Lobo de acero caido

Hizo una mueca al oír las palabras raras del viejo -sabes, al menos nos tomará una hora en llegar pues vamos a pie- giró su cabeza para verlo extrañado -estas tan mal que alucinas...- alzó las cejas y frunció los labios, no creía que llegase a estar en esa condición.
Puso suavemente su mano sobre la desnuda y magullada espalda del wyvern -solo la mejilla? ay aja- rodó los ojos y negó con la cabeza varias veces; en verdad el grandote no tenía remedio -hablas de tu hijo de nuevo? primero preocupate por ti no? que sino no estarás vivo para encontrarlo...y cuerpo tuyo tampoco encontrarán- murmuró lo último rascandose brevemente la mejilla.

Hizo un sonido con sus labios de desaprobación -tch...te lo digo viejo, priorizá tu salud por ahora o yo mismo te meto un golpe en las costillas para que te preocupes porque no pareces estar lo suficiente- resopló sonoramente para hacer aun más notoria su molestia. Bajo un poco la cabeza y haciendo un puchero dijo -no te rindas, llegaremos...-.

Su puchero volvió a fomar una mueca, es que acaso este viejo era un cabeza hueca y dura?
Arrugó la nariz escuchando con poco interés las palabras tercas del hombre, ya no gastará más saliva intentando hacerle entender de lo mal que se encuentra y cuan peor podría estar por esforzarse de esa manera; la fuerza que le queda debería usarla para buscar a alguien quien pueda curarlo.

-EH! SUELTAME!- Gritó molesto cuando fue sostenido por el grandote, al agarrarse de su espalda un susurro se escapó de sus labios -no me jodas- el viejo se iba a transformar de nuevo (está loco) Pensó elevando la vista al cielo por un momento. Como acordó con sigo mismo, no haría nada más para hacerle entrar en razón, dejaría que él cave su propia tumba.

Por ser segunda vez, la transformación del wyvern ya no le sorprendió; se sostuvo fuertemente de las escamas de su espalda -sí, sí...lo que digAAAAH- no se esperaba que echará en vuelo de un solo impulso, dejó salir un gruñido mostrando nuevamente su molestia.

-sigue directo! pronto la verás...es fácil reconocer la ciudadela!- indicó elevando la voz para ser escuchado por el wyvern cabeza hueca.

Descendian pero algo pronto para llegar siquiera a la entrada a la ciudadela -oye grandote, mueve esas alas!- le ordenó pero no hubo respuesta alguna -me estás escuchando? Mueve esas malditas alas si es que no te quieres estrellar en el suelo!- aguardo un poco más con una expresión de enojo. La distancia que tenían con el suelo y a la velocidad que estaban yendo debido al peso del wyvern era vertiginosamente peligroso.

Avanzó ágil sosteniendose de las escamas hasta llegar a su cabeza -OYE, MUÉVETE!- Gritó nuevamente dandole fuertes palmadas, aún sin respuesta.
Gruñó haciendo una mueca y se fue hasta encontrar el ojo del grandote, estaban cerrados, habrá perdido la conciencia de nuevo?

Se colgó de su párpado inferior llegando así abrir el ojo (que nombre mencionó hace rato? Ugh maldita memoria) le dio una palmada en el ojo con la mano de su rabo pues aún se encontraba en forma fated -uh...Ca...Catánamo! Él está esperando a que lo encuentres no?! vamos viejo, no falta mucho!- le dio otra palmada en el ojo esperando que sus palabras de motivación le hicieran reaccionar, sino tendría que saltar para salvarse de aquel terrible choque que se avecinaba.

No había reacción -mierdaaa- dijo entre dientes, bajo la vista, comenzó a calcular donde y cuando debería salar para aterrizar a salvo (uno, dos y...t-!) Justo cuando iba a soltarse, el grandote había sellado su forma de nuevo lo que le hizo girar un poco en el aire pero pronto fue abrazado por él quien amortiguo la caída (si será estúpido! se quiere morir no?!) Al ser Claus quien recibiera el impacto, más daño se haría del que ya tenía.

De mala gana pero con fuerza le abrazó para proteger al menos algo mientras rodaban, al poco rato se detuvieron de golpe seguido de eso se escuchó un crujir de manera -...- guardó silencio un momento, el cuerpo le dolía y no quería ni imaginarse como estaría Claus -estás loco maldito bastardo- maldijo entre dientes debido al dolor, seguido de eso rio aliviado -dormirte en pleno vuelo? No mames, será mejor que pases el resto de tu vida en una silla mecedora, no crees?- se dio cuenta de que aún lo abrazaba, le soltó y lo apartó para poder levantarse tambaleante -casi nos matas- se miró los brazos que estaban llenos de raspones de los cuales brotaba sangre -no me sorprendería si te mueres, pero déjame dejarte claro que me comeré tu maldito cadáver- amenazó con la voz ronca y una gran mueca.

Poco después resoplo sobandose la espalda -puedes levantarte?- le miró despectivamente, no lo llevaría arrastrado de nuevo pues había acabado con su paciencia; quizás al llegar a la ciudadela lo deje a su propia suerte.