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Post by Frits Gouden on Nov 23, 2017 17:02:30 GMT
Frits abrió la puerta sonriendo hacia Mio, revelando dentro su tienda. Era muy espaciosa, aunque sólo la mitad o menos tenía anaqueles, repisas o muestrarios. La otra mitad estaba vacía, aunque limpia e iluminada por el sol. El Kirin entró e invitó a entrar a Mio con un gesto, mientras con suma alegría escuchaba las palabras del emocionado Kitsune. La tienda olía a suave vainilla con delicados tonos a rosas.
Encima de los anaqueles, habían ya fuesen frascos pequeños con líquidos coloridos, cajas de madera envueltas en telas o abiertas exhibiendo hiervas de variados colores, frescas o secas. En algunas repisas habían jarrones con flores, o vendas cuidadosamente dobladas. En el centro de la habitación se podía apreciar una pequeña estación de destilado, en la cual una muy leve llama calentaba una especie de pequeño caldero, del cual salía fragante vapor.
-Bienvenido! Esta es mi tienda. También es mi casa, ya que vivo en el segundo piso. Acompáñame, vamos a la parte soleada.- Dijo el chico con una sonrisa muy cálida y sincera. Caminando por un pasillo que se formaba entre la entrada y la primera hilera de anaqueles, el peliazul guió al otro muchacho hacia la parte vacía de la tienda. Traería una mesita y sillas al sol, para poder tomar el té allí.
-También te agradezco, Mio. ¿Puedo ser muy honesto con algo? La verdad, no me había dado cuenta lo solitaria que era mi vida, la dicha que me produce tener un amigo nuevo es enorme- Murmuró bajando la voz un poco a medida hablaba, mientras al mismo tiempo el rubor aumentaba en sus mejillas. Estaba avergonzado, pero muy feliz.
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Post by Mio Kuro on Nov 24, 2017 0:05:44 GMT
La boca del kitsune se abrió ligeramente ante la sorpresa, se deleitó viendo aquellos detalles de la tienda desde el umbral de la puerta, sus ojos esmeralda recorrían lentamente los pequeños detalles, sintiendo la mezcla de olores golpearlo, le pico un poco en principio, sacudió un poco la cabeza, evitando estornudar, para después quedar en su nariz el dulce y suave aroma de la vainilla, todo era tan…hermoso, suave, delicado, trago saliva, estaba nervioso y admirado de aquel lugar, no tardo en identificar el segundo aroma, rosas, sonrió nuevamente, volviendo a admirar como se veía esa tienda hasta que la voz de su amigo lo saco de su ensoñación, respiro hondo y apretando la suave y gastada tela que cubría su preciado Biwa, estiro lentamente su pie, dando un pequeño piso, manteniendo la vista fija en el paso, debía calcular cada paso de forma perfecta, sintió un nudo en su garganta, dio otro pequeño paso, ya estaba dentro, alzo la mirada y la volvió a bajar, otros dos pasos “Por todos los… Mio, esto es ridículo” se regañó, avergonzado del tonto espectáculo, alzo la mirada, dejando que aquel extraño flequillo cubriera parte de su ojo, comenzó a caminar de una manera más normal, pero lento, siguiendo a Frits –Es realmente hermosa…-murmuro con suavidad, tenso, concentrado
En cuanto estuvieron en el pasillo el pobre músico sintió que el alma se le iba, pero ya parecía acabar, apretaba tanto aquella tela que podría exprimirle los tintes con los que había sido teñida, pudo ver una área vacía, nada que romper, el paraíso para alguien como el “Ya casi” Se animaba, cuando la voz del joven kirin capturo por completo la atención del curioso zorro, quien dejo de ver al piso para ver a Frits, escuchando atentamente aquella confesión en un tono bajo, alcanzaba a ver el hermosos color rojo que adornaba las mejillas del peliazul; Las mejillas ajenas se cubrieron aún más en aquel tono, su corazón se sintió cálido y acelerado, estaba emocionado, aquellas palabras le habían tocado su fibra sensible, respiro hondo mientras retomaba su paso para estar nuevamente al lado de Frits
-Frits… comprendo perfectamente cómo te sientes… si puedo ser sincero, debo confesar que- no, la suerte había dejado de bendecirlo y los nervios y la emoción le habían fallado, se tropezó con sus propios pies y la gravedad no tardó en hacer su trabajo; Oh, el suelo, viejo amigo, Mio se estampo en el suelo, al menos al tener las manos por delante había evitado golpearse por completo la cara… o casi, la nariz sí que le dolía, dioses, no sabía aun como tenia nariz de tantos golpes –Auch…- se quejó en tono bajo, sintiendo vergüenza por ese bochornoso accidente “Espero que quien se esté riendo de mi suerte se atragante de risa” era malo tener esos pensamientos, pero no podía evitarlo, ya no encontraba otro consuelo en su magnética amistad con toda clase de suelos
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Post by Frits Gouden on Nov 24, 2017 18:11:02 GMT
Ya faltaba poco. Ya estaba por llegar a ese lugar despejado de cosas. PLUFF! El sonido de Mio cayendo al suelo vino acompañado por un pequeño grito de Frits. -Ah! Mio! Estás bien?!- Había un evidente tono de preocupación en la voz del Kirin. Se había acercado a Mio y lo miraba atentamente. Miró de reojo las flores que le había pasado al Kitsune. Estaban bastante estropeadas, pero no lo mencionó. Le ofreció una mano a Mio para terminar el trayecto, mientras pensaba como restarle importancia al tema de las flores cuando el chico se diera cuenta.
-Es difícil caminar por aquí, creo que reorganizaré los anaqueles y así aprovecharé mejor el espacio- Le dedicó una sonrisa muy amable al chico. -¿Qué decías hace un momento?-
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Post by Mio Kuro on Nov 25, 2017 3:11:43 GMT
Subió un poco la mirada al ver como el joven kirin se le acercaba con preocupación, ofreciéndole su ayuda para levantarse y terminar los últimos pasos para por fin llegar al destino, donde ya tomarían en paz él te, el joven zorro sonrió un poco mientras aceptaba la mano y se levantaba sin muchas dificultades, dejando que su amigo lo terminara de guiar – estoy muy acostumbrado a que esto me pase… me eh dado golpes más fuertes – confeso con una sonrisa divertida mirando los anaqueles de los que hablaba Frits, nervioso, trago nuevamente saliva, apretando ligeramente la mano de su amigo, debía calmarse o nuevamente aquellos nervios ridículos le harían caer y esta vez sería peor, estaba seguro de eso – Creo que está bien así…solo… fue mi culpa, no creo que tu tienda este mal… - hablo en voz baja, suspirando, si bien era menos el espacio, no creía que estuviera mal distribuido
Bajo la miraba unos momentos para ver el suelo, cuando fue consiente de algo, algo muy importante que estaba en su mano “Oh no… no no” palideció, mirando las flores que él debía cuidar, estaban destruidas, se veían horriblemente maltratadas al haber tenido que soportar el peso de Mio, se mordió los labios con rabia, deteniéndose – Frits… tus flores… Yo…- el arrepentimiento y la culpa lo embargaron por completo y sin dudarlo se inclinó, su cabello paso hacia el frente por la posición, las manos del joven estaban a sus costados y la vista fija en el piso – Te lo compensare, las reemplazare… Lo siento mucho…- Murmuraba con voz firme, cerrando los ojos, sentía vergüenza y rabia por su torpeza, manteniéndose por largos segundos en aquella postura, rígida, muy doblada, una postura que en su cultura reflejaba lo arrepentido que estaba por su acto
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Post by Frits Gouden on Nov 27, 2017 3:35:30 GMT
Tal como temía el Kirín, su amigo se había dado cuenta de las flores y ahora intentaba disculparse a toda costa. -No te preocupes, Mio!- Le dijo de inmediato. -Pensaba extraer sus aceites de todas maneras, de verdad no es necesario que te preocupes!- Se acercó a Mio nuevamente y le ofreció un abrazo para calmarlo. No estaba seguro si era apropiado por lo que esperó el chico fuera el que realizase la acción, pero con los brazos extendidos y una sonrisa bastante tierna esperaba que se animara. -Puedo recoger los pétalos y ponerlos a hervir, pero primero tomemos el té! Si, amigo?-
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Post by Mio Kuro on Nov 27, 2017 5:40:56 GMT
Cuando el kitsune alzo la mirada, levantándose lentamente se sorprendió, no podía ocultarlo, incluso su boca se abrió ligeramente; No podía ver ningún rastro de molestia en su rostro, por el contrario, parecía animado, tranquilo, una tierna sonrisa se asomaba de sus labios a la par que los brazos del joven de cabellos azules se mantenían extendidos, ofreciendo un abrazo, acompañado de palabras de ánimo. Mio dudo unos segundos antes de acercarse lentamente, hacia tanto tiempo que no recibía un abrazo ¿Estaría bien? ¿De verdad no le incomodaba? Realmente se sentía avergonzado por su aspecto, no estaba en su mejor momento y las ropas que antaño habían sido final y pulcras ahora dejaban ver el paso del tiempo y la suerte del joven, no estaba rota ni nada de ese estilo, solo vieja; Mio rodeo con suavidad el cuerpo de Frits, escondiendo su rostro, el suave y frondoso cabello violeta no tardo en rodearlos, envolviéndolos también -…Gracias… y De nuevo… lo lamento…- Murmuro sonrojado, con los ojos acuosos, disfrutando de ese gentil tacto
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Post by Frits Gouden on Nov 27, 2017 6:34:11 GMT
Rodeó también a Mio con sus brazos, rodeando su cuello por la diferencia de estaturas, con gentileza y calidez. Se dio cuenta pronto que él también extrañaba un buen abrazo. Mantuvo al Kitsune rodeado con ternura y le ofreció unas suaves palmadas en la espalda. -¿Mejor?- Preguntó en voz baja, en un tono íntimo y algo emocionado. Era casi un susurro, sonaba feliz pero también dejaba en evidencia que estaba emocionado. Sentía a Mio tan cercano. Habían pasado un par de horas juntos, pero la sinceridad y naturalidad con la que se llevaban era, bastante especial. Generaba algo de confusión en Frits, pero sobre todo...
Felicidad. -Abrázame cuanto necesites, ¿Si, Mio? No hay ninguna prisa. Todo lo demás puede esperar-
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Post by Mio Kuro on Nov 28, 2017 3:13:07 GMT
La calidez de aquel tacto era sencillamente inigualable, era especial, el zorro se aferró un poco más al cuerpo ajeno cuando sintió las manos de Frits darle suaves palmadas de ánimo, asintió con lentitud ante su pregunta, realmente necesitaba aquel contacto y no había sido consiente de cuanto lo necesitaba, la última vez que había recibido uno había sido antes de que su padre muriera, el ultimo que le dio… Demasiados años. Suspiro suavemente, sabía que se volvería incomodo si seguía, pero estaba tan cómodo… -No…No quisiera incomodarte Frits…- murmuro de forma atropellada, temblorosa, no quería ponerse sentimental solo por aquel gesto, estaba tan feliz por haber encontrado en su camino a alguien como aquel chico, quizás su suerte cambiaría por fin
Lentamente comenzó a despegarse del cálido pecho del kirin, suspirando, alzando la vista para sonreír a pesar de sentir demasiado húmedos los ojos – Gracias... Sé que lo he repetido mucho pero realmente te lo agradezco Frits…- Una sonrisa sincera se asomó en los labios del músico, solo en ese momento fue consiente de la diferencia tan grande de altura, si Frits quisiera perfectamente podría apoyar su cabeza en la suya –Soy bastante pequeño…- Murmuro en voz baja sin querer, avergonzándose ante lo extraño del comentario
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Post by Frits Gouden on Nov 29, 2017 3:50:22 GMT
Poco a poco fue soltando al pequeño Arcano y ofreciéndole una sonrisa que iba cargada de la sinceridad de su corazón. -Eres perfecto tal y como eres, Mio- Murmuró en una voz tranquila. -¿Preparemos el té? Tenemos toda la tarde para hablar y me encantaría conocerte mejor.-
Frits caminó hacia el lugar vacío y revisando uno de los baules cercanos, sacó una manta que extendió por el suelo. Luego, mirando a Mio sonrió y fue a buscar un mechero, una tetera y dos vasos de arcilla. Tomó también un frasco de vidrio de uno de los cajones el cual tenía hojas de te, lo olió sonriente y fue hacia la manta extendida en el suelo con todas esas cosas. -El agua se tardará un rato, pero podemos sentarnos mientras. Oh! Ya se. Vuelvo enseguida- Dedicándole otra sonrisa a su amigo, Frits salió trotando y subió las escaleras. Pasados un par de minutos bajó con varios cojines pequeños de colores y pasando con cuidado por la tienda, los extendió sobre la manta. -Ponte cómodo, Mio.- Había mucha alegría en su sonrisa. Se le notaba lo estaba pasando bien.
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Post by Mio Kuro on Nov 29, 2017 4:19:44 GMT
Las mejillas del kitsune no esperaron más para adquirir nuevamente ese color rojo intenso, esta vez extendiéndose por el rostro del joven músico, estaba avergonzado ante ese comentario, y su corazón latía con fuerza, trago saliva dejándose guiar hasta la estancia vacía, le costó salir de ese estado, escuchaba una vez aquella frase, acompañada de la sonrisa tranquila, de los hermosos ojos del joven kirin “Despierta” Se gritó a sí mismo, moviendo la cabeza, ya Frits había instalado la manta y el resto de los objetos necesarios para beber él te, Mio no alcanzo a decir nada más pues el kirin salió corriendo en busca de más cosas, aprovecho aquellos instantes de soledad para jalarse con fuerza las mejillas mientras caminaba hacia la manta –En que cosas estás pensando Mio…- se regañó en tono bajo mientras se sentaba en aquella manta, comenzando a desatar con cuidado el nudo que mantenía la manta envuelta alrededor de su cuerpo para así, poder quitarse la Biwa de la espalda, depositándola a su lado con delicadeza
Frits no tardo en volver, Mio le miro curioso, le recordaba a un niño en cierta forma, y una sonrisa de felicidad se escapó de su rostro, aceptando en tono tímido aquel cojín para que pudiese estar más cómodo –Muchas gracias Frits…- Sonrió, intentando ordenar nuevamente su cabello, la cinta se soltaría en cualquier momento –Disculpa… espero no te importe…- Comento apenado y no esperando una respuesta, desato aquel enorme listo, dejando su cabello suelto, que no tardo por expandirse sintiéndose libre, era mucho más cabello del que se veía a simple vista, era realmente complejo peinarlo, sencillamente se había dado por vencido hace tiempo
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Post by Frits Gouden on Nov 29, 2017 5:04:52 GMT
Mientras colocaba la teterita con agua y algunas hojas de te y varitas de canela a calentar, miraba a Mio. Bastante fue su sorpresa al ver su larga cabellera, pero simplemente sonrió y volvió a repetir. -Ponte a gusto, cómo estés más cómodo, si?- Él mismo al sentarse en la manta se sacó las sandalias, mostrando sus finos y pequeños pies, y se recogió levemente la túnica para no pisarla. Disfrutaba de la compañía de su nuevo amigo y pensaba en que cosas preguntar para hacer la conversación amena.
-Mio... ¿Tienes hermanos?- Preguntó con algo de timidez pero manteniendo su tibia sonrisa. Tal vez había una historia trágica detrás y no quería hacer sentir mal a Mio. Era una de las cosas que le apenaba de Mirovia. Tantos Arcanos con familias fragmentadas, destruidas que intentaban empezar de nuevo. Él mismo era uno de esos.
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Post by Mio Kuro on Nov 29, 2017 5:30:17 GMT
El kitsune no tardo mucho más en acomodar su cabello, atándolo con fuerza para que no se soltara nuevamente, era demasiado cabello, pero no le molestaba tanto, al menos mantenía controlado su flequillo, suspiro lentamente, viendo como el kirin se quitaba sus sandalias y escuchando su pregunta, buscando los ojos del kirin, en realidad no veía nada de malo en su pregunta, aunque sospechaba un poco del tono, recordando la plática que habían tenido en el trayecto a la tienda –No… No tengo hermanos, fui hijo único – comento con tono suave, relajando los hombros, también había cosas que él quería preguntar, pero no sabía por dónde empezar –Pero si tuve a alguien a quien podría considerar mi hermana… pero hace décadas que no sé nada de ella, espero que este bien – sonrió de forma suave recordando a esa muchacha que había cuidado del mientras crecía, realmente la consideraba como alguien de su familia a pesar de tener tanto tiempo sin saber absolutamente nada de ella – Tú me comentaste que también tienes hermanos… ¿Ellos están aquí en la isla? – pregunto en tono suave, esperando no haber hecho alguna pregunta dolorosa, comprendía que el hecho de estar en ese lugar significaba haber huido, haber abandonado muchas cosas, demasiadas, familia, sueños, tradición, propiedades… una vida completa, en el caso de los que eran mayores, y aquello no era sencillo, eran heridas que no cerraban fácilmente
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Post by Frits Gouden on Nov 29, 2017 6:07:51 GMT
Frits sonrió ante la respuesta de Mio y estando ya cómodo y en esa sensación de confianza que sentía, respondió en voz suave y calmada, pero aún sonriente. -Hay veces que la familia no tiene lazos de sangre, y es algo hermoso- Sonrió y miró el techo. Sus recuerdos le hacían vagar hacia tiempos pasados, tiempos en familia. Pero pronto volvió a esa habitación iluminada, sentado junto a su nuevo amigo quien le preguntaba algo. -Mis hermanos... pues tengo tres. Está Straal, mi hermano mayor, luego vengo yo, luego Hemel y por último Weide. Straal murió en la guerra, Hemel está con mis padres en algún lugar... y Weide está en Mirovia, en un viaje de aprendizaje que el mismo se impuso. No lo veo hace casi un año, pero ya volverá. Me comunico con él por medio de cartas todas las semanas.- Dijo variando su expresión de una algo melancólica a su habitual sonrisa a medida avanzaba en su respuesta. Era evidente que le dolía recordar a su hermano mayor y a sus padres, pero también era notorio como su rostro se iluminaba en sonrisa al hablar de Weide.
Acarició la tela que había puesto en el suelo y suspiró suavemente, de forma más bien floja, como quien suspira tras un día de hacer bien el trabajo. -Hacía días que no me podía tomar un descanso adecuado. Me encanta mi trabajo, mi tienda, mi casa... Pero disfruto tanto la compañía de gente como tu...- Dijo muy risueño, cerrando los ojos mientras sonreía y ladeaba su rostro levemente. Un tenue rubor acompañó esa sonrisa, y sin darse cuenta Frits acarició suavemente su propio cabello, ordenándolo hacia un lado.
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Post by Mio Kuro on Nov 29, 2017 7:06:05 GMT
-Mi pésame…- Fue un murmullo, Mio bajo por unos segundos la mirada, viendo la manta, el comprendía lo que era la pérdida de un ser amado, aunque por supuesto su dolor jamás de los jamases se compararía con la pérdida de un hermano por la guerra, era una muerte mucho más dolorosa – Me alegra saber que aun te comunicas con tu hermano, y es bueno que él quiera aprender cosas sobre esta nueva tierra… la isla tiene aún muchos misterios y cosas que dar – sonrió suavemente, reacomodándose un poco, notando aquel gesto melancólico en el rostro de su amigo – Espero en algún momento poder conocer a tu hermano, seguramente se parece a ti y es tan amable como tu…- comento de forma suave, mirando la pequeña tetera, se sentía tan cómodo en ese ambiente, tan familiar, podía incluso recordar a su madre, cuando preparaba él te
Mio ladeo la cabeza confundido, mirando a Frits con evidente curiosidad - ¿Gente como yo? ¿A qué te refieres? – pregunto de forma suave, viendo el rubor en las mejillas ajenas, el kirin jugaba con su cabello, ordenándolo a pesar de que el joven zorro creía que así estaba más que perfecto y ordenado “No como el mío…” recordaba lo mucho que le costaba peinarse el flequillo y lo fácil que era que se le desarmara, pero bueno, le gustaba tener ese riso que cubría su rostro
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Post by Frits Gouden on Dec 1, 2017 3:20:59 GMT
Sonrió agradecido cuando Mio le ofreció esas condolencias. Había pasado hacía tantos años ya, pero aún era algo de lo que podía recordar y, que el chico se tomara ese momento de honrar a su hermano muerto era grato.
-Definitivamente espero también que puedas conocer a Weide! Él se parece más a mi padre, y es un chico amable, sincero y amigable. Se llevarían muy bien- Frits se tomó un momento para revisar el té. Emanaba algo de fragante vapor aromatizado a canela que acariciaba gentílmente los sentidos. Aún le faltaba un poco para llegar a su punto de hervor adecuado, eso si. Se levantó y fue a uno de los muebles de la pared del que sacó un frasco que contenía unas pocas galletas de color pálido. Lo llevó junto a la tetera y se volvió a sentar. -Sírvete! Y por gente como tu me refiero a... Arcanos amables, amigables y sinceros. Arcanos que me hagan sentir feliz de hablar con ellos- Dijo con algo de timidez y un leve rubor en la cara.
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