Martina
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Post by Martina on Apr 25, 2018 20:11:52 GMT
A pesar de ser un elfo tenía muy poca experiencia en lidiar con animales salvajes, se podía decir ella era un elfo doméstico y sin las herramientas a su alcance no había mucho podía hacer. El agua hacia difícil el moverse y correr no era una opción, se mantuvo a lado de Abraham con esperanza de que el pez al notar lo superaban en número fuera ahuyentado.
El pez parecía no desistir y antes de que pudiera decir algo se encontró a lado de Abraham sobre la superficie del agua –“ ..??! ah?! “- En automático se sujetó a él rodeándolo con los brazos. Que clase de habilidad era esa? Levanto la mirada para responderle - “ Si, pero.. tu te encuentras bien? ”- sus ojos se encontraron con los del vampiro, el frio emanaba así como una sensación de inseguridad, el cambio en él fue tan repentino parecía tratarse de otra persona. Se encontró petrificada aun con los ojos contra los de el hasta que la fría sensación del agua la hizo reaccionar, el la dejo caer sobre el agua.
Tosió un poco al salir a la superficie de nuevo, Abraham se movía demasiado rápido y no le permitía a ella reaccionar a tiempo, apenas tuviera oportunidad se quejaría con él por no avisarle de sus acciones. Una vez más el la había apartado sacándola del camino del pez y siendo arrastrado por el al fondo del lago. – “ Ahh! nononoo-“ se llevó las manos a la cara. Maldecía estar en el agua, su agilidad no servía de nada ahí. Debería reaccionar y actuar instintivamente así que se llevó una mano a una de sus largas mangas para sacar una aguja bastante larga, respiro hondo y volvió dentro del agua. No contaba con suficiente fuerza para liberar a Abraham pero se acerco lo suficiente para clavar aquella aguja en la cola del pez.
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Abraham Shelley
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Post by Abraham Shelley on May 4, 2018 19:20:21 GMT
La fuerza de las mandíbulas del pez mantenía apresado al vástago el cual luchaba contra este con tal de liberarse, pero sus esfuerzos parecían ser completamente en vano ya que no sentía que la enorme boca del bagre cediera a sus fuerzas. No fue hasta que vio a Martina dirigirse a ellos que intento pedirle ayuda, aunque su cuerpo no necesitase respirar por su naturaleza muerta la idea de acabar devorado por tal criatura no se le hacía por nada atractiva.
El pinchazo con la aguja en la cola del pez hizo que este empezara a dar fuertes coletazos a causa del dolor que tal acción le produjo, más Abraham sintió como las mandíbulas del pez empezaron a aflojar su agarre en su cintura torso, no fue hasta que el vampiro observase el ojo de la criatura el cual observaba hacia atrás, a Martina.
Soltando a su presa el pez aun con su enorme tamaño se dio rápidamente vuelta dándole la espalda a su anterior presa y dirigirse con fiereza a la elfa. Abriendo sus enormes fauces dejando ver el abismo negro que era su carnoso interior se disponía a atrapar el cuerpo más pequeño y llevárselo a las profundidades del lago, a solo centímetros el bagre se detuvo ante Martina a la vez que una enorme garra se incrustaba en su viscosa cabeza.
Una enorme criatura, cuadrúpeda, mucho mas grande que el propio bagre hacia incrustado en su cabeza y otro en su lomo sus enormes garras aferrándose ante los repentinos movimientos que había empezado a hacer el pez con tal de liberarse de tal agarre el cual comenzaba a desgarrar su carne y teñir el agua de un tenue color rojizo. La bestia sobre el pez era horrible, el rostro asemejado al de un murciélago, una nariz chata, enormes orejas con la forma de cuencos y unos ojos amarillezcos enfermizos en los cuales Martina era capaz de ver un tremendo dolor y angustia que muchas veces se posaban sobre su figura aun cuando se batía en lucha con el enorme pez.
La lucha los llevaba tanto al fondo como a la superficie del agua donde enormes cantidades de agua salpicaba, el pez intentando huir de las garras de la bestia y esta a su vez luchando por incrustar sus enormes fauces sobre la garganta del pez. Así la presencia de Martina había sido ignorada por el pez y así fue por varios minutos donde ella pudo ser expectante de la lucha y de su final.
El enorme bagre yacía al fin sin vida en las fauces de la criatura que nadaba en dirección hacia los sauces, allí abandono donde antes estuvo la elfa sentada con su amigo del cual ya no había rastros mas allá de sus prendas desgarradas flotando sobre las aguas aun rojas del lago. La criatura aun siendo tan imponente por su tamaño, miraba desde que había salido del agua con temor, con duda sobre sus acciones luego de dejar su trofeo sin vida sobre las raíces de los sauces mirando indeciso su alrededor. Cabizbajo tomo con sumo cuidado entre sus fauces el parasol negro de Abraham y a paso lento huyo entre las sombras a la espesura del bosque.
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Martina
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Post by Martina on May 15, 2018 6:30:36 GMT
Había tenido éxito en pinchar al pez, este soltó a Abraham. La elfo empezó a mover su brazos para retroceder en cuanto noto al pez girando en su dirección, no era lo suficientemente ágil en el agua para poder apartarse del camino, se quedó petrificada ante el abismo negro el cual era el vacío dentro de la boca del pez. “ …. !!!! “ – Algo había atacado el pez. Aquello ocurrió tan rápidamente que solo pensó en alejarse antes de que también fuera presa de sea lo que estuviera atacando aquel pez. Que era aquello?? No se trataba de otro animal perteneciente al lago. Mantuvo la mirada fija en aquel sal y como luchaba contra el pez.. pero pronto el agua comenzó a pintarse de rojo haciendo difícil el poder ver que ocurría. Empezó a angustiase y busco con la mirada Abraham, donde estaba?? Acaso había escapado? No podía aguantar la respiración por mucho bajo el agua, y empezó a nadar hacia la superficie entre la sangre mezclada con el agua. Extendió sus brazos ayudándose a salir exhalando fuertemente una vez que su rostro salió del agua. – “ ABRAHAM?!” - dijo mientras miraba a su alrededor esperando poder verlo afuera. Algo comenzaba a salir y se apresuró a nadar hacia la orilla, arrastrándose fuera del agua con sus prendas mojadas y cubiertas de rojo por culpa del agua teñida. “………………” se trataba de un murciélago o algo parecido. Miro en silencio como salía del agua y como tomo el parasol haciendo algo claro para ella .. de quien se podría tratar. Pero no podía moverse, todo lo que había ocurrido había sido demasiado y solo retrocedía sentándose sobre la tierra mojada observado como aquel ser se marchaba. (Levantate.. levántate!) Se dijo a si misma forzando sus temblorosas piernas a moverse e ir detrás de el adentrándose al bosque.
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Abraham Shelley
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Post by Abraham Shelley on May 18, 2018 8:04:28 GMT
El monstruo huía del temor, de los recuerdos, de la simpatía.
La criatura temerosa y confundida arrastraba su cuerpo por los matorrales. Su enorme y tosco cuerpo dejaba un rastro de ramas rotas y hojas pintadas con gotas de sangre mientras en sus fauces llevaba su mas preciado tesoro consigo. Bañado en la sangre del bagre el hedor se le hacia tanto asqueroso como la mas bella de las fragancias al vampiro, pero la imagen de Martina y la propia suya reflejada por unos segundos en los lagos le atormentaba, no por sentirse horrible, si no por sentirse una amenaza.
Rehuía la criatura de la luz del día pues su piel ya expuesta por varios minutos aun habiendo estado bajo el agua se encontraba reseca y agrietada en muchas partes de su espalda y pecho. Tan rápido y espontaneo, tan frenético había llegado el cambio para el vástago, un aspecto que no había usado ya en décadas y que había pensado ya seria incapaz de tomar un aspecto que ahora era incapaz de revertir.
El dolor retornaba a su cuerpo, memorias marcadas a hierro rojo sobre su piel, recuerdos que simplemente le hacían estremecerse con cada paso que daba. El dolor sobre su espalda era el que mas agobiado le tenia, retorciendo su nariz y dando gruñidos mientras su cuerpo temblaba le hizo al fin, por un dolor que su cuerpo se negaba a olvidar, caer bajo la sombra de los arboles en la espesura del bosque. Su mirada angustiada observaba en dirección al lago mientras su nariz chata olfateaba su propio cuerpo impregnado por la sangre del bagre. Usando su larga lengua empezó al igual que un perro herido a lamer su pelaje y las cicatrices de su cuerpo con tal no solo de quizás saborear aquel néctar para su especie si no también apaciguar el dolor que le atormentase.
Dejando su parasol resguardado, sujeto en un gancho de uno de los arboles en el que descansaba bajo su sombra el vampiro se acicalaba a su vez que se lamentaba sobre las memorias y a su vez su estupidez y debilidad, su incapacidad de no proteger a los demás por si mismo.
Lastimoso y acobardado el monstruo solo deseaba olvidar.
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Martina
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Post by Martina on May 25, 2018 2:56:10 GMT
Difícilmente se había puesto de pie para seguirlo mirando hacia atrás hacia el lago … no había duda de que aquel ser era Abraham. Sabía el era un vampiro pero desconocía tanto de su raza.. acaso esa era su forma verdadera? La elfo apoyaba sus manos contra los troncos de los arboles como apoyo mientras se adentraba en el bosque.
Había un fuerte aroma a sangre en el aire, sabia parte de el provenía de sus propias ropas impregnadas del agua ensangrentada… pero este la guiaba hasta que se topó con un rastro en el suelo. Gotas de sangre asi como pisadas mojadas. Se detuvo y la inseguridad la invadió. Aunque lo encontrada.. Que podía hacer? No sabía que significaba aquella forma, tal vez era algo natural y lo mejor era dejarlo solo hasta que se sintiera mejor.. incluso hasta que regresara a la normalidad. Pero la idea de que pudiera estar herido o algo malo estaba ocurriendo estaba presente en sus pensamientos. La elfo se llevó las manos al rostro ayudándose a aclarar mente. Podría solo acercarse lo suficiente para ver si estaba el bien, y… tal vez el podría estarlo?
Después de unos minutos retomo el paso hasta que su agudo oído de elfo alcanzo a escucharlo, se encontraba bastante cerca, se preguntaba si el podría notar su presencia. Ella era veloz así como agil, podía usar eso para ocultarse entre los árboles y acercarse lo suficiente para poder verlo de espaldas. Se quedó en silencio mientras lo examinaba con la mirada.. no había tenido oportunidad de charlar con el antes sobre… sobre esto? Tampoco ella tenía idea para haberle preguntado antes. Abrió lentamente su boca para susurrar su nombre, con una voz temblorosa.
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Abraham Shelley
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Post by Abraham Shelley on Jun 6, 2018 19:32:11 GMT
Lamiendo las marcas en su piel, cicatrices que ardían en dolor fantasmal el vampiro ignoraba el mundo que le rodeaba, para el todo era dolor y sufrimiento, aquel cuerpo era un lastre lleno de recuerdos indeseados que ardían sobre su figura como marcas recién hechas con ardiente acero, no importaba el tiempo que hubiese transcurrido desde que se habían cerrado y sanado o cuanto hubiese intentado ignorarlas hoy los recuerdos y el dolor retornaban como uno solo al recordar los terribles años que jamás deseo haber pasado en vida, de los cuales había huido sin esperanzas de sobrevivir naufrago en el mar, pues aquel día que fue libre y se lanzó al mar había sido libre para elegir su muerte, una pacifica que le alejaría del sufrimiento que había vivido a manos de los humanos, pero el destino tuvo otros planes al arrebatarle de las aguas de la muerte y lanzarlo a la tierra prometida de los suyos.
Abrumado no había notado la presencia de Martina, pensando quizás que al ver su horrible forma ella huiría en vez de ir en su busca él había bajado su guardia por completo por lo que el elfo pudo acercarse y quedar solo a un par de metros por la espalda de la criatura tal vista solo le dejaba ver su pelaje negro surcado por delgadas, pero largas cicatrices y lo más llamativo sus alas cortadas dejando en su lugar solo dos muñones.
Su voz, aquel tímido susurro no llego a ser oído por el vampiro, pero de igual forma este se giró lentamente siendo Martina capaz de ver aquellos ojos amarillentos enfermizos, quizás fue el temor de ver la criatura lanzarse sobre ella, lo súbito y quizás por sobre todo el espacio que lograba abarcar con esa bestial forma. Martina se encontraba en el suelo con el pestilente olor a pescado proveniente de las fauces que tenía sobre su rostro el cual lentamente iba bajando a su cuello, ella era capaz de ver esos ojos, nublados por una marca en V blanca sobre sus pupilas, sintiendo como la nariz de la bestia olfateaba el embriagador aroma de la sangre que le cubría y el propio proveniente de sus venas.
La lengua de la criatura saboreo la sangre y calidez del cuello del elfo para abrir su fauces y rozar con sus colmillos la vena vital del elfo, se sentía como el filo de los dientes casi penetraba por la terciopelada piel ajena, pero el titubear invadió aquella fatal mordida, la mirada entre presa y bestia cruzadas en todo momento hizo que Martina viera el horror en los ojos del monstruo.
Se retiro con lentitud, pero pronto entrando en razón se quitó inmediatamente de encima de Martina, como un perro acobardado todo su cuerpo temblaba, su pecho se hinchaba en busca del aire y su cuerpo se volvía lentamente un ovillo ocultando su desfigurado rostro sobre sus enormes garras, llorando.
—Lo... lo siento. No... yo no— Su voz era distinta a la de Abraham, era débil, frágil, desolada y lamentosa, una voz oculta en el abismo de su dolor.
—¡Yo cuanto lo lamento!— Las lágrimas como un arroyo huían de sus ojos por sus mejillas, derrotado por su debilidad era consciente ya de su accionar, el cómo casi asesinaba a la única persona que le había tendido la mano en aquella nueva tierra, quien por poca hubiera sido sus encuentros alguien a quien deseaba proteger.
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Martina
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Post by Martina on Jun 11, 2018 4:34:44 GMT
Daba pasos lentos y procuraba moverse de manera silenciosa, no sabía de qué manera acercársele. Su olfato no estaba tan desarrollado como para notar el aroma a sangre en sus prendas. Le costaba trabajo hablarle, sabia se trataba de la misma persona.. Pero no podía evitar sentir mucha inseguridad, sus palabras apenas se escuchaban con temo a una reacción negativa de parte del otro.
Se detuvo al ver el ser frente a ella giro, a pesar de haber logrado llamar su atención se paralizo. Al notar como se aproximaba rápidamente hacia ella retrocedió, terminando con su espalda contra el suelo en un intento de poner distancia entre ella y el murciélago. Su rostro comenzó a palidecer al ver no había forma de huir y tenía en frente las fauces de aquel ser, el calor de su aliento y la lengua así como dientes encima… Todo indicaba iba a devorarla.
Su mirada estuvo fija en los ojos del otro unos segundos antes de cerrarse, no quería ver.. tenia miedo. Se llevó las manos al rostro, invadida por el temo no sabía de qué manera arreglar esto, no había estado en una situación similar para saber qué hacer y como un animal herido solo aguardo con la esperanza su muerte fuera rápida. “…………..” Pero nada ocurrió.
Lentamente abrió sus ojos, podía escuchar una voz que se alejaba. La elfo poco a poco se incorporó usando sus brazos como apoyo para levantarse del suelo, escuchaba a el otro lamentarse. No podía evitar sentir impotencia, a pesar de que se trataba de la misma persona le temía.. pero no podía evitarlo, él tenía todas las intenciones de asesinarla, sabia Abraham no lo había hecho intencional.. Que podía hacer.. le haría daño si era honesta. La elfo se quedó en su lugar, levanto el rostro mirando en dirección de Abraham y titubeando un poco le hablo – “ ..Abraham?.. Regresemos.. “ -le dice mientras da unos pasos en dirección de el. Había bastantes cosas quería preguntarle.. Sobre lo que le había ocurrido o el porqué de sus acciones, pero el verlo de esa manera le indicaba el no estaba en condiciones de responder. Si él podía volver a la normalidad intentaría convencerlo y llevárselo de vuelta con ella, no podía dejarlo ahí. – “ …no.. no se qué es lo que está ocurriendo pero.. puedo ayudarte. .. dime como ayudarte“
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Abraham Shelley
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Post by Abraham Shelley on Jul 4, 2018 0:42:44 GMT
La dulce voz de Martina lentamente penetraba en la mente del vástago que como la miel lentamente inundaba los temores del vampiro por breves que fuesen sus palabras pues le traían de vuelta al confort del presente pues el pasado era algo que ya no le podría alcanzar. El terror y dolor de aquel entonces debían ser olvidados, pero aun así... aun así temía.
Temía por el, por Martina, se temía a sí mismo y las acciones que el podría llegar a realizar por su propia locura.
—Martina... lo siento, yo... yo...— Sus lágrimas aun brotaban de sus enormes ojos, pero la cantidad iba disminuyendo gradualmente hasta que sintió como la elfo se encontraba junto suyo, cosa que hizo levantara su enorme cabeza que aun estando recostado en el suelo llegaba a estar casi a la misma altura que Martina.
—¿Podrías... podrías quedarte? — Su voz era débil incluso el tono de duda era latente sus palabras y más extraño era para la elfo escuchar la voz de aquel cortes ser salir de tan maltrecha criatura.
—No sé si pueda volver pronto a la normalidad tan solo... ¿Te quedarías conmigo hasta que pueda ser yo?— Quizás era mucho pedir recordando el ataque que sufrió por su parte a causa de sus desvaríos, pero en aquel mundo tan solo Martina era con quien se sentía realmente acogido aun con abominable naturaleza.
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Post by Martina on Jul 17, 2018 8:04:02 GMT
Sus pasos eran lentos e inseguros, deteniéndose bastante cerca de el otro esperando alguna respuesta de su parte. En momentos así deseaba poder tener más experiencia o conocimiento para saber qué hacer en una situación como esta, su vida citadina y rutina domestica la habían vuelto un elfo ajeno a el bosque. No confiaba en sus propias habilidades para sentirse segura.
Levanto su mirada a la altura del otro, su petición era sencilla y Abraham también parecía estar inseguro de lo que sucedería, lo menos que podía hacer era darse su compañía al no poder ser de mas ayuda.
“De acuerdo…” – responde. Y decide volver a inclinarse para tomar asiento a su lado. Abrazaba sus propias extremidades aun con el recuerdo presente de lo que había ocurrido hace unos minutos. Se llevó una de las manos al rostro para intentar limpiárselo e intentar despejar su mente, debía recordar de quien se trataba a pesar de su apariencia, debía reconfortarlo de alguna forma, pero si no permanecía tranquila seguramente empeoraría la situación. – “…..estas herido ? ” - pregunta, ya que había notado las heridas en su cuerpo, no sabía si eran recientes o no.
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Abraham Shelley
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Post by Abraham Shelley on Jul 31, 2018 5:03:41 GMT
Ante la respuesta afirmativa de Martina el vampiro sintió una calidez en su pecho, una alegría que se extendió por su cuerpo al ver como se sentaba junto a el, aunque temerosa, el aprecio enormemente aquel gesto por su parte.
—No, no lo estoy. Gracias por preguntar— El aroma a sangre que desprendían las prendas ajenas ya no le causaban aquel frenesí, no al saber quién las portaba, ahora tan solo olía la fragancia del propio elfo el cual antes ya había llegado a oler tan solo que ahora con sus sentidos aún más agudizados aquel perfume le resultaba aún más fácil de captar y gratamente se regocijaba para sus adentros que aquel aroma le separaba lentamente de los recuerdos del pasado para traerlo al ya pacifico presente.
Acercando su enorme cabeza a su compañera aun con el temor que ella pudo reflejar al sentir nuevamente ese enorme sobre ella el vástago recostó su rostro cerrando apenas pasaran unos segundos y quedando sumido en un plácido sueño. Su pelaje negro cual hollín era suave al tacto y aunque corto el elfo podía llenar sus manos con este. Abraham al fin acompañado en sus sueños dormía tan pacíficamente como nunca lo había hecho en décadas. Sin temor, sin dolor.
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Martina
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Post by Martina on Sept 10, 2018 18:26:40 GMT
El olor a sangre era tan evidente dejo de prestarle atención, intentaba recordar algo en sus estudios o prácticas que pudiera ser de utilidad ahora.. la información había de otras razas en su hogar era limitada, incluso intencionalmente omitida de los libros, muchos elfos no desean vivir en comunidades ajenas a las suyas. Su mente aun divagaba cuando Abraham acerco su cabeza a su regazo, el nerviosismo la invadió y volvió a paralizarse, temiendo el otro volviera a actuar impulsivamente guardo silencio. “…………” - El se había quedado inmóvil haciendo que ella bajara la mirada para volver a pregunta, pero el otro parecía.. Dormido? Bajo sus hombros suspirando aliviada, al menos de esta forma ella podía tomar algo de iniciativa en la situación.
Miro a su alrededor, sabia se encontraban aun en el bosque, pero el área de pesca era conocida y sería un problema si llegara otro arcano. No traía con ella nada que fuera de utilidad, llevo su mano hacia la parte baja trasera de su espalda a los bolsillos de su cinturón, material de reparación y costura.. realmente no serían útiles ahora. No cargaba consigo material de curación o algún tipo de medicinas, nada que pudiera ayudarlo a regresar a su condición. Con cuidado coloco la mano sobre la cabeza del otro, aquellas heridas el tenia no eran recientes y no parecía encontrarse herido. Habia la posibilidad de que volviera a la normalidad después de descalzar .. o eso quería pensar, así que esperaría el otro despertara.
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Abraham Shelley
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Post by Abraham Shelley on Sept 15, 2018 3:51:28 GMT
Un campo de girasoles bajo el cálido sol primaveral abiertos sus capullos saludando con sus dorados pétalos al viento que acariciaba sus gruesas hojas, en medio de aquel infinito campo una figura blanca observaba inerte al sol, sus ojos negros entrecerrados por el resplandor del astro y su piel desnuda únicamente siendo visible su pecho sobre aquel amarillento mar.
Se sentía feliz en aquel lugar, aunque solo la calidez que impregnaba su cuerpo le relajaba y añoraba que tal sensación jamás llegase a desaparecer, fue cuando sintió una calidez distinta en su frente, una aún más reconfortante cuando giro su rostro y sonrió a una figura blanca y de casi su misma estatura. Cubierto por un velo blanco del cual salía una mano que se posaba cariñosamente sobre su frente llevo la suya propia sobre está sintiendo la diferencia de temperatura de la propia con la ajena, una mano cálida y de un color viva en contraste a la suya fría y pálida.
Con una suave sonrisa Abraham acerco los labios al velo y beso el rostro con los labios ajenos aun cuando la delgada tela se interponía entre ellos.
Martina había estado observando por largos minutos a la bestia que era Abraham y pudo ser testigo de cómo este con sus enormes garras se aferraba a su cintura con recelo en sus sueños y enterraba cuanto podía su hocico contra su vientre, pero también era capaz de sentir como este mismo se volvía más pequeño en sus manos y de peso más ligero, fue testigo de cómo el cuerpo del vampiro lentamente volvía a la normalidad encogiéndose hasta volver a su total normalidad, sus cabellos enredados en los dedos del elfo con una sonrisa en sus labios ante el tacto de sus manos.
En grato silencio ahora Martina podía ver con sus propios ojos la blanca piel de Abraham, aunque podría resultar vergonzoso resultaba en realidad en algo triste de observar.
Su cuello antes cubierto por su camisa se encontraba marcado por las quemaduras de un collar hecho de cadenas puesto al rojo vivo sobre su pálida piel, su pecho que se hinchaba plácidamente en su pesado sueño tenía las marcas del cómo había sido desgarrada su piel con azotes, marcas similares se podían observar en su espalda junto al dibujo de las cicatrices de sus alas cercenadas, bajando por sus glúteos sus muslos eran otro recordatorio de su pasado que tanto deseaba olvidar pues los huesos rotos habían dejado al romperla carne cuando eran golpeados y hecho añicos para nuevamente ser vueltos en su lugar y repetir hasta el aburrimiento aquella tortura. Un milagro que Abraham aun fuese capaz de caminar con normalidad cosa atribuible a su naturaleza arcana. Y aun así con aquel mapa de dolor dibujado en su carne muerta, con aquel legado que llevaba y recordaba cada vez que veía su reflejo en un espejo o agua parecía tan alegre, tan tranquilo en las manos de Martina.
Si fuera por él, si le dijeran que jamás tendría que despertar y permanecer así hasta el fin de los tiempos el tan gustoso respondería con un si ante tal dulce idea. Una pena que lentamente el sueño le era arrebatado por el frio a causa de la falta de pelaje y ahora de ropa aunque atontado por su sueño apenas era consciente o inclusive ignorante de su situación, falto de ropas en medio del bosque junto a la única persona por la que daría su vida, tan solo allí, con sus ojos semi abiertos observando el rostro angelical de la elfo mientras él le sonreía sin querer con una tranquila sonrisa en sus labios bajo la grata sombra de un sauce.
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