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Post by Rei Joggres on Jul 26, 2017 17:02:38 GMT
Esto sucede unos días antes, en la costa de Aqualia El íncubo citó a la preciosa sirena para que ambos se encontraran en la cueva ese día, como todas las otras reuniones que tuvieron a partir de que el problema de la peineta se resolvió entre ellos y comenzaron a conocerse más. Ahora se tenían la suficiente confianza como para ir a lugares nuevos juntos, con la promesa de Rei de que no se propasaría (más de lo que ella quisiera) y que la trataría con todo el respeto que la pelinegra se merecía. Pero esta vez la llevaría aún más lejos de lo que la había arrastrado antes a alguna otra de sus aventuras, pues se aproximaba el Festival del Cortejo en la ciudadela de Mirovia y... por ningún motivo dejaría pasar la oportunidad de poder estar con su chica favorita en esa maravillosa festividad donde probablemente el romanticismo estaría en el aire para las nuevas y potenciales parejas que nacerían ahí. Tal vez, y sólo tal vez... ella lo aceptaría cuando le dijera que le gustaba. Rei apresuró el paso para poder llegar a la cueva antes de que la pelinegra emergiera de la superficie, intentando calmar la constante sonrisa que adornaba su rostro por lo menos hasta haber llevado a cabo el "plan" que traía en mente desde hace rato. Algo agitado se limpió el sudor de la frente, para luego empezar a adornar el lugar con pequeños detallitos que juntó para la sirena: flores de la selva, rodeando la roca por la cual ella acostumbraba subirse, para que cuando ella lo hiciera se viera envuelta de colores parecidos a los de su muy brillante cola. "Ya estoy aquí, cariño~" le mandó un mensaje por medio de su tableta, y rió por lo bajo. ¡Estaba muy emocionado!
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Post by Sam Radcliff. on Jul 26, 2017 17:56:57 GMT
No tenía idea de cómo había pasado, pero por primera vez en mucho tiempo una persona se había ganado un espacio importante en su vida, es cierto que se había resentido con el chico al principio, pero él había hecho méritos por enmendarse y todo eso... Había logrado calar dentro de ella a pesar de que ella misma creía estar congelada por dentro, quizá todavía lo estaba...
Detuvo su nado al escuchar un mensaje, lo leyó y miró hacia el punto en que se dirigía, no estaba demasiado lejos ya, sin embargo, habría preferido hacer aparecer las piernas sin la presencia de Rei, porque era un poco doloroso. Revisó su bolso de nueva cuenta asegurándose de traer lo necesario para un buen paseo.
Emergió del agua con su melena azabache escurriendo en agua sobre su cara, con apenas una rendija entre el cabello para observar a Rei sobre las rocas y la arena. Se apoyó en su roca favorita pero no salió del todo al verla llena de flores, se quedó apoyada en la misma contemplando todo el arreglo. Se llevó todo el cabello atrás y entonces reprimió una sonrisa antes de salir por completo.
-Gracias... -Dijo una vez que estuvo fuera del agua, mientras tomaba una de las flores que estaba por empaparse del agua que escurría de su cuerpo- A ver... ¿Qué planes tienes en mente ésta vez?
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Post by Rei Joggres on Jul 28, 2017 22:13:21 GMT
Ahí estaba otra vez esperando con cierta impaciencia a que el pequeño espectáculo pasara de nuevo frente a él, ya se acercaba la hora para que Sam se asomara a la superficie y rompiera la mística barrera líquida que se movía en forma de olas, siempre dándole la impresión de que ella rompía con lo ordinario... que ella nacía del interior del mar, para luego brotar de ahí como la más bella flor de todas. No sabía si podría sincerarse y revelarle ese secreto alguna vez, seguramente ella lo tacharía de cursi además de muchas otras cosas en la larga lista que empezó cuando se conocieron.
El íncubo suspiró un poco, pero se sonrió ampliamente en cuanto alcanzó a vislumbrar esa melena azabache que se resaltaba mucho de entre todo el azul que la rodeaba.
-Hola hermosa ¿tuviste un buen viaje? -Rei se inclinó para acercarse a la sirena y poder ayudarla a quitarse un par de mechones que seguían pegados a su húmeda piel- Escucha, se que estas ansiosa por saber que es lo que haremos, pero preferiría dejarlo como una pequeña sorpresa... ¡No te preocupes! Es una garantía Joggress de que te va a encantar
Le sonrió con mucho cariño, quedándosele viendo más de la cuenta, y cuando se dio cuenta de esto carraspeó un poco, tapándose su boca con una mano- Si deseas privacidad para cambiar a tus piernas humanas me voltearé, toma, te traje una toalla -le pasó el pedazo de tela con el que la ayudó un poco a secarse la espalda y después se la dejó ahí cubriéndola de los hombros- también traje ropa, accesorios, todo para que te sientas cómoda en la superficie.
Una vez la dejó lista para transformarse, se dio media vuelta y miró al techo, pero rayos... como deseaba mirar.
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Post by Sam Radcliff. on Jul 28, 2017 22:28:51 GMT
Dio un ligero respingo cuando él le ayudo a apartarse el cabello, pero fue básicamente porque no se había percatado a tiempo de que él se estaba acercando, en cuanto terminó, lo miró con más tranquilidad.
-Sí, bueno, el viaje hasta aquí se me hace un poco más corto que antes...- Aunque a decir verdad, ésta vez había tenido algo de ansias por llegar y que el camino fuera más corto, solo que eso no iba a admitirlo en voz alta. -Hmm... -Se quedó pensando en sus palabras mientras estudiaba su rostro.
Una sorpresa, honestamente ese tipo de cosas no le gustaban, pero él sostuvo una mirada medio ausente y no había forma de esperar que fuera algo malo en realidad.
-De acuerdo... Una sorpresa -Dijo con voz pausada y analítica- ¿Puedo saber si es cerca de aquí al menos?
Su cuerpo se tensó un poco ante la ayuda que le dio secando su espalda. Él había demostrado ser paciente y tener buenas intenciones ¿Por qué seguía reaccionando así al contacto físico entonces? Estaba segura de que ni siquiera tenía algo que ver con lo que había pasado entre ambos antes. Ropa y accesorios... Ella tenía un vestido viejo que guardaba en esa misma caverna en alguna parte y era el que había usado antes. Quizá Rei se había dado cuenta del precario estado en que se encontraba y le había llevado cosas, pero la hacía sentir un poco mal, o sea, ella tenía dinero para esas cosas, solo que nunca fue importante comprar algo de ropa nueva. Se la pagaría sin duda. Desdobló el ruedo de la blusa de manera que quedara más larga, hasta la mitad de sus piernas. Tomó con fuerza la toalla sobre sus hombros y respiró algo nerviosa.
La transformación comenzó con sus escamas desapareciendo a la vez que el inferior de su cola se iba dividiendo y encogiendo un poco mientras iba tomando la forma de sus pies. Apretó la quijada sin poder evitar que un gesto de dolor se hiciera presente con un sonido que escapó de su garganta. La transformación continuó hasta que sus dos piernas y en general, todo su interior habían cambiado, teniendo que soltar un pequeño gemido de dolor mientras su cuerpo de doblaba un poco. Se quitó la toalla de la espalda y con cuidado la llevó a sus temblorosas piernas para secarlas.
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Post by Rei Joggres on Jul 28, 2017 23:47:27 GMT
-"Cerca" es un término muy relativo. Vamos, todo esta cerca aquí en Mirovia ¿o no? Tu lo sabes bien ya que te la pasas viajando alrededor. Estamos muy cerca... de un punto, y de otro punto, y del siguiente punto... -el peliblanco se rascó la nuca mientras miraba hacia el techo, intentando de todas las maneras posibles no decirle nada ni dar una idea de a donde se dirigían. Siguió hablando, balbuceando palabras sin sentido sin darse cuenta de que la pelinegra había empezado su transformación.
Oh, pero se percató mucho, se percató bastante cuando un pequeño quejido resonó en toda la cueva, lo que lo obligó a parar su palabrería y agudizar su sentido del oído. ¿Ella... estaba acaso... adolorida? ¿Le estaba doliendo? Poco a poco fue virando su cabeza hacia atrás sólo para encontrarse con la figura que se retorcía sobre la roca.
-¡Sam! -se acercó con rapidez a la mujer, con una preocupación tal que se olvidó del estado semi-desnudo de ella- ¡Sam! ¿Te duele mucho? ¿Estás bien? ¡Si te duele reviertete, no pasará nada! -la tomó entre sus brazos como puedo pero Sam se deshizo del agarre justo cuando había terminado. La pobre se secaba sus piernas, agotada. Y el íncubo se había quedado impactado mirándola con los ojos y boca abiertos.
-¿Desde siempre te ha dolido...? -fue la pregunta en forma de susurro, acompañada de una pequeña caricia suave en su mejilla.
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Post by Sam Radcliff. on Jul 29, 2017 0:30:23 GMT
Sus palabras habían sido un redondeo del asunto, no era tonta. Eso significaba que no sabría absolutamente nada hasta que llegaran al punto que él tenía en mente.
Tanta preocupación y atención de su parte por algo tan común como eso la abrumaron un poco. Simplemente se dedicó a apartarlo un poco y seguir con su trabajo mientras el dolor se iba convirtiendo en un hormigueo punzante, luego un hormigueo más suave y finalmente desaparecer. Sintió la caricia en su mejilla y respiró hondo, se tomó unos segundos mientras estiraba las piernas y movía los pies.
-Sí, pero no te preocupes, en realidad es algo sumamente normal. Es una transformación después de todo, hay sirenas a las que les duele más, otras a las que les duele poco y unas a las que no les duele nada, yo soy del desafortunado grupo que sufre algo de dolor, pero ya se ha ido. Ahora, no voy a revertir el cambio con el trabajo que me ha costado llevarlo a cabo -Terminó de decir levantando una ceja. Respiró hondo- Dijiste que habías traído ropa... ¿Puedo ver? Aunque no tenías que hacerlo, es decir, puedo pagarme mi propia ropa...
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Post by Rei Joggres on Jul 31, 2017 13:43:47 GMT
-¡¿Cómo quieres que no me preocupe?! -exclamó el hombre de repente, mirándola con el ceño fruncido mientras mantenía sus manos sobre los hombros de la sirena- Tu no... te transformabas antes. No tenías la necesidad, y ahora que he estado insistiendo tanto tienes que pasar por algo doloroso en cada salida. ¿No pudiste al menos decirme que te dolía? -la soltó con suavidad y bajó ligeramente su cabeza. Se sentía... culpable. ¿Porqué la sirena no le había dicho nada? ¿Tan difícil hubiera sido darle a entender que tener piernas no era tan sencillo para ella? Tal vez muchas de las reuniones no hubieran sucedido, habían sido algo innecesarias pero aún así ella acudía a su llamado.
El íncubo agitó su cabeza.
-¡Te lo voy a recompensar! ¡Ya verás, Sam Radcliff, es una promesa! -tomó las manos de la mujer entre las suyas- Haré que te la pases de maravilla esta vez, tanto que se te olvidará todo por lo que pasaste- Y entonces, una enorme sonrisa traviesa se dibujó en su rostro. Acató la pregunta/petición que ella le hizo sobre la ropa al encaminarse hacia un rincón de la cueva en donde estaba colgado un hermoso vestido color esmeralda de una sobresaliente. Las mangas estaban holgadas con pequeños adornos dorados en las orillas, el vestido era largo y se veía que era de los que se ceñían a la figura- Lindo ¿no? Cuando lo vi pensé que era perfecto para ti.
Se rascó la mejilla con el dedo índice, con algo de pena - Es un regalo, no me lo tienes que pagar ni nada así... verte en él es suficiente regalo.
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Post by Sam Radcliff. on Jul 31, 2017 16:57:07 GMT
Levantó las cejas con algo de sorpresa por la forma en que le estaba hablando ¿Por qué hacía tanto drama? Acaso... ¿Le importaba realmente? Se quedó algo quieta apretando los labios, pues ese pensamiento la había hecho sentir que su corazón se estrujaba por alguna extraña sensación que no conocía y no comprendía.
-Rei, cálmate -Dijo poniendo sus manos en sus hombros para sacudirlo un poco- Tenía que hacerlo si aceptaba un trabajo donde debía entregar una carta afuera de Aqualia... No te dije que fuera doloroso porque para mí es algo normal, estoy bien...- Terminó de decir en un tono convincente, consiguiendo que él la soltara. Respiró hondo, controlando la sensación de que ella también estaba por ponerse neurótica.
Negó con la cabeza con una pequeña sonrisa que acompañó de un bufido. El simple hecho de hacerla salir del agua y querer explorar, había sido ya suficiente recompensa, si es que ese pequeño dolor por el que pasaba compensaba algo de lo que había hecho en su vida. Siguió los movimientos de Rei hasta que su vista se topó con el hermoso vestido, la expresión de su rostro fue auténtica, entre la sorpresa y estar conmovida, ni siquiera pensó en intentar esconderla.
-Es precioso... -Dijo apoyándose en la ropa para tratar de levantarse, resbaló un poco y tuvo que meter las manos, pero no pareció molestarse ni tomarle ni siquiera importancia, con la vista pasando de Rei al vestido mientras intentaba levantarse de nuevo- No tenías que hacerlo, Rei... -Dijo con una voz suave, ese vestido seguro había costado mucho dinero.
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Post by Rei Joggres on Aug 1, 2017 13:36:33 GMT
-¡Whop! ¡Cuidado hermosa! -riendo, el albino sostuvo de los codos a la pelinegra para ayudarla a mantenerse de pie, mientras le sonreía con calidez y permitía que ella acariciara el vestido teniéndolo ya cerca. Tal vez este se humedecería por los restos de gotas con agua que seguían aperlando la blanca piel, pero eso estaba bien... después de todo era un regalo para la sirena entre sus brazos.-El vestido no se irá a ningún lado... -lo último lo susurró con suavidad mientras se quedaba prendado de la hermosa visión frente a él.
Casi podría jurar que los ojos de Sam brillaban a causa de la prenda que él compró hace unos días atrás esperando dar justo en el gusto de la chica. Su expresión no hacía más que enternecerlo con el pasar de los segundos.
-Eso es lo curioso de los regalos, no hay necesidad de hacerlos porque simplemente te nacen... -rió un poco, algo apenado por la suave voz de Sam- Bueno, te daré algo de privacidad para que te cambies, se ve muy bonito y todo ¡pero en verdad quiero vértelo puesto! -le dejó la prenda en sus manos para luego darse la media vuelta una vez más, fingiendo que la pared de la cueva era mucho más interesante que ver la piel desnuda de la mujer. Gran mentira.
-También te compré un par de zapatos cómodos, pero te los puedes poner cuando dejemos atrás la arena -el íncubo siguió hablando con naturalidad mientras Sam se cambiaba, y cuando se aseguró de que ella ya estaría vestida se volteó a verla. Un pequeño chiflido salió de sus labios con total naturalidad- ¡Qué belleza! ¡Te ves totalmente hermosa! Estaba tan feliz de verla con esa tela esmeralda cubriendo su cuerpo, que tomó a la pelinegra de la cintura y empezó a dar vueltas con ella mientras la alzaba en el aire.
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Post by Sam Radcliff. on Aug 3, 2017 4:05:42 GMT
Esbozó una sonrisa sincera ante aquellas primeras palabras, claro que el vestido no se iría a ninguna parte, pero igual iba a admirar aquella prenda el tiempo necesario, revisando las bonitas y elaboradas mangas con todas aquellas decoraciones, la suavidad de la tela y lo fina que era... Sí, sin duda era un vestido costoso cuanto menos.
-Sí... Supongo, pero hace mucho no recibía regalos y no sé... Es... Un poco extraño y entre más lo miro más llego a la conclusión de que te costó mucho dinero -Asintió a sus palabras y se quedó en su lugar mirando el vestido adentro y a los alrededores- ¿No hay....? Ay, le decían... ¿Ropa interior?
La reacción de Rei fue extraña de interpretar, pero se encogió de hombros jalando el paño con un pie.
-No importa -Dijo restando importancia con un ademán de su mano- Me cambiaré de todos modos...- Igual, el vestido era mucha más ropa de la que traía siempre encima. Acomodó la prenda viendo que por lo menos, traía un forro interno con otra tela diferente, seguramente para que su piel fuese a estar más cómdo con las demás prendas que en teoría, iban debajo del vestido. Al menos así estaría bien cubierta.
Se acomodó la tela de falda y las mangas y miró hacia abajo, quedaba precioso... Perfecto... Parecía como si lo hubieran hecho precisamente a su medida. Sintió como la cargaba y se cubrió los ojos para no marearse. Estando entre sus brazos cuando se detuvo, miró al suelo.
-Al menos así no tuve que girar yo para ti, porque seguro que me habría caído en el intento... Esperaré a que estemos lejos de la arena para ver esos zapatos de los que hablas, aunque hasta la fecha no he encontrado unos cómodos...
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Post by Rei Joggres on Aug 4, 2017 22:14:04 GMT
-Lo lamento mucho, estaba tan emocionado con lo principal que no pensé en lo secundario... ¿segura que puedes estar así? Te conseguiré interiores cuanto antes. Claro, es que algo se le tenía que olvidar y era precisamente la ropa interior ¡Pero que tonto era! Rei se puso completamente rojo de solo pensar que la sirena no usaría nada bajo el hermoso vestido, incluso su amigo allá abajo parecía bastante animado a la idea ¿Acaso alguien podía culparlo? Nunca se lo diría a la dama de cabello negro, pero desde que la conoció no tuvo el interés ni el deseo de compartir el lecho con las mujeres de buen ver con las que se llegó a cruzar en el camino, algo... realmente tonto viniendo de un íncubo, aunque no podía evitarlo, su cuerpo sentía la necesidad pero su enamoradiza mente no podía dejar de imaginarse el rostro de Sam de momento a momento.
-No comas ansias, estaba seguro que el vestido te enamoraría pero no tengo la misma confianza con mi estilo de zapatos -entre pequeñas risas Rei le sonrió ampliamente. Y sin aviso alguno se inclinó para plantarle un beso en la mejilla muy pronunciado, lleno de cariño... y deseo. Ardiente deseo, separándose sólo después de que una alarma en su cabeza se activó, no deseaba asustarla de ninguna forma posible.
Debía calmarse, controlar su ser interior.
-Bueno ¿estas lista? -el peliblanco se agachó para poder pasar su brazo debajo de las piernas de la sirena y poder cargarla de forma matrimonial. Con una expresión misteriosa comenzó a caminar hacia afuera de la cueva, para después sacar ambas alas de su espalda... estaba seguro que ella no las había visto antes, por lo que se tomó todo el tiempo para que ella las admirara lo más posible (se sentía bastante orgulloso de ellas)- Agarrate bien y toma aire, porque va a ser un laaaaargo viaje -el hombre comenzó a correr hacia adelante para ir tomando velocidad y luego extender sus alas, en cuestión de segundos ambos estarían elevandose en el aire con lentitud acompañados del batir de las alas demoniacas.
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Post by Sam Radcliff. on Aug 6, 2017 5:00:59 GMT
-Oh, descuida... Igual trae un forro o un camisón debajo, no sé qué es -Dice soltando una risita, era algo vergonzoso pero en realidad no están familiarizada más que con su viejo vestido.
Aliso la tela del vestido y acomodó las mangas, aunque en realidad ya lo había hecho. El vestido lucía mil veces mejor en su cuerpo que sobre la roca, y al menos al frente, no se le marcaba nada, algo que no podía asegurar de la parte trasera de su ropa. Sintió el beso en su mejilla y un rubor notorio apareció. Odiaba sonrojarse, era como una especie de delator sobre sus emociones y eso no le gustaba, la hacia sentir un cosquilleo en el abdomen que la hacia querer más atención y cariño de su parte. Pero no. No debía ilusionarse...
Escuchó el comentario del peliblanco sobre los zapatos y sonrió. Tomó su bolso del suelo justo antes de que la cargara y se aferró a él. En realidad era un alivio para sus piernas que hiciera algo como eso. Miró sus alas, eso no había pasado antes, habían andado sólo a caballo. Lo miró a los ojos y sintió aquellas ansias de ver qué aventura tenía preparada él para ella.
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Post by Rei Joggres on Aug 7, 2017 15:35:59 GMT
------------------ Y después de varias horas de vuelo, y muchas mas horas de viaje en carreta, seguidas de todo lo que conllevaba llegar a la ciudadela, ambos se encontraban ahí mismo en la casa provisional con la que contaba Rei (sea dicho, que le rentaba a su buen amigo Scott Wittermore cuando llegaba de visita). Fue un viaje largo y muy agitado, pues cuando Sam se dio cuenta de que el trayecto implicaba no estar cerca del agua por muchos kilómetros, le dio un pequeño manotazo en la mejilla que poco le faltó para ser tremendo bofetón. Rei no flaqueó, sabía que a la mujer le encantaría aunque se quejara al principio~
Pero se estaba yendo por las ramas al recordar los sucesos de los días pasados, ahora el apuesto íncubo ataviado ya con el traje de gala que usaría para disfrutar del festival del cortejo en compañía de la preciosa sirena, respiró hondo. Se encontraba frente a la puerta del cuarto de huéspedes que ocupaba la dama y se preguntaba a sí mismo si debería de tocar de una vez o concederle un poco más de tiempo de espera. Después de todo las mujeres siempre tardaban mucho en arreglarse, cosa que él nunca entendió muy bien del todo. Él también se tomaba su tiempo para que su apariencia fuera agradable a los demás... pero tal vez Sam tenía problemas para ponerse el vestido, o los accesorios... ¡o tal vez la ropa interior!
El íncubo apoyó ambas manos contra el marco de la puerta y pegó su frente contra ésta, poniéndose rojo del solo pensamiento "¡MADURA, JOGGRES!" se regañó a sí mismo intentando quitarse la escena de la mente. "¡Piensa en otra cosa, piensa en otra cosa...!"
Mientras intentaba calmarse aplicó un poco más de presión en la puerta, abriéndola sin querer con ayuda de su peso. -¡Ah...! Lo sien...
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Post by Sam Radcliff. on Aug 7, 2017 16:17:44 GMT
Se había enfadado un poco al saber que irían hasta la Ciudadela, el final del viaje en vuelo y parte del viaje en carrera había decidido guardar silencio luego de hacerlo golpeado. Le gustaban los paseos con él, pero no había ido tan lejos del agua tanto tiempo, es decir, allí no tenía ninguna costa cerca.
La había llevado de compras con la intención de pagar por todo, pero no... No tenía que compensarte nada, ella podía pagar sus cosas, siempre lo había hecho...
Ahora se encontraba de pie en un cuarto de huéspedes. Le había tomado algo de tiempo vestirse de gala porque eran más piezas de ropa, al menos recordaba todo cuanto le habían explicado en las tiendas en las que compraron. Se había terminado de poner el vestido y todo lucíaen orden. Se habia arreglado el cabello por primera vez en muchos años, y se había empezado a poner un juego de accesorios a juego que Reile había regalado.
Se miró en el espejo, se veía completamente irreconocible y sus ojo brillaban por el entusiasmo. Se colocó los aretes y un accesorio de cadenitas finas y pidrecillas brillantes y colgantes en la cabeza y a dio un último vistazo. El brazalete y el collar repudian también. Parecía una princesa, justo como lo había sido su madre...
Suspiró con tristeza y en ese momento la puerta de abrió. Dio un respingo y a giro en dirección a Rei. Su expresión la hizo sonreír ampliamente. Dio una pequeña vuelta para él y se tambaleó un poco.
-¿Qué te parece? -Preguntó segura de saber si respuesta, y porque desde luego, quería escuchar otro halago de su parte...
Era extraño, Rei estaba siempre cerca de ella, y se cariñoso, pero ya llevaban un buen tiempo paseando y él no había demostrado tener más intenciones de acercarse a ella como la primera vez, no al menos de forma voluntaria...
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