Ethgan Reild
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¿Por qué no nos divertimos un poco?
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Post by Ethgan Reild on Jul 22, 2017 15:39:32 GMT
Cuando llegron a la ciudadela lo primero que hicieron fue hospedarse, sin saber por cuanto tiempo estarían en la colorida ciudad, había resultado buena idea partir de casa con la suficiente cantidad de mirvos y equipaje adecuado. Ethgan fué el primero en bajar de la carreta y tras ayudar a Cereza para hacer lo mismo, se dirigió a entregarle su paga al cochero, quien al asegurarse de la autenticidad de la moneda solo se limitó en agradecer con un gesto de su sombrero y continuar su camino.
Pidieron una habitación doble con camas separadas, de un movimiento las cortinas quedaron abiertas y la claridad inundó la habitación. Demasiado temprano aun como para dar inicio a las festividades, pero con el tiempo perfecto para llevar a cabo los preparativos antes de su comienzo. Con las manos en los bolsillos y detallando todo cuanto se atravesara en su camino, Ethgan parecía bastante interesado en querer recorrer las calles de la ciudad. Era la primera vez que pisaba tierras mas allá del bosque de los susurro, pero pese a no conocer a nadie parecía no tener problema alguna con desenvolverse en terrenos inexplorados.
quedaron de acuerdo a la hora en la que debían volver a encontrarse, dándose un tiempo a solas para poder conocer la ciudad y realizar respectivamente las compras que resultasen necesarias.
Al bajar las escaleras y pretender salir por la puerta principal, una pareja de faunos le dieron la bienvenida y le hicieron entrega de dos pequeños listones, uno rojo, otro amarillo
-deberá escoger entre uno de ellos, señor
- no creo que haga falta - alzó una mano para apartar la de los otros dos siendo lo mas amable que podia obligarse ser y avanzó de nuevo con su camino.
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Post by Cereza Koslov on Jul 22, 2017 16:45:09 GMT
El baile había sido muy divertido, además que hablar con el minotauro le sirvió bastante para despejar su cabeza de mucho del nerviosismo que la embargaba hace poco. Aunque ahora que se acercaba más y más la hora de encontrarse con Ethgan, el corazón de la querubín se agitaba inquieto dentro de su pecho volviendo al estado inicial de su velada. Si ella... escogiera una ocasión en particular para ser honesta sobre lo que sentía hacia él, debía de ser en el Festival del Cortejo. Así el hombre lobo no tendría duda de a lo que ella se refería, no podría negarse a la verdad que ella por algo de tiempo se negó. Y eso solo se reflejaba en los listones de color rojo que descansaban en las manos de la acongojada mujer. Rojos, como la sangre que brotaba a borbotones del cuerpo magullado de aquél que llegó un día a su curandería al punto de la muerte. Rojo, como los ojos del lobo que la miraron por primera vez y decidieron atacarla. Rojo, como la iluminación del fuego de la chimenea sobre los cuerpos de ambos cuando hacía frío y se mantenían pegados para darse calor. Rojo, como su rostro cuando Ethgan se abría a ella como con nadie más; como cuando él le sonreía, como cuando se preocupaba por ella, como cuando la besaba. Cereza se observó en el reflejo de la fuente donde quedó de verse con él en cuanto el ocaso se pusiera, admirando con curiosidad la expresión que había puesto de sólo pensar en él. Se arregló un poco el pequeño mechón rebelde que adornaba un lado de su rostro y sonrió con suavidad, el momento había llegado para dejar de actuar como una niña asustadiza.
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jul 23, 2017 15:16:21 GMT
una tras otra las horas habian transcurrido, pronto el cielo azul y despejado de aquella hermosa mañana había pasado a convertirse en un vasto mar crepuscular y con la llegada del anochecer, la música y las luces solo parecieron avivarse aun mas. Ethgan había llegado al centro de la festividad antes de la hora exacta en la que habia acordado verse con Cereza, permitiéndose asi un tiempo a solas en donde tuvo la oportunidad de adaptarse mejor al ambiente y disfrutar de sus privilegios.
Habia pasado mucho tiempo desde la ultima vez en que habia participado en una celebración de tales magnitudes, la Ciudadela no era en nada comparable con la ostentosa ciudad en penumbras, sentia que la musica le provocaba ganas de sacar a bailar a cualquiera, de probar todas las variedades de comidas dispuestas para los invitados. Pero ya no contaba con demasiado tiempo, tomó tan solo una manzana y retirando primero la espiga de paja en su boca, le dio una mordida.
Asi avanzó hasta la fuente central, sin despegar su mirada de la figura angelical que ahi se mostraba, de espaldas a él, sin ser consciente de su presencia. Sonrió par si mismo al verla asi, desprevenida, con ese elegante vestido... Caminó en silencio hasta acercarse por su espalda e inclinándose tan solo un poco para alcanzar su oído pero sin llegar a rozarle, susurró
- buenas noches, señorita
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Post by Cereza Koslov on Jul 23, 2017 21:10:35 GMT
Las nerviosas manos de la mujer apretaban el pequeño bulto que formaban los listones dentro de su bolso, mientras su mirada seguía clavada en su borroso reflejo sobre el material cristalino. Si ella no daba el siguiente paso hacia adelante, su relación con el hombre lobo seguiría estancada por siempre... y ... ella no deseaba eso. Basta de tanto dudar, basta del desconsuelo y de las constantes desveladas preocupándose con quien él compartiría cama la siguiente vez. Justo cuando dejó escapar el aliento en forma de suspiro una vez más, una voz totalmente conocida para ella se hizo presente cerca de su oreja. Los vellos de su nuca se erizaron, su respiración se aceleró al igual que su corazón. -Ethgan -su nombre salió de sus labios tan fácil como siempre, mientras apretaba con fuerza los listones dentro de su bolso- ¡E-Ethgan! Te tardaste un poco ¿todo bi... en...?
Una vez mas se quedó sin palabras al ver al hombre lobo, y no era por exagerar, él se veía despampanante con ese traje tan formal de color negro. Contorneaba toda su figura a la perfección, y había logrado peinar su rebelde cabello de una manera en la que ningun pelo quedara suelto. Ethgan se veía muy galante, tanto que a la querubín se le dificultó encontrar algo que decir.
-... q-qué guapo... -susurró embelezada. Se vio obligada a agitar su cabeza para despabilarse- Pero esto no va con el atuendo ¿sabes? -tomó la espiga entre sus dedos retirandola de los labios masculinos.
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jul 25, 2017 0:23:28 GMT
esperó a que se diera la vuelta y sonrió satisfecho al vislumbrar su sonrojo, adoraba siempre poder lograr sacarle ese tipo de reacciones. Cuando preguntó por su tardanza no hizo mas que encojarse de hombros indicando que no había sucedido nada malo y una vez hubo notado como ella lo miraba su ego incrementó. Se dejó quitar la espiga de entre sus labios como tantas otras veces lo habia hecho y antes de que ella pudiera alejar su mano por completo, la detuvo.
- muchas gracias - sostuvo su mano a la misma altura que sus pechos, de pronto se inclinó hacia ella y cerrando los ojos por tan solo un par de segundos le besó el dorso. Al abrirlos de nuevo no se alejó, su mirada se dirigió a los azules de ella y una sonrisa dejó al descubierto su perfecta hilera de dientes blancos, solo entonces separándose de ella, alzó su mano por encima de su cabeza y la obligó a dar una vuelta sobre su propio eje
su mirada escudriñó cada pequeño detalle del cuerpo femenino, sin pudor ni vergüenza alguna de posarse en áreas a las que estaba prohibido llegar
-tu estas definitivamente hermosa, Cereza... - volvió a soltar su mano cuando la tuvo de nuevo frente a frente y prosiguió - es nuevo ese vestido...
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Post by Cereza Koslov on Jul 25, 2017 13:20:13 GMT
Esos labios en su piel, aunque fuera de la mano, la hicieron sentir un cosquilleo que se extendió a todo el cuerpo dejándola vulnerable ante él. No era muy común que el hombre lobo adoptara un comportamiento de caballero, por lo que con ese aspecto y ese porte lograban hacerla tambalear con facilidad. Convicción y razón intactas, su corazón... no tanto. Los ojos brillosos de la querubín se quedaron perdidos en los orbes rosados del rubio, al tiempo que le regalaba una sonrisa empapada de timidez, aunque fue apenas por unos segundos ya que al instante se encontraba dando vueltas sobre sí misma, algo que la hizo sentirse observada en su totalidad por Ethgan. Se sentía expuesta, se sentía hermosa.
Aunque sentía también la necesidad inmensa de taparse toda a pesar de estar vestida. -G-gracias. Así es, compré este vestido el día de hoy en el centro... ha-hace unas horas... -se arregló un poco el mechón de su cabello con timidez, sus manos algo inquietas trabajando para arreglar cualquier desarreglo en su apariencia ante el constante deseo de querer mantenerse "hermosa" para él. ¡Por todos los cielos! ¿Cuántos años tenía? ¿70? Ethgan estaba acostumbrado a estar acompañado de tantas mujeres de buen ver, que realmente se esforzó para verse como lucía ese día.
El peso de los listones se hizo presente en su mente, el rubor corriendo como loco en sus mejillas. Agarró algo de aire y se dispuso a hablar, mientras apretaba su pequeña bolsa con una mano... pero nada salió. -... -terminó riendo un poco nerviosa- U-umm... ¿q-qué deberíamos de hacer ahora?
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jul 25, 2017 13:47:03 GMT
no había una pizca de disimulo de su parte cuando denotaba que le gustaban inmensamente las ocasiones en las que ella se ponia nerviosa, la miraba desde arriba con una sonrisa triunfadora y permanecía en silencio por mas tiempo del necesario a sabiendas de que ella no sabría que mas decir para romper la tension. Pero aunque le gustase demasiado, no estaba en sus planes torturarla de esa manera, él también tenia ganas de disfrutar del festival, de bailar un poco...
alzó de nuevo la mano que sostenía la manzana y le dio otra mordida, masticó y tragó antes de relamerse los labios y ofrecerle la manzana a ella
- bueno.. es un baile ¿no? ¿qué se puede hacer en uno? - la miró a los ojos recordando haberla visto a lo lejos bailar con alguien mas, alguien a quien reconoció; no había esperado en su momento volver a encontrárselo en ese lugar, pero prefirió solo ignorar los echos y tratar de disfrutar de su propio tiempo con ella. Alzó una mano para acomodar los mechones de cabello morado de su frente y agregó - a menos que estés cansada y prefieras hacer otra cosa...
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Post by Cereza Koslov on Jul 25, 2017 14:10:43 GMT
Casi sin pensarlo, Cereza tomó el fruto entre sus manos observando por unos momentos las mordidas que le había hecho él ahí. Tragó un poco de saliva antes de aventurarse y darle una pequeña probada al fruto que hasta momentos antes él tuvo entre sus labios. El sabor dulce le ayudó un poco a sosegarse, ya que su corazón seguía latiendo con mucha fuerza de solo estar en presencia del apuesto rubio quien en ese baile lucía despampanante dejando casi imposible para la mujer el sentirse calmada.
Aunque la sola idea de bailar junto con Ethgan le formó una enorme sonrisa en su rostro, si mal no recordaba, la última vez que habían bailado fue a fuerzas y a principios de la relación tan llena de tropiezos que comenzaron a formar hasta llegar a lo que eran ahora. -¡Si quiero! ¡Quiero bailar! -fue la pronta respuesta de la querubín después de dar una última mordida a la manzana para luego depositarla en la orilla de la fuente- ¡No estoy cansada, para nada! Vamos, esa canción que estan tocando me gusta mucho.-su emoción fue tal que no le importó nada más y tomó al rubio del brazo comenzando a jalarlo con algo de insistencia para que se acercaran al lugar del baile.
Pero antes de entrar a la pista...
-... Ethgan... -se detuvo en sus pasos, cuando vio a todas las parejas bailando con listones de colores. Y los suyos descansando en su bolso-... -se volteó ligeramente a verlo con los ojos cristalinos ante un pequeño temor de encontrarle algún listón coloreado en su traje, pero no encontró ninguno- ¿Cómo encontrar las palabras adecuadas? ¿Qué decir mientras sacaba el listón rojo y ancho que estaba destinado para ella, el cuál se amarró frente a la mirada del hombre lobo al cuello?
¿Qué decir, cuando le ofreció un listón más delgado pero del mismo color?
La sola mirada azul de Cereza gritaba a leguas lo que sentía por él.
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jul 25, 2017 14:46:40 GMT
el despliegue de emoción por parte de Cereza lo hizo alzar las cejas con divertido, rió con gracia cuando ella tiró de su brazo y sin iponer resistencia alguna le siguió los pasos hasta el borde de la pista, solo cuando ellade manera imprevista se detuvo él hizo lo mismo casi chocando contra su espalda. La detalló con intriga, preguntándose por qué razon lo habia hecho y fue entonces cuando sus preguntas fueron respondidas, la vio buscar algo dentro de su bolso y lentamente alzarlo hasta atarselo alrededor del cuello. Lo reconoció, sabia lo que era, lo que significaba. El gesto de sonrisa en su rostro se difuminó hasta casi desaparecer por completo ¿que pretendía? antes de siquiera poder llegar a malinterpretar sus acciones, la observó también sacar un segundo listón y, armada solo de su valor ante el momento, ofrecérselo, solo entonces todo pareció cobrar sentido, el tiempo se detuvo y por unos segundos solo pudo ser capaz de percibirla a ella, todo lo demas parecia borroso, de menor importancia.
un largo momento de silencio...no hubo palabras, solo el color rojo entre las palidas manos y una expectante mirada cristalina
¿qué habia sido todo eso?...¿acaso ella...? Tragó saliva sin querer pensarlo demasiado, alzando su mirada para encontrarse directamente con la de ella. Recordó como aquella misma mañana había rechazado recibir de regalo alguno de los tan conmemorativos listones y sin embargo aqui, ahora...
- ¿quieres que sea tu pareja? -
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Post by Cereza Koslov on Jul 25, 2017 14:57:14 GMT
Ethgan se había quedado congelado al igual que ella, mientras todas las personas a su alrededor bailaban gozosas al ritmo de la alegre música que poco a poco fue haciéndose más silenciosa para ambos hasta el punto de ser sólo ellos dos en el mundo. Ella tenía mucho, mucho miedo, sus manos habían empezado a temblar en medio del aire mientras ofrecían ese pequeño listón de color vermelho sobre sus palmas. Él... no lo estaba tomando. Las piernas de la querubín empezaron a imitar el movimiento de sus extremidades superiores, sólo esperaba con todo su ser que él no se diera cuenta de la cantidad de nervios que arrasaban con todo su ser conforme pasaban los angustiantes segundos.
-Nada me haría más feliz... -admitió con un nudo en la garganta y una piedra en el estómago. No es como si él no supiera qué significaba un listón rojo ¿o si? Todos sabían lo que implicaba regalarle uno a la persona por la que tenías sentimientos, incluso había gente regalando listones en la entrada de la ciudadela, narrando la leyenda de lo que implicaba el Festival. Y Ethgan lo... estaba pensando mucho.
¿Qué esperanzas tenía? Tal vez durante todo ese tiempo él no había albergado los mismos sentimientos que ella tenía por él, y... no lo culpaba, habiendo conocido ya a tanta gente en su vida, de seguro una que otra mujer le habrían llamado más la atención. ¿Amaría a alguien ya? ¿Sólo lo estaba reteniendo? ¿Se encontraría con esa persona en el baile?
Al ver la renuencia del rubio para moverse, las manos de Cereza empezaron a bajar, rendidas.
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jul 27, 2017 1:17:23 GMT
aquello habia sido completamente inesperado, no comprendía cómo era que habia acabado en medio de una situación como esa. Solia siempre estar un paso por delante de los actos ajenos y sin embargo ahora, no tenia palabras para responderle. Un extraño sentimiento del que por muchos años se habia mantenido ajeno floreció repentinamente desde algun lugar oculto en su corazón, albergándose en medio de su pecho, impidiéndole la respiración ¿qué era lo que sentía exactamente? ¿incomodidad? ¿vergüenza? no hizo mas que empeorar cuando la escuchó decir aquellas ultimas palabras, haciéndolo preguntarse una vez mas por qué ella actuaba siempre de esa manera, siempre dispuesta a perdonar sus malas acciones, siempre dispuesta a tratarlo con el cariño que obviamente no se merecía....
No se dio cuenta del tiempo que permaneció en silencio mientras pensaba en ello, dejó que los segundos pasaran sin ser consciente del daño causado, pero antes de que fuese demasiado tarde y que ella bajase las manos por completo, logró recuperar la movilidad de su cuerpo y tomar de nuevo el control de sus propias acciones.
alzó sus propias manos y tomó por el dorso las de ella, impidiendo de esa manera que bajaran mas. Volvió a subirlas con lentitud al mismo tiempo que su mirada se conectaba de nuevo con la de ella y logrando recuperar de alguna manera la calma para su mente, sonrió
- si eso es lo que deseas... - ignoró los latidos desbocados de su propio corazón, completamente dispuesto a dejarse llevar por lo que quería creer y no por lo que en el fondo sabía que ocurría realmente. Tomó el fino adorno entre dos de sus dedos y lo levantó hasta una altura perfecta entre los dos - Sere tu pareja, Cereza...
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Post by Cereza Koslov on Jul 28, 2017 15:07:41 GMT
Ya sabía que él se quejaba de la facilidad con la que ella derramaba lágrimas, y francamente no es que en ese momento pudiera contenerlas en su totalidad dentro de ella ¡ERA IMPOSIBLE! Se habían empezado a formar ante la demora del rubio, pero sólo aumentaron cuando éste tomó su mano y depositó ese suave beso. Cereza estaba tan impactada que se quedó boquiabierta ante la visión del hombre lobo tomando el listón que ella escogió personalmente para él... y fue entonces cuando logró reaccionar formando una enorme sonrisa en sus labios que no tardó en extenderse, todo su cuerpo pareció llenarse de alegría hasta el punto de incluso "brillar" por sí misma.
Mas bien, la iluminación de la ciudad había aumentado en su esplendor, pues ya era de noche y los faroles junto con los adornos de luz se fueron encendiendo justamente en ese momento. Nada podía ser más perfecto. -¡Ethgan...! -lo miró con todo el amor que tenía hacia él, mientras se amarraba el listón en la altura del pecho. Era correspondida... era correspondida... ¡ERA CORRESPONDIDA! - ¡Jajajaja! -no aguantó más y se lanzó a sus brazos, aferrándose a él con efusividad mientras frotaba su mejilla contra el amplio pecho masculino- ¡Soy tan feliz, Ethgan! ¡No puedo creerlo! ❤
Le besó el pecho varias veces, y de haber tenido cola de seguro la estaría agitando feliz.
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jul 28, 2017 15:34:31 GMT
- sabes que no puedo decirte que no si me lo pides de esa... - fue interrumpido a mitad de sus palabras cuando ella cayó entre sus brazos, liberando el resto de su tensión con mas lagrimas que se acumularon al borde de sus ojos pero que por suerte no lograron resbalar a tiempo para arruinar su maquillaje - manera... - la observó desde arriba, incapaz de resistirse al hecho de alzar lentamente sus manos y tomar dl angelical rostro entre ellas, borrando en el proceso su propia sonrisa. Se venia tan feliz, tan reluciente, iluminada por completo por las cambiantes luces dispersas por todo el lugar, como si aquella sola respuesta hubiese sido lo que por mucho tiempo habia necesitado para volver a encontrar la felicidad. Una punzada de temor se anidó en medio de su corazón, sabía lo que significaba pero no quería aceptarlo, se rehusaba a creerlo...
sonrió de nuevo en un intento por ocultar sus nervios, pensando que quizas malinterpretaba las cosas y les estaba dando sin querer un significado mas intimo del que realmente tenian. Ella siempre habia sido muy sentimental despues de todo... secó el agua de sus ojos inclinando su cabeza sobre la de ella, cerrando los suyos tan solo un poco - me gusta que te sientas así - el susurro de sus palabras llenó con su aliento los labios ajenos, rozándolos, incitándolos, pero antes de que algo pudiese suceder entre ellos, volvió a alejarse para mirarla de nuevo desde una distancia prudente
Habia logrado controlar sus emociones, permanecer en aparente la calma cuando dentro de su pecho todo se removia con caotico frenesí, pero aun en medio de todo su descontrol, algo le decía que estaba bien, que no había problema. movió una de sus manos y tomó con delicadeza el listón rojo de ella, tan grande y vistoso era que resultaba imposible no notarlo a primera vista, indicándole a todos los demas posibles pretendientes que, como él, hubiesen podido llegar al baile con indecorosas intensiones, que ella ya estaba reservada. Volvió a sonreír sintiéndoseentonces fuerte ante ese pensamiento, creyendo con enaltecida felicidad que ella era suya - ¿ahora si quieres esa pieza?
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Post by Cereza Koslov on Jul 28, 2017 16:11:56 GMT
Cereza, en cambio, no paraba de sonreír en ningún momento. Cuando el rubio tomó su rostro con esa suavidad y delicadeza tan raras en él, la querubín no dudó ni un momento en frotarse contra ellas, en llenarse del aroma que desprendía Ethgan de forma natural. Tan a gusto, tan cálido, se sentía volar y él era lo único que la mantenía anclada a la realidad. Entre pequeñas risitas de alegría seguidas de un pequeño suspiro de contento que escapó de sus labios, ella esperó ansiosamente el tan esperado beso que necesitaba sentir en sus labios esa noche, mas éste no llegó. Se quedó en una cercanía entre ambos que no concluyó más que con el ligero roce de sus frentes y sus narices. ¿Porqué...? ¿Porqué justo cuando ella quería llenarlo de todos los besos que deseó darle desde siempre? Era de esperarse que él notara sus brillosos ojos azulados reflejando cada lucecita del lugar y mirándolo con tanta expectación que hasta dolía, pero... todo estaba bien.
Sonrió ampliamente.
Ahora lo tenía todo para ella, los besos vendrían cuando tuvieran que llegar. -A mi me encanta estar así, siento que... que puedo volar, que puedo flotar... -negó con la cabeza- Si no me sostienes me iré muy, muy, muy lejos en el cielo ¡Así que no me sueltes, por favor! Ni esta noche, ni nunca -qué raro se sentía decir todo eso pues sólo lo vivía en sus sueños más recurrentes y ahora todo era de verdad, su rostro carmesí le hacía juego a su listón en el cuello.
Se apartó apenas un par de pasos para hacerle una reverencia levantando las puntas del vestido - Acepto con todo gusto bailar con usted, señor Reild. Por favor, téngame paciencia... no se bailar muy bien que digamos -cuando alzó su mirada volvió a sonreír, divertida. Nada más importó cuando tomó del brazo al hombre que le causaba el retumbar de su corazón, y lo jaló hasta la pista de baile en donde se tuvieron que incorporar rápido para no ser empujados por los demás. Cereza rió mucho al principio ya que le costó un poco de trabajo adaptarse al ritmo, aunque para el rubio no parecía ningún problema, siempre había sido bueno moviéndose.
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Ethgan Reild
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Post by Ethgan Reild on Jul 31, 2017 0:37:30 GMT
aunque lo intentó, no pudo contenerse. resultó imposible no ser contagiado por la inocente alegría que parecía mermar cada vez mas de la joven arcana y la sonrisa que en su momento pretendió ser coqueta y suspicaz, terminó por hacerlo sorprenderse de si mismo al no poder evitar soltar una genuina carcajada. No recordaba cuando habia sido la ultima vez que alguien lo habia arrastrado hasta la pista de baile, mucho menos podía hacer memoria de cómo se sentía ser observado de aquella manera, como un caballero de dorada armadura, como un héroe de historias encantadas ¿de verdad ella lo veia asi?
cada paso que dieron, cada giro, incluso cada pequeño desliz que lo hizo sentir como ella lo pisaba en medio del baile y como luego reia entre divertida y avergonzada... todo le traia tantos recuerdos
por un momento pensó que todo se sentía demasiado irreal, que no podía ser verdad, que todo simplemente se trataba de un sueño y que cuando menos se lo esperace abriría los ojos para verse de nuevo bajo la lúgubre oscuridad de la ciudad de Reapergate... pero no... ella seguia ahi, tan feliz y radiante como nunca antes... ¿era acaso por consecuencia de la magia del lugar? decidió ignorar sus propias preguntas y simplemente disfrutar de su pequeño sueño durante el tiempo que tuviese oportunidad, encerrándola repentinamente entre sus brazos para asegurarse de que nadie mas se la arrebataría
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