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Post by Abdon Santori on Aug 2, 2017 0:49:50 GMT
Había llegado por la tarde, con su útil sombrilla negra y unos guantes, hacía calor por la obvia época, pero no se quitaría ninguno de sus accesorios hasta que anocheciera o entrara a un lugar cerrado. Detrás de él se veía una carroza llevada por otro arcano, llena de abundantes flores de diferentes colores, quería mostrar sus trabajos y hacer que las parejas pudieran demostrar su afecto entre ellas. Una acción que alguna vez hizo. Se posicionó bajo una sombra, era suficiente para que el sol no lo quemara, le costó un buen rato conseguir un puesto, pero finalmente podía vender con tranquilidad y dejar que el amable señor pudiera divertirse en la fiesta. Cerró su sombrilla y dejó reposando su mano encima de la carroza, la cual llevaba un listón amarillo en esta, quería dejarla atrás, salir con otros arcanos, pasar la página, pero, no estaba muy seguro si podía hacerlo, sus acciones lo atormentaban, y a veces podía quedarse dentro de casa días solo por estos recuerdos.
Pasaron varios minutos en el agradable ambiente de la ciudadela, se seguía escuchando música, deseaba disfrutar de esta, pero no conocía a mucha gente y sería irrespetuoso pedírselo a una dama que pasara. Atendió a varios clientes y vendió sus arreglos por no muy elevado precio, solía venderlos muy caros, pero, la especial ocasión ameritaba este pequeño cambio monetario. Se estaba aburriendo un poco, no había podido disfrutar por completo de la fiesta y eso no le hacía mucha gracia. Ya había anochecido, vendió todo lo que tenía excepto... un ramo lleno de rosas, un clásico para los románticos, en sus palabras. Se alejó de su pequeño negocio y se acercó a la muchedumbre con el ramo en las manos, mientras se tambaleaba al ritmo de la no tan distante melodía, ¿a quién le daría las flores?. No estaba muy seguro, probablemente a un conocido o amigo para demostrarle su afecto, aunque pareciera una declaración de amor, simplemente, ignoró estas dudas y siguió disfrutando de la música.
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Post by Neero Oka on Aug 2, 2017 1:36:16 GMT
Otro día en el festival, se paseaba casi todos los días por aquel lugar para contagiarse con tal emoción que emitia el lugar, la felicidad era contagiosa y era lo mejor, siempre con su sonrisa aunque su mascara le tapaba toda la cara cosa que pocos arcanos podian reconocerlo. Las parejas abundaban desde la mañana, era lindo aunque ha de admitir que la cursileria era demasiado para un zorro que no esta acostumbrado al famoso sentimiento del "Amor", cuando llego a Mirovia fue cuando recien empezo a sentir ese calor.
Luego de unas cuantas caminatas en un sector vio algo que le llamo mucho la atención, era el hijo del señor Santori, Abdon, vendiendo unos hermosos arreglos cosa que inconcientemente proboco una sonrisa en el Kitsune, aunque no se podia ver gracias a su querida mascara, asi que luego de un rato volvio a su caminata aunque... volvia a cada vuelta, viendo que cada vez veia menos arreglos en su lugar, "Buena venta" Dijo para sus adentros pero luego, a la siguiente vuelta vio que se estaba marchando de su lugar, sintio que seria una leve falta de respeto no saludarlo, entonces entre la gente fue pasando, pidiendo permiso para poder alcanzarlo.
-¡S...Señor Santori! -Dijo con un leve tartamudeo, ¿Porque el nerviosismo?
Cuando logro llegar a él, tocando su hombro para detenerlo y ponerse en frente... -Em... Hola...
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Post by Abdon Santori on Aug 3, 2017 1:17:06 GMT
Siguió tambaleándose al ritmo de la melodía, pero sus movimientos se detuvieron cuando escuchó como lo llamaban formalmente, tal vez había escuchado mal entre todo el ruido de la multitud, aún así, buscó con la mirada de quien provenía el llamado, hasta que por fin supo quien lo hacía. - Buenas noches, Neero.-El tacto de la mano de su compañero contra su hombro lo hizo dejar su vista un rato ahí, no estaba acostumbrado al contacto a menos de que fuera alguien de mucha confianza, normalmente, hubiera hecho una cara de incomodidad demostrando su disgusto a la acción, pero, era uno de sus sirvientes, le permitía hacer eso mientras no fuera a tocar un lugar que le incomodara demasiado.
-¿Has disfrutado de la fiesta?-Prgeuntó amablemente hacia el kitsune.-Lamentablemente, el sol me ha estado limitado todo el día, que bien que siga por la noche, aunque no soy fanático de las multitudes y del ruido, esta es una excepción.- Miró hacia la muñeca de su compañero, llevaba un listón amarillo, como la mayoría de los asistentes. -Parece que no has encontrado ninguna afortunada, te deseo suerte en ello.-
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Post by Neero Oka on Aug 3, 2017 22:37:00 GMT
Con cierto respeto en su postura, ya que aunque estuvieran fuera del terreno de los Santori, seguia siendo un sirviente para ellos. Al momento que él lo saludo quito la mano, para luego con una sonrisa asentirle.
-Si señor, he tratado de venir lo maximo posible ya que nunca he venido a nada parecido... -Levanta los hombros entre medio de unas leves risas- Oh, entiendo, espero que la pase bien esta noche... -Cuando hablo sobre su liston no pudo evitar sentirse avergonzado, ya que, era cierto y de lo más seguro Abdon ya tenia a alguien, con timidez se tapa su liston con su mano- S...si... Quizas es más complicado de lo que pensaba, jajaja... -Da una leve risa pero algo lo interrumpe- Señor, si no es molestia preguntar... ¿Esas hermosas rosas son para alguien?
Tal vez lo de "hermosas" iban de más pero era cierto, estaban tan bellas que parecian tener un cierto brillo especia y como habia pensado antes, siendo lo atractivo que era Abdon y las hermosas mujeres que existen en Mirovia normal enamorarse...
Lo dificil para Neero es que se enamoren de él...
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Post by Abdon Santori on Aug 7, 2017 0:05:20 GMT
-No para nadie en específico...- Bajó la mirada hacia las flores, quería entregárselo a alguien, pero simplemente, se vería muy extraño dárselo a un amigo o familiar, probablemente terminaría en la tumba de la que alguna vez fue su amada o decorando su casa.- Aún no encuentro a quien dárselo, tuve a alguien que no estará presente nunca más...-Suspiró melancólicamente mientras sacaba una rosa del ramo y la miraba detalladamente. - Pero espero volver a vivir el mismo sentimiento que tuve con ella.-La volvió a colocar en su puesto original y procedió a caminar de forma calmada alrededor del grupo de personas que bailaba al ritmo de la melodía, esperando que el kitsune lo acompañara.- ¿Alguna vez has sentido el amor, Neero?- No era un tema bastante común del que hablar, pero le había dado curiosidad, aquel sentimiento siempre quería saber cada mínimo detalle, el cual la mayoría de veces era una desventaja, pues no solía pensar en las viejas heridas que podía abrir en sus compañeros.
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