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Post by Deleted on Jul 28, 2017 4:33:36 GMT
Nuevamente, y después de unos días de profunda reflexión al respecto, la sirena estaba dispuesta a salir de su zona de confort, sin importar que estuviera arriesgando su integridad física y su dignidad en el intento. Siempre había escuchado hablar sobre el festival del cortejo, pero jamás se había atrevido a poner un solo pie en la ciudadela en tales fechas, ya que su timidez y falta de amigos no le daban motivos para integrarse a un evento tan dulce, mucho menos para presentarse y rondar por allí como alma en pena sin nada que hacer. Sin embargo, éste año era diferente, era... ¿Especial? Tenía conocidos, tenía amigos, incluso tenía a alguien que le gustaba (Aunque no se veían hace mucho y... Bueno, él no la recordaba.) ¡Igual! ¿Esa acaso no era la oportunidad perfecta para presentarse y experimentar cosas nuevas?
Con un vestido que ella misma había hecho con algunas telas que consiguió en su último viaje, decoraciones de plata y gemas, y con su larga cabellera recogida en dos coletas, la pequeña Ondine se presentó a la entrada de la ciudadela, portando un listón amarillo apenas notorio en una de sus muñecas. La primera vista era realmente emocionante; Bailes, charlas, música, incluso una barra de comida ¿Qué más se podía pedir? Un poco de buena compañía, quizá. Avanzó lentamente entre la gente buscando alguna cara conocida, evitando lo más posible las zonas donde la gente bailaba, pues sabía que debido a su estatura era demasiado probable que alguien no se fijara que ella iba caminando por allí y llegase a empujarla y tirarla al piso. ¿Qué culpa tenía ella de ser hija de una ortiga de mar? Duró paseando de un lado a otro al menos 45 minutos, hasta que se rindió con la vida y mejor fue a la mesa de bocadillos, donde tomó algunas cosas que realmente no sabía bien que eran y simplemente se las llevó entre las manos, sentándose en el primer lugar disponible que encontró para así poder comerlos con tranquilidad. - Al menos los bocadillos saben bien... - Dijo en voz baja, casi para sí misma mientras miraba a la gente divertirse y suspiraba desanimadamente. Quizá no había sido buena idea presentarse después de todo.
OOC: Look de Ondine Aquí.  |
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Post by Kravla Thelnak on Jul 28, 2017 5:32:45 GMT
Otra noche de fiesta, otra jornada de bailes, risas y besos. Pese a que Kravla se sentía más enamorada que nunca, una de las principales razones por las cuales amaba tanto a Treng se hizo presente: ambas mujeres eran fuego puro. Indomables, impredecibles, incontrolables. Siempre había un punto de la noche en el que se separaban y simplemente se dejaban llevar por la corriente, después de todo vivían juntas y las dos se dejaban encantar con facilidad por las maravillas y novedades del Festival del Cortejo. De todos modos no habrían confusiones esa noche; las dos llevaban un listón rojo decorando sus muñecas. La dragona estaba riéndose con fuerza junto con un grupo de músicos, aunque ella brillaba más que aquella banda que estaba animando la celebración. La orco acababa de despedirse de un antiguo gladiador con el que se había encontrado y ahora caminaba en dirección a una de las mesas llenas de comida y bebidas, o quizás a alguno de los puestos ambulantes que también ofrecían deliciosos comestibles. Todavía tenía energías, no se sentía ni siquiera levemente cansada, pero tenía la garganta seca de tanto conversar.
En eso estaba, bebiendo una jarra de cerveza artesanal que había comprado a un sátiro en uno de los tantos puestos que andaban vendiendo alcohol, cuando alcanzó a ver una figurita solitaria al lado de la comida que le llamó la atención. La había conocido hace unas semanas, pero la enanita se había ganado el afecto de Kravla. Tenía que ir a saludarla. Se zampó la cerveza completa de un trago y corrió, abriéndose paso entre la multitud, sacudiendo su brazo en un amistoso y llamativo saludo dirigido a la pescadita.
No le pareció correcto que Ondine estuviera sentada tan solita, así que la tomó de la cintura y la levantó en el aire, riendo. - ¡ONDINE! ¡TANTO TIEMPO! -alcanzó a dar una vuelta completa antes de abrazarla, bajarla y alisarle el vestido con las manos, que se le había torcido un poco con el "vuelo"-. ¿Cómo estás? ¿Vienes con alguien? -preguntó mientras que se agachaba y levantaba la muñeca de la arcanita para ver si llevaba puesto un listón o si su bracito iba desnudo. LLEVABA LISTÓN, EL LISTÓN ERA AMARILLO- OOOOOH, ¿así que andas buscando pareja, eh? ¡Quién te encuentre será un maldito suertudo!
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Post by sebastian Blanchett on Jul 29, 2017 21:02:11 GMT
"ve,no pierdes nada con intentarlo""es un festival que mas da""puedes encontrar a alguien""eres un amargado,algo de diversion te hará bien"le decían las voces,la ciudadela?,casi nunca estaba hay,pero recordando aquello que le dijo el detective,no dudo en arreglarse para asistir aunque sea un rato.Se vistió de la correcta,ya que,era el festival del cortejo,el primer festival al que asistiría desde su llegada a mirovia.Se encontraba en la entrada de la ciudadela,suspiro,acomodo en su cuello aquel collar de luna que poseía,miro su muñeca y coloco un listón amarillo en ella.Entro a la ciudadela,la música retumbaba en sus oídos,las personas bailando,y el olor de la comida era dulce,las parejas felices,y aquellas que no las tenían hablando"te hubieras quedado en casa"la multitud y la gente bailando no le permitía moverse rápidamente,tratada de evitar a las parejas y aquellos bailando.
Se movía de un lado a otro y regresando a los mismos lugares,era algo que lo alterada un poco,suspiro,miro una calle,no se encontraba nadie,pasar por hay seria fácil.Miro a varias personas cuando paso por ese callejón,se encontró rodeado de mesas,y puestos de debidas y comida,y en el medio gente bailando y disfrutando la música.
"cuidado!"dijo otra voz,apenas alcanzo a agarrar a la pequeña arcana de mano,por su culpa casi se caía de su asiento,pero no la noto en su momento para evitarlo-disculpe por esto..-dijo acomodándola en su asiento nuevamente,para mirarla a ella y la chica de piel verde frente a el-mi nombre es Sebastian,no era mi intensión..-dando una leve reverencia a ambas,espiro su brazo derecho para dar un apretón de manos a la mujer alta,tenia que tener modales,o por lo menos hablar mas-cual es su nombre señorita?y el de usted pequeña?-,no se percato que seguía sosteniendo la mano de la pequeña joven presente.
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Jundel Fenrir
La Resistencia
La luna nos llama, pues somos las sombras de los aullidos de la noche...
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Post by Jundel Fenrir on Jul 31, 2017 0:08:23 GMT
La musica, el ambiente que cada arcano hacia sentir en aquel festival al cual habia sido tecnicamente forzado a incluirse por parte de sus nuevos amigos, entre ellos Kaira, quien por alguna razon le intrigaba bastante ¿la razon? en realidad no estaba seguro, no recordaba nada ni a nadie entonces que Kaira le ayudara con sus heridas de la cabeza le extendiera una mano amiga y ayudara a arreglarse para el festival con una hermosa sonrisa plasmada en su palida tez, pero eso no era tema por el cual pensar. "despues de todo...es un macho y...seguro que alguien se a acercado a el mejor que yo...lo conozco por una noche...quiza ni le agrade de verdad, como amigo..." Penso mientras hiba al cafe a encontrarse con Wolfeimer.
Pasaron unas horas en las que tuvo que cuidar a su hermano de manada, fue algo incomodo, no entendia el por que Wolfeimer habia decaido de esa forma pero ahora que se habia recuperado, era momento de caminar en busca de alguna persona que le conociera, pues el no conocia a nadie, rostros blancos en su mente, sin identidad. -Debi quedarme en la botica...- Caminaba mientras jovenes arcanas se acercaban a tratar de hacerle conversacion pero el solo las dejaba despues de disculparse por no poder quedarse mucho tiempo, su energia finalmente se vio deteriorada por el hecho de que no tenia razones para estar ahi, solo se dispuso a acercarse a la zona de bocadillos, era verdad tenia tiempo sin alimentarse adecuadamente, aunque claro Kaira le daba exquisitos platos.
-Hm....¿que seria bueno?...no conozco ningun platillo...hm quiza carne sin mas...-
Dijo tomando un pequeño plato y sirviendose una porcion en silencio, noto de reojo con sus ojos celeste que resaltaban entre aquel cabello negro como el mismo ebano, una mujer grande y tosca, de piel verdosa pero no parecia ser de malas intenciones. "...seguro me parte en dos si la molestara..." penso para pasar a sentarse una mesa despues de las dos jovencitas y un arcano, ninguno de ellos les parecia familiar de nada, aunque la joven de cabellera larga y cuerpo pequeño le intrigo un poco.
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Post by Deleted on Aug 1, 2017 1:29:13 GMT
Mientras estaba mordisqueando un panesillo relleno de... Alguna cosa que no sabía que era, alcanzó a ver como una gran y algo familiar figura comenzó a acercarse a la distancia, saludándola. ¿Si la saludaba a ella? A decir verdad no tenía una vista súper buena en la superficie, por lo que esperó a que se acercara un poquito más saber con seguridad si sí debía saludar, cosa que ni le dio tiempo de hacer cuando sintió como era levantada por los aires y después era estrujada cual osito de felpa por la enorme orco. - ¡Kravla! - Respondió la pequeña medusa mientras ésta le arreglaba el vestido, a lo cual solo reaccionó con una sonrisa. - Estoy bien y... Uh... N-No vengo con nadie, mi única compañía es ésta comida de dudosa procedencia. - Dijo a modo de broma mostrándole el panesillo que se estaba comiendo con una sonrisilla algo desanimada, eso hasta que sintió como su brazo era levantado y el listón de su brazo, revelado. Ahí sí que no sonrió, sino que sólo se quedó con una expresión realmente apenada y las mejillas rosaditas, ya que no se esperaba que alguien en realidad fuera a ver aquel listón. - Q-Quizá... Sólo me lo puse porque estaba bonito. - Mintió. Apenas estaba tratando de volver a la normalidad cuando sintió como era tomada abruptamente por una mano que impidió que cayera, lo cual hizo que abriese los ojos de manera asustada y se llenara de nervios. A esa persona no la conocía y ya la había tocado... Oh, nunca le había gustado que los extraños la tocaran... - N-No es nada. - Respondió en un murmullo mientras se cubría sutilmente el rostro con una de sus manos, pues la otra aún estaba siendo sujetada firmemente por aquel joven. ¿Por qué no la soltaba? ¿SERÁ QUE ERA UN PESCADOR Y LA QUERÍA SECUESTRAR? Ay, no. La pequeña estaba tan nerviosa y tenía tanto miedo que nisiquiera hizo un esfuerzo por soltarse, pero eso sí, las piernas le comenzaron a temblar, al igual que las manos. - Mi nombre es... E-Es Ondine. - Replicó de una manera totalmente tímida mientras miraba hacia el suelo, evitando el contacto visual con ambos arcanos. Había sido una pésima idea ir, definitivamente sus días estaban contados. Al menos Kravla la había visto una última vez.
Justo cuando ya había aceptado su cruel destino, una voz que jamás podría confundir sonó a la cercanía, lo cual hizo que voltease hacia la zona de bocadillos inmediatamente, sólo para observarlo, allí... En soledad. ¿Era él? Definitivamente. Ese cabello oscuro como la noche, esos ojos azules como el mismo mar e incluso la forma en la que estaba parado. Sólo había alguien así, y ese era... - Jundel... - Musitó la sirena, observando como el joven pasaba con su plato justo frente a ellos sin siquiera inmutarse, para luego ir a sentarse a una de las mesas cercanas. ¿Aún no recuperaba su memoria? ¿Él aún... No sabía quien era ella? Ondine tomó uno de los largos extremos sobrantes de su listón amarillo y se aferró a él mientras continuaba viendo al licántropo, sin decir una sola palabra. Casi como si en el interior desease que el hacer aquello fuera suficiente como para que él mágicamente recuperase sus recuerdos y todo volviera a la normalidad. Soñar no costaba nada. |
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Post by Kravla Thelnak on Aug 2, 2017 5:31:05 GMT
Ese panecillo lucía bien. Ondine lucía bien. Toda la Ciudadela lucía bien. ¿Por qué la enanita parecía tan triste, entonces? Bueno, el listón que se había puesto era lindo, eso era verdad. - Se te ve bien, pero te puede traer malentendidos si de verdad no buscas pareja
Al parecer, las palabras de la orco habían invocado a un buitre. Frunció el ceño al ser interrumpida por ese tal Sebastian, pero tenía que presentarse. Realmente no tenía razones para rechazar ese apretón de manos. -Kravla Thelnak, del clan Thelnak -se presentó mientras que correspondía el saludo con fuerza. Había notado la incomodidad de su pequeña amiga, así como también había notado que el recién llegado no soltaba la pequeña mano de Ondine. La gladiadora estrechó con más fuerza la mano de Sebastian y tiró con fuerza, atrayéndolo hacia ella y alejándolo de la mujercita-. Eres muy pegote.
Miró feo a Sebastian, miró contenta a Ondine, miró con pena a Ondine, miró con curiosidad en dirección hacia donde estaba mirando Ondine, miró con confusión al hombre que estaba mirando Ondine, volvió a mirar con confusión a Ondine y finalmente miró con confusión a Sebastian. Señaló con el dedo al extraño de pelo negro. No habló, pero su mirada lo dijo todo: "¿Lo conoces?"
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Post by sebastian Blanchett on Aug 2, 2017 21:37:23 GMT
dos nombres que desconocía,ondine y kravla,dos nuevos nombres que ahora conocía-sebastian blanchett,un gusto,el apretón de manos de la mujer era fuerte,ella era demasiado fuerte-usted es muy fu-si,muy fuerte,le tiro con fuerza(causando que soltara a la pequeña chica)"débil"que voz mas enfadosa...
-que soy un como?-un pegote?algo así alcanzo a escuchar,con algo de confusion miro a kravla,que luego miro a otra dirección,luego a ondie,nuevamente a la otra dirección y al final mirando a el,confuso?si.Miro de reojo a la dirección que la orco señalo,un desconocido para el de cabello extremadamente largo,no lo reconocía,miro nuevamente a la mujer,negando con la cabeza,aunque ella no hablo,entendió perfectamente su mirar ante la situación,aunque no sabia si le decía a el o a la joven ondine.
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Jundel Fenrir
La Resistencia
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Post by Jundel Fenrir on Aug 7, 2017 1:35:46 GMT
El joven comia con tranquilidad, comia mirando las parejas danzantes, ¿acaso tenia alguna pareja en alguna parte?¿quiza alguna vez estuvo enamorado?, todas esas preguntas llenaban su cabeza, suspiro exhausto de pensar, estaba cansado de imaginarlo o siquiera pensarlo, para sentir unas miradas sobre su hombro, alguien lo estaba mirando, para dirigir su mirada celeste hacia los tres arcanos que le miraban, se pregunto por un momento quienes eran ¿acaso le conocian?, pero sus ojos se cruzaron con los de la joven mas baja y simplemente sus mejillas se coloraron un poco, para girar su mirada hacia otra parte. "¿que es esta sensacion?¿quien es?" penso.
Despues de unos momentos supo que tenia que acallar sus dudas levantandose de la silla y dirigirse hacia aquellos que le estaban mirando, ¿debia?¿enserio debia?¿en realidad los conoceria?,bueno tendra que averiguarlo. -¿Hola? Disculpen pero...no pude evitar notar que me estaban observando...Mi nombre es Jundel,disculpen pero...bueno creo que me parece familiar usted señorita...- Dijo dirigiendo su mirada hacia la joven mas baja, pero estiro su mano derecha para saludar a la orco. -Mucho gusto señoritas y...- Despues dirigio su mirar hacia el joven para sonreir un poco.
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Post by Deleted on Aug 25, 2017 4:17:59 GMT
Quizá después de todo Ondine sí buscaba pareja, quizá había encontrado exactamente a aquella persona que quería como pareja, pero él no la recordaba. Mientras la amable Kravla le quitaba de encima al desconocido (al cual la chiquilla ya le había agarrado miedo) y lo miraba mal, Ondine mantuvo su mirada fija en aquel otro joven hasta que se percató de que éste la pilló mirándolo. - ¡AH! - Fue lo único sonido que salió de la garganta de la sirena, la cual rápidamente desvió la mirada y comenzó a improvisar, como si estuviese platicando animadamente con sus otros acompañantes. - SÍ, FUE MUY DIVERTIDO... JA-JA-JA. - Dijo en un tono totaaaalmente fingido mientras sonreía de oreja a oreja con mucho esfuerzo, mirando a Kravla y a Sebastian a modo de "Sigan la corriente POR FAVOR." mientras posicionaba sus manitas en su cadera, intentando parecer una persona extrovertida y alegre. Pensaba que Jundel se voltearía y seguiría en lo suyo si es que veía que todo estaba normal, por lo que muy segura de que su plan había funcionado giró bruscamente la cabeza tan sólo para toparse con que él ya venía en camino hacia ellos, saludando de forma dudosa y diciendo cosas a las que Ondine ni les pudo poner atención por los nervios que comenzaron a invadirla y a hacerla arder por dentro. ¿QUÉ HACÍA? ¿Se iba? ¿Se quedaba? ¿Se tiraba al charco más cercano y nadaba a un lugar mejor? - EH, SÍ... IRÉ A... A CONSEGUIR OTRO PANECILLO, SIGAN SOCIALIZANDO, PECESILLOS PILLOS. - Dijo en un tono "Cool" mientras hacía algunas señas con las manos y se alejaba caminando hacia atrás, mirándolos fijamente mientras lo hacía. Se tropezó por no mirar por donde iba, casi se cayó, pero instantáneamente retomó la compostura, sonrió y huyó. Cuando por fin estuvo lejos de la vista de sus ahora tres acompañantes, su forma fated salió inevitablemente disparada y sus tentáculos se asomaron por debajo de su vestido, por lo que de la pena de que alguien la haya visto, la pequeña se metió debajo de la primera mesa que encontró, ocultándose bajo el blanco mantel que la decoraba. - ¿Por qué soy así? - Se preguntó a sí misma mientras abrazaba sus propias rodillas con las mejillas totalmente coloradas de vergüenza, ocultando la cara un momento después. - Soy una tonta... - |
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Post by Kravla Thelnak on Aug 25, 2017 4:52:37 GMT
Kravla se sobresaltó al escuchar la voz de Ondine gritando y riendo. Tenía una expresión extraña en el rostro, lucía casi como si quisiera que ellos fingieran que estaban conversando de algo muy gracioso. La orco la miró con confusión por unos segundos, pero finalmente se dio cuenta de que eso era justamente lo que Ondine quería y comenzó a soltar risotadas fingidas con pésima teatralidad. Copió la pose de la sirenita y le guiñó el ojo, dándole a entender que había captado su mensaje. Continuó riéndose hasta que el joven que habían estado mirando antes se les acercó y los saludó con mucha amabilidad. ¡Oh! ¡Era un amigo de Ondine! - ¡Kravla Thel... -¿Por qué Ondine estaba huyendo de su amigo? Oh, comida, iba a buscar comida. Todo normal, sí-...nak! Eh, del clan Th... -Justo en ese momento su amiguita se cayó al suelo y la gladiadora no pudo evitar estirar los brazos, como si con eso hubiera podido agarrarla y evitar que se diera contra el suelo. Y después Ondine salió huyendo. Algo no andaba bien.
Miró nerviosa a los dos arcanos con los que se había quedado y decidió que no era correcto que Ondine estuviera deambulando sola por allí. Rápidamente inventó una excusa - Tengo que irme por allá -señaló en la dirección en la que se había ido Ondine y comenzó a caminar hacia allí-, no me sigan.
Empujando a cada arcano que se encontraba en el camino, avanzó entre las parejas enamoradas tratando de encontrar con la mirada a su compañerita de aventuras. Le preguntó a un hombre que estaba comiendo un panecillo con algo relleno si acaso había visto pasar a una arcana bajita y que parecía que le tenía miedo a todo (y de dónde había sacado ese panecillo). La respuesta a ambas preguntas se encontraba en una mesa bajo cuyo mantel se escapaban un par de tentáculos gelatinosos. La orco tomó los bordes de la mesa con ambas manos y, casi sin esfuerzo, la levantó un poco, lo suficiente como para agacharse y ver a la boticaria hecha un bollito de vergüenza. - ¡Ondine!
Bajó la mesa, se puso en cuclillas y se arrastró por el suelo hasta quedar al lado de la medusa. Su cabeza chocaba contra la madera y apenas entraba, pero había estado en lugares peores, en situaciones peores. - ¿Está todo bien? ¿Te sientes enferma?
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Jundel Fenrir
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Post by Jundel Fenrir on Sept 6, 2017 1:04:29 GMT
El arcano se quedo sorprendido, todo habia ocurrido en un parpadeo de verdaderamente rapido que no pudo si quiera reaccionar, por que cuando apenas abrio los labios la joven habia salido corriendo, quiza estaba mal del estomago o quien sabe que habia sucedido, pero el licantropo solo se quedo mirando hacia donde se habia ido corriendo confundido.
-No espere eso...¿acaso esta enfer....¡¿eh?!-
La orco tambien habia salido corriendo con rapidez detras de ella, era obvio que algo habia ocurrido "tengo que irme por alla, no me sigan" el joven de cabello largo se quedo mirando hacia donde ambas mujeres se habian dirigido, para ver al hombre confundido y decir.
-La verdad no entiendo que rayos a ocurrido...pero...quiza la joven esta enferma, deberiamos ir hacia ellas para ver en que podemos ayudar, ademas esta todo demasiado raro.-
Dijo para caminar hasta donde estaban Ondine y Kravla, se puso a pensar que la orco seguramente les daria un buen golpe por ese atrevimiento de seguirlas pero ¿que perdian en realidad? ademas de darse un buen golpe en la cabeza asi que camino hasta donde se encontraban las chicas pero no se las encontro a la vista al menos, un aroma a salado con dulce se mostro en su fina nariz, ademas de un pan, para olfatear en busca de las dos pero se quedo quieto afuera de la mesa al escuchar a ambas arcanas hablar, le hizo una seña de silencio al contrario y señalo la mesa pero no dijo nada.
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Post by Deleted on Sept 11, 2017 4:47:14 GMT
El pequeño y pálido bollito de tristeza ya se había puesto a sollozar cuando la mujer llegó, más no se inmutó mucho al escuchar y sentir como Kravla se estaba metiendo bajo la mesa junto con ella. Sin embargo, eso no hizo que levantara la mirada ni que dejara de abrazar sus pequeñas rodillas. Fue hasta que escuchó aquella última pregunta que levantó su mirar, observando con aquellos ojos violetas llenos de tristeza a la orco, intentando con ello calmarse un poco y no seguir lagrimeando cual fuente descontrolada. - ¿Por qué tenía que venir al festival? ¿Por qué no me quedé leyendo un libro o algo? - Balbuceó entre el llanto, soltando sus rodillas e intentando limpiarse las lágrimas con las manos. - Él no me recuerda, Kravla... ¿Cual era el punto de venir usando un vestido bonito y un listón si el ya no recuerda quien soy? Estoy en éste lugar porque creí que me sentiría mejor, pero nisiquiera tengo amigos que me acompañen, pasé medio día yo solita entre la gente que me pisaba y me empujaba porque no me veía y... Y luego lo veo a él pasando al lado mío sin inmutarse... Cuando yo vine aquí porque pensé que yo podría... Q-Que por fin podría decirle que... - Una sombra apareció frente al mantel y Ondine lo percató casi de inmediato, por lo que se apenó bastante y mejor se quedó callada. Rayos, que verguenza era el importunar a alguien que sólo iba por un bocadillo con sus historias dramáticas y sin importancia, pobresito, incluso se había quedado petrificado por la confusión, mejor salir a disculparse. Limpiando sus lágrimas a máxima velocidad y saliendo rápidamente de debajo de la mesa, la pequeña sirena se topó casi de cara con aquel joven de cabello oscuro que al parecer... ¡¿Estaba escuchandolas?!De no ser porque la piel de la pobre muchachita era blanca en sí, hubiese palidecido de golpe debido a la impresión que aquello le causó. Oh no... Ella no quería eso. No quería importunarlo aún más con sus torpes sentimientos ni confundirlo con sus tontas historias... ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que seguirlas? Sus ojitos se llenaron una vez más de lágrimas y su expresión entristeció notablemente, llegando al punto en el que daba pena solo verla. - ¡Lo siento muchísimo, Jundel! - Gritó la pequeña con el corazón destrozado, empujando hacia un lado al joven y huyendo desesperada y rápidamente de ahí, dejando atrás sólo su listón amarillo, el cual salió volando de su muñeca debido a que estaba mal amarrado. No miró hacia atrás en ningún momento, y cuando se creía que tal vez podrían alcanzarla corriendo tras de ella, se perdió entre la gente.
-OOC: Ondine sale del thread.-
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Post by Kravla Thelnak on Sept 11, 2017 18:07:15 GMT
Kravla escuchó con atención cada palabra de Ondine. Intentó leer cada gesto, descifrar cada emoción que encontraba en sus palabras, pero... esto no era lo suyo. Sentarse, oír, aconsejar; hablar a corazón abierto. No supo qué decir. Simplemente escuchó hasta el final todo lo que la sirena tenía que decir. A medida que su pena aumentaba, la orco se acercaba cada vez más y le sobaba la espalda encorvada, tratando de darle fuerzas para aguantar - Yo soy tu amiga.
Quería abrazarla y poder decirle que todo iba a estar bien, pero el silencio de Ondine fue tan abrupto que la frase se le quedó atascada en la garganta y no pudo salir. Algo había pasado afuera. Siguió a su mejor amiga fuera de la mesa y vio con claridad todo lo que ocurrió: el reencuentro, la sorpresa, el llanto... nuevamente no alcanzó a reaccionar y se quedó allí parada. No pudo seguirle el rastro ente la multitud, ni tampoco vio el listón caer. Ahora la orco estaba sola.
Bueno, casi sola. No era la persona más brillante del mundo, pero creyó darse cuenta de algo. El extraño que las había seguido era la razón por la que Ondine no podía dejar de llorar.
Se volteó a ver a Jundel y rodeó su cuello con una de sus manos. Levantó a pelinegro en el aire, asfixiándolo. Quería hablarle cara a cara.
- Arregla las cosas con Ondine.
Lo dejó caer el piso y se fue, todavía enojada y triste por cómo había terminado esa noche del Festival.
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Jundel Fenrir
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Post by Jundel Fenrir on Sept 17, 2017 1:51:20 GMT
El licantropo miro sorprendido como la joven se quedo frente a el llorosa, su reaccion fue querer calmarla pero todo fue en un parpadeo. La joven salio corriendo, Jundel estiro la mano para gritar.
—¡Espera! no te...vayas...—
Dijo para tratar de alcanzarla pero fue detenido por la orco, para tomarlo del cuello sorprendido, sus manos apretaban su cuello, el oxigeno se escapaba por su garganta, tratando de sostenerse del brazo fuerte de la orco, escuchando un "arregla las cosas con Ondine" Jundel fue soltado y cayo al suelo tociendo, tenia que recuperar el aliento, miro como Kravla se fue ¿arreglar las cosas? ¿que habia hecho? no comprendia, se levanto y miro hacia donde se fue la chica, se frustro para golpearse la cabeza con las manos.
—¡Soy un imbecil!— Dijo para ir tras ella despues de disculparse con el contrario. —Lo siento colega...tengo que solucionar este embrollo...—
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Jundel Fenrir
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Post by Jundel Fenrir on Apr 4, 2018 15:27:55 GMT
OOC: Sacó a Jundel del thread además ya la starter se retiro, veré la posibilidad de dar los puntos o que se nos den
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