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Post by Deleted on Jul 24, 2017 20:33:02 GMT
—"No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos."—Lanzó al aire la frase, siendo un poco huraño sentía aquellas palabras con aire un tanto fatalista y al mismo tiempo le quitaba peso al evento.
Podría quedarse mirando a la distancia entre los tejados con la botella de absenta que sostenía entre los dedos. La multitud y su aroma, el rastro del alientos en los oídos, la cercanía que no concedía directamente. Con pasos rápidos llegó en un santiamén a la mesa de los refrescos y abrumado, lleno sus pulmones del aroma de la fruta dándola la espalda al concentrado de gente. La ropa que llevaba le proporcionaba una buena barrera entre los cuerpos, aunque atraía las miradas debido al aire oriental, severo de los sultanes Osmalíes en los bordados azulinos de su traje. Le gustaba controlar el flujo de gente que se le acercaba sin embargo esta vez, debería soltarse y dejar que vinieran o fuera hacia ellos, uno tras otro.
Llenando un tarro con la absenta, la acerco a los labios y apuro el diablo verde con lentitud, usándolo de escusa para barrer con la mirada los cuerpos a su alrededor, ajenos, conocidos, familiares. Le apetecían los extraños, y se concentraría en estos. Sonrío.
Relajado ahora, empujo los mechones negros hacía atrás, las féminas resaltaban, en comparación con los varones, distinguió un minotauro y un licantropo a primera vista, los más obvios por su tamaño y aspecto. Una mirada de pies a cabeza, pasó del manchón rojizo en las muñecas, y se tomo su tiempo con los amarillos, con esos listones la gente dejaba de serlo y se convertía en posibilidades descartables, "si, no, si no"...
—Decir es más fácil que hacer...—Se sentenció mirando a los bailarines. Repasando con la mirada el cuerpo de las parejas con la misma mirada maliciosa, aburrida y la sonrisa pecaminosa y ladina en los labios, disfrutando de la vista y del movimiento de la carne forrada en tela, de recorrer las distintas anatomías con pensamientos oscuros, distraído.
Divertido con sus divagaciones, aguardo a cumplir con lo dicho, las palabras atan aunque no llevará listón alguno en las muñecas. —Tan fácil como soltar un "me gustas, te quiero, te deseo, me declaro".—Tragó de golpe la bebida, chasqueando la lengua, de todas las formas en las que podría demostrar su afecto era la que pensaba una que nunca diría. A su alrededor la multitud venia para comer o rellenar los vasos, charlaban, asentían con la cabeza y él des devolvía el saludo. Sus palabras eran para quien las tomara, con el significado que desearan una vez que salían de sus labios se transformaban y pasaban a temer muchos amos.
Su sonrisa recayo en un moreno con rasgos elficos a su lado.
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Post by Azrael Burke on Jul 25, 2017 3:09:12 GMT
¿Quién diría que llegaba justo para el festival? El elfo se había ausentado de sus tierras por casi tres meses, viajando por los áridos desiertos de Mirovia, tan diferentes a su fértil tierra natal. Desde su llegada, en cada almuerzo y cena, sus hermanos no paraban de hablar sobre los planes que tenían para el festival del cortejo. El mayor definitivamente llevaría el lazo rojo y el menor el amarillo… en cuanto a él, solo asistiría para pasar una noche agradable, quizás encontraría allí a algún que otro conocido, y por supuesto, el extravagante banquete… la razón principal de su participación, aunque no lo admitiría.
Era raro verlo vestido con camisa, pero debía amoldarse a la ocasión. Un sueter gris y un oscuro tapado marrón formaban parte de su abrigo, un smoking sería demasiado formal para su gusto.
Como era de esperarse, apenas llegaron cada hermano tomó su propio rumbo, guiados por los intereses personales de cada uno. Azrael no tenía una novia con la cual encontrarse, tampoco buscaba conseguir pareja, pero, había una gran mesa rebosante de alimentos que esperaban ser degustados. Las bebidas seguramente no se quedarías atrás, pero ¿Cuál probar? Sostenía un vaso mientras miraba indeciso los traslúcidos recipientes. Luego de pensárselo, optó por servirse la bebida de color rosado; no sabía cuáles eran los ingredientes que le daban tan vívido color, pero lo descubriría. Antes de probarlo, se detuvo a apreciar el dulce aroma, y fue cuando entró en contacto con sus papilas gustativas que confirmó su sospecha. Era un licor a base de frutos cosechados en la región.
Satisfecho con su bebida, observaba la gran cantidad de gente en sus formales atuendos. Antes de poder hallar un rostro conocido, o beber otro sorbo de licor, se percató de una mirada ajena sobre él. Estaba allí junto; un alto joven de cabellos azabaches le sonreía. Al principio le agarró un poco de incertidumbre y culpa, quizás se trataba de algún conocido que no lograba reconocer… era muy despistado. –Hey. – Saludó de lo más informal, con un semblante amistoso. Si lo conocía, lo recordaría al poco tiempo, y si no, ¿Por qué no entablar una conversación? Socializar era pan comido para el elfo. - ¿Disfrutando la fiesta?
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Post by Deleted on Jul 25, 2017 8:39:35 GMT
Alargo la expresión en parte como el efecto sonrisa de los recién nacidos que casi todos poseían, y por el abotargamiento del alcohol que por fin se asentaba en su estomago calentándole. Así, de esta forma casi se sentía amable y considerado. Estrechando los ojos tardo en responder al arcano, girándose para barrerlo con la mirada de pies a cabeza de forma inconsciente, era un habito para el unicornio. Y bajando el tarro se medio giro para llenarlo de vuelta al tiempo que separaba los labios.
—Pregunteme luego de un par de botellas, entonces con toda seguridad le diré que si.—Se encogió de hombros, mientras miraba su reflejo desfigurado en la superficie oscura y lo llevaba de vuelta a su boca, un trago que le quemo la garganta por un breve instante. —¿Tu la disfrutas?—Agregó con la voz ronca, más que curioso algo conforme, la respuesta no podía ser muy diferente a lo que se imaginaba, "Si y no". A eso se resumía todo esa noche. Incluso con los listones que decoraban las muñecas, bajando la mirada hasta las muñecas ajenas que el otro macho no llevara uno lo alivio.
Sus ojos negros se posaron brevemente en las parejas que bailaban a la distancia, sin emoción en el rostro y una mano apoyada en la faja envuelta en su cintura. — Toda esta cortesía y el baile, ¡no he conocido a un sólo arcano al que no le gustase bailar!, ¡Dioses!
Giro el rostro con gesto cómplice con un destello de dientes blancos esta vez, era una sonrisa más autentica, era cuidadoso de reservar su opinión al respecto. Incluso sus demostraciones publicas tenían cierto matiz "privado". Echándole un vistazo a la bebida ajena. —Si no hay un alguien, ni buscas un alguien, ¿que te trae al festival?, ¿Vecinos ruidosos como los míos?, ¿o el hecho de que no se puede escapar de él si te encuentras en las cercanías?
Aquellas palabras se le atoraron en la garganta, porque eran y no las que de verdad quería soltar. Súbitamente mirando su vaso, se amparo en el extraño, en la comodidad de que no le conocía y jamás volvería a verlo...—Me declaré a una mujer.
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Post by Azrael Burke on Jul 26, 2017 1:28:06 GMT
Siguió con la mirada el accionar del azabache, al parecer le agradaba la bebida… o eso creía en ese instante. Ante tan elocuente respuesta solo bufó con diversión y bebió lo que quedaba en su vaso. En una bandeja, sobre la misma mena, encontraban algunos pinches con diversos alimentos. Dejó el vaso y tomó uno. – Por supuesto. Hay buena música, buena comida… - Fue enumerando con sus dedos mientras señalaba con su bocadillo. - … Puedes pasar el rato con amigos… y en este caso, encontrar pareja… supongo. – Agregó con no mucho interés aquello último y luego se llevó el pinche a la boca para sacar los primeros cubitos de queso.
Masticaba escuchando al unicornio… ¿Quejarse? No estaba comprendiendo en qué dirección iban sus palabras, pero siguió oyéndolo y comiendo obviamente. Había desviado la mirada a las parejas en medio de una danza; bailar no era su fuerte, pero no le gustaba ni disgustaba, le daba igual.
Tomó una servilleta de la mesa para limpiar sus labios y después la dejarla junto al palillo. – Hmm vivo aquí, pero acabo de volver de viaje… No sé, me pareció una buena ocasión para encontrarme con viejos amigos. – Era una celebración muy conocida, venían arcanos de todas las tierras; viviendo ahí ¿Cómo iba a perdérselo? – Así que, la última opción. – Volvió a llenar su vaso, pero esta vez con limonada.
Estaba bebiendo y mirando a sus alrededores cuando escuchó esa última frase. Casi se atraganta con la bebida. Ahora comprendía que tenía que ver tanto alcohol para poder disfrutar. – Oh dude. – Su sonrisa fue reemplazada por una mueca de lado y su entrecejo se frunció levemente. Culpa le invadió por haber dicho sobre encontrar pareja. No sabía qué decir, no quería meter la pata, pero si él quería desahogarse lo escucharía… y quizás le daría algunos consejos innecesarios. – Vamos, no te lo guardes… aunque creo que sé por dónde va la cosa…. – Seguramente había sido rechazado.
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Post by Deleted on Jul 26, 2017 7:47:17 GMT
Sus pestañas hicieron sobra mientras que, algo fascinado, observaba el rostro del extraño, no en sus características físicas sino, la expresión perpleja y casi avergonzada que se impuso sobre sus labios y sus ojos. Se le quedo viendo un largo momento, estudiándolo y luego soltó una risa gutural que sonó a rocas molidas antes de volver a dar un trago. Negando con la cabeza, tomo un trozo de pan y se lo llevó a los labios sin hablar hasta haberlo pasado.
—Creó que estas pensando demasiado bien de mi.—La sonrisa volvió pero era una maliciosa y oscura. Mirando el vaso le dio otro trago, tratando de adivinar.—¿Por donde iría aquella cosa que mencionas?
Soltó como una pregunta a los dos y sin serlo verdaderamente.
Tenía curiosidad, por las partes en blanco que el extraño había rellenado con sus propias experiencias y expectativas. El hombre más pequeño, tenía un aire inocente, casi ingenuo que Eerie apreciaba. Era como ver un rastro del pasado y de si mismo que creía haber perdido hacia muchos años, con toda es suavidad y la sensación de que podría perderse fácilmente.
Entretenido no pensó más en la velada ni en el baile.
—Me declaré, no fue la gran cosa, palabras vacías. Ella era muy bonita, con el cabello rubio y olía a flores, pero no había emociones más profundas en mi que la del deseo físico y la codicia. —Se calló un momento hundiéndose de hombros, restandole importancia respirando el suave olor de la comida se relamió ante la necesidad de un pitillo y casi en automático hurgo entre sus prendas para extraer el cilindro de papel de amate y rodarlo a sus labios, encendiéndolo con unas palabras. —No es que hubiera un sentimiento absolutamente romántico, alguna clase de amor si, pero no uno tan grande...era un juego, jamás en mi vida la había visto antes...
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Post by Azrael Burke on Jul 28, 2017 6:45:22 GMT
Su rostro denotaba confusión, puesto que pensaba que el unicornio había sido adofeteado por el amor... pero probablemente se había hecho la película.
¿Pensar demasiado bien de él? - Tal vez -Elevó sus hombros. Existían personas que solo podían pensar lo peor de otra, pero este no era el caso. - Pues - tomó un nuevo pinche de la bandeja, despegando la mirada del azabache solo en ese instante. - Creí que habías sido rechazado, y ahora ahogarías tus penas en alcohol. - Respondió con una sonrisa cómplice asomando en sus labios.
Se dedicó a seguir comiendo mientas oía el relato de su 'desamor'. No pudo envitar reír entre dientes. Se había preocupado en vano, el tipo se había tirado a la oportunidad más atractiva, sin si quiera conocer su nombre. Largó un generoso suspiro. - Ay Dioses... - Negó con la cabeza; no podía tomar esa situación de otra forma que no fuese con humor. - Entonces, ¿Suspendiste tu cacería? - Dejo el palillo vacío junto al otro y le dio un trago a su ácida bebida.
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Post by Deleted on Jul 31, 2017 22:03:46 GMT
El hombre más alto le devolvió la sonrisa, fingiendo inocencia y resoplo sacudiendo un mechón obstinado que caía sobre su frente donde escondía su cuerno en un lunar en forma de diamante.—Mis penas son muy viejas, querido niño, no hay cantidad de alcohol que pueda ahogar lo que ya no existe...
Se quedo pensativo, mirando su reflejo en el liquido dorado sucio en el tarro temblar. Dándole otra calada al cigarrillo tras escupir el humo blancuzco que se difumino sobre sus cabezas, meditando lo que había dicho y reviviendo el momento, la declaración y el beso. Un tanto irritado frunció el ceño a la nada ante el final de aquel encuentro. Y luego lo vio comer, pequeñas acciones eróticas aquí y allá, el asomo de la lengua rojiza sobre los labios, limpiándolos con una barrida hasta dejarlos brillantes. El placer de los ojos y las comisuras, el sonido al tragar y la forma en la que la manzana de adán se movía arriba y abajo, los pequeños jadeos de deleite cuando el sabor llenaba. Pequeños rastros que le eran imposibles pasar por alto. El unicornio disfrutaba, vaciando también su vaso con apenas la ligera sensación de la borrachera, apenas el sutil mareo y la sonrisa fácil y luego nada más, el efecto no le duraba demasiado. Enchueco los labios y miro a los ojos al extraño estirando una mano para apartar un trozo de corteza que llevaba el otro pegado al cabello.
—Por el contrario, apenas empieza, ¿por que?—Una ceja negro cuervo se alzo con malicia.—¿quieres ser el siguiente?, tendrás un beso como mínimo...
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Post by Azrael Burke on Aug 3, 2017 22:01:21 GMT
Revoleo los ojos al escuchar lo dramático que aquel sujeto sonaba. Se suponía que estaba en una fiesta ¿Por qué no simplemente disfrutaba? Si el elfo era un niño, para él el unicornio era un viejo amargado de esos que se quedan al margen de los bailes y cuestionaba todo a su alrededor. Lo ignoró por un momento centrándose en sabor y textura de los bocadillos, sin percatarse de las miradas que le propinaba su acompañante. Volteó cuando vio la mano ajena acercándose, al parecer, para quitarle algo del cabello.
- ¿Qué? – Soltó divertido. No hablaba en serio… ¿O sí? – La bebida y el rechazo te pegaron fuerte. – Si creía que podía intimidarlo con su mirada o ceder a su petición se equivocaba. – Como verás no traigo listón… quizás debería haberme puesto uno rojo, solo para evitar romper corazones. – Dijo lo que seguramente ya sabía, alzando su muñeca para hacerlo más evidente. – Sería tu segundo rechazo. – Le devolvió la sonrisa, enarcando también una ceja.
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Post by Deleted on Aug 4, 2017 5:34:03 GMT
Estrecho los ojos concentrándose en la palabras que se repetían, con una sonrisa ladina, meneo la cabeza divertido ante el breve desplante de valía e importancia que el macho arcano mostraba, empujando su propio cabello que cayó sobre su frente ante el movimiento.
—"Rechazo, rechazo", dices...—Mirando su bebida volvió a escudriñar a la multitud, entre rostros conocidos y demás, la velada había caído en un momento cómodo y tranquilo en el que los ánimos parecían haber alcanzado un nivel estable y no tenía que alzar la voz. Levantando su manga le dio a entender que él tampoco llevaba los listones, jamás los llevaría y tampoco iba a por los que los portaban, era un juego. Lo que podías comer y lo que podías comer discretamente con algo de maña...—No fui rechazado por la señorita así que no existe un primero.
Levanto las cejas con humor, en todo caso él había corrido, antes de que las cosas alcanzaran cualquier nivel de seriedad o complicación. En cuanto a los besos...es mejor pedir perdón que permiso y a ella no le molesto.
Levantando las manos cuido de no derramar su bebida habló —Despreocúpate, era sólo una pregunta inocente—Aunque sus gestos nunca lo eran, no era nada más que un juego.—No voy a insistir, ni siquiera voy a intentarlo...esforzarse es un pesar, a menos que realmente me inspire el reto y ahora todo mi afecto le pertenece a esta botella.— Tomándola por el pico la llevo con él dejando el vaso—Esto es lo más atractivo de todo el evento.
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