Rallis
Los Invictos
Luces y estrellas en los ojos de oro
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Post by Rallis on Sept 18, 2017 3:47:39 GMT
Ella se trasladaba entre la hojarasca, rendida a una sensación de regocijo hasta ahora desconocida. Su piel tensa de expectación ante la más que probable promesa que había recibido. Su madre siempre le solía regañar por su capacidad de atención ciertamente volátil, pues de a momentos se internaba en sueños tan reales como el aire que respiraba, pero claro, «no era el instante ni el lugar, para estos pensamientos». Comenzaban a caer algunas gotas, fina trama de lluvia, frías al contacto de sus mejillas. Más que un ritmo plausible se trataba de un susurro y más que un trazo aleatorio se trataba de arte. Un crujido llamó la atención haciendo que se virase con fingida indiferencia. Había pasado más de media hora. —S̡͚͖̖̮͓̘̰͓͔̈́̈́̓͆͛̉͗́̌͠ḧ̛̼̮̞̠̪̘̗̣̺̯́̎̀͐̅̌͛͐̎ĥ̨͙̬͙̯̬̙͖̼̘̇̎́͐̑̿͐̕̕ḫ̮͉͕̬͕͉̦̼̊̽̊̋̿͆͑͂̚̚͜h̫̖̥̯̠̹͔͖̒͋̿̇͐̋̓͒͊͝ͅͅ—
Aquella joven que su madre había expresado que no se alejara en el bosque, no sabia lo que viviría, un aleteo con fuerza, su mirada se fijo en una sombra sobre un árbol muerto, unos enormes ojos dorados penetrando hasta lo mas profundo de su alma, la joven sintió en ella una calma, no...una agonía quería dejar salir un grito desesperado pero su voz se quedo atorada en su garganta, sudor frió recorría su espalda, abrió sus ojos aterrada. "—Corre...¡corre!—" Decía su corazón para rápidamente sentir como el peso de su cuerpo aminoro, corrió, corrió como nunca en su vida, escuchando como la sombra se elevo sobre el manto de la noche, un peso sobre su cuerpo, dolor...humedad, lagrimas ácidas de sus ojos en su boca, sangre, mucha sangre, el suelo del bosque se lleno de un grito ahogado, las filosas garras de lo que parecía ser un ave la habían atravesado. Su cuerpo cercenado en el frió suelo, el pico abrió sus entrañas, era devorada la arcana sin piedad alguna por aquella criatura, un llanto de princesa olvidada en el fondo de ese bosque, si tan solo hubiera escuchado a su madre quizá seguiría convida.
—h̵̩̳͖̺̺̳͊̈́͛͌̔̅à̸͙͙͚̫̝͌̊̊̈͘ͅm̵̢̪̪̞͓̣͐̾̆̓̅̚b̶͈̗̠͎̗̜̿̅̇̑̕̚r̵̺̥̪̹͂̊̒́̚̚ͅͅe̶̺̘̬̰̙͖͛̍̇̈͋͌— Su pico impregnado de sangre, sus plumas llenas de agonia, estirando sus alas elevando el vuelo perdiendose en aquel cielo estrellado, donde solo denotaban aquellos puntos dorados que eran los ojos de una criatura en agonia.
Que buscaba otra victima y acallara las voces.
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Post by Beltaine Waters on Sept 18, 2017 4:30:38 GMT
Desde el mediodía unas cuantas nubes tormentosas amenazaban el horizonte del cielo azul, manchandolo de un manto gris que se fue recorriendo hacia el centro. Había llegado desde Aqualia y ya tenía cubierta la ciudadela, pero faltaría muy poco para que llegase al bosque de los susurros, donde Beltaine recolectaba troncos y maderos en una carreta, acompañado solo por un leñador y sus dos corceles.
-Es mejor darnos prisa antes de que la tormenta nos atrape señor Waters -Dijo el leñador que oteaba el cielo con desconfianza del clima.
-Solo necesitamos dos troncos más -Contestó Beltaine con inquietud interna, por lo general prefería evitar lugares escabrosos como el bosque de los susurros, sobre todo la zona en la que estaban en la cual según leyendas de los lugareños de la ciudadela, aparecían monstruos de pesadilla.
-Sigo pensando que es mejor la madera del bosque de las hadas.
-Los Cortesanos de la primavera más cercanos a la Soberana Aesther nos harían picadillo si cortáramos tan solo un árbol de su bosque -Comentó el Kelpie resaltando la razón por la cual se habían aventurado en la zona del otoño- Además, en el bosque de las hadas hay un monstruo más tenebroso que los que rondan estos bosques.
A tales palabras el leñador escondió la cabeza entre los hombros, vigilando los alrededores a pesar de su robusta apariencia, no más grande que la del Kelpie pero la indicada para ser un Minotauro. No quería ni pensar en que era lo que el Explorador de aletas en su cráneo había visto como para afirmar tal crónica de pesadilla.
Tras un rato escucharon a la distancia un grito de terror que les heló la sangre a ambos. Pero no le dieron suma importancia, bien era sabido que las bestias del bosque de los susurros eran famosas por crear disturbios y jugar con las mentes de los arcanos, logrando que se perdieran y nunca regresaran a ver la luz de un nuevo día.
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Post by Izrlo Miéville on Sept 18, 2017 16:25:56 GMT
¿Quién le mandaba allí? ¿Por que tuvo que desviarse e ingresar a aquel bosque? ¿Por un desconocido? ¿Por sus extraños mensajes? Ni si quiera le conocía, ni si quiera le importaría si su cuerpo, mente o alma acaban muertos y olvidados en aquel maldito bosque al que solo con observarlo entendía que ni si quiera el debería ingresar en el ¿Y ahora donde se encontraba? En el maldito interior del aquel lugar, perdido por intentar ayudar a una persona que desconocía completamente.
Sería fácil haber ido por un arcano con su frágil figura e inocente figura y suplicarle a que salvase a un "Amigo" en el interior de aquel lúgubre lugar, pero no, debía preocuparse, debía recordarla aquella situación y debían venir aquellas imágenes juntas a la situación. Gruño para sus adentros pues había pensado que lo había superado, pero parecía que aquello sería una herida que por más que la intentara curar o incluso ahogar jamás lo iba a lograr.
Soltó un largo suspiro, uno pesado mientras caminaba por el bosque mientras observaba su tableta y los últimos mensajes enviados por aquella persona, ni si quiera conocía su aspecto y lo único que le guiaba era una gota dorada sobre el artefacto, una que cada vez que sabía que iba por buen camino brillaba levemente como una estrella en el horizonte, tenue, débil y frágil. Solo para obtener aquella mísera gota tuvo que desempolvar viejas costumbres que hubiera deseado no volver a usar pues solo hacían que aquella herida en su mente, en sus recuerdos se volviera más vivida e irritante. Todo este maldito asunto sencillamente le exasperaba, bastante.
—Ahgf! Mierda— Para ser tan pequeño y tierno se notaba en su carácter y palabras el peso de sus años como su experiencia, volteándose el cecaelia observo como uno de sus tentáculos se había raspado y herido uno de sus tentáculos por la espina de un árbol en apariencia muerto. En realidad, todo aquel bosque parecía muerto, pero aun así era capaz de sentir la vida en él, pero una vida misteriosa que realmente ni si quiera quería conocer. Con sus dos tentáculos delanteros llevaba una pequeña caja que esperaba le ayudara en aquel asunto, lo dudaba, bastante a decir verdad pues desconocía la situación del desconocido y no tenía mayor información que la que estaba sosteniendo en aquel momento en su mano y en la cual posaba la gota de brillante luz.
El sonido de un grito llego a sus oídos el cual lo altero momentáneamente pues se encontraba algo familiarizado con aquellos gritos, pero aun así no pudo evitar que se le helase la sangre pues el temor de no saber a que se debía era lo que le aterraba. Aun así su obstinación era clara y siguió andando por el bosque, moviéndose ágil sobre sus ramas y raíces expuestas por extremidades flexibles que evitaban hacerlo caer por algún paso en falso, solo debía seguir el brillo de aquella gota y con suerte encontraría al desconocido. Solo esperaba que no fuera demasiado tarde.
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Rallis
Los Invictos
Luces y estrellas en los ojos de oro
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Post by Rallis on Sept 21, 2017 4:04:33 GMT
Susurros, voces, miedo y el sonidode los arboles sufriendo, el viento sobre las alas del ser de pesadillas que asechaba en los bosques de los susurros, donde las almas en pena deambulaban en el bosque, el batir de las alas se detuvo, ahora la criatura se encontraba enfocada en solo una cosa, en una carreta que se encontraba quieta en el camino por entre el bosque de los susurros, los caballos que tiraban de la carreta se movían levemente ansiosos por la presencia de algo verdaderamente maligno, cuando la criatura solto un chirrido ensordecedor, para alzar el vuelo y dirigirse hacia el arcano que aun se encontraba en la carreta. Fue tan rápido, tan fugaz que solo pudo verse la enorme sombra que embistió con sus enormes y filosas garras la carreta, levantándola del nivel del suelo, hasta llegar a lo mas alto, los caballos atados a la carreta relinchaban llenos de dolor por las filosas garras atravesando sus cuerpos, para de manera inesperada ser soltada la carreta, dejando caer a los animales sin piedad.
—H̢̥͚̦̹̤͈̠̥̭͂̐̀̒̀̊̒̀͛̚a̤̤̥͚̜̙̹͎̠̓̿̏̄̀͐̍̍̆͘͜ḿ̩͇͚̹͈̥̠̙͓̉̃͗̈́̒̿̿̏̚ͅb̧̨͕͚̹̗̮̭̩͓͐̆͗͐͗̾̐̐̀͌r̡̭̠̠̗̳̘͙̖͐̎̓́͑̉̊̌̀̕ͅe̤̙̯̱̣̺͔͔͎͍̐̎̒͆̆̉̉̄̾̔—
Una voz aterradora lleno el bosque, acompañada de un chirrido, para descender en picada hacia el arcano mas grande, amenazando con sus filosas garras y pico. —F̫͉̙̘̞̗̭̱̯̩̋̃͌̾̌͒̆̀͘͝Ử̧̢̫͖͉̭̦̣̳͔̍͌̐͊̎̆͘͠È͎̝̼̗̥̠͓̥͈̞̓̅͆̇̔̌̊̅̚R̫̜̞̩͓̪͎̦̫̭̓̐̔̓̈́́́͌̚̚A̡̡͇̭̥̼͈͇͚͙̎̑̈́͒̑̓̿̇͘͠ ̨̜̱̜̘̖̥̖̣̻̔̂̃̈́̎̌̈́̑̄́D̡̧͖̮̰͇͕͖̼̉̉̈̋̈̄͌̑͝͝ͅĖ̢̨͚̤̣̮̭̙͔͉͋́̔͒͑̈̈́̐̒ ̨̡̖̙͈͕̞̯̥̤͂̂̿̀̍̾̅̇̎͝Ä͔̫͕̫͈͎̦͖͙́̊̈́̎͒͑͒͘͜͠Q̢̛̣̳͓̖͔͚̱̫̂̊͗̾̀̉̍̇̓ͅU͕̖͓̱̫̖͔̞͖̝̐̌̏̅̋́̈̊̚͝Į̦͉̣̬͕̮̼͕̬̆̊̍̂̈́͋̔̔̌͝— Grito, un grito de dolor, las voces en su cabeza, las sombras en su vista, el hombre que parecía vigilar la carreta ahora yacia en el suelo, para esta criatura salir volando hacia otras partes del bosque, perdiéndose en la oscuridad, ahora había un gran peligro que no solo acechaba a los dos hombres, si no también a un tercero que estaba cerca de donde ocurrio el ataque de la carreta, ahora la criatura estaba volando hacia Izrlo que deambulaba en busca de ¿alguien? La criatura gruño furica a punto de atacarle. ooc: Disculpen que tardara y sea tan corta la respuesta eh tenido mucho trabajo y tengo migrañas fuertes, pero aqui esta la respuesta! me esforzare mas! :D
Posiciones de respuestas: Rallis Beltaine Irzlo
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Post by Beltaine Waters on Sept 23, 2017 6:11:09 GMT
A medida que llegaban a lo que se conocía como "El ojo del bosque", un aire siniestro llenó la zona de campo abierto, La marcha de la carreta aumentó tras pasar dos árboles muertos que formaban un arco sobre los demás. Los caballos reincharon ansiosos, como si pudieran sentir algo que amenazaba sus vidas y tiraron de la carreta a todo galope, desesperados por salir de ahí.
-¿¡Que sucede?! -Exclamó el leñador jalando las bridas y tratando de sosegar el miedo de los animales.
De pronto un chillido desgarró el infernal silencio del claro. Descendió tan rápido que los sentidos de Beltaine no fueron capaces de detectar la presencia de la criatura hasta que esta se precipitó sobre ellos en un fiero ataque contra los caballos que se desplomaron sin vida cuando el inmenso rapaz los alzó tronando sus estomagos y dejandolos caer junto con la carreta que terminó hecha pedazos.
Desorientado por la sucesión de eventos, el Kelpie se levantó entre la madera destrozada y los troncos enteros, logrando percibir esta vez la amenaza frente a él. Pero cuando estaba a punto de enfrentarse a la bestia alada, esta salió volando en dirección opuesta al bosque.
-¿Que era esa cosa? -El leñador se encontraba confuso y golpeado, aún siendo un Minotauro, estaba entrado en años y su escasa fuerza apenas le permitía ponerse de pie tras ese ataque.
-No tengo idea -Era la primera vez que sus sentidos lo engañaban, pues sintió la misma presencia que llegaba a tener cuando su radar sentía un ser de luz, pero nunca había visto uno de ese tamaño o con esa forma, no tenía explicación para lo que atisbaron sus ojos.
-Señor Waters, con todo respeto soy un leñador y solo lo acompañé porque me lo pidió un cortesano del verano, pero esto es demasiado peligroso y todavía tengo una familia que mantener -Hablaba con firmeza, insistiendo en su tono de no querer permanecer un segundo más en aquel lugar- Si lo prefiere, podemos recoger los troncos en la mañana y el resto de lo que haya quedado de mis caballos, pero los cadáveres atraerán a más depredadores ferales y otras bestias y no pienso quedarme para averiguar que cosa nos ha atacado.
De un bolsillo sacó una pequeña piedra con grabados que refulgían un gelatinoso tono naranja. Las líneas entrelazadas de la piedra formaban la imagen de un halcón.
-Esto es una piedra transportadora, Quedan muy pocas en toda Mirovia y el inventor que las fabricó quedó calcinado junto con sus planos por un dragón salvaje, solo tiene un uso y esta dirigida a la ciudadela, si quiere acompañarme, le sugiero toque la piedra cuando se caliente.
Tras un vistazo a la piedra, Beltaine volteó hacia la dirección a donde había volado la criatura.
-No pensará ir tras ese monstruo ¿verdad?
-Tengo una corazonada.
Resignado, el leñador solo suspiró.
-Si regresa con vida, le invitaré una ronda en la taberna del dragón ahogado.
Tras esas gentiles palabras de consuelo hacia él mismo, el leñador dedicó una rápida oración a sus caballos, apretó la piedra y desapareció en un estallido de luz anaranjada.
-Espero estar tan equivocado como siempre -Ya no había marcha atrás, el Kelpie se encaminó hacia donde las pesadillas se manifestaban.
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Post by Izrlo Miéville on Sept 24, 2017 3:32:19 GMT
El relinchar de dolor de unos caballos junto al chirrido de una criatura que fue incapaz de reconocer llego a sus oídos. Sus tentáculos se retrajeron y aplanaron al piso inconscientemente por el temor que le empezó a recorrer el cuerpo, pero aun así mantenía su ceño fruncido ante su propia obstinación de no irse de allí, aunque el sonido de la madera chocando contra el piso y haciéndose trizas a la lejanía junto a otros relinchos de caballos moribundos hizo que su terquedad flaqueara.
—...— Se mantuvo en silencio escuchando las palabras que recorrían el bosque, palabras que el bosque no detenía y dejaba recorrer su territorio aun cuando el propio aire de aquel lugar se le hacía tremendamente pesado al pequeño arcano.
—¡!— Un pequeño grito quedo atravesado en su garganta al escuchar nuevamente otra voz emerger de entre el bosque sin ser capaz de encontrar su origen, pero con su tableta en mano y la pequeña gota dorada que brillaba al ritmo de un corazón hizo que siguiera en dirección a aquella criatura.
La pequeña gota sobre la tableta arcana empezó a brillar con la intensidad de una estrella en el horizonte, Izrlo que no se daba cuenta de la presencia y silenciosa amenaza de aquella sangrienta criatura. Aquella gota dorada pronto empezó a brillar cada vez más llegando a un punto en que Izrlo tuvo que cerrar los ojos al sentir como la pequeña gota brillaba con la misma intensidad del sol y con su luz atravesaba la oscuridad del bosque. Cegado el pequeño arcano soltó la tableta y retrocediendo cayó al suelo junto a su tableta y ahogando aquella luz en el duro suelo del bosque.
Cegado y en el suelo ni si quiera sabía que se encontraba en peligro, aunque no podía evitar retorcer sus tentáculos y buscando un apoyo con sus brazos para levantarse nuevamente.
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Rallis
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Luces y estrellas en los ojos de oro
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Post by Rallis on Sept 26, 2017 5:01:51 GMT
La criatura alada se mantenía firme donde se encontraba, fija su mirada de color oro en solo una cosa. Su próxima presa. Batió sus alas con gran fuerza e inclemencia contra cualquier ser que se postro en su camino, una luz, una luz que brillaba con gran intensidad hizo que aquel ser detuviera su ataque pero ahora estaba a centímetros de lo que ahora era una luz semejante al mismo sol. —D̨̧͈̱̤̾̆͋͒͌͠O̡̞͍̭͈̬̩̣̯̝̅̓̀̑̿̒L͎̬̫̭͎̻͖̙̘̾̌̊̍̆̔͝O̭̜̖̯̱̞̮͔̾͐̄͗̔̇̈͋R̛̟̮̳̣͕̯͍̼̰̒̔̽̋̀ D͕͖̹̥̳̘͌̈̌̃͗̅͂́͞Ǫ̶͎͎͇̺͙͙̉̓́̂̌͘͡L͕͇̪̥͕͈̊̇̿̅̇͋̎͟O̶̡̢̢̧̫̖͉̟̾́̂̾̊͗̉͡͡ͅR—̧̼̭̣͔͍̗̄͂́̕͝ Un chirrido de dolor salio de los adentros del ser que estaba atrapado en las sombras. Se alejo, no podía soportar ser cegado por la luz, dentro de aquel ser se escucho una pequeña voz, un susurro que grito del interior de la bestia. “—Alejense de mi! c-corran no puedo controlarme! —“ la voz del arconte atrapado por el encantamiento de Malak estaba luchando por que la criatura no dañara inocentes pero…era inutil, el hambre de carne, la sed de sangre inocente era tan poderosa que corrompía el juicio de quien alguna vez fue nombrado como Rallis. Dio un giro para elevarse una vez mas, alejándose de la luz, chirriando para descender cerca del otro arcano que estaba a varios metros de ahí, cerrados los ojos del búho, respirando agitado con las plumas esponjadas, sabia de la presencia de alguien mas ¿Quién era?¿de quien era esta escencia tan familiar? Abrió sus ojos encontrándose con el Kelpie. “—Beltaine…—“ la criatura giro la cabeza como si de una perilla de puerta se tratara para acercarse lento, con cautela y con una voz calma decir.
—ś̸̨̨͎͎̱̺̜̩͇̩̿̇͗͠u̧͈̼̥̮͌̒̄́̕ş̵͔̰͇͚̠̯̣̩̉̒̑̆̑ͅụ̸̢̳̺̯̳̤̖̐̊̈́̉͌̀̕͝͡r̨̢̺̮͖͖̻̈́̃̌̍̉͜r̵̡̛̤͖̯̙̝̋̏̊̈́͌̃̂͘̕o̶̡̭̰̖̟̰͋͗͛̚͠s̴̛̺̳̝̼̼̲̲̰̋̽̇̄̈́̽͌͂͟͟—
“—No…—“
—f̵̥̞̫͕̮̈̑̂̃͑̋͛̂̐͞e̴̢̤̺̺͖͗̈̅̀́̑̃͌l̨̪͙̹͕̼͌͑̔̇̔̚̕͞͠ȉ̷̛̟͔̬̭̞̳̃̔̂ͅç̵̛̦̜͎̱͈̉͐̐͊̈̉i̶̗̱͖̲̹͛̔͐͗̋́̚ͅd̡̧̛͍̼̮̖̺̱̟̄͒̐͌̓̏͝a̭̤̼͍̱͗͋̅̑̉̉͢d̨̲̗̙͇͈̄̊̀͑̽̿̄̾̾͘͢ͅ p̴͔̭̼̝̝͚̺͐̌͐̎͑͑̊̓̈́̓e̷͈̲̩̫̞͒̓͂͆̃̍ȑ̙̪͉͍͇͌̃̃̈̍͘̕͠d̢̹̜̜̬̩̫̼̄̈́͗͒̀̎͌̆̏ͅi̡̭̰̼͈̘̮͌̾̉́͑̃̕͢͞͝d̷̳̥͉̭̝̄̍̚̚͢͞͝͝a. —
“—Basta…—“
—v̭͓̗̙͋̅͛̍͟͠ͅe̷̲̱̟̲̖͇̞̔̿͘͟͠͞ǫ̣͖͓̖̽̀̇͒͗̌͘̕ t̖̣͙͚̦̪̉̈͆͊̇̚͜͢͜ũ̷̟͚̦̘͙̝̀͑̓͆͒͜s̸̖̮̩̩̮͐̽̋̑͋͆̎̾͞͡ p̬̜̲̙̳͍̽̂͌̿̌̇̀̀̐ȩ̴̬͉͈͍̑̿̏̿̚ṣ̜̳̠͉̯̣͓̐̄͋̀̓͊̒̌̋a̛͓̟͍̺͙͛̅͌̅d̨͓̱̞̮̩̳͎̣̃͊̆͌̈́́͘͡͡i͎̗̳͕̫̩̓̊̍͗͜͢͝l̡̪̦̗̭̇͌͊̐͑͡l̞̰͚̤͕̗͍̘̯̦̏̆̐̀̒å͙̫̫͂̎͜͜͞͠ś̻̻̯̪͈͌̾͐̔ͅ.̡̛̯̟̲̩̯̥̦̇̒̇͂̏̐̎̉͝ͅ.̸͉̯̟͙̱̖̘͔͙͐̀̂̌̈́͊̅̆̈́͢.̴̧̜̠͇̯͎̭̙͆̌̉̒̾̀̄̋́̍̀̆̔—
“—¡¡BELTAINE CORRE!! —“
—..H̶̡̢͇̲̆̄̀̈́̎̍̋̿͢͝A̵̧͔͍̥̘̩̜͛̈́̀͘͞͞M̶̡̛̺͖̤̼̤̾̓̈́́́͞͝͝ͅB̥̤̤͔̝͒̆̄́̀̎R̢̗̣͕͚̭̃͛͛͆̏̓̕È̢͍̩͇̺͖͓͔͗͒̓͗̍̈́͐̾͝..— Fue en ese preciso instante en que la criatura ataco al Kelpie, picotazos, rasguños y chirridos de furia, ignorando la luz de las lejanias.
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Post by Beltaine Waters on Sept 27, 2017 3:18:23 GMT
Impulsado por su intuición, el Kelpie corría a través del bosque siguiendo las señales que le marcaba el camino y el sonido de dos grandes alas batiendose más adelante. La escasa claridad del bosque de los susurros le hacía difícil saber por donde moverse, pues su radar solo podía detectar organismos vivos, cualidad carente de aquellos vestigios de árboles sin hojas.
No podía sacar de su cabeza la sensación de haberse encontrado con aquella criatura ene l pasado, cosa que lo confundía de sobremanera, pues en sus memorias no aparecía nadie igual, mucho menos lo que sus propias habilidades marcaban como evidencia.
Entre las tinieblas, una luz refulgió a varios metros de ahí solo por escasos momentos antes de que se escuchara un chillido que hizo añicos el aire y destrozó el silencio a varios kilometros de ahí.
cuando el ambiente se tornó tenue una vez más, la criatura estaba frente a Beltaine, observándolo como si tratase de comunicarse. El Kelpie se mantuvo firme, sin hacer movimientos bruscos, más, mantenía sus brazos cerca del cuerpo en una pose cautelosa en caso de que algo llegase a suceder. No apartaba los ojos de la criatura, la cual poco a poco se fue acercando, emitiendo un sonido el cual se pudo escuchar como una voz. Se sobresaltó por un instante, su intuición estaba en lo correcto, de alguna forma ellos se habían conocido en el pasado pero Beltaine no podía recordar donde o cuando había sucedido. Aquella voz que la criatura emitía sonaba más fuerte a medida que se iba acercando hasta que por fin la criatura abrió las alas y se lanzó de garras abiertas al Kelpie.
Beltaine anticipando este movimiento, se barrió pasando por debajo de la criatura y ya estando detrás de ella, se giró lanzando un brutal gancho a su espalda, con la finalidad de sacarle todo el aire y mandarlo al suelo.
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Post by Izrlo Miéville on Sept 29, 2017 2:53:24 GMT
Cegado y en el suelo, adolorido como perdido el cecaelia temblaba levemente ante el temor que le infundio la sombra de aquella criatura que iba a descender sobre él. Las palabras se atravesaban con su corazón que había subido hasta su garganta siendo incapaz de soltar un grito de piedad ante aquella amenazante silueta que bien le iba a llevar hasta su final, pero aquel dolor de su piel siendo desgarrada nunca sustituidos en cambio por los gritos de la criatura que se iban alejando sin saber el por qué, quizás tal vez aquella luz que le había cegado fue también su salvación ante las garras de aquel ser.
-Rallis- Al unisón de su mente su boca soltó aquel nombre, por quien habia ido a aquel maldecido lugar y el nombre al cual el brillo de aquella gota dorada estaba ligado. No había error, él debía ser aquella ave, él debía ser aquella criatura de lamentos tan desagradables.
Aun cegado, pero ya siendo capaz de ver siluetas borrosas en la oscuridad empezó a tantear el suelo junto a sus tentáculos en busca de su tableta con la esperanza de encontrar con ella la gota dorada. Pasaron varios segundos en el frenesí de su búsqueda en que barría el suelo con manos y tentáculos hasta que logro hallar su tableta, pero la gota, aun con la apariencia de una pepita de oro se había filtrado en la maldita tierra de aquel lugar, soltando un insulto maldijo su suerte pues aquella gota resultaba valiosa por el precio que tuvo que pagar para conseguirla, pero al menos ya no la necesitaba para encontrar a Rallis.
-Mierda...- Mascullo al notar que había soltado también la pequeña caja que había traído consigo. Nuevamente paso varios segundos buscando en la tierra y escuchando atento su entorno pues no siendo capaz de ver su guía más fiable para encontrar a Rallis era su oído y no tardo en lo que aun buscaba aquella caja en medio de la oscuridad llegar a sus oídos el sonido de la lucha en dirección donde antes había escuchado los berrinches de los caballos.
Uno de sus tentáculos logro al fin tocar algo que no fuera la madera astillada de aquellos arboles si no una lisa y plana, deliciosa al tacto. Como una serpiente su tentáculo se enrollo en la caja y trajo hacia Izrlo que apoyándose contra la madera muerta de un árbol logro ponerse en pie y ahora con la caja bajo su brazo derecho y su tableta en su mano izquierda, tanteando el suelo con sus tentáculos el pequeño arcano con la mirada aun nublada por la luz de la gota se encamino hacia Rallis, hacia sus dolorosos y sobrenaturales gritos.
Esperaba ser capaz de hacer algo y que el haber ido allí no terminara como una pérdida de su tiempo.
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Post by Beltaine Waters on Apr 4, 2018 3:29:21 GMT
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