Finally, some fun! (Priv. Tsuyume ~ Blyer) (Cerrado)

Aun habían muchas dudas en su cabeza, respecto a lo que decían de aquel lugar bajo el mar, tan majestuoso y digno de ver, realmente esperaba que fuera así y que hubieran muchos lugares por los que explorar, después de todo, había esperado por demasiados años para ir, y ahora que tenia la posibilidad de hacerlo, no quería dejar ningún lugar sin recorrer, aunque esperaba realmente no ser una molestia para la Sirena que se había ofrecido a guiarlo, no tenia ganas de que ella pasara por algún mal rato solo por su ansiedad de aventurarse en lo desconocido, al menos para él. Dejo escapar un suspiro a la par que abría los ojos para seguir observando el vasto mar frente a él, sintiendo como la brisa parecía calmarse un poco más de lo que ya estaba, todo era tan tranquilo, y quería que se mantuviera así al menos el resto del día, sin nada que amenazara el arruinar aquella visita. Se estiro un poco para luego ver como lentamente la Sirena de cabellera colorida emergía de la profundidad del agua, caminando hacia él con una sonrisa. Podía notar ese estado más animado de la contraria, ya no se encontraba en ese estado demacrado de hace varias noches atrás, y no solo eso, aun conservaba aquel collar que le había entregado esa misma noche, cosa que realmente lo hacia feliz, por lo que no dudo en devolverle aquella sonrisa y alzar la mano para saludarla de manera animada.

- ¡Buenos días, Tsuyume!.- Exclamo de una manera bastante animada, para luego escuchar aquella breve disculpa, a lo que el Minotauro solo negó con la cabeza mientras esa sonrisa suave en su rostro se mantenía.- ¡No te preocupes! Creo que yo fui el que llego muy temprano...- Dijo llevando su mano a rascar su nuca mientras dejaba escapar una risa un tanto avergonzado.- ¡Y si! Solo dame un segundo...- Dijo para acercarse un poco al agua, dejando que sus pies con aquellas botas cubriendo estos tocaran el agua, comenzando a hacer los pasos que aquella Sirena en la Ciudadela le había explicado para lograr hacer el hechizo que le permitiría viajar a Aqualia. En cuanto los pasos necesarios fueron realizados, una especie de burbuja rodeo la cabeza del Minotauro, la cual parecía contener alguna especie de magia que le permitía respirar adentro. Los ojos de Blyer nuevamente parecían brillar al ver aquel hechizo funcionar, por lo que no dudo en dar un salto bastante animado.- ¡Funciono!.- Exclamo con una gran sonrisa, por lo que no dudo en acercarse a abrazar a Tsuyume de toda la alegría que sentía en el momento, por fin podría visitar ese lugar, el día de verdad había empezado de una gran manera. Soltó lentamente a la contraria rascándose la cabeza.- Perdón por eso, no pude con mi euforia...- Se disculpo dejando escapar una risa y luego mirando al mar ansioso.- ¡La magia es increíble!.- Volvió a exclamar para mirar a la contraria con esos ojos animados y la sonrisa marcada en su rostro.- Ahora si... ¡Estoy listo!.

No tardo en acercarse un poco a la contraria, para luego recordar algo y acercar su rostro para verla.- A todo esto... ¿Has comido bien, no...?.- Interrogo en un tono curioso y a la vez un tanto dudoso, pues la vez pasada le había pedido encarecidamente a la contraria que mejorara su alimentación pues no tenia ganas de volver a verla en ese estado demacrado en el que se encontraba la vez anterior, por lo que la preocupación no se iría hasta que ella le contestara aquella pregunta. La brisa nuevamente se hacia presente, esta vez no movía los cabellos del Minotauro gracias a la burbuja en su cabeza, le parecía demasiado curioso el funcionamiento de esta, pues parecía que el aire dentro no se acababa, realmente agradecía haberse encontrado con aquella curiosa persona en la Ciudadela que le permitió estar ahí ese día.- Bueno, ¡Ya no nos tardemos más, vamos!.- Exclamo para sin más tomar la mano que la contraria hace unos momentos le había ofrecido, cual niño pequeño tomando la mano de su madre, aunque quizá de una manera un tanto avergonzada oculta tras esa sonrisa, pues esperaba realmente no incomodarla con su gesto, pero la ansiedad era mayor y ya quería adentrarse en el agua para dirigirse a aquella ciudad.

No pudo evitar soltar una suave risa en el momento que la contraria había respondido de aquella forma nerviosa a su pregunta respecto a su alimentación, agregando también que sus horas de sueño también habían mejorado, cosa que de verdad le alegraba oír, pero también le sorprendió el hecho de mencionar que había sido gracias al collar que él le había dado, cosa que mostró con cierta sorpresa en su mirada, para luego esbozar una suave sonrisa.- Me alegra saber que te ha ayudado, te dije que serviría.- Comento mientras la miraba, dejando ver esa alegría en tan solo los rasgos de su rostro, agradeciéndole en parte a su hermano por darle la oportunidad de ayudar a alguien de esa manera, y también de ayudarlo en aquel momento, ese sacrificio que el Minotauro mantenía siempre impregnado en su mente, pues sentía que así siempre podría honrar la memoria de este. No tardo mucho la sirena en también sujetar su mano con esa sonrisa amable en su rostro, retrocediendo para comenzar a entrar lentamente al agua, el Minotauro trago saliva un tanto nervioso, nuevamente con cierta paranoia: ''¿Y si la burbuja se rompe?'' ó ''¿Y si hacemos enojar a alguna criatura enorme del mar?'', No, no podía seguir pensando así, por lo que agitando su cabeza antes de entrar al agua, se quito todo pensamiento pesimista y solo pensó en que seria una gran aventura.

Lentamente el agua iba cubriendo su cuerpo, sintiendo la humedad en sus ropas pero no le importaba, no si así podía cumplir aquel gran objetivo, y gracias a aquella burbuja, ya cuando se encontró completamente bajo el agua aun podía respirar casi con normalidad, pero la vista del alrededor lo valía totalmente, a pesar de aun haber visto poco y nada de lo que le esperaba en el camino. En el momento que se encontraban bajo el agua, la Sirena no tardo mucho en tomar su forma fated dejando ver aquella colorida cola, las escamas en su rostro y las alejas en los lados de su cabeza, el Minotauro se quedo observándola durante unos momentos con bastante impresión, tardando en reaccionar a la pregunta que se le había hecho.- ¡Ah! Claro, claro...- Respondió aun mirando los rasgos de aquella forma de la Sirena, realmente le parecía increíble, los colores, de cierta manera tan vivos.- Entonces... Arrecife de coral, suena increíble...- Comento llevando su mano libre a su barbilla, cuando a espaldas de la Sirena, un cardumen de una gran variedad de colores paso a gran velocidad.- ¡Ohh, que genial!.- Exclamo apuntándolos, jamas había visto peces tan majestuosos, y no había sido el único banco de peces, pues a la distancia se podían ver grandes cantidades de estos. La mirada del Minotauro iba de un lado a otro admirando estos, para luego mirar a Tsuyume con una sonrisa.- ¡Vamos al Arrecife! Quizá ahí hayan más de ellos.- Exclamo con gran animo para ir en rumbo a ese lugar.

Mientras iban camino a ese lugar, los ojos de Blyer no podían quedarse quietos, observando hasta mas mínimo detalle que podía, mientras era guiado por la Sirena de colorido aspecto.- ¡Mira eso...! ¡Oh, y eso!.- Exclamaba apuntando a peces o plantas que jamas había logrado ver en su estado natural, realmente era una dicha poder observar todo y eso que aun estaban empezando el recorrido, probablemente se entusiasmaría mucho al momento de llegar a las partes más hermosas de Aqualia.- ¿Que otros lugares más hay ademas del Arrecife?.- Pregunto con bastante ansias de escuchar la respuesta de la contraria, quería conocer todo, aunque también debía pensar en la disponibilidad de la Sirena, no quería gastar todo su tiempo en tan solo un capricho por decirlo de alguna manera.- Si tienes algo que hacer, puedes decirme alguna dirección e iré por mi cuenta, ¡No hay problema!.- Dijo con una sonrisa a pesar de saber que se perdería si pasaba eso, pero como siempre, prefería perderse a molestar mucho a una persona con sus cosas.

No podía evitar sentirse así de animado, a pesar de sin querer espantar a los peces a su alrededor por su alto tono de voz al momento de emocionarse, simplemente no podía ocultar la felicidad que sentía en ese momento, estaba cumpliendo una especie de sueño e incluso una fantasía al ser capaz de ver tan hermoso paisaje submarino con ayuda de nada más y nada menos que magia. Su mirada se distrajo unos momentos de aquel cardumen de peces que había pasado cuando la contraria hablo de los demás lugares que conocían y que podían explorar una vez llegaran a Aqualia, a lo que el comentario seguido de esos lugares le causo cierta gracia que no pudo ocultar al Minotauro.- Bueno, si hay lugares inexplorados, solo se puede hacer una cosa, ¿No es así?.- Propuso en un tono bastante animado mientras le sonreía de gran manera, casi como queriendo conocer esos lugares que ni siquiera la Sirena había explorado, esa sensación de exponerse a lo desconocido era demasiado fuerte y probablemente insistiría bastante con ir ahí. En el momento que había hecho aquella pregunta, de inmediato fue respondido con una breve carcajada, y posteriormente aquellas palabras que, la verdad del caso es que tenia razón, si se perdería si iba solo, ademas de la dificultad de movilizarse, realmente no podría hacer nada en ese lugar sin la ayuda de Tsuyume.- Lo se... Bueno, al menos se que no es molestia.- Dijo con una risa mientras retomaban el nadar.

En el momento que por fin llegaron a aquel Arrecife mencionado por la contraria, los ojos del Minotauro mostraron mucha sorpresa al notar aquel hermoso paisaje, los peces de gran variedad de tamaños y colores nadaban cerca de ellos, como si sintieran curiosidad de aquel extraño en tierras desconocidas, las plantas daban un toque majestuoso colorido al enorme lugar, y todo combinado a los distintos sonidos de aquel lugar submarino, era algo que realmente era una dicha de ver.- Es... Precioso...- Dijo en voz baja, pero más que volver a ponerse en ese estado de euforia, su sorpresa fue tal que solo pudo observar maravillado los alrededores.- Jamas había visto algo así...- Dijo en voz baja mientras sus ojos recorrían cada parte de aquel arrecife, bajando un poco más mientras un se encontraba tomado de la mano con la contraria.- Creo que con solo ver esto, puedo dar este viaje por... Pagado.- Menciono con esa impresión notoria en sus palabras, sentía una felicidad inexplicable, como si todo el peso que había sentido por décadas, se hubiera esfumado con solo estar en presencia de aquel lugar de ensueño. Nuevamente un cardumen de peses de una variedad mayor de colores los rodeo velozmente, esta vez el Minotauro se quedo en silencio admirándolos, no había palabras que describieran realmente el como se sentía.

- Gracias por mostrarme este lugar.- Dijo desviando su mirada a la contraria, quizá, de no ser por ella, jamas se hubiera motivado a buscar la forma de visitar el fondo del mar, pero ahora, todo eso estaba frente a sus ojos, parecía un sueño, pero todas las sensaciones que estaba sintiendo le demostraban que aquello era de lo más real.- Quizá a Udquien le hubiera encantado este lugar...- Murmuro casi como un murmullo, más para si mismo que para la contraria, solía hablarlo bastante con su hermano, preguntándose ambos como seria aventurarse en el fondo del mar, visitar el vasto territorio de Poseidon, Dios de los Mares. Alzo suavemente su mirada, podía verse el reflejo del sol aun bajo el agua, y una suave sonrisa se poso en su rostro a la par que unas pocas lagrimas apenas notorias caían por sus mejillas... ''He cumplido nuestro sueño, Hermano... Espero que donde quiera que estés... Disfrutes esto tanto como yo...'' dijo en sus adentros, para respirar profundamente y mirar a la mujer.- ¡Este lugar es increíble! Podría quedarme aquí por horas...- Dijo mientras decidía bajar un poco más para que sus pies pisaran tierra.

Realmente le hubiera gustado que su hermano de verdad hubiera tenido la oportunidad de observar ese lugar de ensueño, de hacer realidad aquel objetivo que juntos tenían de observar los lugares creados por el mismísimo Dios de los Mares, lamentablemente, eso ya jamas seria posible, ahora su hermano descansaba entre las miles de estrellas que cubrían el suelo cuando el sol decidía darse un descanso y dejaba a la luna velar por todos los seres vivientes de la tierra. Sabia perfectamente que no podían quedarse todo el tiempo que quisieran en aquel hermoso arrecife de coral, eso lo ponía triste realmente, pues tan solo el primer destino había sido una de las cosas más maravillosas y hermosas que en su larga vida había visto, por lo que le hubiera gustado admirarlo mucho tiempo más, deseando que cada mínimo detalle de aquel curioso paraíso submarino se quedara impregnado en su memoria para jamas olvidar que tuvo la oportunidad de que sus ojos apreciaran aquel lugar.- Lo entiendo... Quiero ver todos esos lugares, aun así me gustaría que nos quedáramos un poco más aquí...- Comento casi como una petición, quizá un tanto egoísta de su parte, pero en el fondo simplemente le costaba querer irse de aquel sitio.

Mientras aun admiraba de los coloridos peces que pasaban por la zona, la voz de la Sirena nuevamente se había hecho escuchar, para nada más y nada menos que proponer una interesante actividad, el tomar pictografias con la Tableta Arcana. ¿Como no se le había pasado por la cabeza? Realmente no lo sabia, pero en cuanto la ajena lo había propuesto los ojos del Minotauro brillaron cual estrellas brillantes recién nacidas en el cielo.- ¡Si, saquemos pictografias!.- Expreso bastante animado, soltando la mano de la contraria, buscando su Tableta Arcana la cual se encontraba en la parte trasera de su cinturón, y tomándola entre sus manos.- ¿Que debería captar primero...?.- Dijo un tanto dudoso mientras miraba alrededor, habían demasiadas cosas a las que podía tomar aquellas pictografias, no podía decidirse a que tomarla primero realmente, hasta que en el momento que se volteo para pedir a la ajena alguna opinión sobre eso, noto una curiosa y preciosa vista donde la colorida cola de la Sirena era iluminada por los rayos de sol que se filtraban por el agua, al parecer estaba distraída, pero aun sin importarle eso, no dudo en levantar su Tableta arcana, para tomar una pictografia de ella en esa posición.- Increíble...- Dijo en voz baja para observar la pictografia en la pantalla de aquel aparato mágico.

Al momento de admirar la pictografia, respiro profundamente y totalmente avergonzado, por el simple hecho de haberle sacado una pictografia a la contraria sin su permiso, pero no había podido evitarlo, la forma en que la luz del sol había iluminado sus coloridas escamas y no solo eso, parte de su piel y sus ropas que llevaba, habían hecho de aquello una pictografia muy hermosa sin duda. Tomando el suficiente aire para que sus mejillas calmaran aquel intenso rojo, se acerco para extender su tableta a ella con su mirada agachada y aun nervioso.- A-ah... Y-yo... Saque p-pictografia tuya... Cola brillante... Bonita...- Ya no podía modular bien de lo nervioso que se sentía, avergonzado y con cierto miedo de que la contraria se enojara por aquella acción, realmente no había sido con mala intención pero aun así, la vergüenza le ganaba por mucho y ni siquiera entendía del todo el porque. En el momento que pudo relajarse, quería seguir tomando pictografias del lugar, por lo que no dudaría en sacarle una a cada pez y planta que viera en ese lugar e incluso en el camino a otros lugares.

Ese miedo lentamente comenzó a recorrer su cuerpo, por el simple hecho de haber tomado aquella pictografía sin el permiso de la mujer le causaba una sensación de haberle causado una molestia, como si lo hubieran acusado de robar una preciada foto de alguna familia real o algo por el estilo, esa era la sensación que le provocaba aquel incomodo silencio, y el rostro sin expresiones de la contraria, aquellos ojos de iris ámbar analizando aquella foto con cierto detenimiento, era una espera que parecía matarlo lentamente, y a la vez ansioso por saber que diría la contraria respecto a aquel repentino y quizás desubicado acto. La voz de la Sirena de colorida cabellera no se hizo esperar mucho para dejar escapar una alegre risa de sus labios, pero también se podía notar cierta vergüenza en ella, eso realmente lo había aliviado y todo el miedo que llego se había esfumado en tan solo unos pocos segundos, dejando escapar un pesado suspiro mientras recibía aquel aparato arcano devuelta por parte de la ajena, devolviéndole aquella sonrisa que ella también había esbozado, sintiendo sus mejillas calmar aquel intenso rojo que hace unos momentos no parecía querer abandonarlo por ningún motivo. Ante las palabras de la mujer respecto a aquel curioso halago que le había otorgado a la mujer hace unos momentos, dejo escapar una risa nerviosa mientras agachaba la cabeza.- A-ah... ¡Si!.- Respondió más animado, mientras sentía nuevamente su mano ser tomada por la contraria, y dar aquel pequeño recorrido a las plantas y peces varios del lugar.

La felicidad solo iba en aumento desde ese punto en el que la Sirena mostraba aquel animo, uno demasiado parecido al del Minotauro, que respondía de la misma manera a cada indicación que la contraria hacia, usando su Tableta arcana para tomar una pictografía de cada cosa que la sirena le decía.- ¡Tienes razón, todo es precioso!.- Respondió con esa gran sonrisa en su rostro, parecían dos niños pequeños recién llegados a un hermoso prado y lo único que querían hacer era sacarle el máximo provecho a cada cosa, por más mínima que fuera. La disculpa de la contraria lo había tomado un poco de sorpresa, mostrando cierta impresión en su mirada, pero luego esta se volvió una mirada comprensiva y amable, con cierto instinto paternal incluso, y realmente no sabia el porque de eso, solo le había provocado cierta ternura al verla disculparse por una actitud que el siempre solía tener.- ¡No te preocupes, yo siempre soy así!.- Respondió con bastante confianza, pues ya sabia que la ajena conocía su actitud desde la primera vez que se habían visto, así que ni siquiera se molestaba por tratar de ocultarla o algo por el estilo.- Claro, solo dejame tomar algunas más y ya.- Agrego mientras se giraba un poco para ver algo más que le llamara la atención, y así poder captarlo con la Tableta arcana como uno de tantos hermosos recuerdos que se llevaría de aquella aventura.

Finalmente había terminado con las pictografías de al menos aquella zona, se sentía ciertamente orgulloso de todas las que había sacado, las conservaría como un gran tesoro, como uno de los recuerdos más preciados que tenia.- ¡Ya estoy listo!.- Comento mientras volvía a mirar a la ajena con esa característica sonrisa en su rostro, guardando su tableta en su cinturón para acercarse a ella.- Saque muchas, ¡Y todas son preciosas!.- Dijo de una manera bastante emocionada, para posteriormente acercarse un poco más y tomar su mano con cierta delicadeza, y una alegría realmente llenadora.- ¡Vamos a la Ciudad!.- Agrego mientras aquellos ojos bermellón del Minotauro se conectaban con el iris ámbar de la Sirena, de verdad no habían palabras suficientes para expresar toda la gratitud que sentía hacia ella, y con cada momento que pasaba, ese agradecimiento aumentaba más y más al punto de que la felicidad también se hacia mucho mayor.- Aun queda mucho por ver.- Comento esta vez en un tono más amable, esperando que la contraria comenzara a guiarlo a otro de muchos lugares que verían ese día, pues la visita solo estaba comenzando.

Le daba cierta tristeza el tener que abandonar aquel lugar tan de ensueño, el arrecife de coral definitivamente se había vuelto una de las cosas más hermosas que sus ojos habían visto en tantas décadas de viaje, pero a pesar de haber sido pocos momentos ahí, los iba a recordar con gran cariño, ademas, aun tenia la gran cantidad de pictografías que logro tomar con su Tableta Arcana para rememorarle todos los momentos que paso en ese lugar. Cuando la ajena también confirmo de que debían saber administrar el tiempo de visita de cada lugar, el Minotauro asintió con una suave sonrisa en su rostro mientras las manos de ambos nuevamente se unían para comenzar el recorrido a lo que era el objetivo principal de aquel viaje, la Ciudad de Aqualia.- ¡Ya quiero llegar...!.- Exclamo mientras nadaban en dirección al lugar, apreciando por últimos momentos el hermoso paisaje que dejaban atrás, pero siendo recibidos por otros más clandestinos como lo eran algunas plantas marinas exóticas y uno que otro pez de tan vivos colores como los que había visto hace algunos minutos atrás. Su miraba se desvió con cierta impresión a la Sirena que lo acompañaba cuando esta comenzó a explicar que las puertas de tan majestuosa Ciudad eran enormes y notorias para que el renombrado Guardián de Aqualia, Atlas, pudiera ingresar a esta sin problema alguno, aunque también le daba cierta decepción el no poder admirarlo en persona.- Ya veo... Seria genial poder conocerlo, dicen que es alguien muy sabio y fuerte...- Comento con impresión respecto a esa misteriosa persona.

Sus ojos volvieron a mirar al frente aun cuando la contraria seguía explicando cosas sobre la Ciudad, aunque la verdad se encontraba poniéndole bastante atención a la Sirena, pues ella parecía conocer bastante aquella Ciudad como para contar aquellas cosas sobre ella.- ¿Recuerdos? ¡Eso suena genial!.- Exclamo con una voz bastante animada mientras seguían avanzando, el camino cada vez se hacia más corto para poder llegar a su destino.- ¿Que clases de comida hay en Aqualia?.- Pregunto en un tono curioso, pues a pesar de todo su apetito no iba a cambiar, no importa en el lugar que se encontrara, así que prefería llegar ya con una idea de lo que podría degustar en aquel lugar, quizá carne, o algún delicioso postre, lo que fuera, y seguramente la contraria sabría recomendar algunos lugares. Al cabo de unos minutos más de nado, finalmente las gigantescas puertas de Aqualia se dejaron ver frente a ellos, el Minotauro se quedo observando con una gran impresión la magnificencia de aquella entrada, le había dicho la Sirena que eran grandes, pero no se había imaginado que tanto.- Son... Enormes, y... Hermosas...- Comento en voz baja mientras avanzaban con un poco más de calma, Blyer intentaba ver cualquier mínimo detalle de aquella enorme construcción, para lentamente adentrarse en lo que era la Ciudad en si.

Ya no podía mantener su vista en un lugar fijo, sus ojos iban de un lado a otro observando el diseño tan extravagante de las casas de aquel lugar, podían compararse a caracolas gigantes e incluso corales que fueron modificados para volverse hogares de varios tritones y sirenas que recorrían el lugar, muchos observando al Minotauro por ser alguien totalmente fuera de lugar en aquella zona, pero realmente no le estaba tomando importancia a eso, pues estaba demasiado concentrado en admirar todas las construcciones alrededor.- ¡Este lugar es hermoso!.- Exclamo con gran animo y con ese aire infantil que solía tener ante las cosas nuevas que lo sorprendían, pero aunque quisiera no podía ocultarlo, ni su alegría ni su sorpresa.- ¿¡Vives aquí!? ¡Debe ser increíble! Levantarse todas las mañanas, y ser recibido por este gran paisaje...- Agrego con una felicidad que solo ascendía con cada segundo que pasaba, incluso llegaba a sentir cierta envidia sana de poder vivir en aquel lugar, pensando incluso en querer ser un tritón en ese momento para jamas dejar ese paisaje, aunque eso solo era un pequeño capricho, y más que nada, con cierto pensamiento de querer dejar de ser un Minotauro.- ¡Sigamos, quiero ver más de Aqualia!.- Dijo volviendo a tomar la mano de la Sirena, con esa característica sonrisa en su rostro.