E3: De Arconte a Baphomet (Priv. Kou-Corina-Rallis)

El joven de cabellera castaña habia disfrutado un hermoso dia con su pareja pero ahroa estaba demasiado agotado a causa de las heridas que estaban sanando gracias a los muy buenos cuidados de Kouhei quien no se separaba de su lado por si sentia un potente dolor, mas cuando habian danzado anteriormente donde le habian dado un golpe sin querer en el cuerpo, lo que habia causado un fuerte dolor pero ya habia cesado, ahora estaban en una zona mas alejada donde podia Rallis descansar, se sentia muy mal se estaban divirtiendo demasiado y lo habia arruinado una vez mas, para ver a Kouhei con la mirada llorosa pero simplemente no le dio tiempo para decir nada cuando Kouhei ya se habia retirado por las deliciosas bebidas, para mirar a una joven de cabellos rosados que se tambaleaba bastante por las bancas, en eso Rallis miro como esta parecia que caeria en un parpadeo, este ignorando su dolor se levanto y le tomo de las manos con una sonrisa algo forzada debido a lo que estaba sintiendo.



-¿e-estas bien?¿estas herida?¿puedo ayudarte e-en algo?- Dijo preocupado por la joven que quiza podria estar lastimada por el temblar de sus piernas, noto como llevaba una tiara ¿acaso una princesa?¿habia princesas en Mirovia? lo desconocia, para ayudarla a sentarse en las bancas con cuidado, su herida del estomago se abrio leve por correr hasta ayudarla pero lo ignoro, solo que su kimono amarillo se mancho un poco de sangre pero nada de gravedad, cuando regreso el zorro con el y le extendio un jugo.



-Hola amor!- Dijo sonrojadito para tomar su jugo y decir. -esta chica estaba caminando temblorosa quiza esta enferma...eh... no se su nombre pero quiza necesita ayuda.- Dijo bebiendo su jugo jadeando leve por el dolor que sentia.





OOC: DISCULPEN NO HABIA VISTO EL THREAD YA!! RECUERDEMENTE DE LOS THREADS SI NO RESPONDO PLZ!! SORRY!!

Se sentía cómo una torpe tratando de caminar, parecía que nunca aprendería ah hacerlo, ya no estaba Boher ni Kou para ayudarla a caminar sin caerse, cuándo sintió cómo un amable muchachito se acercó a ayudarla. -Oh, e-estoy bien- soltó una risita, cualquier arcano que no la conociera pensaría que algo andaba mal en ella, puesto que, nadie va a una fiesta descalza y tambaleante. Tomó asiento en la banca con la ayuda del joven, no quería decirle que tenía sed porque se miraría mal de su parte no aceptar su ayuda. -Eres muy amable, gracias - respondió con una sonrisa en su rostro, podía esperar unos momentos más, ya que su sed ya no era tan fuerte.

El chico ya se había alejado, soltó unos leves suspiros llenos de cansancio, sin duda nunca había caminado tanto ella sola (ni tanto cómo la última vez). Cuándo de pronto escuchó una voz familiar, se trataba de su querido amigo Kouhei. -¡Kou!, ¡Qué alegría verte!- poniéndose de pié y correspondiendole el abrazo con una gran sonrisa en sus labios. Parecía haber llegado un ángel a salvarla, puesto que le ofreció algo de jugo -Te lo agradezco mucho, moría de sed- tomando algo de juguito sin acabarselo, su garganta se lo agradecía. Le devolvió el vaso con una sonrisa en su rostro. -Gracias -

Su cara se había tornado roja al oír el cumplido de su amigo, ella no lo consideraba así,pero al saber que s Kou le gustaba ya podía sentirse más tranquila. -¿E-enserio?...g-gracias- respondió mientras se pasaba el cabello detrás de la oreja. -Oh, ¿De verdad podría?- miró al zorro con algo de ilusión sobre sus ojos,creía que festejaria ella sola, pero al parecer no. Una palabra pasó repetidamente por su cabeza ''nosotros'', ¿Él y quién más? Miró a su alrededor y al parecer el muchacho que la había ayudado era su acompañante, ¿Y si era Rallis?, ¡¿Qué haría si era Rallis?!, bueno, no lo sabría si no iba, tampoco era cómo si tuviera muchas opciones y tampoco se miraba cómo alguien malo, si no todo lo contrario. -B-bueno...Si no molesto creo que está bien ^^- diciendo con una sonrisa en sus labios, no iba a dejar que los nervios o lo que sea que tuviera la vencieran.

-Si me preocupo, amor- dijo con un pucherito. Le daba lástima que Rallis estuviera así de delicadito, dándole otro besito más mientras le acariciaba su carita.

Tras ir a saludar a Corina, se había dado cienta que había sido de gran ayuda para ella, haciéndole mover sus colas un poco por la alegría de encontrársela aquí. Parecía ser un día genial, pues su pareja y su amiga estaban con él ahora (aunque hubiera sido aún mejor si luego se sumaba Cytka. El kirin merecía ver a Rallis en un mejor estado después de haberle ayudado aquella vez).

Pensaba que Rallis se había quedado sentadito en el banquito, pero no se había dado cuenta que estaba detrás de él hasta que escuchó su voz. Kouhei se sonrojó cuando Rallis mencionaba que le había comentado sobre sus amigos. El kitsune no se guardaba nada con su pollito, le contaba inocentemente en detalle todo lo que podía, incluso cosas bobitas como "Corina está en el chat y nos escribimos con corazoncitos y florecitas". Como Rallis sólo sonreía al escuchar este tipo de cosas, pensaba que no era algo que le molestaba.

-Verdad que es súper lindo? El conjunto te hace ver con una buena paleta de colores- usaba un término algo raro para referirse a que los colores le sentaban muy bien. Comenzó a mover sus colas con más rapidez, feliz de no escuchar a Rallis decir algo sobre matar alguien con un arco y flecha si se le acercaban a su zorrito.

Su amiga estaba algo nerviosa de acompañarlos, pero Kouhei no veía razón para estar así. -Claro que puedes! ¿y cómo pretendes molestarnos cuando eres tan dulce?- dijo con una sonrisa que era causada por la emoción de que su amado conociera a Corina en persona y que ellos luego se hicieran amigos también. Y al ver a al arconte de acuerdo con ello, estaría aún más dispuesto en hacer que Corina no se sintiera como una molestia.

Tenía una gran sonrisa en el rostro por la emoción de pasarla bien en el festival, pero esta se cambió por una expresión preocupada al oír el quejido adolorido de su amado. -Rallis!- exclamó volteando a verle rápidamente, poniéndole un brazo en la espalda para que se apoyara de él si lo necesitaba, y lo siguió hasta el banco donde estaban antes, llevándose a Corina con él también. Se sentó junto a su pollito, dejándole que este se recostara de él si lo quería y dando unas palmaditas en el espacio libre para indicarle a Corina que tomara asiento si quería.

Kou comenzó a buscar en su bolsito unas gasas que tenía para ponerle a Rallis. -Disculpa un momento, Corina- dijo para pegarse más al lado del arconte y abrirle el kimono un poco para meter su mano con la gasa para que la sangre no siguiera saliendo. -Cómo te sientes, bebé?- preguntó a la vez que le tomaba el rostro con ambas manos y se acercaba a darle un beso rápido en sus labios.