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Post by Yaiza Huntkey on Aug 30, 2017 22:12:56 GMT
Caminando con pasos pezados mientras unas gotas de sudor le recorrian el rostro se encontraba una mastodontica figura desplazandose por el mercado, esta miraba con cuidado cada tienda buscando una que ofreciera algo que pudiera alludarle en ese momento. Cada pocos pasos utilizaba su mano derecha para rascar su brazo izquierdo, el cual se encontraba bendado, tras unos minutos buscando sin resultados also un poco su brazo para comprovar la gravedad de su situación y no pudo evitar sonreir de forma de safiante ante su herida. -Je, eres un maldito dolor persistente ¿Verdad? pero estas lejos de poder conmigo.- Al alzar la vista su sonrisa se ensancho en gran medida al finalmente dar con una tienda que deveria poder cubrir sus necesidades inmediatas, dirigiendo su camino asia esta, entrando sin mayor miramiento. -BUENAS TARDES- Dijo... o mas bien grito con un fuerte bozarron mientras hechaba una mirada a la tienda.
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Post by Laia Bloodwalk on Aug 31, 2017 0:27:47 GMT
Al tener al muchacho fuera de su rango de visión, no se dio cuenta de que habia empezado a escribir en otro pergamino, mas se mantuvo atenta a la voz proveniente de detrás del mostrador -de verdad?- respondió ligeramente sorprendida -pero te visita de vez en cuando, no?- era tonto preguntar que edad tenía, si estaba viajando por mirovia claramente podía valerse por si mismo -si claro, ambos viven - aclaró- en los plantíos, allí fue donde me crie -comentó detallando de cerca algunos de los instrumentos de laboratorio que estaban a la vista, algunos con formas raras y otros que no comprendia como funcionaban, una expresión calmada se había apoderado de su rostro, el olor de tantas cosas era extrañamente relajante, diferente de cuando estaba al aire libre pero... igual de agradable. En lo que esperaba por la aparición del peli azul, un sujeto entró en la tienda hablando fuerte y de manera decidida, Laia se giró en su dirección con una expresión analítica, manteniéndo el silencio... primera impresión: demasiado llamativo para su gusto.
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Post by Frits Gouden on Aug 31, 2017 0:58:41 GMT
Mientras Laia le hacía preguntas, Frits iba respondiendo. Si, mi hermano es un Kirín también, y tiene cuarenta años menos que yo, si te lo preguntas. Es muy joven, pero es muy inteligente. -Se levanta con ambos pergaminos y mira a la chica, sonriendo y demostrándole está cómodo hablando de eso- Desde que partió su viaje, solo nos hemos comunicado por carta. Es su forma de mostrarme puede valerse por si mismo.- Frits se acercó a Laia y le tendió uno de los pergaminos. La miró a los ojos y sonrío, con algo de nostalgia. - Yo aún espero mis padres encuentren la forma de llegar a Mirovia con mi otro hermano... Pero bueno... Me alegra tus padres estén aquí. ¿Naciste en Mirovia entonces? -Ladeo la cabeza cerrando los ojos, ondeando su pelo y sonriendo- Como iba diciendo... este pergami... -Ante el estruendoso saludo del hombre que acababa de entrar, Frits dio un saltito asustado y lo miró, dejando caer los pergaminos al suelo- B-bienvenido a Keukenhof. Vendemos todo tipo de unguentos, balsamos y pociones... ¿E-en que puedo ayudarlo? -Frits miró a Laia algo incómodo y le susurró- Dame un momento para atenderle... revisa los pergaminos... uno es nuestro contrato... el otro la lista
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Post by Yaiza Huntkey on Aug 31, 2017 3:52:11 GMT
Tras atravesar la puerta el ruido del exterior fue bastante minimizado, un verdadero alivio para sus torturadas orejas la verdad, siempre olvidaba lo ruidoso que era el mercado hasta que volvía a él. Tras un rápido vistazo pudo notar que había otro cliente aparte de él, pero como el dependiente le atendió nada más entrar supuso que no habría problema con hablarle directamente, le dedico un pequeño gesto de saludo a la otra persona en la tienda antes de dirigirle una sonrisa de oreja a oreja al dependiente y decirle con vos fuerte. -Que tal amigo, soy Yaiza, Yaiza Huntkey y estoy buscando medicina contra el veneno. - Se acerco al mostrador, puso su brazo izquierdo en este y comenzó a quitarse el vendaje. -Resulta que en mi último trabajo termine en un nido de víboras… Literalmente.- Al decir esto alzo su otro brazo mostrando una serie de mordeduras -Aunque de estas no estoy preocupado, ya me tome algo para esas, pero esta- En esta ocasión mostrando un gran corte en su brazo izquierdo, este tenía un color oscuro no muy saludable. -No quiere sanar, aunque de todos modos, no creo que sea tan grave, digo hace tres días del incidente y aún sigo en pie...- Nada más decir esto dio un manotazo a la mesa para poder mantenerse erguido pues sus piernas flaquearon por un momento. -Como dije, aún sigo en pie... ¿Tendrás algo para esto?
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Post by Laia Bloodwalk on Sept 1, 2017 4:25:44 GMT
Entonces era un kirin, de cierta forma le daba mucho sentido a todo –y tu cuantos tienes? –preguntó finalmente curiosa en torno a la edad –bueno, si eres el mayor entonces seguramente aprendió de ti muchas cosas –no quería que el peli azul se menospreciara, comprendía que podía tratarse de simple modestia pero no estaba de más darle algo de buenos ánimos, se giró hacia él en cuanto regresó, ladeando la cabeza con sutileza, asintió aprobando el método de las cartas, le resultaba interesante, tomó el pergamino que Frits le extendió a medida que continuaba hablando –yo suelo visitar a mis padres de vez en cuando, también porque siempre me da tiempo de escaparme un rato para ir al lago de las hadas- reveló con algo de gracia, moviéndose a un lado para extender el pergamino y leerlo, o al menos lo intentó, puesto que tuvo que regresar la vista de inmediato al joven –yo… -suspiró con culpa -lo siento… –apretó los labios comprendiendo la importancia del asunto, temiendo haber tocado un tema sensible, decidió sonreir de medio lado en señal de apoyo -estoy segura de que encontraran la manera de llegar –guardó silencio unos segundos antes de responder a la pregunta del joven –así es, mis padres se conocieron después de llegar a mirovia, así que no se mucho acerca del mundo humano –terminó su frase alzando las cejas, aquella palabra no le transmitía nada, ni un recuerdo ni una sensación, para ella era simplemente un nombre odiado por algunos. Quiso preguntar sobre el pasado del kirin, por lo que había dicho dedujo que posiblemente habían llegado por sus propios medios a la isla, trató de imaginarse la edad de él y su hermano pero de nuevo, controlaría su curiosidad. Estuvo por regresar la vista al pergamino pero justo en eso abrieron la puerta, asintió con la cabeza respondiendo el gesto de sujeto, a diferencia de Frits, Laia lucia bastante serena y segura, apenas y se movió para ver los pergaminos en el suelo, dándole un pequeño vistazo al nervioso peliazul y luego al recién llegado, asintió y entonces se inclinó para recoger lo que se había caído, acercándose al mostrador para ponerlos allí y revisarlos con cuidado, más las repentinas acciones del sujeto hicieron que de nuevo se desconcentrara, observando de reojo, escuchando la situación del hombre, primero un brazo luego el otro, el corte y su color no fueron sorpresa, excepto la parte en que mencionó que llevaba tres días así, alzó las cejas con impresión girando el rostro más de lo que hubiera querido, dándole un vistazo rápido a Frits, decidió guardar silencio y dejar que el joven manejara la situación, por su parte mientras tanto trataría de leer los pergaminos con la mayor concentración posible.
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Post by Frits Gouden on Sept 1, 2017 4:58:19 GMT
Recuperando un poco la compostura, Frits miró a Laia y le guiñó un ojo, sacando la lengua -Adivina- Volviendose hacia el recién llegado, escuchó lo que tenía que decir y vio su herida. -Debió venir antes, pero siempre se pueden sanar- Frits se acercó a una vitrina y sacó dos frascos. Uno con un líquido verde lima, y el otro con un líquido semitrasparante y azulado. Los miró con detención ambos, y se acercó al ruidoso muchacho. -Ocho gotas del verde en la herida, y beberse diez del azulado en agua, por tres días debería limpiar el veneno. Use vendas limpias y cambielas al usar la poción verde. - Se acercó a un anaquel y tomó un frasco similar al segundo que le mostró a Laia y también lo dejó en el mostrador- Cuando ya hayan pasado los tres días aplique este unguento directo en la herida, y véndela, por tres días más, y esa herida pasará solo a ser un mal recuerdo, y quizás una cicatriz. Serían 200 Mirvos.- Luego miró a Laia para responder a las otras preguntas. Le sonrío enternecido -Si, mi hermano me admira bastante. Soy bueno con los números y la gente. Cada uno tiene sus habilidades. Y no te disculpes... Se que tal vez nunca los vuelva a ver, pero un poco de esperanza y fe me ayuda a sonreír todos los días, y se que no lo dijiste con mala intención -Miró de reojo a Yaiza para asegurarse no tocara nada. Se notaba podría voltear la tienda entera en un parpadeo. Dio un par de pasos hacia Laia y le habló en voz algo baja, no un susurro, pero si bajo para que el otro hombre entendiera era algo privado- Si tienes más preguntas, sobre el trabajo o sobre mi, o lo que quieras preguntar... Tal vez podríamos ir a comer algo, a tomar algo o a pasear. Es una buena forma de conocer a otra persona -Sonrió con su contagiosa felicidad, cerrando los ojos. No sonaba como que tuviese ninguna intención extraña o escondida- ¿Lo puedo ayudar en algo más señor Yaiza? -Frits esperaba haber manejado bien la situación dentro de todo-
El pergamino del contrato decía: Yo, Frits Gouden, dueño de Keukenhof - Gouden y hermano, declaro establecer una relación de trabajo con _________________ en la cual, como ofertador del trabajo me comprometo a pagarle según lo acordado y suministrarle objetos que puedan serle útil como parte del pago. Por su parte, la interesada deberá traer en medida su tiempo le permita, los elementos listados en el pergamino que se le entrega, y cualquier objeto y material ella considere valioso para el negocio. (Bajo eso estaba la Firma de Frits, bastante elegante).
El otro pergamino decía: -Cola de León -Efedra -Belladona -Toloache -Jiculi -Olohiluqui -Salvia
También había una descripción bastante detallada de como se veía cada una y como tratarla (Por ejemplo, como cortarla y almacenarla), además de donde se encontraban en Mirovia. Un par no tenían ubicación, pero la mayoría si.
Frits miraba a ambas personas pasando de una a la otra rápidamente.
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Post by Yaiza Huntkey on Sept 1, 2017 5:37:51 GMT
El vendedor no se quiso presentar, aunque tampoco le importaba, no era la primera vez y no sería la última que sucedía por lo que se limitó a sonreírle de forma cómplice y a encogerse de hombros para restándole importancia a la situación. Esperando pacientemente a que el muchacho encontrara algún ungüento aprovecho para dedicarle una buena mirada al local y los objetos que se exponían en este, dedicándole una buena mirada a cualquier frasco que tuviera una forma particular o un color llamativo. Cuando le mostraron los frascos levanto uno con cuidado y lo observo a la luz un momento. - ¿Tienen algún efecto secundario, me pondré azul o echare humo por las orejas? – Comento tratando de impregnar su voz con el mayor tono de broma posible, tampoco deseaba ofender al vendedor. Cuando recibió el tercer frasco repitió el proceso, más para admirar el color de la medicina a trasluz que otra cosa – perfecto, aunque la curiosidad me pica, normalmente siempre tengo uno que otro antídoto conmigo cuando salgo de excursión y cuando me atacaron las víboras lo utilice, pero por alguna razón no funciono con el veneno de la herida, ¿por qué crees que sea? – Al bajar el frasco noto que el vendedor había ido a hablar con el otro cliente, lo que causo que sus malas costumbres nacieran y se pusiera a cotillear la conversación de la forma más sigilosa posible mientras sacaba un saco de monedas y se ponía a contar el dinero.
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Post by Laia Bloodwalk on Sept 6, 2017 4:42:34 GMT
Alzó una ceja achicando los ojos y sonriendo con suspicacia, torció la boca pensativa pero no respondió de inmediato, quería meditar mejor su respuesta. Mientras Frits atendía al sujeto, Laia concentró su atención en aquellos pergaminos, leyendo con cuidado e incluso releyendo algunas partes, al no poder evitar distraerse en algunas partes con la conversación a su lado. El peli azul no titubeaba ni un poco al momento de mostrarle y explicarle el uso de los productos, le dedicó una mirada de unos segundos hasta que sacudió la cabeza con ligereza para concentrarse de nuevo en el contrato.
Le tomó un par de segundos conectar de nuevo los temas, había creído que la falta de respuesta tenía un motivo más personal pero había resultado no ser así, arqueó la cejas y sonrió de forma amable, asintió de manera compresiva, ya era suficiente de preguntas por ese día. Una risa resonó de su pecho ante la teoría de los efectos secundarios, tomándose algo de libertad para mezclarse un poco –eso sería interesante de ver- propuso con una sonrisa de medio lado, pasando la vista de Yaiza a Frits, seguramente de ocurrir algo no sería algo más allá de un salpullido pero no perdía nada con imaginar –por cierto… como terminaste en un nido de serpientes? –añadió arrugando las cejas algo confundida, su primera idea se relacionó con descuido o torpeza pero decidió dejar que la respuesta la sorprendiera primero de ser posible.
Acercó un poco la cabeza cuando el joven habló en voz baja, alzando las cejas con impresión, una sonrisa pícara cubrió sus mejillas tomándose unos segundos para responder, volteó el rostro y cubrió con una mano una de sus mejillas para direccionar mejor el sonido –me parece buena idea pero primero… -achicó los ojos mirando fijo al chico – tienes algo con lo que pueda firmar? –se alejó entonces con algo de gracia, estaba extrañamente cómoda, no sabía si se debía a los mismos aromas pero no era algo que le molestara.
ooc: lamento la tardanza uwu
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Post by Frits Gouden on Sept 6, 2017 15:54:42 GMT
Escuchando con atención a Yaiza, su yo interior estaba desconcertado, pero por fuera, se mostraba calmado y sonriente. -No, no hay efectos secundarios. Preparo todo con plantas, flores y raíces, por lo que es poco probable desarrolle una alergia y mucho menos que tire humo por las orejas.- Río suavemente, pero luego volvió a su estado serio y sonriente. Aprovechó de sacar a relucir su conocimiento en el tema, mitad para impresionar a su nueva "empleada" y mitad para que el elfo volviera si encontraba más problemas. -Si utiliza mucho un mismo tipo de antídoto desarrollará resistencia. Lo mejor es utilizar distintos agentes curativos, y no abusar siempre del mismo.- Aún tenía la pluma entre manos por lo que se la ofreció a Laia, y luego volvió su mirada a Yaiza- Si necesita tengo diversos antídotos naturales que podría ofrecerle, si es algo que le pasa a menudo.- Esperó con las manos juntas frente a si, a que el hombre respondiese. El líquido del difusor había empezado a hervir por lo que Frits tuvo que ir a revolverlo con una varilla delgada de madera, y luego, con elegancia, le incluyó pétalos de rosas blancas-
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Post by Yaiza Huntkey on Sept 6, 2017 16:35:46 GMT
Ante la seria respuesta del vendedor no pudo evitar soltar una fuerte carcajada. -Que lastima, terminar echando humo por las orejas tras un trabajo habría sido una excelente anécdota para contar en la taberna.- comento con alegría, en cuanto le comenzaron a explicar acerca de cómo funcionaban los antídotos puso el dinero en el mostrador tomo el líquido verde y vertió unas gotas en un cuenco que después lleno con liquido de una calabaza y se lo tomo al seco poniendo una expresión un tanto curiosa.
Una vez terminada la explicación aprovecho para apoyarse en el mostrador para contar su historia mientras se aplicaba el segundo ungüento. -Estaba rastreando a un Naga que se había escondido en el bosque de los susurros. Y termine dando con su casa, literalmente. Lo rastree hasta una cueva poco profunda pero nada más entrar me vi rodeado de víboras, no fue algo agradable, pero a final de cuentas pude lidiar con ello con solo una decena de mordeduras o así… Y claro traje varias pieles para vender gane un bonito extra con ellas.- Terminada la historia y vendado el brazo volvió a erguirse. -A decir verdad, me gaste mis últimas reservas, por lo que si me serviría algún que otro antídoto pero mientras más universales mejor, prefiero que sirvan para todo y si me encuentro con algo mas potente volvere por aquí a por algun tratamiento.
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Post by Laia Bloodwalk on Sept 7, 2017 19:15:03 GMT
Alzó las cejas con interés ante los detalles que Frits le decía a Yaiza, era bueno saber lo de la resistencia, eso explicaba un poco por qué le habían dejado de funcionar los ungüentos que su madre le había enseñado a preparar. De pronto el sujeto herido se preparó en pocos minutos al medicamento tal y como el peliazul lo había indicado, pero bueno, con esas heridas tenía un poco de motivos para apresurarse a pesar de que ya había aguantado tres días así, agradeció con una sonrisa el que Frits le pasara la pluma y luego de firmar se dispuso a escuchar la historia con cuidado, parecía que lo temerario no lo tenía solo de apariencia –mira que entrar así al nido de un naga –negó con la cabeza ligeramente manteniendo una sonrisa de desconcierto, por lo menos todo había salido bien y solo le quedaba reposar un poco para mejorarse –aunque algo me dice que no esperaras mucho para ponerte en marcha de nuevo- comentó ladeando la cabeza, segura de lo que Yaiza podría responder, ocultando todavía su inquietud sobre la naturaleza del sujeto, después de todo los elfos no eran los únicos que podían tener orejas puntiagudas a lo largo y ancho de mirovia.
Regresó la vista al joven kirin entregándole la pluma y el pergamino ya firmado, dejando con ella el otro que contenía todos los detalles –esto será de mucha ayuda, creo que nunca me habían dado tantos detalles antes- afirmó sonriente guardando el papel en su bolsa al igual que el ungüento y el aceite de un principio.
ooc: ambos estamos mejor, mi abuelo sigue en el hospital pero ya no corre peligro, gracias por preguntar ^^
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Post by Frits Gouden on Sept 7, 2017 20:39:22 GMT
Frits escuchó la historia de Yaiza con interés, aunque algo de consternación por lo temerario que había sido. Luego de que terminara de hablar, se dirigió con calma a una de las vitrinas y sacó tres frascos distintos con líquidos claros, algo espesos y con tonos verdes y violeta. Los examinó y los llevó donde el elfo. -Estos tres podrían servirle. Los tres tienen como base miel, el primero, también usa savia de árbol y raíces, el segundo, hierbas silvestres, y el tercero, rocío de Shangri Lax y otros componentes. De forma base, los tres sirven de antídoto. -Se rió ante el comentario de Laia y la miró- Pues mientras mejor informada estés, mejor puedes hacer el trabajo. Ambos salimos ganando. -Volvió su mirada al otro hombre y sonrió- Serían sesenta Mirvos cualquiera, o cientocincuenta los tres juntos.-
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Post by Yaiza Huntkey on Sept 8, 2017 18:32:47 GMT
En cuanto el vendedor puso los frascos en el mostrador los tomo para examinarlos, no podía evitarlo en ese tipo de tiendas siempre se sentida como niño en dulcería después de apreciarlos un momento los volvió a dejar en el mostrador bastante interesado en comprarlos.
-De todos modos, fue divertido, el muchacho sabía usar el cuchillo fue una buena pelea, lástima que callera de solo un par de golpes.- Comento volviendo a sacar el dinero para contarlo, agradeciendo internamente el bono extra por las pieles de serpiente, aunque de todos modos tendría que buscar algún otro encargo pronto si quería permitirse los tragos de esa semana. -Para nada, de donde vengo me enseñaron que los malestares se pasan después de una borrachera, una buena noche de sueño y una cacería- comento con ánimo, aunque siempre encontró algo raro ese dicho, no era quien para ponerse a dudar de las enseñanzas de su familia. -Me llevare los tres, después de esto prefiero estar un poco más preparado- Y puso el dinero en el mostrador, iba a guardar su saco de monedas cuando vio algo que había olvidado que guardo en ese lugar, saco de este una flor de un fuerte color violeta, estaba algo aplastada y ya se estaba empezando a seca -Me había olvidado completamente de ti- comento mostrándosela al vendedor como si este le hubiera preguntado por ella -Las encontré en la casa del Naga, no la reconozco, aunque claro no soy muy bueno con las plantas, ¿tienes una idea de que sea?, ademas de una flor claro-
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Post by Laia Bloodwalk on Sept 25, 2017 5:32:36 GMT
De nuevo Frits demostró su conocimiento en plantas y ungüentos, identificando los ingredientes en su mayoría, sonrió de medio lado y asintió sobre lo del trabajo, por supuesto que ambos ganaban, y siendo así sus viajes serian incluso más rápidos de lo normal, porque ya no tendría que rondar en busca de las cosas sino llegar directamente a ellas. Dirigió su vista a Yaiza, soltó aire por la nariz con algo de gracia y sacudió ligeramente la cabeza, personajes como el no tenían remedio pero casi siempre resultaban buenos tipos, tanto ebrios como sobrios. Casi parecía que volverían a estar ellos dos solos nuevamente, hablar un poco sobre esa curiosa propuesta de salir a comer, no tenía motivos para rechazar una buena invitación y menos de alguien tan amable pero entonces, el elfo sacó una flor extraña tratando de ver si alguno podía identificarla –Un Iris violeta tal vez? –alzó las cejas pasando la vista en cada uno - crecen en muchas partes, puede que haya arrastrado algunas de regreso al nido.ooc: lamento muchisimo la demora pasaron unas cosas tras otras, no me he sentido bien emocionalmente y estuve de viaje varios dias por un evento de la universidad, me propondré a responder el thread si es que acaso continua :'v pero luego no más, me alejaré del rol un tiempo, sus chicos son un amor y la verdad hubiera sido chido conocerlos más uHu :'3
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Post by Frits Gouden on Sept 25, 2017 16:02:08 GMT
El chico escuchó atentamente al elfo mientras hablaba y se explayaba sobre su "aventura". Sonreía en todo momento, y miraba de reojo a Laia de tanto en tanto. Cuando Yaiza terminó de hablar y mostró la flor, iba a responder pero la chica se le adelantó. -Es posible que sea un Iris violeta, si. Aunque si estuviera en mejor estado podría confundirse con belladona, que es venenosa. Tan marchita y maltratada no sirve de mucho, eso si.- Sentenció sonriente mientras hacía la transacción de los frascos y el dinero. -Ha sido un placer hacer negocios con usted, señor Yaiza. Recuerde que Frits Gouden, es decir yo, está aquí para servir.- Dijo riendo y poniendo una carismática sonrisa. La primera impresión era la más importante para mantener a los clientes. Eso si, esperaba poder hablar más con Laia, pero no había forma cortés de decirle al elfo que se fuese, por lo que solo esperaba ya no tuviera más asuntos ahí.
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