cualquier casona del centro de la ciudadela pero un letrero a fuera indicaba el nombre, suspiro con algo de nerviosismo – Eh...es… es un reto grande – trago saliva y toco la puerta un par de veces, para después llamar con un tono amable y melodioso – Buenas tardes, soy Itzanami…pe-permiso.- Dijo con un poco de timidez para abrir la puerta con lentitud y quedar asombrada. La tienda lucia preciosa! Llena de antigüedades y cosas de antaño, todo pulcro y bien cuidado, se respiraba un aroma de calma que te invitaba a conocer más sobre el lugar y el dueño. –Es un lugar hermoso! – dijo para sonreír con amabilidad, ella también era un aficionada a coleccionar cosas, y ya había echado ojo a un par de jades que se encontraban por ahí – Quizá luego- pensó con emoción mientras se dirigía a las dos personas que se encontraban cerca del mostrador. – Buenas tardes…ustedes dos son Kenneth y Zero? – pregunto sin estar segura, mientras avanzaba hacia ellos y extendía su mano para con el hombre- Soy Itzanami Aquetzali, y es un gusto conocerles!.
La chica contrastaba mucho con ambos, ellos de piel y cabello blancos y ella de piel morena y cabello oscuro, el color de ojos era lo único que tenía en común era con el hombre. De estatura era pequeña y menuda, de vestimenta totalmente diferente, parecían sacados los 3 de mundos distintos y eso no distaba de ser verdad. Por dentro se sentía un manojo de nervios, no solo no tenía experiencia en el tema si no que no estaba segura de ser calificada para esto y esperaba muy dentro de si no agravar el problema –Qué los dioses me ayuden…. Ixchel… mi señora le ruego que todo salga bien- dijo para dentro de sí, sintiendo todo el peso del mundo, mientras se le dificultaba tragar saliva.
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Post by Kenneth Thaurelis on Jul 21, 2017 7:36:04 GMT
- e-el placer es mio!- Dijo ya sumido en los nervios de ver por fin poder hablar con tal hermosa mujer, ¿el como la conoció?
Pues, en uno de sus viajes por Mirovia caminaba cerca de un lago, el estaba perdido, a lo que vio una hermosa mujer de piel morena, cabello negro, era bellisima, se estaba lavando su cabello con la pura agua del rió, fue a primera vista, no sabia su nombre, quien era, no sabia nada de ella, sin embargo se embeleso ante su hermosa figura y hermosos ojos.
Aquel fue uno de los poemas que le escribió, y no uno, varios, escribió uno tras otro solo recordando su bella figura, tal fue su obsecion con su nueva musa que una vez supo que ella era académica también, vio en esto una oportunidad, una oportunidad de acercarsele, de poder confesar lo que siente, nunca le a ido bien con las mujeres, a causa de sus nervios, a causa del miedo que siempre llena su ser cada vez que intenta cortejar a una dama.
Pero ahora sera el momento, eso era seguro, y por otro lado, tiene que ayudar a la pequeña Zero, aquella no se le había olvidado en ningún momento, el que nadie se haya acercado a una pequeña infante en pleno crecimiento para enseñarle y darle un hogar, había sido un acto de crueldad casi tan grande como la de los cazadores que van día tras día a por ella y su madre, algo había que hacer con respecto a esto, eso era seguro, pero por ahora... sus estudios.
- b-bueno... - aun bastante nervioso de poder tener a su amor platónico cerca solo se dedico a hablar. - Ella es Zero, es una pequeña niña dragón que encontré cerca del templo del invierno, aunque por mas que lo intento, ella no parece entender cuando le digo como ordenar las palabras, Zero, ¿que dices cuando quieres comida?
- Zhedo...tened ambde!... - Dijo la pequeña mientras masticaba algo que no se veía comestible del todo, era una especie de bastón de madera con una gema en la punta
- Z-zero! no te comas eso - Kenneth intento quitárselo y darle unas nueces a cambio las cuales ella rápidamente acepto para comer sin chistar
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Post by Itzanami Aquetzali on Jul 27, 2017 1:46:55 GMT
La mirada se le había iluminado con bastante alegría al ver que efectivamente se encontraba en el lugar correcto y con las personas correctas- Qué alivio! Me hubiera dado vergüenza si me hubiese equivocado de sitio, estoy mucho más tranquila ahora.- Admitió bastante aliviada la joven mientras se llevaba una mano al pecho y sonreía con soltura. No imaginaba la pena que hubiese sentido al saber que este no era el lugar ni las personas correctas a las cuales tenía que dirigirse - Por cierto! permitame decirle que su establecimiento es precioso Kenneth.- dijo mientras llevaba sus manos a su cintura y se mostraba maravillada volteando a todos lados.
Luego de unos segundos, carraspeo un poco para decir con una voz clara y amable- Bueno~ en lo que estamos, me gustaría ver como se expresa Zero si no es mucha molestia.- Le parecía sumamente extraño que el hombre que se había presentado como Kenneth en un inicio se encontrara sumamente nervioso y tartamudeando – Quizá no sabe si está seguro en confiar en mi – pensó la chica, aun que no debía ser exactamente eso si el mismo había insistido en que le ayudase, pero no debía ignorar el hecho de que era un arcano bastante joven sin experiencia en el ramo. Escucho con atención la aquel ejemplo tan gráfico que aquel joven de cabellos blancos le había mostrado, realmente la niña tenía un problema serio y quizá debería comentarlo con algunos colegas antes de iniciar con cualquier clase . – Entiendo….es un problema serio pero haré todo lo que este en mis manos. Solo confíe en mí.
Se acercó un poco a la pequeña quedando frente a frente y extendiendo su mano hacia ella – Hola Zero…. Kenneth me ha hablado mucho sobre ti. Pero quisiera escuchar algunas cosas de ti – se llevó una mano al mentón y se quedó pensativa por unos instantes y poso su mano sobre el mostrador-Cuántos años tienes y que clase de cosas te gusta hacer? Cuéntame de ti… quisiera conocerte! – Saco de su pequeña bolsa con la que siempre cargaba un dulce de leche y coco el cual partió a la mitad y le dio un trozo- Si eres una buena chica te daré la otra mitad – dijo Itzanami mientras lo pasaba de regreso a la bolsa.
-Por cierto señor Kenneth… me gustaría saber cómo es que se enteró de mí y mi profesión, me causa mucha curiosidad,soy de los académicos más jóvenes y menos conocidos de Mirovia, creó. – dijo tomando un apostura más relajada mientras observaba al par de arcanos, casi podía jurar que parecían hermano y hermana los dos, no solo por su físico si no también con la preocupación que Kenneth intentaba ayudar a Zero – Me parecen muy dulces los dos, como un par de hermanos – comento suspirando mientras recordaba a su primo cuando era un niño y ella se hacía cargo de su educación.
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Post by Kenneth Thaurelis on Aug 5, 2017 8:04:21 GMT
- Zero.... tener estos años... - dijo la pequeña extendiendo ambas manos y mirando a la chica de una forma muy inocente y algo curiosa, aun así en el fondo aun se veía algo temerosa, a pesar de que Kenneth mucho antes le había dicho que conocerían a alguien nuevo.
- uuh! - Rápidamente comenzó a agitar su cabeza de arriba hacia a abajo tomando el dulce entre sus pequeñas y frías manos, su cabello se desordeno todo cubriendo la mirad de su carita, cosa que intento arreglar soplando, cada cosa que hiciera ella era una monada, de eso no había duda alguna.
Al ver como Itzanami le había dirigido la palabra, Kenneth, quien en ese corto transcurso de tiempo no había dirigido ninguna palabra nuevamente puso una actitud nerviosa, esto lo había ensayado a solas, sabia que todo esto se vería muy raro, y no quería sonar como un acosador "Te estoy viendo desde hace mucho tiempo y supe que eras académica", no, algo como eso no serviría, solo la asustaría de seguro.
- Pues, hace un tiempo supe d-de una académica que vivia en mi-mirovia, en el lago, y cuando su-supe que tenia especialidad en niños gracias a comentarios de otros académicos bueno...yo... creí que podría ayudarme con la pequeña...
Kenneth suspiro bajando la mirada
- siéndole sincero, no soy bueno educando niños, puedo absorber todo el conocimiento del mundo si me lo propongo, pero cuando se trata de transmitirlo, me siento como un elfo intentando comunicarse con un orco en Thalassiano antiguo, ¿comprende de que hablo? hehe.... "Shindu fallah na!"
Esto ultimo Kenneth lo dijo con un tono algo "Sensual" pero como lo hubiese dicho una elfa odalisca
-Podría estar gritando la pobre elfa pero el orco no se dará cuenta sino hasta que ya hayan reducido sus filas a nada...
Entonces puso sus dedos cerca de su boca simulando unos cuernos
- entonces el pobre orco jamas habría tenido ni siquiera la oportunidad de gritar "Lok-Narash" a sus compatriotas... eh... creo que de nuevo hable demasiado... hehe....
Como siempre cuando se trataba de hablar de lo que sabia era palabra tras palabra hasta que se daba cuenta y había hablado de toda una odisea, Kenneth a este punto estaba rojo como un tomate, mientras tanto Zero solo rió emocionada, creyó que Kenneth solo estaba montando un montón de chistes de circo o algo por el estilo, la entonación y los gestos que hizo fueron bastante graciosos para la pequeña.
- Kenneth ser gracioso, hacer risa a Zero
dijo la pequeña sin dejar de reir ya con unas pequeñas lagrimitas brotando a causa de la risa
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