Amalthea
Los Grises
La musica apacigua a las almas en pena
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Post by Amalthea on Jul 23, 2017 8:08:53 GMT
Mientras bailo no puedo juzgar. No puedo odiar, no puedo separarme de la vida. Solo puedo estar alegre y entero, mi oído escucha ,mi corazón palpita, el alma despierta, mi cuerpo cobra vida y siento la dicha de la música cual magia , me hipnotiza, me hace vibrar , me hace sentir de nuevo. El corazón de la ciudadela de Mirovia palpitaba sin cesar, flores, risas que muy seguramente la preciosa soberana de la primavera había utilizado para decorar este hermoso festival, su primer festival desde que había llegado a Mirovia años atrás. "Es tan emocionante, tan maravilloso" pensó emocionada como una pequeña niña que estaba ansiosa por conocer todo lo que había, su cabello tan hermoso y atado con un muy pequeño listonsito amarillo apenas notable a quien no fuese extremadamente fijado en los pequeños detalles. Llevaba consigo una pequeña caja con un pequeño presente que había prometido a Kaira por medio de la tabla arcana. Esperaba con ansias entregárselo, una sonrisa de emoción se plasmaba en su rostro que generalmente se encontraba triste, quería bailar, quería cantar y demostrar al fin su alegría, quería danzar con la soberana de la primavera Aesther, divertirse de verdad, aunque fuera solo una vez si fuese ese su ultimo día de vida lo disfrutaría al máximo, ademas ese día quería abrir su corazón a alguien muy especial. -¡No puedo esperar a ver la reacción del joven Kaira al ver su regalo!...espero la señorita Aesther me de el honor de bailar conmigo también, oh! y divertirme y....jejeje!! /////////- La suave risa que escapo de forma inesperada la lleno, sus mejillas coloradas mientras miraba a todas partes, había llegado junto al soberano del invierno a la ciudadela, esperaba que su señor también encontrara algo de calma y diversión en estos días de fiesta ¿quien no merecía eso? los soberanos siempre los protegían y merecían un descanso de vez en cuando. Pero por supuesto que no había olvidado que el soberano del invierno le había prometido una danza con ella, claro después de la señorita Aesther, Amalthea esperaría pacientemente, pero debía admitir que estaba nerviosa, no sabia bailar tan elegante y lento pero ¡había practicado muchas noches para evitar pisarle o caer,habría sido bastante vergonzoso en realidad si llegara a pasar eso. "¡-Que pena!"- pensó nuevamente para reír cubriendo su boca con sus delicadas manos, mirando a todas partes a quien podría ser Kaira. Vestia tan elegante, deseaba verse hermosa no solo por el festival, si no que venia con un soberano y no queria verse mal, pues claro "la primera impresion siempre es la mas importante". Reglas:
-Me gustaria que este rol sea de diversion y se sientan comodos en todo lo que surja!
-Si no les molesta, por mi mala vista por favor escriban en colores un poco brillantes pues no me gustaria luego incomodarlos, ademas de que me mareo!.
-En caso de tardarme en responder y es entre semana por favor paciencia por mi empleo.
-¡A divertirnos! |
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Aesther
Soberana de la Primavera
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Post by Aesther on Jul 23, 2017 9:16:29 GMT
Después de un rato bastante fuera de lo convencial con un grupo de arcanos, Aesther ya buscaba otras formas de distraerse, finalmente, no podía... más bien, no debía permanecer tanto tiempo en un sólo lugar. ¡Era la Soberana de la Primavera y debía de atender aunque fuese por breves instantes a todo arcano posible que se encontrara asistiendo al evento! Pasaba por la calzada del centro, saludando a quien fuese que se topara, como siempre con una sonrisa.
Su faceta de anfitriona se quebró al ver agraciando con su presencia al Soberano Asthur. ¡Se sentía tan feliz de verlo! Abandonó todo el recato para correr en dirección al dragón y colgarse de su cuello en un abrazo. -¡ASTHUR! ¡QUÉ BUENO QUE VINISTE!- exclamó refugiando su rostro entre el pelaje que su hermano siempre llevaba al cuello mientras sus pies se despegaban del suelo -Dime que tú si bailarás conmigo...- en su voz podía percibirse un tono de ligera tristeza pero era imposible confirmarlo ya que la Soberana se encontraba oculta tras la suavidad blanca que abrigaba a Asthur. Levantó la mirada y poco a poco fue soltando el tacto que imponía con tanto cariño sobre él. Le sonrió.
Después de aquello no tardó en notar la presencia de la joven que lo acompañaba. Los ojos de Aesther se abrieron más, admirando la belleza no sólo de las ropas que la adornaban sino de su rostro, en sí, de la mujer en su totalidad. -¡Ah! Disculpa, estaba tan emocionada por saludar a Asthur que me olvidé de mis modales por un momento. ¡Hola, soy Aesther!-. Extendió su mano hacia la unicornio en un gesto amigable. La pecosa no tenía por costumbre presentarse ante los demás como una Soberana; consideraba que no era necesario para interactuar con los mirovianos.
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Post by Kaira Voll on Jul 23, 2017 18:00:20 GMT
Debía admitir que no sentía muchas ganas de asistir al festival pero, había quedado formalmente con sus amigos de verlos y compartir algunas piezas de baile con ellos, no podía no cumplir, menos cuando habían sido tan amables de invitarlo. Vistiendo sus mejores galas, salió de su casa caminando sin ninguna prisa al corazón del festival, donde supuso sería el mejor sitio donde encontraría a sus amigos. ¿Quienes serían los primeros a los que saludaría hoy? A muchos solo los conocía por la tableta y no tenía idea de su apariencia, esperaba tener algo de suerte y lograr identificarlos.
Pasó junto a un puesto de bebidas quendandose ahí por un momento, observando con detenimiento a ver si reconocía a alguien. Entre más observaba más comenzaba a inquietarse, habia demasiada alegría, parejas danzando por primera vez, se les notaba en el brillo de los ojos y esas sonrisas timidas; grupo de amigos disfrutando del agradable ambiente mientras que él estaba ahí, solo.
Apretó los labios ligeramente cuestionandose si había sido una buena idea asistir pero todas sus dudas se esfumaron cuando entre la multitud reconoció a su soberana radiante y alegre. No lo pensó mucho y decidió acercarse a saludar. - Buen día señorita Aesther, que enorme gusto encontrarla aquí, se ve tan hermosa en ese vestido. - estuvo a punto de abrazarla pero se contuvo, no podía ser tan igualado con la soberana.
El hombre que estaba junto a ella, no sabía exactamente quien era pero por su apariencia y porte dedujo que se trataría del soberano del invierno. - Un enorme gusto señor, mi nombre es Kaira Voll, soy el boticario que le ha mandado unos remedios con la señorita Agatha - de nuevo revenreció al hombre que se encontraba junto a ellos. - Por fin puedo conocerlo - sonrió con jovialidad notando a una tercer persona en la escena. Una mujer hermosa de cabellos color plata quien vestía un hermoso atuendo que resaltaba muy bien su pálida tez. - ¡Amalthea! - no dudó ni un segudo, claro que se trataba de ella, estaba seguro.
El joven se acercó a ella tomando sus manos. - ¡Te ves muy bien! - la chica se veía de mejor animos y eso le alivaba.
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Asthur
Soberano del Invierno
Sólo corazones destrozados, dirán que amaron.
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Post by Asthur on Jul 24, 2017 1:10:50 GMT
Por fin llegaron a la ciudadela. Había sido un viaje ameno, pero lleno de la energía que irradiaba la joven Amalthea. Ahora que por fin salían, la veía mucho más jovial, mucho más alegre que todos los días juntos en su castillo. Tal vez el problema era que su cercanía le afectaba de algún modo, quizá era momento de que ella emprendiera un viaje de regreso, a la vida que conocía antes de llegar al templo. Pero ya lo consultaría con ella después.
Aun sintiendo un poco el desazón de sus pesares, dejó que Amalthea fuese el centro de atención, pues pudo notar a todos los hombres y mujeres presentes alagando a la inigualable belleza de la mujer. Sin embargo ella distraída con el entorno, daba saltos y reía tímidamente sólo cuando sus miradas llegaban a encontrarse. Tan cálida y delicada, era sin duda un alma muy pura, merecía ese día de diversión después de una época tan oscura, donde el miedo no dejaba de acosarla.
A los pocos minutos, Aesther fue la primera en recibirlo con uno de sus eufóricos saludos. El cálido abrazo de la soberana lo tomó por sorpresa, pero no logró desequilibrar al hombre que tenía los pies bien fijos en la tierra. Lejos de eso, él la cargó por unos instantes, antes de dejarla descender poco a poco hasta que ella pudiera tocar el suelo. - Estaba apunto de pedirte una pieza, pequeña Aesther.- Sonrió cediendo ante su petición, alejando su pequeño cuerpo poco a poco, para poder enderezar su columna nuevamente. La soberana enseguida se presentó ante la unicornio, quién amablemente omitió todo tipo de títulos distintivos.
Casi al instante, otro rostro apareció y se presentó así mismo de manera educada. Formó una sonrisa amable para saludarle, pero rápidamente un amargo sabor se instaló en su boca, después de escuchar el nombre de la mujer mensajera que había profanado su templo y sus recuerdos. Asthur levantó la barbilla, adoptando una pose un poco más rígida. ¿Él sabría algo?. La posibilidad le quemaba, pero no había manera de cerciorarse. -El gusto es todo mio, joven Kaira.- Casi enseguida el unicornio se detuvo a apreciar la belleza de Amalthea, con el aíre de completa inocencia e ignorancia. De saber algo posiblemente no podría ocultarlo con tanta facilidad, no se veía como alguien capaz de engañar tan descaradamente. El soberano no pudo más que hacerse de la vista gorda y pasar el mal trago para continuar como si nada.
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Amalthea
Los Grises
La musica apacigua a las almas en pena
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Post by Amalthea on Jul 24, 2017 4:23:35 GMT
Se encontraba tan emocionada que simplemente no podía evitar reír animada, exclamando en voz alta y alegre.
-¡¡La música es tan maravillosa, mire la gente danzar, esto definitivamente deberíamos llevarlo al templo del invierno mi amado soberano!! ¿no le gustaria?, llenariamos de vida el templo siempre ¡que emocionante!-Habia estado tan alegre que fue sorprendida cuando una hermosa mujer de cabelleras rosadas con mejillas coloradas, ese precioso vestido verde que simplemente era magnifico,al notar como había saltado sobre Asthur, el ver ese afecto hacia el soberano la hizo sentir un poco celosa pero...al saber quien era no pudo evitar soltar una pequeña pero preciosa risa que resonó envolviendo el ambiente, para mirar a la joven que se separo de Asthur, sintió su mirar fijamente en ella, sus mejillas se coloraron un poco para notar como su mano habia sido estirada hacia ella para entablar un saludo, Amalthea se puso nerviosa pero tomo la mano de la joven. -Es un enorme placer conocerla señorita Aesther, mi nombre es Amalthea ¡Es maravilloso encontrarme con usted ahora! ¿bailaran? ¡que emocionante! ¡La danza es lo mas encantador, la música, todo!-
Solto con cuidado la mano de la señorita Aesther para notar una voz contraria a la de la joven ninfa y el soberano Asthur, giro su hermoso mirar hacia esa elegante figura, buen porte y belleza quien se acerco a ella con emocion exclamando su nombre y tomando sus manos, en ese momento sonrio como si se tratara de un amigo de hace mucho tiempo atras, correspondiendo la alegria del momento. -¡¡Kaira!! ¡Te vez increible y bellisimo tu tambien! ¿Como te encuentras? ¡Espero que bailemos tambien!- Fue entonces cuando el otro unicornio se dirigio a Aesther como "Soberana" Amalthea se puso completamente roja para acercarse a decir. -¡¡Mil perdone soberana, no tenia idea de quien era usted, me siento verdaderamente avergonzada!!- Dijo para ver a su soberano con calma y sonreirle con afecto de verdad. La musica lleno el ambiente, tan alegre tan viva, Amalthea tomo las manos de Kaira emocionada. -Mi querido Kaira, Mi oído escuchami corazón palpita,el alma despierta,mi cuerpo cobra vida y¡se mueve! unamonos en un baile y divirtamonos como si fuesemos unos niños! ¿soberanos nos darian el honor de unirse a una danza con nosotros?- Amalthea no dio tiempo de nada para abrazar a Kaira y dar muchas vueltas, bailando alegre y riendo a carcajadas con Kaira a su lado, dando ciertas miradas a su soberano, sonriendo sonrojada.
ooc: Ejemplo de su vestimenta: https://68.media.tumblr.com/a96638286e26d4aa566dd488df601f3c/tumblr_otjai0LOMQ1s0cq5oo1_540.png
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Aesther
Soberana de la Primavera
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Post by Aesther on Jul 24, 2017 7:31:37 GMT
Su hermano siempre consintiéndola. Aesther se regocijaba de alegría, de tener a un amigo tan gentil como lo era Asthur. -Me alegra tanto que hayas venido y que vayas a bailar conmigo- recalcó. Desde aquella conversación que habían tenido se sentía preocupada; todo lo que se merecía alguien como él era la felicidad. Le daba tanta emoción verlo ahí, en el Festival, acompañado de tan linda y amable señorita quien se presentaba con ella con la mejor de las actitudes. Aesther se inclinó intentando fingir elegancia pero era demasiado atolondrada como para reverenciarse a la perfección.
La llegada del joven le causó dicha; lo recordaba. Era el muchacho que estuvo hablando con Lord Velfast... el amigo de Atlas. La sonrisa de Aesther se ensanchó, mostrando como siempre el gusto de toparse con rostros conocidos y sobre todo tan amigables. -¡Ah muchas gracias Kaira! ¡Tú también te ves hermoso en tu vestido! ¡Brilla tanto!- exclamó distraída por los brillos tan llamativos del atuendo del unicornio. Brillaba demasiado. Los reflejos del traje adornaban los alrededores como si decenas de luciéranagas estuvieran posadas sobre los rostros y cuerpos de los que estaban cerca.
De pronto Amalthea tomó a Kaira, la Soberana no había visto tal acción venir pero estaba de más decir que le emocionaba ver tanto entusiasmo. Comenzó a aplaudir, sumamente entretenida por lo que veía y en un momento alcanzó a interceptar una de las miradas que la unicornio le lanzaba al Soberano. "Besos con la mirada" pensó la ninfa, recordando un comentario que le había hecho un joven llamado Eerie por la tableta. Aesther alzó la vista para mirar a su hermano, como siempre sereno y distante. Tomó su mano sin dejar de observarlo. -¿Aún eres triste?- preguntó recordando en ecos quebrados la conversación que había tenido con él meses antes.
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Post by Kaira Voll on Jul 25, 2017 2:53:33 GMT
Esbozó una enorme sonrisa al recibir los halagos de ambas señoritas - ¡Pero nunca tan bien como ustedes! - Aesther lucía radiante, ese vestido hacia resaltar los atributos de la señorita. El unicornio se enterneció al ver a la peliblanca tan alegre "ya le hacía falta" pensó. Era imposible notar las miradas de Amalthea al soberano; recordó el momento donde él indiscretamente ventiló el secreto de la muchacha en la tableta, ¡que metida de pata!. Calló al escuchar la pregunta de Aesther y casi de inmediato fijó su vista en el hombre frente a él; no quería verse muy entrometido en asuntos personales por lo que viró para de nuevo ver a Amalthea. - ¿Extrañas el frío del templo? Estoy seguro que no - intentó sacar algún tema de conversación con la mujer.
Pensaba entonces si se encontraban ahí, la muchacha seguramente querría un momento a solas con el soberano pero no hallaba la manera de ayudarle sin ser tan obvio.
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Asthur
Soberano del Invierno
Sólo corazones destrozados, dirán que amaron.
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Post by Asthur on Jul 25, 2017 4:47:31 GMT
Su mirada se perdió en el animado ambiente del festival. En las flores y antorchas que decoraban, en los fuegos artificiales, en las personas que bailaban. En todo lo que le rodeaba que causaba un extraño ensordecimiento en su ser, como si de pronto los sonidos no llegaran con claridad, las imágenes no eran más que borrosas manchas y el aire se volvía pesado al respirar.
Fue cuando una notoria calidez abrazó su mano. Asthur reaccionó enseguida, mirando hacía su costado. Era la pequeña mano de la soberana, quién le observaba con cierta inquietud. Claro que seguía triste, claro que seguía infeliz. Y se daba cuenta que aquel sentimiento no había hecho nada más que crecer y expandirse como un cáncer por su cuerpo. Sin embargo, no lograba concebir el revelar su incompetencia. Menos a Aesther, no deseaba ser visto diferente ante sus nobles ojos. - A decir verdad...El horizonte se cierne oscuro.- Después de decir algo así no pudo más que sonreír con gentileza, con aquella mascara llena de simple cortesía. Miró nuevamente hacía la plaza, donde Kaira y Amalthea se encontraban dando saltos en el tiempo que la música marcaba, ajenos a la conversación que estaban llevando. Sin embargo, soltó su mano después de un momento, incapaz de aceptar más de su calidez, más de su cariño. No había fuerzas en él para eso, ya lo había dado todo.
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Amalthea
Los Grises
La musica apacigua a las almas en pena
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Post by Amalthea on Jul 25, 2017 6:19:21 GMT
Cuando termino su danza finalmente, Amalthea abrazo a Kaira en agradecimiento por el honor de bailar con ella, para recordar que tenia un hermoso obsequio que le habia prometido a Kaira -Dame un segundo Kaira, ahora que recuerdo te tengo un obsequio.- Dijo para caminar hacia donde habia dejado una bolsa con una cajita de madera que tomo con extremo cuidado para extenderla hacia su futuro dueño. -No es algo muy interesante pero...espero le agrade- Sonrio para entregarle la caja y escuchar su pregunta, embozando una hermosa sonrisa. -En efecto es un lugar frio pero...los cortesanos del templo y sus sentimientos son lo que llena de calor el corazon del templo y extraño un poco eso pero...una pequeña parte de calor vino a mi lado en el festival aunque...digan que es un ser frio en su totalidad, yo creo que hay calor en el...- Sonrio para ver al soberano estando a solas con Kaira, para con un gesto decirle que abriera su obsequio, dentro de la caja habia una hermosa tiara, aunque no era de oro ni nada extraordinario habia sido hecha solamente para Kaira y eso hacia a Amalthea sentir verdaderamente feliz, mas de lo que ya se encontraba. -Si me disculpas por favor pruébatelo mientras yo voy a ver si los soberanos desean bailar! ¿esta bien? volveré pronto!- Dijo para besar la mejilla de Kaira e ir contenta hacia los soberanos.
-Mi soberana de la primavera tan hermosa como el amanecer ¿podría concederme el honor de una pieza a su lado con mi amado....? con mi amado soberano claro- La joven unicornio rió nerviosa para hacer una hermosa reverencia a ambos arcanos. -Permitanme expresar mi agradecimiento por todo lo que hacen por Mirovia, gracias a usted soberana Aesther por aconsejarme cuando estuve en apuro... y a usted soberano gracias por...aceptarme y darme esperanza y...mucho mas, aunque se que...me lo ha dicho en muchas ocasiones que...usted solo sirve a Mirovia y vive para ella...- Sonrió para perderse un segundo en los ojos del soberano para cortar ese momento en el que se quedo embelesada, sonrojándose sus mejillas levemente ante aquello, espero una respuesta por parte de los soberanos, pero al notar que hablaban entre ellos decidió darles su espacio. -oh, disculpen que entrometida me eh visto, quizá podamos bailar después- Sonrió animada para volver con Kaira una vez mas. -creo que no es el mejor momento...- Rio un poco para suspirar. -Kaira ¿acaso tu vienes al festival para encontrar el amor?- Pregunto con una sonrisa mientras apretaba un muy pequeño listón que tenia en la mano escondido. |
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Aesther
Soberana de la Primavera
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Post by Aesther on Jul 27, 2017 3:14:13 GMT
Esperaba la respuesta de su hermano y como siempre ansiaba escuchar lo opuesto a la verdad. Oírlo decir que se encontraba feliz, con esperanzas, ansioso por un mañana pero de nuevo... sus palabras la llenaron de preocupación. No pudo evitar hacerlo notar en su mirada aún a pesar de ver aquella sonrisa se sintió aún más triste. Tal gesto era sufrimiento; una lucha de emociones que sabía se estaba dando en el interior de aquél corazón tan apartado y ajeno de pedir auxilio. Sintió el tacto abandonar su mano... No podía forzarlo pero deseaba que supiera que estaba para ayudarle. Apenas iba a decir más cuando la presencia de Amalthea la tomó algo por sorpresa.
Juntó sus manos frente a ella, escuchando la voz de la joven hablarle con tanto cariño y agradecimiento. Aesther sonrió mas su energía estaba moderada; sus pensamientos estaban ocupados sintiéndose consternada por la felicidad de su hermano. Miró a Asthur al instante en que la unicornio le agradecía por su ayuda y aceptación, notando esa manera tan especial en que esos ojos color amatista se posaron sobre los de él. Parecía haber algo más que devoción por parte de una cortesana pero no se atrevería a decirlo en aquél momento. -Será un gusto Amalthea- respondió al verla marcharse casi de inmediato con Kaira.
Aesther se quedó callada un momento con la mirada perdida entre la multitud del Festival. -Me da gusto ver que Amalthea se encuentra más tranquila- dijo al fin, recordando la razón por la que había estado refugiada en el Templo de Invierno. -Aunque sientas que tu horizonte se cierne con oscuridad... tu haces que el de tus cortesanos se mantenga brillante, Asthur-. Las palabras de la Soberana fueron serias; el gesto en su rostro era muy distinto al que generalmente se encontraba plasmado en ella. Sabía que el corazón nunca olvidaba el dolor pero prefería clavarse a los sentimientos y momentos de dicha; esperaba que su hermano fuera capaz de hacer lo mismo. -Baila conmigo- dijo de pronto de nuevo esa misma sonrisa como si nunca la hubiera abandonado.
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Post by Kaira Voll on Jul 28, 2017 0:01:14 GMT
¿un presente para él? No entendía el motivo pero igual estaba muy agradecido con la chica. Al abrir la pequeña caja pudo observar una linda artesanía - Es hermoso... -sonrió recibiendo el inesperado beso en la mejilla. Amalthea parecía ser alguien muy amable en persona como en la tableta. - ¿la has hecho tú? -preguntó al aire porque la mujer ya lo hbaía dejado solo para ir donde los soberanos se encontraban conversando; le pareció algo inapropiado, demasiado pues tal parecía solo fue a interrumpir la conversación. El unicornio por su parte se sintió avergonzado por la acción de Amalthea pero no pudo hacer mucho, solo sonreir apenado mientras se quedaba ahí solo, observando a su alrededor.
Después de varios segundos, la muchacha regresó y soltó aquella pregunta que le enrojeció el rostro aún más de lo que ya estaba. - Ah... Pues vengo a divertirme. No creo encontrar el amor aquí... - comentó tratando de ocultar la tristeza en sus palabras. - Yo sé que tú sí... - le guiñaría el ojo en complicidad, pues la chica era un poco obvia. - ¿Por qué no lo invitas a bailar?
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Asthur
Soberano del Invierno
Sólo corazones destrozados, dirán que amaron.
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Post by Asthur on Jul 28, 2017 6:17:05 GMT
Asthur comprendió entonces que el lugar no era el apropiado para conversar de tales pesares. Puesto que Amalthea se había acercado a invitarles a unirse a su diversión. Suspiró sonriendo como mejor pudo, deseando que la noche pasara más rápido o mejor aun, que lograra pasársela bien. - No es para agradecer, Amalthea. Y claro, yo te concederé un vals sólo para ti. - De pronto la unicornio salió disparada nuevamente hacía Kaira, entonces se preguntó ¿Cuanta energía había recuperado de un día a otro?.
De inmediato su atención se centró en Aesther, quién después de dirigir tan amables palabras para la dulce y albina chica, le confesó un pensamiento que lo dejó sumamente anonadado, ¿Él? ¿Razón de felicidad para otros?. Observó el rostro de su hermana que rayaba lo fuera de lo común al estar tan serio, como si ella lo supiese con certeza y no se tratase sólo un pensamiento personal. Él no quería imponerse ante los pensamientos y creencias de nadie, menos los de la soberana. Sonrió asintiendo incapaz de objetar nada, pues aunque su apoyo era claramente percibido, Asthur no deseaba tener ayuda, no con aquella vergonzosa mancha que lo atormentaría hasta el día de su ultimo aliento. "No lo entendería" Se repitió mentalmente una y otra vez, resignándose.
De pronto Aesther ya lo había invitado a bailar, ¿No debía ser al contrario?, pensó arrepintiéndose por haber esperado a que ella le propusiera tal cosa. Y aun cuando sus ojos caían de agotamiento, algo en su ser le impidió rechazar aquella invitación, pues no dejaría colgada a la soberana luciendo tan radiante, habría que dejarla brillar más mientras bailaban. Asintió y sin esperar, sujetó con cuidado la pequeña cintura de la soberana, alzó sus manos unidas y dio el primer paso de una bella y perfecta danza.
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Amalthea
Los Grises
La musica apacigua a las almas en pena
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Post by Amalthea on Jul 31, 2017 0:54:43 GMT
Amalthea se había dado cuenta de la terrible imprudencia que había cometido con su amigo Kaira, ni siquiera se había esperado a que le expresara si el regalo le había gustado, que impertinente, no se perdonaría tal falta de respeto, Amalthea se ruborizó levemente por la acción que había causado, leve vergüenza reflejada en las blancas mejillas, su mirar reflejado en aquellos deslumbrantes ojos cual dos flores en todo su esplendor, sus labios embozar una preciosa sonrisa. -Espero aceptes mi mas sincera disculpa amigo, fui torpemente llevaba por mis impulsos a querer invitar a los soberanos a danzar con nosotros cuando estaban hablando, dejándote a ti solo ¿podrias aceptar mi mas sincera disculpa?- La albina que sonreía postró sus manos frente a su regazo mientras observaba a Kaira con serenidad esperando una respuesta, lo que escuchó causo que su pálido rostro pasara rápidamente a un rojo intenso, sentía como la sangre recorría todo su rostro, con sus manos aplasto sus mejillas para darles un pequeño masaje tratando de aminorar el sonrojo tan notorio. -¡k-kaira!///////....- Una vez consiguió recuperar la compostura opto por responderle adecuadamente.
-B-bueno....me gustaría pero...quiero que primero se sienta cómodo...últimamente lo eh visto...más apagado de lo normal...me preocupa pero no me gustaría molestarle con mis preguntas, quizá solo necesita pensar, además...- La unicornio señalo con su mano a la pareja de soberanos que hacían una hermosa danza, como dos hermosas estrellas bailando entre las parejas, tan delicado y hermoso su mover, el soberano era muy bueno para bailar, mientras que la soberana llenaba con sus pasos llenos de vida, esa hermosa sonrisa, Amalthea se sentía tan alegre por verles. -No puedo negar que....me gustaría expresar mi sentir ante el, aunque tengo miedo....de que el rechazo de el llegue a mi...- Si bien la dama sonreía, se podía reflejar en su mirar un leve rastro de tristeza. "¿En que estaba pensando? ¿Como podía siquiera pensar en que el podría amarme?...si tan sólo...me diera una oportunidad..." respiro profundamente quería acallar esos pensamientos, quería tener el valor de confesarse, mientras apretaba el listón que tenia en su mano, para ver a Kaira y decir. -Oh Kaira, yo creo que tu encontraras el amor, despues de todo...eh visto como te emocionas al ver a un arcano conectado en la tabla...¿acaso estas enamorado de ese arcano? si no te molesta mi curiosidad...y...si quiero decirle....expresarle mi amor de una vez por todas...pero...¿como lo hago?¿que harias tu Kaira?-
Su pregunta fue ya directa, se veia determinacion en su mirar amatista, queria quitarse ese peso de su pecho, queria expresarle todo su amor al soberano del invierno, para sacar una flor de debajo de su delicado velo y la mostro al unicornio, aquellos petalos de color azulado con las puntas blanquecinas, pero un centro ambar, era una flor rebosante de belleza, amalthea miraba esta con alegria, sus ojos brillaban con emocion, como si viera al soberano reflejado en una flor tan peculiar, quiza todos tenemos una flor que nos refleja en el mundo. -esta flor me la obsequio una amiga...para que pudiera entregarla a la persona que mas amo en el mundo...-
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Aesther
Soberana de la Primavera
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Post by Aesther on Aug 2, 2017 8:06:08 GMT
Sentía una chispa de felicidad de estar danzando con el Soberano sin embargo no podía ignorar la preocupación que la invadía. Deseaba que estuviera con bien, deseaba que se sintiera con esperanzas del mañana. Recargó su cabeza sobre su pecho por un momento, dejando descansar sobre él sus propias angustias. Era el peso de ser Soberanos... era el peso de haber visto con ojos propios la desgracia, de llevar sobre los hombros el peso de toda una sociedad. La preocupación agobiante de mantener el orden, la paz y la felicidad en Mirovia. -No pienso robarme toda tu atención- alzó la cabeza para mirar el rostro fraterno de Asthur. Le sonreía más en ella podía verse también un pesar desconocido en el mismo ámbar de sus ojos.
Se permitió dar un par de vueltas más, dejando que su vestido capturara la soltura de su tela en el aire para esparcir brillos en los alrededores. Una vista sumamente interesante para todo aquél que estuviera cerca de ellos. Algunos arcanos ya se había agrupado para observar sin interrumpir sin embargo, Aesther no permitió que transcurriera más tiempo. Notaba la forma en que Amalthea había estado observando a Asthur desde la distancia; con anticipación, con cariño... Seguramente que estaba más deseosa que ella de compartir una pieza con él.
se despegó del Soberano, sólo manteniendo el tacto de sus manos como único contacto. Hizo una pequeña reverencia, cuidando de sostener con la otra mano su vestido. Por primera vez en mucho tiempo los movimientos de Aesther fuero gráciles sin caer en el descuido y la torpeza. Varias personas aplaudieron mientras que la ninfa mantenía contacto visual con su compañero de danza. -Gracias por cumplir mi capricho... Ahora ve que seguramente hay más bailes que esperan por comenzar-. La Soberana sonó por un momento más madura que de costumbre pero aquello se perdió al momento en que de un brinco llegó hasta el brazo de Asthur, se prendió de él, y caminó hasta donde se encontraban Kaira y Amalthea conversando.
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Post by Kaira Voll on Aug 2, 2017 16:23:03 GMT
Simplemente sonrió ante las disculpas de Amalthea haciendo un ademán con las manos para restar importancia a lo ocurrido. - Está bien, no te preocupes. Es entendible. - Se encontraba tranquilo, observando a la multitud pero principalmente a los soberanos danzar. El porte de ambos era fino y sobrio, digno de las personas que veían por el bienestar de todos en la isla. Se encontraba a una distancia prudente, por lo que no alcanzaba a escuchar de lo que hablaban, supuso que tendrían tiempo sin verse, y necesitaban ponerse al corriente. El trabajo de un soberano sin duda no era una labor fácil y aún as, ambos se veían radiantes.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por Amalthea, quien hizo un comentario un tanto entrometido, a su parecer. El unicornio apretó los dientes sintiendo un hueco en el estomago ¿qué necesidad había de sacar el tema? De pronto, pensaba en lo mucho que se arrepentía de haber asistido al festival pero ¿qué podía hacer? Sin perder la postura, tomó una mano de la joven al mismo tiempo que esbozaba su mejor sonrisa. - No estamos aquí por mi... - no hablaría de aquello, no era asunto de los demás, por algo siempre se lo reservaba al contrario de Amalthea que siempre hablaba de ello cada que podía en la tableta.
La pregunta que siguió le enterneció, sentía que él no era el indicado para hablar de esos asuntos pero si la joven necesitaba ayuda, por supuesto que daría todo de si para no dejarla sola. Acarició el dorso de la mano de la muchacha en señal de que la apoyaría. - ¿Qué es lo que yo haría? - apretó los labios rodando los ojos pensativo. - No lo sé, tal vez y dejar que mis sentimientos hablaran por mi. - Estaba siendo un hipócrita, él jamás había podido hacer aquello, ni se sentía lo suficientemente fuerte para hacerlo. - Pero solo si te sientes segura. - agregaría.- No debes precipitarte ni hacer algo de lo que no estás segura, las cosas siempre llegan solas, Amalthea y es mejor dejar que todo siga su propio ritmo... Al corazón no hay que presionarlo. - Ya no estaba seguro si se lo estaba aconsejando a la mujer de blanca cabellera o si trataba de convencerse a si mismo.
La soberana se acercó y éste la recibió educado y cortés. No quería aguar la fiesta de nadie, por lo que mejor despejaría sus pensamientos, no hablar de sentimientos para él sería lo adecuado. - Sabía que el soberano Asthur era buen bailarín pero no imaginaba que tanto. - comentó divertido. - Tendré que bailar con él si me permiten. -
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