E3: pérdida, whoopsies!. [ Agatha N. - 2/2 ] (abierto)

Tras haber acabado con su último nudo, el sastre finalizó lo que llamaba a si mismo una obra maestra capaz de soportar un huracán sin deshilarse. El traje hecho a la medida que portaba Beltaine tenía tantos hilos como lo podían tener varios telares, unidos y enredados tan meticulosamente que por más que el Kelpie se estiraba, no escuchaba que ninguno se rompiera. Caminó hasta el espejo de la habitación, todavía sin poder creer que la persona que se vislumbraba en el reflejo era él mismo. Asomando una sonrisa por sobre sus gestos fríos, agradeció al sastre y dejó una bolsa de Mirvos que ocupaban toda la superficie del escritorio antes de salir por la puerta.

En el exterior, el evento estaba en pleno apogeo. Parejas danzando por donde un día antes pasaba la gente con bolsas y carretas, mesas con exquisitos manjares que seducían ojos y nariz y una bella melodía compuesta por una orquesta de Bardos entre los que pudo reconocer a un par de individuos. Desde la escalera del pórtico buscó con la mirada algún indicio de Wild Fang, pero sus sentidos se veían opacados por la gran cantidad de arcanos impidiéndole distinguir unos de otros con sus aletas. Con sus opciones escasas bajó la escalera para unirse a la multitud, entrando a la zona de baile esquivando parejas con mucha dificultad. con un cuerpo tan grande era difícil moverse entre tantos arcanos.

Ante las palabras ajenas simplemente se alivió un poco al verla que se encontraba bien aunque no le estaba cerrando completamente la idea de que ella se disculpase, en ese instante percibió que sus ojos se encontraban cerrados. Ahí logró comprender un poco más la situación de alguna extraña forma. En el momento que iba a hablar la chica de cabellos verdosos simplemente vio como acciones rápidas e inentendibles ocurrían delante de sus ojos.

El muchacho era alto, demasiado. Su cabeza estaría más o menos por el pecho del mismo. Simplemente dio unos cuantos pasos hacia atrás inclinando un poco la cabeza mientras sus manos se dirigían a las telas degrade de su vestido levantándolas un poco separándolas de la tela violácea. - Un gusto conocerte Beltaine. Skye Difan… - volvió a su postura original para dejar descansas sus manos en el regazo y mirar hacia la muchacha diminuta. Ambos eran altos a comparación de la tercera cosa que tuvo que llevar una mano a los labios para ocultar una sonrisa divertida ante la comparación.

Al principio no se había percatado de la condición especial de la señorita Agatha. Se irguió un tanto sorprendido por la enorme diferencia de estaturas que había en los tres presentes, tanto la señorita Skye como Agatha, pero entre ellos Beltaine resaltaba entre la multitud por al menos una cabeza y hombros. Estuvo por solicitar indicios de la imagen de la persona buscada por la hada, pero al enterarse de como ella misma jamás lo había podido ver, el Kelpie encogió los hombros con lastima, sin poder imaginar la vida en un mundo sin luz; para un Kelpie, algo así no estaba muy lejos de lo que sus otros sentidos podían detectar, desde lejos podía detectar pequeñas señales que le daban sus aletas y con lo cual podía descubrir la identidad de aquellos que todavía no había visto, pero eso iba más del sentido de su visión o audición. Una vida sin figuras, sin colores, sin nada más que imaginar como serían los demás gracias a su voz y su tacto, ¿habría sido así toda su vida?

-Hay otra forma -Manifestó con firmeza- Perdone lo que estoy por hacer- Antepuso tomando a Agatha de la cintura y sentándola sobre su hombro derecho con su brazo sujetándola en todo momento- Ahora su acompañante podrá verla desde lejos.

Beltaine no era alguien que se dejase mover por las emociones de otros, pero no pudo evitar sentirse conmovido por la precaria situación que envolvía en esos momentos a la pequeña hada. 

.— ¿Otra forma ? .— inmediatamente su rostro se torno a uno contento, ella tenía un deber esa noche y era el declararse a tal hombre, sin embargo, perdida entre la multitud era muy complicado, junto ambas manos demostrando un tanto de emoción ante la idea que estaba por tener el hombre, hasta que sintió unas manos en la cintura, agatha no pudo evitar colocarse por completo, quizá debido a que era extraño que otro hombre le tomará de tal manera o bueno, no estaba acostumbrada a que le tomaran de tal manera, hasta sentir que se le sentaba en el hombro del contrario, agatha solo sintió un nerviosismo extraño invadir su estómago, sabía que ahora estaba captando posiblemente la atención de algunos de los presentes.

.— ¡OH! Yo…..k...k...kalus! .— su voz apenas tenía emergió contestando la pregunta de la acompañante a su vez, sin embargo a la par era un pequeño intento con tal de gritar , sin embargo no parecía lo mejor , se sentía extraña ahí arriba, pero trataba de mantenerse tranquila, daba un respiro y a la vez quería gritar el nombre de su acompañante, quería apoyar también el esfuerzo de ellos por querer encontrar a el otro compañero. respiro hondo y solo trato de llamarlo, pero a la vez la vergüenza de que mas gente volteara a verle le carcomió el alma evitando que gritara, saliendo apenas casi en susurro el nombre de su pareja de el festival.— K...k..kalus .— su rostro tomó un color rojo, aún más notable. — No creo que sea tan fácil esto….. mejor sigo buscando a mi manera...chocando con todos ...—. Decía resignada, parecía que la vergüenza le ganaba mas al estar en esa situación.

Simplemente oyó como lo comenzó a llamar no tardo en juntar sus manos cerca de su boca para amplificar su voz repitiendo en intervalos el nombre del hombre que la muchacha rogaba. - ¡Kalus! ¡Señor Kalus! - No obtenían más que algunas miradas indiferentes que lograban que la peliverde se mordiera el labio y sus manos decaigan un poco. Miró de reojo a la ajena, miró al suelo… no, no era hora de detenerse. -¡Kalus! ¡Ka…. Agatha… - susurró casi desanimada ante la nueva idea de la muchacha. Sus manos simplemente decayeron no hicieron más esfuerzos inútiles para el grupo que se formo en busca de un ser apreciado para la contraria.

Era una sensación horrible, casi que se arrastraba por la garganta dejándola lastimada. -" no bajes la cabeza Skye, es hora de buscar otras ideas"- Simplemente observó como el hombre depositaba a Agatha en el suelo para luego incorporarse. En cierto momento sentía unos nervios, posiblemente las condiciones de la muchacha no eran las mejores no podía hacer mucho por su cuenta más lo que había dicho "Chocarse con el resto hasta caer en los brazos de su amado." De manera frenética sacudió la cabeza logrando que las perlas choquen entre ellas y los cabellos se muevan de un lado a otro.- No creo que sea una idea muy factible. Todo puede ocurrir con tanta gente al alrededor. - comentó con cierto tono sereno al punto de ser un reproche hacia la ajena. Continuó hablando, no le iba a dar tiempo a pensar ninguna palabra.- Podríamos… Agatha, disculpe mi atrevida pregunta… -paso saliva, era de cierta forma algo cierto. Seres con ojos abiertos no escuchan mejor los sonidos como aquellos con ojos cerrados. - Usted estaba con él hasta que se separaron, ¿no?... Será capaz de recordar algún sonido, comentarios cercanos. - sintió nervios, un frío en su espalda que recorría por la espina dorsal serpenteando. Carraspeó. - Lo menciono ya que cuando uno no encuentra a alguien va al último sitio donde… bueno… se perdió. - comentó media dudosa, era doloroso mencionarlo así como así pero no tenía malas intenciones en sus palabras. La miró con cierta preocupación que ante el agobio no recuerde y que simplemente perdiera la información. - Sino... la otra idea sería... pues irnos a un lugar con menos gente y quedarnos ahí... Entre tanta gente uno se pierde con mayor facilidad. - llevó con cierta calma su mano al collar acariciando la amatista con el pulgar e indice, no tenía más ideas o formas. Dejó escapar un suspiro casi lastimado viendo la situación, planteándose una y otra vez como no se había percatado, Kalus, que se había separado de su pareja. Negó con la cabeza, muchas veces sucede cuando uno esta en la multitud simplemente había que esperar las respuestas o escuchar nuevas ideas por parte de Beltaine o de la misma joven.



 

En sus intentos por encontrar al misterioso individuo también miraba de reojo el reloj ornamental de una taberna cercana y cada hombre alto que pasaba esperando que alguno de ellos también estuviese buscando a alguien de corta estatura. Los ánimos parecían caer con la petición de la señorita Agatha pero el corazón de Beltaine todavía conservaba algo de piedad por la dama invidente que había perdido a su acompañante, más por el sentimiento mutuo pues el Kelpie también buscaba al suyo entre la multitud, solo que era alguien más pequeño también.

Las opciones dadas por la señorita Skye parecían razonables, pero debían ser cautelosos.

-Cree que Klaus la buscaría en un lugar con menos gente?- Si Beltaine fuera Klaus, seguramente buscaría frenéticamente en un lugar concurrido solo por el temor de que su pareja estuviese hundido en el temor.

Fue ahí cuando recordó algo que hasta el momento no se le había cruzado por la cabeza, era una idea tan arriesgada como las dichas por la señorita Skye, pero también era una alternativa válida.

-¿Sabe de que Raza es ese tal Klaus? -Preguntó inclinándose levemente para hablar a ambas chicas- Los Kelpie somos buenos para encontrar a otros por su raza.

De ese modo el tamaño de la muestra de individuos se reduciría considerablemente, aumentando las posibilidades del encuentro mucho más que buscando por las alturas o gritando como hasta ahora habían hecho. De ese modo podrían aplicar tanto la idea de ir a una zona menos poblada y mientras caminaban, Beltaine podría ir distinguiendo a otros Arcanos hasta dar con Klaus.