Volviendo al andar. [Autoconclusivo]

Por fin después de tanto tiempo escondida en las profundidades, volvía a juntarse con Khorial para repetir y un poco recordar como caminar. El tiempo había pasado y su cuerpo había recibido otro tratado en las profundidades del océano, no se había esperado que varios calamares gigantes le lastimaran la barriga y el lomo, pero realmente tuvo que entrenar en aquel lugar para mantenerse consciente y con vida. Lo que sus ojos brillantes lograban iluminar muchas veces en las zonas oscuras fueron más que nuevas criaturas para sus ojos, criaturas minúsculas como algunas que deseaba mantenerse alejada y no crear una pelea. Aún estaba pensando como sus cuernos se habían doblado un poco, el primer pensamiento fue que sea provocado por la presión como que mantenía cierto desarrollo logrando que estos se encorvaran, no había creído que lo fueran hacer mas lo hicieron.


Su alargado cuerpo comenzaba a meterse cada vez más en la ruta hacia el gran lago, no tardó en llegar, se mantuvo un tiempo breve esperando a Khorial, por primera vez de todas llegaba primera logrando que esbozara una sonrisa. Cuando por fin se juntaron, se estaba esperando aquella reacción de sorpresa, aunque los labios del ajeno dejaron expresar unas palabras que ni ella misma se esperaba, el sonrojo se le había colado en las mejillas. Pero por su parte también se llevo la grata sorpresa de que había cambiado el cabello o simplemente el estilo preparándose para el día siguiente. Estuvieron un par de horas conversando sobre las profundidades, no dio muchas especificaciones de lo que llego a sentir a su alrededor y las criaturas que diviso. Simplemente comentó de que aun el océano no se había visto por completo.


Una vez se terminó la hora de charlar simplemente se dedicaron a hacer lo que se habían citado; volver a caminar. La peliverde no tardó mucho en volverle a agarrar la mano, sus piernas tenían ahora algo mas de resistencia para mantenerse parada y al doblar las rodillas no sentía que se iba a caer, a pesar que en el comienzo no tardó en casi caerse completamente al suelo. No tardaron en continuar, Skye se encontraba completamente ansiosa del festival, no tenía palabras para todo lo que Khorial se ofreció a darle. El tiempo pasaba y por fin Skye tomaba una compostura mas fuerte con su forma sellada, si que 288 años vivir en su forma real o fated era un obstáculo para su forma sellada pero había logrado de todas formas. Esto no implicaba que si iba a bailar o algo no se desplomara completamente, aun le costaba mantenerse en una pierna perdía el equilibrio casi total pero simplemente deseaba caminar y disfrutar de la Ciudadela, un mundo nuevo casi virgen para sus ojos.


La noche caía y debían despedirse, mañana iba a ser agitado para Skye por casi los sonidos que iba a escuchar. En el momento preciso que iba a transformarse en la real, el muchacho la detuvo extendiéndole aquel vestido que había gastado para ella.  - Aun creo que te debo mucho… Gracias de verdad Khorial. - aquellas fueron las últimas palabras con una sonrisa imborrable. Tomó su forma real y con la cabeza en alto sosteniendo dicho vestido salió del gran lago para llegar casi a la playa para dejarlo en una zona segura, no quería mojarlo o arruinarlo. El día lentamente se acercaba y ella no podía ocultar sus ganas de disfrutarlo.