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Post by Cereza Koslov on Jul 31, 2017 15:18:15 GMT
La querubín se la estaba pasando de lo lindo junto con Ethgan, ambos bailando al son de la música y de sus corazones que palpitaban con fuerza. Entre risa, alegría y júbilo, no supo como pero terminó entre los brazos del hombre lobo... quedando ambos quietos en medio de una multitud que seguía moviéndose con el ritmo del ambiente. Pero ellos... en medio de la pista, estaban abrazándose como nunca antes. Cereza mantenía su mejilla pegada contra el pecho del rubio, no era necesario escuchar lo que estaba dentro de su pecho, con el de ella bastaba por los dos... ¿porqué la música se había hecho tan lenta en ese momento? ¿El tiempo no podía detenerse para que ambos estuvieran así por siempre? Poco a poco alzó su mirada con timidez para encontrarse con los amatistas masculinos y quedándose fácilmente prendada de estos. Sus rostros tan cerca... sus respiraciones intercambiándose con apenas unos milímetros de separación entre ambos. Si, todos a su alrededor seguían bailando alegres, vivarachos. Pero a Cereza no podría importarle más nada... se alzó muy ligeramente de puntillas con el fin de acortar esa tortuosa distancia que tanto la molestaba, sus labios le quemaban, la instaban a unirse a los de Ethgan. Una canción muy dulce y lenta comenzó a tocar en ese momento, especial para los enamorados.
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Ethgan Reild
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¿Por qué no nos divertimos un poco?
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Post by Ethgan Reild on Aug 3, 2017 12:52:28 GMT
aquellas suaves notas fueron la cúspide de su encanto, no supo de donde provinieron, no pudo distinguir el momento en todas las demás parejas comenzaron de pronto a moverse mas despacio, solo pudo ser consciente de una cosa, de la calidez del cuerpo de Cereza junto al suyo, de los brillantes ojos azueles que se cerraban por sí solos al acercarse cada vez mas a él. Nada mas importó, no pudo resistirse. Se inclinó de la misma manera en la que ella se alzó de puntillas para alcanzarlo, y portando consigo toda la suavidad y el cariño que casi nunca demostraba, la beso.
el tiempo pareció detenerse, el mundo pareció dar vueltas ¿por que se sentía así? no era la primera vez que la besaba, tampoco la primera en que salía a bailar con una mujer y terminaba besándola en su intento por pretenderla. Pero era diferente, lo sabía.... se separó de ella sintiéndose incompleto, aun necesitado. Abrió los ojos tan solo un par de segundos para contemplarla y sin perder mas tiempo volvió a inclinarse sobre ella alzando una de sus manos para tomarla con delicadeza de la nuca y profundizar así el segundo beso.
Recuerdos avivados por las notas musicales recurrieron desde partes ocultas de su mente, desde el primer momento en que la vio, su amargos y felices ratos, sus peleas, sus aventuras, sus momentos de risa y discusión... no supo cuanto tiempo mas pasó asi, tampoco le importó. Terminó con su frente pegada a la de ella ya sin mover en absoluto el resto de su cuerpo y esperando solo a que las ultimas tonadas acabasen, apartó finalmente su rostro y la observó, la observó como nunca antes
- Cereza... - su propio corazón dio un vuelco al escucharse a si mismo, el nombre había escapado solo de sus labios - ... - no supo qué mas decir, él nunca se quedaba sin palabras. Se sintió temeroso y desprotegido. Dentro de lo mas profundo de su interior algo se agrietó....
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Post by Cereza Koslov on Aug 3, 2017 15:01:58 GMT
Al fin. Sus labios se conectaron en un suave beso que la llevó a cerrar sus ojos con la finalidad de sentir con mayor intensidad la unión de ambos, casi tuvo el impulso nuevamente de alzar su pierna hacia atrás pero pudo contenerse... el sólo hecho de sentir las corrientes eléctricas recorrer todo su cuerpo con cada pulsar de su corazón era suficiente para querer quedarse sólo ahí y disfrutar. Pero tan rápido como inició ese contacto tan dulce y lleno de sentimientos, así terminó. -... -los brillosos ojos azulados miraban fijamente a los rosados, para luego pasearse hacia abajo y anclarse en los delgados labios masculinos con hambre de más. Su corazón se aceleró al darse cuenta de que Ethgan sentía lo mismo que ella, aunque no se lo esperaba cuando se inclinó nuevamente para unirse en otro beso un poco más duradero, un poco más profundo, obligando a Cereza a rodear con sus delgados brazos el cuello del hombre para poder sostenerse de este ya que sus piernas casi no podían apoyar su peso debido a la emoción.
Ethgan sabía a aire fresco, a una brisa matutina que te refresca y que la hacía sentir libre con cada roce.
Se quedó sin respiración a pesar de lo tranquilo del acto cariñoso, pero sacudió tanto a la querubín que sentía haber corrido una maratón entera dos veces. La sonrisa volvió a ella mucho más fuerte que nunca iluminando aquél rostro que expresaba a leguas su sentir, su alegría, su enamoramiento. Pronto emitió una pequeña risa jubilosa que acompañó con ligeras caricias que le hizo al hombre lobo en los labios con las yemas de sus dedos. -¡Ah! -mas no pudo decir nada de lo que se le ocurrió pues recibió un pequeño empujón en la espalda de una persona que SÍ estaba bailando y no se fijó.
Mágicamente eso los devolvió a la realidad en donde todos se movían, en donde todo se llenaba de luz. -¡Ethgan, creo que estamos en la pista de baile! -canturreó feliz, riendo con fuerza sin poder evitarlo y con un poco de pena coloreando sus mejillas- Me temo que no se como bailar esta canción ¿podrías enseñarme? Se que tienes un sentido del ritmo inigualable.
No tenía nada de malo halagar a su pareja, sobretodo si eso elevaba tan graciosamente su ego.
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Ethgan Reild
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¿Por qué no nos divertimos un poco?
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Post by Ethgan Reild on Aug 3, 2017 15:38:18 GMT
fueron aquellas palabras dichas con emoción y felicidad las que lo sacaron de su ensimismamiento, de su embelesado trace. Una vez mas fue contagiado por la sonrisa de ella, quien parecía ahora mas una adolescente enamorada que una adulta en facultad. No la culpaba, algo en él tambien lo hacía sentir de manera similar. No era la primera vez que se descubría a si mismo perdido en la mirada celeste de su compañera, deseando cada vez mas besarla hasta el cansancio y demostrarle con pasión cuanto deseo podía llegar a sentir por ella... pero algo impedía que sus pensamientos se centraran solo en hacerla suya esta vez, pues algo le decía que ella ya lo era, que estaba completamente dispuesta a serlo... Era diferente, quería estar con ella por el simple gusto de hacerlo, disfrutar meramente de su compañía, sin esconder malas intensiones, sin pretender ganar algo mas con el rose de sus manos.... recorrió los brazos ajenos hasta alcanzar el entrelazado cruce de dedos detrás de su cuello, soltándola, guiándola a liberar de nuevo su agarre, continuando una vez mas con pasos mas lentos, mediándose al compás de la música aun sentía que debía decir algo, pero no sabía qué. Terminó por cerrar los labios y permanecer entonces en silencio hasta el momento fuese el indicado. Permanecieron asi por largo rato, mirándose, sonriéndose, acariciándose el rostro de vez en cuando. Temiendo, quizá, que si alguno decía o hacía algo, la magia se rompería para siempre
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Post by Cereza Koslov on Aug 7, 2017 16:18:16 GMT
Cómo desearía que el mundo se detuviera, que esas luces que los rodeaban no dejaran de brillar y que la música no parara. Deseaba... que esa mano cálida sobre sus dedos nunca dejara de tocarla, que esa mirada rosada siempre estuviera posada en ella... deseaba sentir la calidez de Ethgan rodeándola siempre, y que jamás tuvieran que separarse. El inminente final de la canción había llegado y con ello el encanto se rompía al tener que hacerse un paso hacia atrás para poder inclinarse en una reverencia de gratitud por el baile recibido.
Los músicos tomaron un pequeño receso después de tanto trabajo en esas horas, por lo que la pista poco a poco se fue vaciando de parejas para dejar que los arcanos circularan libremente por los espacios hacia sus destinos, como si el mágico momento que ella y Ethgan compartieron jamás hubiese pasado. Pero fue real, ese listón rojo en el pecho masculino lo demostraba; el que ella tuviera el suyo en el cuello también.
-... -intentó hablar, decir algo. Pero tan pronto abrió la boca ésta se volvió a cerrar. En vez de eso miró con timidez a los lados hasta que sus ojos azules se toparon con un puesto de comida, algo que la hizo sonreír de nuevo- Quisiera comer algo ¿qué me dices tú? -la delicada mano de la querubín se deslizó sobre la palma masculina para con ello entrelazar sus dedos con la mayor suavidad posible-... ¿q-quieres?
Lo jaló con cuidado para que ambos comenzaran a andar así... tomados de la mano, como muchas de las parejas que se encontraban en el festival, no pudo evitar mirarlo de reojo para sonreír ampliamente otra vez ¿Porqué siempre le causaba mariposas en el estómago el sólo ver su perfil? - ¡Ah! ¡Pero qué lindos! -exclamó maravillada al ver la preciosidad de muffins que se exhibían en el aparador del puesto de comida, todos decorados de forma hermosa con betunes de colores.
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