E3: Hilos rojos y amarillos (Cerrado)

-Si, eso tambien puede ser- contrario a lo que las personas pudieran pensar, el no estaba del todo cómodo con su gran altura, era demasiado vistoso y eso lo frustraba, pero al momento de imponer su gran altura lo ayudaba demasiado y era solo por eso que no se quejaba abiertamente. Zaniah se movía con tal precisión y destreza que resultaba hipnótico para el vástago, quien la seguía en sus movimientos sin decir nada, escuchando atentamente y sonriendo de vez en cuando.

-Nunca fui adepto a las peleas con espadas- sostuvo la cintura de la joven con firmeza mientras sus piernas se movían de forma mas rapida -Soy más del combate cuerpo a cuerpo, pero sin duda alguna las espadas tienen todo mi respeto- aprovechaba cada oportunidad para girar a la chica sobre su propio eje acercandola inmediatamente a su cuerpo e incluso levantandola como si de una bailarina de ballet se tratara, era tan liviana y pequeña que no representaba ningún reto el cargarla de tal manera, llegó a pensar que en algún momento podría levantarla más de la cuenta y nunca la volvería a ver. 

-Hacía años que no me sentía tan bien como ahora- por fin lo dijo, sin miedo a ser juzgado ni mucho menos a que se rieran de él, tenía que sacarlo y no había mejor forma de hacerlo que bailando con aquella dama tan especial.

Las palabras de la joven arconte se enterraban como filosas espadas en el corazón y frío cuerpo del vástago, causándole escalofríos e incluso un ligero rubor en sus pálidas mejillas junto a una sonrisa nada típica de un hombre como el. No sabia que diablos le pasaba a su buen juicio, sus emociones estaban más que alborotadas y no tenía ningún control sobre ellas lo cual simplemente lo volvían loco. Tan acostumbrado a controlar todo y tener a las personas en la palma de su mano, que su propio cuerpo no le obedeciera era algo que no podía soportar y el único inconveniente en tan bella velada. 

Mientras le daba una última vuelta a la chica fue cuando cayó en cuenta de todo. El hechizo sobre la ciudadela, claro que si, ¿Que mas podria ser si no aquel hechizo? tenía que ser eso. Todo su viaje desde Reapergate se la había pasado completamente serio y con un aura agresiva, cuando llegó a la ciudadela aquello se disipó rápidamente... No, no podía ser solo eso, su incomodidad hacia las multitudes hubiera desaparecido también pero no era el caso. Entonces ¿Qué rayos pasaba?

Bajo la mirada hasta Zaniah y su corazón pareció retumbar por todo su cuerpo... Quizás no lo quería aceptar, o no lo quería creer, ese era su problema, no quería del todo, sin embargo esas sensaciones no iban a desaparecer por más que lo deseara, al menos no por esa noche y no mientras estuviera en aquel festival. Inhalo por la nariz profundamente liberando el aire pocos segundos después por la boca, se arrodillo frente a Zaniah quedando casi a la misma altura, con una de sus manos tomo el mentón de la chica para inmediatamente después plantar sus labios sobre los de ella por varios segundos -Lo Mismo Digo- dijo separándose, aún con la manos sobre el rostro de la chica y mirándola fijamente a los ojos. 

Izark musito una pequeña risa al ver la reacción de la joven, palmeo su hombro suavemente tratando de hacerla reaccionar mientras se incorporaba nuevamente, alzándose como la muralla que era en comparación a ella. Dio unos cuantos pasos atrás solo para darle espacio a la chica, en sus rostro se formó una ligera mueca como si de un niño que acababa de hacer una travesura se tratara, escondió sus manos en su espalda y su mirada se desvió al cielo oscuro. 

-En Definitiva, La Mejor Velada Que Eh Tenido En Años- en definitiva lo era y era una lástima que tuviera que terminar tan pronto. El vástago no se había presentado a aquel festival con muchas ganas o ilusión, más bien fue un tanto obligado por los miembros de su clan que se morían por ir, y claro que izark no los iba a dejar del todo solos. En ningún momento se hubiera imaginado terminar así su velada, aun no era momento pero a su consideración ya no tenia nada mas que hacer en ese lugar.

El vástago solo frunció el ceño mientras observaba como la chica se iba volando del lugar. Inesperado era justo la palabra que mejor definia lo sucedido, y no solo hablaba por lo que acababa de hacer Zaniah, su propio comportamiento había sido bastante extraño, ya solo deseaba regresar a casa y no volver a actuar bajo los efectos de un hechizo nunca más.

Había un pequeño problema, su orgullo estaba algo herido y no era por aquel beso o que simplemente la joven escapara del lugar, si no que ella tenía alas y como fuera era un golpe bajo para el vástago. Sin embargo no iba a amargarse "más" la noche preocupándose por su posición, se sentía pleno por el momento y quería mantenerse así el mayor tiempo posible. En su camino para retirarse del lugar, aquella pequeña pluma se balanceaba con el viento perdiendo altura, Izark la tomó apenas extendiendo un poco su brazo y se la puso en la oreja a modo de decoración, su rostro volvió a mostrar aquel semblante serio y agresivo mientras caminaba a paso lento con el único propósito de buscar a su clan y marcharse de aquel festejo.