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Post by Catalina Aldith on Jul 22, 2017 1:30:36 GMT
Días atrás comenzó a encontrarse con varias conversaciones sobre ello. Tras el descubrimiento de lo que era la tableta arcana o “Extraño objeto” como Catalina solía decirle, llegó a percatarse de que ese podía ser y no, la única forma de realmente saber sobre el mundo que se encontraba fuera del bosque de los susurros. No solía participar, no podía encajar en la mayoría de las conversaciones y de alguna forma sentía que querer mantenerse unida de alguna forma a ese mundo, era algo que no debía de hacer por su falta de autocontrol.
Se había mantenido apartada hasta lo que pudiera, aunque su curiosidad le hacía disfrutar de varias conversaciones con las que se topaba y preocuparse por algunas otras, aunque un día simplemente no pudo más que llenarse de curiosidad y emoción, por un nuevo evento que destacaba en belleza y diversión. Pero por más que comenzara a desear poder estar ahí… No podía permitírselo.
Al menos eso se había estado repitiendo por varias horas y algún par de noches. Solo hasta que se decidió por echar un vistazo, nada que pusiera en peligro a cualquier ser, solo aproximarse para ver con sus propios ojos aquello de lo que todos hablaban. No demorar para no poner en peligro nadie y no mostrarse, pues todos hablaban de bellos vestidos y ella apenas y podía cubrir su cuerpo con una especie de capa harapienta que tiempo atrás alguién había olvidado.
Puede que no fuese su mejor plan, pero sentía una emoción a cada paso que daba y un burbujeó se instauró en su estomago al dar el primer paso fuera del bosque y de su espesa niebla. Con la mano al pecho y mordiéndose los labios por el miedo, empezó a moverse a travez de la noche rumbo a donde las luces y la música parecía sonar… La ciudadela. Nunca había pensado que ver el cielo o las luces de aquella ciudad, le resultara tan nostálgico pese a que no entendía la razón del por que. Su memoria estaba vacía de pasado, pero probablemente aún si su mente no recordara, otras cosas de ella si… Como su corazón sin latir. Quizás alguna vez, mucho tiempo atrás… Había llegado a ver aquello… No lo podía saber, pero si poder ver aquello de lo que tantos hablaban.
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Post by Jago Santori on Jul 22, 2017 3:20:43 GMT
Las fiestas frívolas nunca habían sido las favoritas de Jago. Celebrar el amor era algo hermoso, pero tanta comida y bebida y fuegos artificiales (bellísimos, sí, pero pero el ruido hacía que le doliera horrores la cabeza) nunca había sido muy de su estilo, ni como humano ni como vampiro. Sin embargo, el famoso Festival del Cortejo le parecía la oportunidad perfecta para que los rostros de su familia comenzaran a hacerse conocidos entre la gente. Últimamente los Santori habían visto dañada su reputación debido a peleas sin sentido y falta de confianza en los vampiros para cuidar gente, y eso era algo que el heredero de Izark no iba a permitir. Sonreiría y bailaría toda la noche, haría amistades que esperaba fueran significativas y, con algo de suerte, su nombre no sería olvidado.
Pero, joder, era difícil. Le gustaban más los desafíos mentales que los sociales. A su mujer le encantaban las fiestas, pero junto con su muerte también se habían acabado los motivos para celebrar. El vampiro no llevaba ningún listón en la muñeca.
Necesitaba un respiro, se sentía como si fuera a desmayarse si no despejaba su cabeza. Se alejó de las luces, del sonido, del caos... entonces la vio. Había una joven sola, que parecía anonadada con la visión del espectáculo del cual él venía huyendo.
- Buenas noches -la saludó el vástago, con cuidado de no asustarla-. ¿Viene a la fiesta?
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Post by Catalina Aldith on Jul 22, 2017 3:36:31 GMT
Aunque su intención no había sido aquella, Catalina se sobresaltó al escuchar la voz de alguién dirigirse a ella y con ojos algo asustados, se giró a verle. Tardó un poco en responder, su cuerpo había entrado en pánico por ser descubierta tan rápidamente, aunque ni siquiera se percató de que ese no era el verdadero problema. No tenía más que aquella vieja capa sobre sus hombros, los pies realmente sucios al igual que su blanca piel y el cabello largo y algo enredado y lleno de hojas por la forma en la que vivía. Ese tipo de cosas de momento la tuvieron sin cuidado, pues estaba pensando en la respuesta correcta a aquella pregunta, aunque el sonido de un vaso de cristal cayéndose, trajo consigo la respuesta más clara sobre todo aquello. – No realmente... – Dijo con una voz baja, cubriéndose levemente la desnudez y tratando de no parecer más sospechosa. Era raro que alguién con sus pintas estuviera en un lugar así, más siendo una fiesta en la que parecía ver como todos vestían con sus mejores galas.
– Solo he querido venir a ver... Es inevitable no querer venir apenas se escucha de ello ¿No lo cree? – Preguntó llenándose con algo de entusiasmo. – Tantas luces, sonidos y colores... El ambiente también se llena de aromas, pero todo lo demás lo hace demasiado hermoso. Solo quería ver de cerca todo esto por un momento, aun si no pueda participar... Pero sentía que necesitaba verlo. Además, extrañaba la noche estrellada y poder ver el cielo tranquilamente. – No pudo evitar sonreír, aunque aun no podía dejar de sentirse nostálgica. – ¿Usted ha venido a la fiesta? – No se percató del hecho de que el ya se retiraba.
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Post by Deleted on Jul 22, 2017 6:13:12 GMT
Aquella mañana la despertó el viento. De esas corrientes cálidas y tranquilas que traen consigo el olor a pan recién horneado y el perfume de las rosas. No era de sorprenderse, justo ese día comenzaba el tan esperado Festival del Cortejo y no era precisamente que estuviese ansiosa de hallar una pareja, simplemente, el hecho de asistir a una fiesta tan grande y animosa le provocaba sensaciones extrañas en el estómago y unas ganas insaciables de salir a bailar por goce y con sí misma si ese fuese el caso. Para ese momento del día donde la música, el barbullo y las luces comenzaron a anunciar a todo ciudadano la apertura oficial del evento, la pequeña dragona avanzó a pasos apresurados por las calles faltas de transeúntes de la ciudadela. Portaba un escotado vestido de tonalidades púrpuras que se levantaba y arremolinaba con la más débil brisa; cubriendo la muñeca izquierda, un listón dorado sin moño que lo adornara, únicamente un nudo apresurado. Pasó de largo a varios ciudadanos engalanados; debido a su trabajo no conocía a las personas correctas, aquellas que asistieran a eventos sociales o pudiese considerar compañeros, por lo que no estuvo en su interés detenerse a saludar pero una figura apartada del resto la hizo detenerse y reconsiderar sus acciones. Parecía ser una joven, bastante mona y con un cabello envidiable pero no lucía estar debidamente arreglada para tal ocasión. Siendo presa de la curiosidad comenzó a acercarse; una segunda figura tomó conversación con la joven y alentó el paso. Quizá no debía interrumpir. . . Aunque por otro lado, no perdía nada con un saludo, si al menos eso podía sacar de ellos podría partir feliz. – ¡Hola! – Saludó con una sonrisa de oreja a oreja justo al momento en que parecía marcharse uno de ellos. Quizá, después de todo seguía siendo inoportuna. No pudo preguntar ni decir nada más, con una pregunta al aire no sentía el derecho de interrumpir más de lo que ya estaba haciendo. —— ibb.co/gMuX9k imagen complementaria
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Post by Jago Santori on Jul 22, 2017 19:56:16 GMT
El vampiro no pudo evitar fijarse en la pinta que llevaba la muchacha con la que acababa de encontrarse, pero su mirada no era acusatoria. No parecía una ladrona, ni tampoco daba la impresión de ser malvada No todo el mundo podía permitirse comprar un vestido de fiesta,y comprendía también que bien podía ser que simplemente a la joven no le gustaran las situaciones elegantes. Sin embargo, descartó esta segunda teoría al notar que la mujercita cubría su cuerpo, como si se avergonzara. Su corazón se enterneció ante tal visión y le sonrió al mismo tiempo que se quitaba la chaqueta que llevaba puesta. - Ya veo -comentó mientras que depositaba la prenda sobre los hombros de la menuda dama que acababa de conocer-. Por favor, acepte mi chaqueta y mi breve compañía, el frío nocturno no tardará en hacerse sentir -La verdad es que era una mala excusa. No se sentía cómodo sabiendo que había una señorita casi desnuda y desprotegida por ahí. Siguió hablando del tema anterior, escuchó con atención todas y cada una de las palabras de Catalina y respondió esperando que sus palabras amables no la alejaran -. El Festival es realmente maravilloso, las luces y los olores lograrían derretir con su belleza incluso el corazón de los más malvados. La verdad es que no acostumbro venir, pero este año... este año se me hizo especial, vine junto con mi familia. Es una lástima que usted no vaya a participar, nadie es capaz de resistirse al baile y la alegría.
Otra mujer había hecho su aparición. Esta se veía mucho mayor y más alegre que su pequeña amiga. El vástago inclinó su cabeza a modo de saludo y respondió la pregunta que le habían hecho. - Vengo de la fiesta, necesitaba tomar un poco de aire antes de volver. Mi nombre es Jago Santori. Si no es mucha molestia, ¿podría tener el gusto de conocer sus nombres?
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Post by Catalina Aldith on Jul 23, 2017 1:47:38 GMT
Sus mejillas adquirieron de manera casi inmediata, una leve coloración rojiza que era imposible de ignorar debido a lo blanco de su tez. Aquella atención brindada le agitó levemente el corazón, sintiendo como si realmente hubiese vida en su pecho, aunque no sabía si aquella sensación era real o obra de su propia mente, pero aquello le había enternecido y emocionado por sentir que alguién se preocupaba por su estado. No duró aquello demasiado, pronto se dio cuenta que en parte se debía a que no debía de estar andando por la noche con ese tipo de vestimenta y por algo de vergüenza, trató incluso de acomodar inutilmente su cabello, para que no se notara tanto lo amarañado y sucio que se encontraba. No es como si no se aseara, lo hacía cada día, pero era inevitable que no se le quedaran hojas o ramitas al andar.
– Muchas gracias por su amabilidad... – Inclinó levemente la cabeza y dedicó una ligera sonrisa a aquella persona frente a ella, pronto escuchó un poco más sobre aquella celebración y sus ojos de nuevo brillaron mientras se giraba hacía donde el bullicio se escuchaba, imaginándose por un momento en medio de este. – Mientras más escucho de este festival, más desearía poder participar en el. – Pero era muy peligroso, si se descontrolada no quería ni saber lo que sucedería... – Supongo que tengo que dar un mayor esfuerzo por esa misma razón. Aunque creo que esta bien... Prefiero ver toda la alegría desde lejos, ya que siento que si estuviese ahí, no podría realmente poder ver algunos momentos tan bellos que se forman gracias a todo esto. – Guardó pronto silenció, pues logró percatarse de otra persona aproximarse a ellos dos y no demoró en escuchar el primer saludo de una hermosa dama que lucía un vestido que realmente le hicieron sentirse aún más avergonzada por las prendas que ella casi ni portaba. – Buenas noches. – Bajó la cabeza, no le había pasado antes, pero en ese momento se sintió realmente como si estuviese en el sitio que no debería estar. – Yo... Esto... – Se perdió un poco de sus palabras, pero había escuchado lo suficiente para responder. – Mucho gusto señor Santori... Mi nombre es Catalina, Catalina Aldith.– Volvía a levantar la vista, para poder prestar total atención a cuando aquella otra persona se presentara también. – Tu vestido es hermoso... – Agregó.
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Post by Deleted on Jul 23, 2017 4:45:34 GMT
Correspondió el gesto del caballero con una reverencia de su parte seguida de una pequeña sonrisa al presentarse formalmente.
– Solo Felicia – responde con voz calma. – Mucho gusto, Jago, Catalina – repitió más para sí misma en afán de grabar en su memoria aquellos nombres y rostros. Se percató de la reacción de la joven y aunque no quiso preguntar al respecto sí observó la escena concienzuda; por alguna razón la menor no parecía convencida de asistir al festival, por más intriga que eso le causara, y el abrigo del tercero protegía su delgada figura. – Muchas gracias – se toma unos segundos para ver al mayor, preguntándose sí él sabría la historia de la fémina. – Pequeña Catalina … – Centra su atención en ella– … Tengo la sensación de que en tu corazón deseas más que sólo mantenerte a la distancia ¿No te gustaría participar en el festival? – Hace una pausa para hablar con sinceridad – La verdad es que me ha intrigado tu presencia. Si es que el caballero de aquí te ha invitado a pasar la velada, deberías de aceptar… En caso contrario, aún así deberías darle una oportunidad a este bullicioso evento... ¿No cree lo mismo, Sr. Jago?
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Lumina
La Resistencia
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Post by Lumina on Jul 23, 2017 12:07:50 GMT
Lento, paso a paso entrabas a la ciudadela, atraída por el hermoso brillo de las luces, los rumores sobre un festival habían llegado a tus oídos y necesitabas verlo por ti misma, aunque se había omitido la parte de la vestimenta, bueno, tampoco ibas a preocuparte demasiado, tu conjunto se veía bastante bien a tu parecer, y estaba limpio, así que no seguiste pensando en ello, lentamente entraste, viendo maravillada todo, definitivamente tendrías que venir, pero primero buscarías más información sobre aquella celebración, y si tenías suerte, algún mapa sobre la ciudadela, habías estado allí muy pocas veces, se sentía incluso cierta nostalgia, acomodaste la pequeña mochila que llevabas, nada más con un cuaderno y nuevamente unos cuantos carboncillos, estabas emocionada de poder utilizar el nuevo color, un lápiz blanco, intentabas recordar el nombre del material, pero simplemente no lo recordabas, suspiraste sin perder el ánimo y seguiste tu recorrido por la ciudad, incluso las calles más desiertas tenían aquella bonita decoración
Escucho voces cerca, comenzó a seguir el suave murmullo hasta ver en una de las calles un pequeño grupo de personas charlar, quizás estaban descansando de la luz o de la música, para algunos oídos sensibles podía ser agotador, camino a paso calmado, mirando las bellas prendas, oh, qué deseo de dibujar aquellos trajes, pero primero lo primero –Disculpe, buenas noches, no es mi intención interrumpir vuestra platica, pero estoy algo desorientada ¿Vienen al festival? –Pregunto de forma suave, mirando mejor a los arcanos, sorprendiéndose ligeramente – Joven Santori, que gusto verle nuevamente – Sonrió entusiasta, recordaba con cariño aquel paseo por el cementerio, sus ojos pasaron de ver al arcano para ver a las señoritas, aunque sus ojos se fijaron en la más baja, de aspecto infantil, le dio una sonrisa tierna, su instinto maternal se vio en alerta cuando vio las pequeñas hojas en su cabello, y la chaqueta que asumía era de del joven Jago ¿Sería una niña perdida? Quizás una huérfana – buenas noches señorita, ¿Deseas un dulce? –Se inclinó ligeramente, a veces era complicado ser tan alta, de uno de los bolsillos de su chaqueta saco un dulce, grande y redondo – Lo eh comprado hace poco, espero que te guste – Estiro la mano con suavidad hacia la niña, el olor dulce del chocolate era llamativo, un nuevo tipo de dulce hecho con semillas, era sumamente fascinante
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Post by Jago Santori on Jul 23, 2017 20:02:07 GMT
Las palabras de la muchacha colaban hondo en el corazón del heredero Santori. Deseaba poder ayudarla, pero no estaba del todo seguro de cómo hacerlo. Por suerte, Felicia parecía entenderse mejor con la jovencita, quizá porque eran compañeras de género o porque eran de edades más cercanas. Sea como fuere, Jago estaba muy agradecido de la presencia de la mujer de cabellos rosados. Sonrió al escucharla dirigirse a Catalina.
- Es usted una mujer muy sabia, Felicia. Una invitación no ha de ser rechazada nunca -reforzó la idea planteada por la dragona-. Catalina, ¿aceptarías venir conmigo y con Felicia al Festival? Observar todo desde la lejanía es agradable, pero no se compara con la emoción de estar allí entre la gente. Si lo desea, podemos bailar... aunque admito que estoy un poco oxidado -agregó al final, con una pequeña sonrisa esbozada en el rostro.
La conversación fue agradablemente interrumpida por una voz familiar para el vástago. Había conocido a Lumina hace apenas unas cuantas noches, pero le agradaba el aura de paz que la mujer traía con ella. Quizá podría ayudar a Felicia y a él a convencer a Catalina de superar sus miedos y unirse a la celebración. - Buenas noches, Lumina. Permítame presentarle a Catalina y Felicia -dijo señalando con educación a ambas arcanas, apenas levantando la mano-, dos arcanas hermosas y educadas que he tenido el placer de encontrarme esta noche, aunque fue Felicia la que nos encontró a nosotros, a decir verdad.
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Post by Deleted on Jul 25, 2017 17:20:21 GMT
/// OOC: hola, disculpen . Hay reglas en este thread? c: de tiempo de respuesta y ese tipo de cosas?
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Post by Catalina Aldith on Jul 26, 2017 17:06:05 GMT
// OOC: Es lo que iba a especificar, pero ruego que me esperen un día más, por que tengo un pequeño problema que espero resolver hoy para volver a estar totalmente disponible.
El tiempo máximo de espera va a ser de 48 horas.
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