Lobo de acero caido

Oir nuevamente otra risa de parte del grandote le hacia sentirse relajado y de cierta forma le tenia más confianza -hmmm~ pues si te has dejado llevar por las hormonas de esa manera, entonces ya no nos parecemos tanto- comentó mientras se recostaba sobre aquella escamosa y dura cabeza de dragón.

Alzó las orejas y la cabeza cuando oyó la palabra "mercenarios" el fue uno por bastante tiempo. A su mente le venian memorias de aquellas aventuras con el grupo de humanos y arcanos que trabajaban juntos a pesar de sus diferencias, sonrió levemente y bajo la cabeza para continuar escuchando -un caballero negro que portaba una gran espada? Creo que he oido sobre sus masacres- arqueo una ceja con algo de preocupación y trato de disumular una voz tranquila -de casualidad ese caballero del que hablas...no era de francia?- entrecerro sus ojos esperando que la respuesta no sea la que imaginaba.

Resoplo por la nariz. Aunque los caballeros negros dejaran su nacionalidad, aun así habían algunos que eran conocidos en ciertas zonas por sus terribles acciones -uhuh...eso lo sé. Como sea...simple curiosidad- en parte su respuesta era cierta, pues quizás el conocía al caballero del que hablaban pero no era nada seguro.

Guardo silencio pues miraba pensativo al wyvern bajo sus patas. Por su armadura, el habrá sido otro caballero? Y porque se enfrentaría a uno negro? Estaría defendiendo humanos o arcanos?

-eh?! Por qué te detienes??- miraba muy confundido al wyvern -que? Cómo que no eres el de antes? Vamos levántate!no querías información? La cuidadela no esta muy lejos!- al ver que sus palabras de aliento no funcionaban, se bajo de un salto y fue a pararse nuevamente frente a el para verlo bien -oye! No falta mucho y más fácil para ti ya que puedes volar y esas cosas- hizo una mueca intentando sonreír.

Suspiro pesado, se recostó en la arena y se cubrió el rostro con sus patas delanteras -ogh...viejo...te dejaría aquí para que seas dragón asado pero...uuugh no puedo creer que vaya a decir esto- lentamente quitó sus patas de su rostro y le miró -si puedes sellar tu forma de nuevo te llevaré a la ciudadela pero con unas condiciones- se levantó y sacudió la arena de su cuerpo -primero, quiero un diente tuyo o una uña o escama ya que no puedo pedirte un ojo, no preguntes porque. Segundo, te llevaré por el río, asi será más rápido y ninguno de los dos se hace chicharrón- sonrió ampliamente -trato?- le extendió la mano de su rabo.

Se apartó un poco cuando vio que el wyvern cerraba sus ojos y se sorprendió al ver que las escamas se hacían grises para luego ser llevadas por el viento. Parpadeó un par de veces desconcertado (parece que hay muchas maneras en las que los arcanos transforman sus cuerpos huh) había visto transformaciones anteriormente pero tenían cierta similitud a diferencia de esta.

Esperó unos segundos a que el grandote se levantará pero simplemente estaba ahí tirado en la arena -oye viejo eso es un si, verdad?- se acercó dando unos brincos y le olfateo -oye! No te hagas al muerto, no voy a hacer todo el trabajo!- con su pata sacudió aquel rostro lleno de cicatrices y al no ver una reacción dijo con la voz quebrada -ay no mames...esta?- le apretó la nariz y pellizco las mejillas; no le era difícil pues sus patas parecían manos.

Acercó su rostro al del contrario para sentir si este aún respiraba y si lo hacía, pero débilmente -ay verga...que susto- suspiró y alzó la vista para ver al horizonte con preocupación pues el sol se asomaria pronto.

Resoplo con molestia y con la mano de su cola buscó que lugar sería el más seguro por donde sostenerlo y luego arrastrarlo, finalmente le agarró de la axila, asi no lastimaria su brazo al jalarlo de éste. Sin perder tiempo comenzó a correr presionando lo más que podía sus patas contra la arena pues el grandote era pesado.

Muchos minutos después, quizas horas, llegaron a la orilla del río que separaba el desierto del resto de Mirovia, el sol comenzaba a alzarse en el cielo y el ahuizotl estaba agotado -mierda que eres un gordo huff... un gran gran gordo puff...- el estar incómodo y cansado siempre lo ponía de mal humor. Sin esperar más se metió a la refrescante agua del río y luego metió al wyvern junto a él.

Con facilidad y agilidad ahora avanzaron por el río, nadaba por la superficie para no ahogar al grandote. Minutos después se detuvo y subió a la orilla donde bastaría caminar en línea recta para llegar a la ciudadela -oye viejo- finalmente le soltó sobre la orilla llena de piedras -ya cumpli, quiero mi parte del trato- le observó en silencio un momento -si no te despiertas te arrancaré una uña o diente ahora mismo- esperó la respuesta otro momento y resignado se fue a parar sobre este para mirarlo fulminante y darle palmadas con cierta fuerza en la cara.

Cuando el grandote por fin dio señal de vida al suspirar, dejo de pegarle en la cara pero su mirada fulminante aún permanecía -descansando huh?! Mira que yo debería estar descansando porque eres un gigante gordo! Que comes? Piedras?- resoplo por la nariz con enojo.

Se bajó de él de un saltito y se acercó a la mano extendida la cual estaba cubierta de escamas rojas, las miró por un momento y con mucho cuidado, usando sus largas uñas, arrancó la escama más grande que vio -bien, con esto será suficiente por ahora- habló más relajado y se llevó la escama a la boca para luego masticarla.

-y bien?- tragó lo que tenía en boca y continuó hablando -aquí ha terminado nuestro viaje supongo- elevó la vista al cielo con los ojos entrecerrados -parece que hoy será un día soleado y no puedo andar así por aquí...hay algo más que necesites grandote?- ladeo la cabeza mirandolo expectante.

-un médico??- le miró extrañado y continuó escuchándolo pero de mala gana pues todo el viaje y lo mucho que pesaba el draconico consumió bastante de su energía, pero si descansaba un rato probablemente estaría lleno de energía de nuevo.

Se sentó a su lado y cerró los ojos para pensar; quería ayudarlo porque parecía ser buena persona y hasta el momento le agradaba pero por otra parte ya había hecho bastante por él y no quería llegar a inmiscuirse demasiado. Se rascó un costado del cuello con una pata delantera y abrió ojos para ver a quien aún descansaba en el suelo -esta bien, te ayudare- dijo casi entre dientes y desganado mientras devolvía su pata al suelo -la verdad no conozco a ningún médico y la cuidadela es bastante grande, quizás nos llevé un largo tiempo encontrar a alguien que pueda curarte- puso una pata sobre la frente del contrario para medirle la temperatura; estaba un poco caliente -aún así, se algunos primeros auxilios, puedo ayudarte si quieres, aunque no sea mucho- le dio unas palmadas en la frente para molestarlo y que pueda espabilar -que es lo que le duele al grande y pesado wyvern, eh?- preguntó con voz embobada mientras hacia muecas graciosas.

Se apartó un poco cuando vio que se levantaba para apoyarse en sus brazos -que sostienen que? ...uhuh- miró extrañado al hombre pues no había terminado una palabra y la cambio por algo muy distinto, que habrá querido decir?

-vale vale, ya te dije que te ayudaría. Relájate- negó con la cabeza y se aproximó al arcano tomando una forma humana con rapidez; sus ropas estaban mojadas, escurriendo algo de agua y se encontraba de rodillas frente a él -crees?- preguntó alzando una ceja y haciendo una mueca -no creo poder curar cosas internas...te hiciste revisar esas heridas? cuando te las hiciste?- espero a que respondiera mientras tanto el observaba el resto del cuerpo del wyvern moviendo tan solo los ojos, asegurandose de que todo estuviese en orden.

Se pasó una mano por la cara para quitarse las gotas de agua que se deslizaban por esta -no prefieres dejarte la parte superior de la armadura? A no ser que eso te genere un malestar más que protección- tomo el borde de su camiseta para estrujarla y asi escurrir el agua de esta -puedo ayudarte a caminar y llevar el resto de tu armadura si es que no quieres dejarla, no será molestia alguna- le puso una mano en el hombro con cuidado dándole a entender que en verdad lo estaba apoyando y quería ayudarlo.