Post by Deleted on Jul 21, 2017 10:04:14 GMT
Nombre: Eri Haize
Género: Femenino
Edad: 54
Raza: Nekomata
Corte: Primavera
Lugar de Residencia: Bosque de las Hadas
Ocupación: Sin ocupación por el momento.
Stats:
• Fuerza: ★★
• Inteligencia: ★★★★
• Social: ★★ + ★
• Agilidad: ★★★
• Defensa: ★
Habilidades raciales:
Agudeza Sensorial (Oído, Vista, Olfato. Depende el caso del animal). Su sentido elegido es más avanzado que otros arcanos de su especie. Esta habilidad es controlada a cualquier edad, sin embargo, son altamente sensibles a su sentido desarrollado.
Siempre Caigo de Pie. Siempre que tengan el espacio para maniobrar un nekomata caerá de pie. Tómese en cuenta que distancias de más de 4 pisos de altura pueden llegar a lastimar sus extremidades si no se tiene cuidado o práctica.
Sigilo. Habilidad de pasar completamente desapercibidos siempre que no los estén viendo directamente.
Personalidad:
Curiosa | Alegre | Optimista | Sensible | Tímida | Amable y Educada | Respetuosa
- Es una persona muy curiosa, suele tener problemas por ello, algunas veces se mete donde no debería y puede que sus palabras sean malinterpretadas de vez en cuando.
- Aunque intenta ser muy responsable, termina dejando las cosas sin concluir por hacer otras que quiere, intenta mantenerse muy activa y entretenida en algo. Ama aprender, pero odia que le den ordenes o regaños.
- Leal a sus amistades. Intenta confiar en todos, pero tampoco es ilusa. Si tiene algo que decir, probablemente dude y termine dando muchos rodeos para dar indirectas.
Historia:
Una niña curiosa y algo "especial", así solían decirle antes de encontrarla en su forma verdadera en un pequeño orfanato abandonado.
Eri solía vivir en un pequeño pueblo, el cual, era continuamente atacado por bestias enormes como dragones y orcos. La violencia del pueblo era normal y común, los orfanatos siempre estaban llenos de niños, humanos y "no humanos", todos peleando por un trozo de pan. Pero un día, aquel edificio en especial, había sido atacado por bestias enormes. Todos habían huido, todos excepto Eri, quien fue dejada atrás por ser quien era, un "No humano". El pueblo era un caos, el orfanato estaba lleno de pánico de los hombres que lo custodiaban. Confusión y oscuridad surgían en la pequeña niña, quien había decidido tomar su forma verdadera después de ser abandonada para pasar desapercibida. Ella estaba hambrienta, y temerosa, ¿Moriría? ¿Se la cometían? ¿Quizá la venderían por ser "especial"? Ella tenía miedo. No fue hasta que ciertos hombres con resplandeciente armadura llegaron para proteger al pobre pueblo y salvar a los niños del orfanato.
La mayoria de las criaturas fueron exterminadas al instante, pero la violencia de los pueblerinos seguía afectando la estabilidad de los demás. Fueron varios días intensos, Haize había sido rescatada por algunos caballeros, y la violencia comenzaba a disminuir entre los hombres.
Eri, se había encariñado con uno de los caballeros, pues este en especial le había ayudado al encontrarla en el orfanato y darle una mano sin dudarlo pese a su aspecto. Un hombre de corazón puro encontró a un sensible corazón de oro.
Gracias a que era pequeña e insistente, se unió a él, para acompañarle y brindarle soporte en sus misiones. Y más que nada, para brindarle compañía.
Todo seguia un rumbo, hasta que un día, a los 10 años de edad, Eri y el caballero se encontraron con un dragón ciego y una dama de cabellos claros. Tenían la misión de matarle, pero ella no quiso que le matarán por ser ciego, además de que parecía estar cuidando a la mujer, o al menos eso creyeron ambos. El caballero confío en la decisión de la nekomata, y sobre todo, en el dragón y en las súplicas de la mujer que le acompañaba.
Pasaron los días, y surgieron varias situaciones entre ellos cuatro, ahora eran conocidos, y podría decirse que eran buenos amigos.
El tiempo pasó tan fugazmente, hubo problemas y situaciones. Pero el golpe más duro para aquellos amigos fue el hecho de que el caballero y la mujer murieron. Debido a ello, el dragón había entrado en una depresión terrible. Y Eri, se hayaba confusa ante la situación, intentaba dar calma al enorme ser, pero no podía. ¿Cómo podría darle tranquilidad a tal ser, quien había perdido a personas tan cercanas? Hubo incomodidad entre ellos, silencio. El caballero y la mujer eran lo único que los unía, lo único que los hacia sonreír a ambos.
La sonrisa del dragón desapareció con la vida de sus amigos, y la esperanza de Eri comenzaba a perderse.
El dragón se había dado cuenta de la falta de brillo en los ojos de la pequeña, su tristeza le hacia mal, y en busca de verla sonreír de nuevo, le dijo a la pequeña nekomata que viajase y conociera los alrededores, que le dejase atrás.
Ella se negó, pero el insistió.
"La belleza del mundo está lejos de mi, aquí sólo habrá silencio e incomodidad. Ve y conoce, por nosotros, por ellos. Ya habrá tiempo para nuestro reencuentro. "
La nekomata asintió con lágrimas en los ojos, pero con la condición de que tomasen formas contrarias y se dieran un abrazo. Pues nunca antes el dragón se había mostrado frente a ella de otro modo.
Él accedió.
Y al instante, el enorme dragón se convirtió en un hombre joven, y la nekomata en una niña. Ella vio finalmente su rostro, triste, ojeroso por el llanto, su figura delgada y cabellos color claro. Le sonrió gentil y lo abrazó sin dudarlo. Aquel dragón correspondió el abrazo de la niña, y lloró en silencio. Ambos lloraron, uno por el otro, hasta quedarse dormidos.
A la mañana siguiente el dragón había desaparecido. Y ella había comprendido la situación. Debía seguir adelante, por ella y por el dragón. Algún dia se verían de nuevo y hablarían del caballero y la mujer. Sus más preciados amores.
Viajó de un lado a otro, pasando desapercibida al usar su forma sellada, conoció lugares, aprendió cosas. Sufrió de hambre algunos días, y otros, únicamente miraba el cielo, esperanzada de volver a ver a aquel dragón melancólico.
Eri comenzó a aprender a escribir, leyó libros y aprendió con varias personas lo básico. Una noche, una carta llegó a sus manos a través de una paloma mensajera. Era del dragón, quien había adjuntando una dirección a la cual responder, y de igual modo, pidiendo una para contestar nuevamente.
Desde aquel día, mantuvieron una relación epistolar, en la cual, el dragón le enseñaba lo que sabia a través de cartas, y ella le contaba cosas de sus viajes como agradecimiento, demostrando lo que habia logrado por ambos.
Cartas y cartas, conocimientos y experiencias, eso compartían. Hasta que un día, el dragón le pidió un favor un tanto inusual a la pequeña.
Aquel favor se cumplió, pero debido a ello, el dragón entró nuevamente en depresión al enterarse de una fuerte noticia.
Sus cartas eran menos continuas, y si llegaba alguna, sólo contenían pequeños fragmentos mal escritos.
Las cartas dejaron de ser algo común y frecuente, pero ella continuaba mandando sobres a la misma dirección, con la esperanza de que era leída por su amigo.
Su última carta fue un comunicado para el dragón, diciéndole que le buscaría y lo visitaría. Ella la envió con esperanza, quería verlo, necesitaba verlo.
Deseaba contarle con todas sus fuerzas lo que habia aprendido todos esos años.
A los pocos días un pequeño sobre llegó a sus manos, dentro de este no había nada escrito, sólo un pequeño mapa para poder llegar a donde él estaba viviendo actualmente, y la dirección de una pequeña casa que le había conseguido en un lugar conocido como Mirovia.
Datos curiosos:
- Toca el Koto y el Erhu como pasatiempo.
- No acostumbra a estar en su forma sellada
- Come mucho, pero no sabe cocinar, le gustaría aprender algún día
- Le gusta conocer gente, pero suele ser algo penosa como para hablar tan libremente. Al principio se muestra gentil, pero sin mucha confianza. Una vez confía en alguien es muy leal y algo bromista, sin perder la gentileza que le caracteriza, ya no se siente tan incómoda una vez conoce mejor a alguien.
- Suele escribir muchas cartas. Le gusta tener relaciones epistolares.
- Algunas veces habla con la boca llena cuando está en confianza
- Le causa gracia que crean que tiene poderes relacionados con la muerte o que pueda cazar y comer humanos solo por ser Nekomata
- Es terrible dando consejos o consuelo, pero sabe escuchar pacientemente
- Detesta que se aprovechen de ella
- Odia las bromas de mal gusto o las burlas
- Es algo inocente pero no ingenua
- Le interesa la magia, pero odia los trucos
- No le gusta que la vean mientras come, se apena y tira todo
- Ama los postres, en especial el Taiyaki de chocolate. Detesta comer Taiyaki de frijoles dulces, los confunde algunas veces.
- Le gustan mucho los animales, en especial los perros grandes
- Ama las flores. Le gustaría que algún día le regalasen algunas, pero pese a desearlo, no sabría cómo reaccionar.
- A veces suele ser distraída y pierde sus cosas
- Rara vez es violenta
- Tiene conflicto cuando alguien no le agrada ya que no sabría cómo enfrentar la situación
- No tiene mucho tiempo que llegó a Mirovia
- Acostumbra a escribir primero su apellido. Gente cercana puede llamarle "Zeri"
-Mide 1.57 en su forma Sellada y Fated. En su forma verdadera mide lo mismo que un gato adulto.
-Voz: youtu.be/cC8NBJTc6aI-Mide 1.57 en su forma Sellada y Fated. En su forma verdadera mide lo mismo que un gato adulto.
Imagen complementaria:
-Forma Fated pendiente-