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Post by Jago Santori on Aug 3, 2017 5:15:39 GMT
Un paso, dos pasos, tres pasos. Una vuelta, una sonrisa encantadora. Una reverencia. Un baile terminado. Los aplausos embriagaron a la joven pareja de arcanos que tan magníficamente habían danzado bajo la noche clara, iluminados por el cielo y las cálidas luces de la ciudad. Bañados en una gloria superficial y pasajera, los enamorados se sentían como los dueños de la pista de baile improvisada en medio de la calle. Era bastante probable que en dos o tres noches más nadie los recordara, pero todavía existía la posibilidad de que fuera una ocasión especial para ellos. Quién sabe, quizás fue ese baile el que marcara el inicio de un romance eterno. Entre los hombres aplaudiendo había un vampiro demasiado abrigado. El chaquetón negro que traía puesto era elegante y sobrio, y sus manos enfundadas en guantes de cuero aplaudían igual que las del resto del público que habían admirado a la dupla de bailarines. Una suave sonrisa dejaba entrever los colmillos del vástago que rememoraba los bailes con su esposa en el gran salón de su hogar, aquel castillo que había desaparecido hacía ya casi doscientos años. Era increíble lo que una sola pieza de arte había logrado hacerle sentir. Había tanta belleza en la sencillez de los recuerdos. "Abdon, comienzo a entender tu gusto por las flores." Los asistentes al festival comenzaron a ocupar el espacio dejado por los danzantes, ya fuera para charlar o para moverse al compás de la música. Jago se alejó un poco de la multitud, lamentándose que ninguno de los vendedores ambulantes ofreciera copas de sangre fresca, ni tampoco en las mesas llenas de bocadillos gratis había algo que el chupasangre pudiera consumir sin que le supiera a ceniza. Maldición. Ver a tanta gente reír, comer y beber lo había animado bastante, pero también había abierto su apetito. Caminó sin rumbo, buscando una cara conocida (u al menos amigable) que le ofreciera una buena conversación, o a la que pudiera invitar a bailar para así distraer a su estómago. A ver qué sorpresas le tenía preparada la noche estrellada...
REGLAS - Bailar y pasarla bien, I guess. - Disfruten.  |
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Post by Deleted on Aug 3, 2017 6:18:41 GMT
Impulsada por el hambre, la buena vibra del lugar y el hecho de que fuera un evento bastante popular, Alex se obligó un poco a sí misma a participar en aquella festividad. Se había perdido gran parte de la acción debido a que se quedó dormida la gran parte del tiempo pero aún quedaban unos cuantos días más y no los quería desaprovechar, el hecho de que se presentará sin conocer a absolutamente nadie en la zona le provocaba cierto conflicto interno, pero de no ser por qué su fiel luchuza Adonis quien descansaba en su hombro derecho estuviese tan animada, no tendría nisiquiera el valor de sonreír.
La joven no portaba ningún vestido extravagante como las demás féminas a su alrededor, un par de botas de cuero cortas en conjunto con una falda larga con holanes y una especie de chaleco que solo cubría su pecho y parte de su espalda mostrando sin ninguna pena su cintura, era la vestimenta predilecta de la chica esa noche, y claro, su fiel Adonis a un lado era una pieza clave en su presentación. Su estilo algo desaliñado causaba que varios ojos se fijará en ella, más sin embargo nadie se acercaba apropiadamente, cosa que después de un rato estando ahí le dió igual, ella venía ciertamente por los bocadillos.
Era agradable no tener que ensuciarse las manos cazando tu propia comida de vez en cuando. Alex había tomado un par (varios) de bocadillos del banquete guardandolos en una bolsa de tela que colgaba de su hombro y ahora se encontraba recargada en una esquina algo alejada de aquella multitud danzante, compartiendo su delicioso botín con el ave admirando a cada arcano que pasaba cerca de ella. En su muñeca, un listón rojo dejaba en claro que era una chica soltera y... Ya.
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Lumina
La Resistencia
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Post by Lumina on Aug 3, 2017 6:51:08 GMT
La noche era fresca, el viento suave animaba aún más el ambiente, los vestidos de las damas se mecían al son de la música y el viento se encargaba de embellecerlos más, alzándolos entre las vueltas y movimientos alegres de la coreografía, una noche ideal realmente, un ambiente animado, conversaciones de todo tipo, los arcanos reían, disfrutaban plenamente del festival que estaba próximo a terminar, el tiempo había pasado con una velocidad alta, pero se habían asegurado de sacar el máximo provecho de la fiesta, la comida, la bebida, los amigos, del amor en general. La música termino junto con la danza, aquella ceremonia había cesado para dar inicio a una pequeña pausa donde nuevas parejas dispuestas a mostrar su gracia se ubicaban en la pista, todo un espectáculo digno de admirar
Entre toda esa multitud, la alta mujer presenciaba admiraba el show, lamentándose de no haber traído ninguna libreta esta vez, pero había decidido bailar, y lo había hecho, poco, pero lo había hecho, lo único que traía consigo era un pequeño bolsillo para guardar dinero, no dibujaría a los bellos arcanos esa noche, pero si degustaría algún nuevo manjar, levanto sus manos para aplaudir con los demás, era merecida esa ovación, ella había apreciado el entusiasmo con el que algunos jóvenes habían bailado, intentando impresionar a su pareja de baile a algún arcano que estuviera mirando, por unos segundos, su blanca pupila logro captar algo familiar, volteo por completo la cabeza para observar mejor, tenía razón, alguien conocido estaba entre el público, retirándose de la multitud lentamente, una sonrisa traviesa escapo de los labios femeninos y con paso apresurado, levantando el vestido negro se apresuró en seguirlo, no lo alcanzaría entre tanta gente, pedía disculpas mientras se movía, reclamándose el hecho de usar zapatos como esos, pero se veían bonitos en el conjunto, su poca vanidad le condenaban a andar más lento
Por fin salió de la multitud, mirando a todos lados, logro divisar al vampiro un poco lejos, quería darle una sorpresa, realmente quería sorprenderlo tanto como el la sorprendía a ella, sus encuentros eran siempre casuales, y aun así había algo de aquel hombre que le llamaba la atención, había algo que le hacía sentir la necesidad de quedarse junto a él, esperando algo… ¿Pero que era? Se mordió los labios pensativa. Un paso, dos pasos, los zapatos dejaron de sonar cuando las alas blancas de la mujer alzaron el vuelo, sí que le daría una sorpresa así, las alas se movieron con suavidad haciéndola avanzar silenciosa, se llevó las manos a los labios para no soltar esa risa y cuando estuvo detrás de es las alas desaparecieron, cayendo grácilmente detrás del vampiro, tocando con delicadeza y finura su hombro – Jago, es un placer volver a verte- La voz cantarina de la mujer se hizo escuchar en el calmado lugar, era extraño como a unos pocos minutos la música resonaba por todos los rincones y en ese lugar apenas se escuchaban. Lumina sonrió esperando una respuesta, si el destino la hacía cruzarse con el joven Santori era por algo, creía fielmente que debía ayudarlo en algo, pero aun no sabía que
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Post by Jago Santori on Aug 4, 2017 4:07:22 GMT
Una figura femenina llamó la atención del vástago. No la había notado por su belleza ni por su gracia, sino por su deambular perdido y sus ropas tan extrañas, tan poco acordes a la ocasión. Se veía bastante joven, ¿y eso que llevaba en el hombro era una lechuza? Su apariencia desaliñada y la manera en la que tomaba bocadillo tras bocadillo de las mesas repletas de comida lo hicieron recordar a las almas muertas de hambre que su hogar en Reapergate albergaba. Nadie se le acercaba, pero no eran pocos los que la miraban. Consciente del hechizo que protegía la Ciudadela, Jago no temía que alguien fuera a abusar de la arcana que actuaba como si no le importara el mundo... pero algo allí era raro, muy raro. Como una pieza que encaja a la fuerza en un rompecabezas.
Se encaminó con paso firme hacia la muchacha, concentrado en ella. El ruido de los pasos apresurados, de la tela de los vestidos doblándose y de la música ensordecedora no lograron distraerlo, pero en su esfuerzo por no perder de vista a la jovencita no escuchó el sonido de la mujer cuyas alas se batían con la intención de alcanzarlo. Se sorprendió al ser abordado por la arconte, pero le alegró volver a verla. Su primer encuentro había sido bastante tétrico, el segundo demasiado fugaz; las alianzas y las amistades no podían nacer así. - Lumina. Es un gusto encontrarte de nuevo, el negro te sienta bien -dijo. Había sido un comentario formal, reglamentario (no se podía ir a una fiesta sin soltar halagos sin sentido), pero honesto. El negro les quedaba bien, aunque seguro que a ojos externos parecían una pareja lista para ir a un funeral.
Le hubiera gustado seguir hablando, pero volteó en dirección a la niña extraña con la lechuza en el hombro. Todavía estaba intrigado.
Por ahora, los turnos van así:
- Jago.
- Alexander.
- Lumina.
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Post by Deleted on Aug 5, 2017 4:07:06 GMT
La música se detuvo por un momento y la pista de baile se disipó solo un poco, la multitud era bastante grande pero por algún motivo eso no le importaba mucho a la joven, vaya que el hechizo era bueno y poderoso. Ciertamente Alex no encajaba del todo junto con los demás arcanos que se encontraban ahí, no solo por su ropa desaliñada, ni por el hecho de llevar a un ave en su hombro, era más porque su mirada parecía perdida mientras se llevaba algún bocadillo a la boca y le daba otro a su lechuza. Pero nada más alejado de la realidad, no estaba mirando un punto muerto ni nada por el estilo, de hecho su atención se centraba en todo aquel arcano que tuviera en frente y aquel vástago no fue la excepción.
Sus miradas se cruzaron y la chica la mantuvo el mayor tiempo posible, aquel hombre se fue acercando cada vez más en línea recta hasta ella, quizás era idea suya pero parecía muy centrado en querer hablarle o algo por el estilo. Eso hasta que un par de alas blancas llamaron su atención y al parecer la del hombre extraño también -Viste eso Adonis?- dijo con entusiasmo abriendo los ojos de par en par y con una sonrisa infantil -Tiene alas como tu!- el ave dio varios vistazos a aquella mujer alada con cierta curiosidad y sin pensarlo mucho abrió sus alas y planeo en dirección a ella posándose sobre su cabeza. Alex al ver esto solo comenzo a reir y lentamente se fue acercando hasta aquellos extraños solo para ir por su ave.
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Lumina
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Post by Lumina on Aug 5, 2017 6:32:47 GMT
Sonrió con cierta diversión ante el halago del vampiro, ordeno por unos momentos su cabello manteniendo esa expresión amable y con ligera burla – No estoy segura que este sea mi color… creo que es la segunda vez en toda mi vida que uso un vestido como este- Se miró a si misma algo extrañada, la única vez que había usado un vestido de ese tipo, un vestido festivo fue… “el día que me case…” Soltó un suspiro que ocultaba su melancolía, esa noche, por alguna razón se sentía más expuesta al mundo, a que sus penas pudieran ser vistas por cualquiera, subió lentamente su mano hasta tocar su hombro desnudo, y en él, de forma disimulada, acariciar la estrella negra que se marcaba en su piel; Tenia una en cada lado, ambas con un significado claro, la presencia de su amada familia en su memoria – tú también te vez muy bien – alabo de forma sincera, mirándolo un poco más, le gustaba como se veía con esos ropajes, la verdad es que las veces que lo había visto siempre le veía ropas finas, formales, elegantes, creía que combinaban bastante con su apariencia misteriosa
Se movió un poco para saber qué era lo que el vampiro miraba ¿Habría algún problema quizás? Diviso, en una esquina, a una mujer, una señorita, de ropajes sencillos, contrastantes, reveladores incluso, aunque eso era de poca importancia para la arconte, parpadeo un poco, intentando ver algo más de la chica, analizándola, pudo verla llevar algo a su boca, y como un ave le hacía compañía, seguramente alguna mascota o compañero -¿Le conoces?- Pregunto en un tono bajo, esperando no ser indiscreta, se iría de ser algún asunto familiar o privado para Jago, aun si deseaba bailar con el no interrumpiría algo así, se irguió un poco en su lugar, dispuesta a marcharse, cuando escucho el aleteo suave del animal y seguidamente su peso sobre ella. Parpadeo confusa y alzo un poco la mirada, pudo distinguir por fin el tipo de ave, una lechuza, una sonrisa suave salió de sus labios, a veces sentía curiosidad por todos esos animales que se acercaban a ella sin más, aunque no se quejaba, amaba a todos los seres vivientes y las aves no eran una excepción
Alzo con suavidad el brazo para mover a la criatura, tomándola con la mayor delicadeza posible, como si fuera un objeto extremadamente frágil. La deposito en su brazo, sintiendo las garras del animal, volteo su rostro, quitando el cabello de su rostro para ver a los ojos al animal –Buenas noches amiguito, espero que estés teniendo una bella velada- Lo saludo con un tono suave, soltando por unos segundos aquella extraña y vergonzosa risa, hablar con aquellos seres le gustaba, a pesar de que nunca sabía si le entendían, alzo la mano disponible para acercarla a la cabeza de la lechuza, esperando que el animal le dejara acariciarlo; Observo su complexión, se veía joven – Se ve muy bien esta noche – elogio mientras soltaba otra risa, acercando un poco más su mano, deseando acariciar su plumaje… Pero se contuvo, una duda había asalto su mente ¿y si el perdía las plumas? “¿Le dolerá…como a mí?” Se cuestionó brevemente, recordando aquellas alas que perdió tiempo atrás, las cuales se recuperaban lenta y dolorosamente, las marcas de batalla que estaban en su cuerpo. Volteo el rostro suavemente al escuchar la risa y sonrió con alegría – Debo asumir que este amiguito le pertenece a usted joven dama- comento con la misma voz cantarina de siempre mientras daba un par de pasos hacia el frente, acercándose a la joven también
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Post by Jago Santori on Aug 6, 2017 18:17:44 GMT
Asintió ante el cumplido de la mujer de cabellos blancos. No parecía el tipo de persona que fuera a mentirle o entregar una opinión lambiscoma acerca de su apariencia, así que estaba agradecido... pero, a decir verdad, no le importaban mucho ese tipo de comentarios. Además, estaba el tema de la chiquilla perdida, que al parecer también había llamado la atención de Lumina. - No... -respondió susurrando la pregunta de la arconte.
La lechuza que se posó sobre la cabeza de su conocida lo interrumpió por completo. No se esperaba eso. La voz alegre de la muchacha pronunciando el nombre de su mascota le hizo voltear la cabeza casi instintivamente. "Adonis", grabó ese nombre con fuego en su cerebro. Volvió a prestar atención a Lumina y un esbozo de sonrisa se asomó en su rostro al notar que trataba con tanta delicadeza a aquel visitante emplumado inesperado. Acabó sonriendo por completo al notar que la extraña joven se acercaba, feliz y risueña.
El vástago dio unos pasos al frente, adelantando su encuentro. Avanzó junto con Lumina, que parecía haberle leído la mente. - Es un ejemplar espectacular. Adonis se ve como una lechuza muy querida y bien cuidada -Rozó suavemente con un dedo el plumaje del ave, haciéndole cariño. Miró a su dueña, intrigado-. ¿Está disfrutando el Festival?
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Post by Deleted on Aug 6, 2017 23:14:49 GMT
Sonrió abiertamente al verse bien recibida por aquellos extraños, no lo esperaba para nada y era bastante grato que su presencia y la de su ave no causaran ningún inconveniente ni incomodidad para variar. Cuando se acercó lo suficiente adonis regreso a su hombro lleno de cicatrices instintivamente, era su lugar predilecto después de todo y la lechuza nunca perdía oportunidad de estar junto a la chica. -No me pertenece- dijo muy segura manteniendo su sonrisa -Es mi mejor amigo- al decir esto el ave comenzo a frotar su pequeña cabeza contra la de alex y esta a su vez acarició su plumaje albino.
Observó al alto hombre con cierto brillo en los ojos -Se baña todos los dias y come muy bien- saco una pequeña galleta de su bolso, dándole una mordida y extendiendo el resto al ave, adonis por su parte estaba más que encantado por recibir comida y caricias de todas partes. -Hay mucha comida- volvió a sacar unos cuantos aperitivos pero esta vez solo para ella -Son lo mejor de la noche- sin ningún cuidado metió toda la comida directoa su boca y con la boca cerrada comenzo a mascar rapidamente -Soy Alex por cierto- dijo con la boca llena.
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Lumina
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Post by Lumina on Aug 9, 2017 5:10:55 GMT
No pudo evitar sentir un deje de nostalgia cuando el ave se alejó de su lado para posarse en el hombro de la jovencita, esos pequeños recuerdos en su tembló, en compañía de su fiel amigo le dieron añoranza, de esa inocencia, de esa paz que finalizo… un ligero suspiro se escapó de sus labios y se abrazó a si misma suavemente, frotando sus brazos con la fresca brisa, hace bastante que no usaba algo tan descubierto, se sentía extraño llevar sus hombros y brazos al descubierto, pero debía superarlo, debía… seguir adelante – Se ve que te quiere mucho – comento con voz suave, un poco más bajo, sonriendo de forma igual de suave, casi en un gesto maternal ¿Por qué seguía sintiendo esa necesidad de abrazar a las personas? ¿Por qué quería seguir protegiendo a las personas que le parecían tan jóvenes?
Lumina sonrió con ternura, viendo como la joven comía, compartiendo con su emplumado amigo, llevo suavemente una mano a su pecho, aquella muchacha de simples vestimentas le causaba un cierto grado de ternura a la alta mujer – Si bien la comida es exquisita, no creo que sea lo mejor de la noche…- pensó un momento si dar su opinión, quizás sonaría extraño, se sintió ligeramente nerviosa y froto su brazo derecho, justo sobre una cicatriz bastante grande – Yo creo que lo mejor de este festival son… los arcanos mismos – volteo suavemente para ver en dirección de la música, sonriendo – sus sentimientos… su felicidad, su inocencia y su paz, eh visto tantos rostros alegres durante estos días que me siento feliz de solo verlos… y los eh retratado, hay tantas cosas curiosas en ellos, en este lugar – volteo a verlos nuevamente, esta vez un brillo extraño marcado en sus ojos y una sonrisa grande, inocente, como la de un niño que mira las estrellas, se sonrojo ligeramente, acomodando su cabello – Perdón, quizás suena raro, pero la comida si esta exquisita… Hace poco comí una carne muy rica en unos locales que no están muy lejos de aquí… ¿Gustarían acompañarme? Mi nombre es Lumina, por cierto, es un placer conocerlos, Alex y Adonis- La mujer llevo las manos con suavidad al frente, entrelazándolas, mirando a la joven y a su lechuza, esperaba realmente que aceptaran esa invitación, aun si se gastaba todo el dinero que le quedaba, deseaba fuertemente volver a cenar con personas, conocer, y en realidad era tan poco lo que había dialogado con el joven Jago que le seguía sintiendo lejano, lejano y familiar, era extraño
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Post by Jago Santori on Aug 14, 2017 14:08:27 GMT
Así que el nombre de la niña era Alex. Guardó con cuidado ese nombre en su memoria, pues era incluso más importante que el de Adonis la lechuza. Compartir con una joven tan despreocupada y jovial, y al mismo tiempo poder escuchar los comentarios de Lumina, cuya edad desconocía pero presentía que había vivido incluso más que él mismo (tanto por su manía de llamarlo joven como por su manera de expresarse, e incluso por las cicatrices que prefirió no ver con más detalle)... era curioso, familiar. Era como estar en su hogar, donde niños, adultos y arcanos de edad eterna compartían bajo el mismo techo. - Sin invitados no puede haber fiesta, pero sin comida los invitados pueden sentirse hambrientos y ofendidos. Es un equilibrio... personalmente, disfruto mucho de la música -Era lo único que no terminaría nunca; no podía acabarse como la comida, no podía morir como las personas. Miró fijamente a la chiquilla, sonriendo suavemente-. Mi nombre es Jago Santori.
Sonrió incómodo ante la invitación de Lumina. No estaba acostumbrado a que quisieran sacarlo a comer... tampoco estaba acostumbrado a comer como tal. Saldría a cenar con Lumina y Alex, después de eso se dirigiría a la mansión Santori a buscar algo que sí pudiera satisfacer su creciente hambre. - Me encantaría acompañarlas.
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Post by Deleted on Aug 17, 2017 3:29:47 GMT
Escucho ambas opiniones de los arcanos frente a ella, no podía decir que había prestado mucha atención pues aquello no era del todo su fuerte, se distraía con facilidad, tanto así que hasta la mas pequeña mosca que pasara volando delante de ella podía hipnotizarla y eso aveces le creaba ciertos problemas con otros. Siguió comiendo con la mirada perdida hasta que adonis le mordió la oreja, el ave siempre le ayudaba en esas situaciones donde sus mente se perdía y alex estaba mas que agradecida por eso, alcanzo a escuchar la invitación de lumina a lo que la joven rubia sonrió de sobremanera emocionándose como si fuera una niña, lo cual no estaba tan alejado de la realidad -Suena genial!!- junto sus brazos pegándolos a su pecho dando pequeños saltitos de felicidad, el hecho de que alguien la invitara sin siquiera conocerla del todo era simplemente maravilloso, al menos ante los ojos de la cachorra.
Todo era risas y diversión hasta que aquel hombre dijo su nombre, detuvo en seco aquellos saltos, sus brazos cayeron al igual que su buen humor e incluso el aura de la chica pareció cambiar. Con los ojos bien abiertos y la boca entre abierta se acerco aun mas a Jago, extendió sus brazos temblorosos hacia el tomando uno de sus brazos con firmeza -Mi apellido también es Santori- lo miro fijamente a los ojos con sus labios temblando levemente, como si quisiera llorar -Mi madre se llama Rumina ¿la conoces?- apretó mas su agarre como si aquello lo hiciera responder mas rapido -¿Sabes donde esta? ¿la haz visto?- pregunto desesperada.
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Lumina
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Post by Lumina on Aug 18, 2017 7:12:05 GMT
La mujer se sintió feliz al ver la reacción de la menor, tan llena de vida, tan joven, tan inocente y pura, tenía unos enormes deseos de abrazarla, pero se contenía, ella seguía siendo una desconocida para la muchacha y no estaría bien, por más que deseara, vio a Jago, no estaba segura de sí el aceptaría su invitación, pues hasta donde ella conocía, él no podía comer, solo podía beber aquel liquido rojo vital para todo ser viviente, se preguntó si a donde irían le podrían dar carne cruda, recordaba a algunos compañeros hacer eso, pero era en casos de emergencia nada más, se había quedado divagando mirando al arcano, cuando lo escucho presentarse –Bien, ahora que nos conocemos todos creo que podemos ir – propuso dispuesta a darse la vuelta y caminar, pero en el último instante vio la reacción de la joven de cabellos dorados, hacia unos instantes era la felicidad hecha persona y ahora había un semblante triste, incluso sombrío. Alex se acercó a Jago, tomándolo por uno de sus brazos, preguntando, Lumina podía notar aquella desesperación en la menor, se acercó con cuidado, no estando segura de como intervenir, pensó rápidamente si alguna vez había escuchado ese nombre entre los refugiados de la utopía, pero nada, lo recordaría, un nombre tan semejante al suyo
Tomo con cuidado el hombro disponible de la muchacha, posando su mano en su mejilla – Alex… mírame, calma, respira…- acaricio con cuidado la mejilla de la chica – Jago contestara a tus preguntas pero debes darle tiempo para eso… así que calma ¿sí?- intento, realmente lo intento, pero no tenía fe de que aquellas palabras pudieran calmar la desesperación de la muchacha, no sabía siquiera si aquello era correcto, si se estaba metiendo en algún asunto que era privado, nada, sencillamente no sabía, pero no quería ver a esa dulce niña de esa forma, y quizás… que recibiera una mala noticia. Había visto un escenario tan similar, cada vez que una misión tenia bajas... el corazón de las familias romperse, cuando una vida acababa, como sus miradas se apagaban, no, no quería ver esa mirada vacía que deseaba la muerte en esos ojos grandes y hermosos, pero no podía evitarlo, miro a Jago, cuestionándolo también, pidiéndole quizás de forma silenciosa que tuviera cuidado con lo que diría, pero hasta ella sabía que no había una forma bella de anunciar la muerte de un ser amado, trago saliva suavemente, esperando ahora la respuesta del vampiro
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Post by Jago Santori on Aug 22, 2017 3:31:59 GMT
La noche iba perfecta, sadrían a comer y después podrían regresar a bailar. Dejó entrever sus colmillos en una sonrisa que murió antes de nacer por completo, extinguida por la preocupación de la joven que acababa de conocer. No, lo que decía Alex no podía ser verdad. No podía ser verdad que estaba agarrándole el brazo, desesperada, con la misma desesperación que su padre, su hermano y él habían vivido hace tanto tiempo que casi parecía un mal recuerdo, pero casi. El dolor era demasiado real, era algo que no se podía olvidar. Era una marca que llevaría consigo para siempre.
- Yo... n...
No, no salían palabras de la boca del vástago. Titubeaba, sus pensamientos se acumulaban en su mente, no podía pensar. El ruido alrededor se le hizo insoportable. El hambre le perforaba el estómago, o más bien eran náuseas nacidas del nerviosismo del momento. ¿Qué debía decir? No conocía a Rumina. No conocía a Alex. No era hija de su padre, no era hermana suya, no la conocía. Todos los Santori estaban muertos. Toda su familia estaba muerta.
Toda su familia estaba muerta.
Estaba demasiado confundido y demasiado shockeado por lo que acababa de ocurrir, su cerebro apenas sí podía ordenar los pensamientos en su mente. Podría vivir otros mil o dos mil años, pero nunca lograría terminar de agradecerle a Lumina que haya reaccionado tan rápido y le hubiera dado esos pequeños segundos de calma que aprovechó al máximo. Supo leer la mirada suplicante de la arconte, pero no sabía cómo decirle... qué decirle a Alex. Tomó aire hasta llenar por completo sus pulmones y dejó escapar un amargo suspiro cargado de recuerdos.
- Déjame verte -dijo mientras tomaba el rostro de la joven entre sus manos, empujando a un lado con delicadeza el cabello que no le dejaba ver las facciones de la rubiecita. No poseía gran parecido con ningún hermano o tío que pudiera recordar. Tenía cara de niña.
¿Qué podía decirle que no le rompiera el corazón?
- Alex, ¿conoces el nombre de tu padre?
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Post by Deleted on Aug 22, 2017 4:51:35 GMT
Estaba temblando, vaya que lo estaba y no sabia muy bien como responder a esa situación. Su mala vibra afecto incluso a su pequeña lechuza, quien de lo nerviosa que se puso simplemente salio volando hasta perderse entre la multitud danzante. En ese momento Alex sabia que debía calmarse, había asustado a su pequeño y eso no era ninguna buena señal, justo como Lumina dicho comenzó a inhalar y exhalar lentamente, sus manos seguían temblando un poco pero ahora su corazón no iba a mil por hora como hacia unos segundos atrás. Su cabeza se recargo mas en las manos de la mujer e incluso poso su mano sobre la suya disfrutando de sobremanera aquel pequeño gesto maternal que hacia mucho tiempo no sentía.
Observo atentamente a Jago titubear y bajo la cabeza con algo de vergüenza, había creado un ambiente tenso e incomodo, algo bastante común en ella pero esta vez se sentía muy mal por ello, incorrecto quizás. Los minutos pasaban y todo era absoluto silencio, al menos en la cabeza de la rubia, como si ellos tres estuvieran dentro de una burbuja lejos de toda esa música y toda esa multitud, lejos de las risas y los murmullos, lejos de la realidad. Jago sostuvo su pequeño rostro entre sus manos y de inmediato sus mejillas se encendieron, su primer instinto fue el de alejarse pero sentía que en ese momento el tacto de aquel hombre era muy importante para que sus preguntas fueran respondidas -Su nombre es Balzak- dijo con su tono de voz un tanto bajo, pues aun se encontraba algo shockeada -Pero yo obtuve el apellido Santori de mi madre- llevo uno de sus dedos a su boca mordiéndolo ligeramente -Y ella lo obtuvo de un hombre llamado Richard- sus ojos se posaron en el cielo tratando de recordar algo -De el solo recuerdo un tipo de apodo, "El amante sin corazón"- dio énfasis con sus dedos mientras su atención volvía al hombre frente a ella.
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Lumina
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Post by Lumina on Aug 27, 2017 1:25:46 GMT
Lo supo… ese silencio, esas pequeñas expresiones en el rostro masculino evidenciaron no solo su sorpresa, si no su tristeza y peor aún… su desconocimiento, no habían palabras lindas, no había una esperanza en ese momento, y los segundos corrían y corrían, ambos necesitaban tiempo, pensar con la cabeza fría, respiro hondo, necesitaba calmarse, no debía dejar que aquellos sentimientos la dominaran en un momento como ese, era una general, no podía perder los estribos por la tristeza y confusión de una familia que quizás, no era más que una coincidencia, poso nuevamente la mano que había retirado de la mejilla de la menor, volteándola un poco para que la viera de frente, quitando así las manos de Jago sobre el rostro ajeno, no creía que el pudiera darle una respuesta en esos momentos, poso su mano libre en el hombro de Alex con suavidad, inclinándose un poco para estar más a la altura de la joven – Alex…escucha…- se tomó unos momentos para ordenar el cabello de la jovencita – A veces… en la vida existen coincidencias que uno no puede explicar… y quizás esta es una… Debes tener conciencia de eso, sé que estas nerviosa y quiero que te calmes… - una nueva caricia en la mejilla ajena fue otorgada, un gesto por completo maternal, como si tuviera que darle una dura noticia o solo dar un consuelo a su retoño- Puede que… el que sus apellidos sean el mismo sea solo eso… una coincidencia- sentencio bajando la voz, mirando a la menor a los ojos, esperaba que aquellas palabras no fueran muy duras, no quería verla huir, no en ese estado, le preocupaba muchísimo
-Pero… el que sea una coincidencia no significa que debas perder la esperanza… Tal y como lo encontraste al… debe haber alguien en este lugar que conozca a tus padres…- una suave sonrisa se posó en los oscuros labios de la mujer, que seguía con esa caricia tierna, intentando darle paz a la muchacha, paz y quizás un cariño maternal que en ese momento le hacía falta – El que quizás Jago no tenga parentesco contigo no significa que no podamos ayudarte a buscar, quizás el que estés aquí hoy no sea una coincidencia y esto te ayude… Pero por favor pequeña, no pierdas la fe ante una negativa…- pidió con tono suave, acercándose un poco más a la chica, quería abrazarla, pero se contenía, lo más que podía – prometo ayudarte en tu búsqueda, así que si recibes una respuesta negativa… no significa que todo estará perdido Alex- trataba de mantener la fe de que el apodo dado por la niña removiera la memoria del vampiro, pero no podía negar la realidad, el destino a veces era demasiado cruel e injusto
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