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Post by Izrlo Miéville on Jan 31, 2018 23:37:54 GMT
Generalmente trabajaba solo, pero en esta ocasión las circunstancias y los implementos que necesitaba para sus objetivos le habían obligado a tener que contratar a completos extraños para realizar las tareas que para el le eran imposibles, aquellos que eran lo suficientemente valientes o avariciosos como para no quedarse encerrados en sus casas a cal y canto por una sustanciosa cantidad de dinero por sus servicios en sus planes. —¡Rápido! Pronto el sol se ocultará y esto tiene que estar terminado antes de que la Luna Roja salga— Izrlo se encontraba ansioso, era algo mas que notorio, sus manos se acariciaban mutuamente mientras sus tentáculos lo llevaban a recorrer todo el extenso del manantial inspeccionando el circulo de plata que habían dibujado en torno a este y las extrañas marcas que Izrlo estuvo dibujando desde el momento que habían llegado allí. Cien velas de cera blanca habían sido colocadas sobre platos de porcelana negra las cuales rodeaban a distancias iguales entre ellas el manantial, cuencos con incienso cuyos aromas eran irreconocibles saturaban el aire aun estando al aire libre pues no había corrido viento desde que habían empezado con los preparativos. Veinte frascos cuyo vidrio era negro habían sido colocados de forma simétrica alrededor del manantial y por la punta oeste, por donde el sol se ocultaría por un largo periodo una alfombra roja había sido colocada donde Izrlo al fin terminando de observar que todo estuviera en su lugar se sentó enrollando sus tentáculos a su alrededor creando un pequeño nido con sus propias extremidades mientras en sus manos sostenía un saco en cuyo interior un objeto esférico permanecía oculto de la vista de sus acompañantes. —Pagare por su silencio, el triple del pago que les prometí— No había tiempo para decirles que se fueran y sabía que, aunque se los dijeran seguramente permanecerían cerca para observar a que iban todos estos preparativos. Por hoy el debería contar con la palabra de aquellos extraños a los cuales había conocido por diversos medios que ya simplemente no le interesaban recordar.
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Post by Beltaine Waters on Feb 1, 2018 3:11:16 GMT
Una vez más el sol se había pintado de odio y rencor, lugares y sitios tenebrosos se alzaban con sombras imponentes entre cada lugar que alguna vez fue armonioso. Así era cada año, en esa época que ponía al límite a cada habitante de la "Pacifica" isla. Como hábitante de Aqualia, Beltaine fácilmente podría abandonar a la tierra y pasar las dos semanas consecutivas en el mar para que la luna roja pasara como un simple estrago más en el pantano de su corazón. Pero no podía ignorar el llamado de auxilio de los arcanos indefensos que eran dejados a su suerte entre las salvajes bestias sin alma ni corazón que ahora plagaban la tierra.
Sus pasos lo llevaron al manantial del unicornio donde el misticismo fue devorado por las tinieblas y el agua pura reflejaba un color sangriento.
Muy cerca de donde llegó, pudo sentir desde lejos varias presencias e identidades desconocidas, pero al mismo tiempo las identificó cuando se acercó más. Una multitud de aromas se propagaron rápidamente a medida que se fue acercando. con cuidado, decidió que el murmullo del agua lo desplazara estando de pie como un silente caudal.
-Que estas haciendo? -Preguntó a solo 2 metros de distancia del pequeño a quien pudo identificar gracias a su habilidad racial y su percepción- No estas algo lejos de casa ¿Sabes que ya inició la luna roja? -Aclaró con un tono firme y autoritario después de su inquisición suspicaz hacia aquel circulo de velas en medio de la oscuridad. Se cruzó de brazos, esperando a que el pequeño se explicase y estando muy al pendiente de aquellos otros que lo acompañaban.
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Post by Irina Székely on Feb 2, 2018 2:35:55 GMT
Poco conocía la lúgubre boticaria sobre aquel evento que estaba ya tan encima de ella y de todos los residentes de tan minúscula e insípida isla aquel fenómeno conocido como la "luna roja", ah, que ocasión mas hermosa para aquel torcido corazón, aquel que palpitaba rápidamente por saber que tan consumidas estaban las almas de los "oscuros" por sus mas bajos instintos, sonriendo como ella misma decidio abandonar su hogar no sin antes salir con un bolso donde cargaba diversas cosas: frasquitos, jeringas, una daga de plata, e incluso algunas velas negras que encendería con fósforos (por puro gusto), su recorrido seria en solitario, ya que temia que por tanta locura en el exterior algún extraño pudiese dañar a sus amadas serpientes mascota, por ende ellas se quedaron en su laboratorio, enroscadas una con la otra en el pequeño asiento de madera donde Irina solía sentarse. Su plan habia sido desde el principio dirigirse al cementerio pero por alguna extraña razón su camino se desvió de largo hacia el manantial de unicornio. Quedose ahi espectante, vislumbrando ante ella la mejor escena jamas vista: velas, muchas velas encendidas, platos cuya negrura simulaba la mas terrible oscuridad....aquella que reflejaba en los labios de la naga, los cuales se curvaron en una morbida sonrisa. Sus ojos muertos brillaron por primera vez, aquel espectáculo era deleitante, quería hacer parte de ello sin importar el precio, debía hacerlo, su voz interior se lo pedía a gritos. Guardando de nuevo la calma, se acerco lentamente hacia lo que identifico como un niño, a su lado un adulto de extrañas facciones, musculoso, imponente...todo tomaba una forma bastante agradable. Quitando un mechón de sus cabellos de su rostro, lo peino repetidas veces con sus dedos para después hablar: -Muy buenas noches...- su sonrisa se ensancho aun mas - Espero que mi presencia no les incomode...- siseando las ultimas palabras paso la mirada del hombre al chico y vice versa - Es una decoración bastante interesante....¿algun ritual por realizar supongo?...- .
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Post by Izrlo Miéville on Feb 5, 2018 23:53:45 GMT
El sol se despedía del firmamento, una despedida que se sabía duraría largos días donde el gigantesco astro no asomaría su magnífico esplendor dejando a oscuras al mundo de los arcanos, una oscuridad iluminada únicamente por la pálida luna que ahora, herida de gravedad bañaría con su sangrienta luz la tierra prometida de los exiliados.
El lago como un espejo aun con el viento asolando las ramas de los arboles se mantenía inerte, reflejando el cielo que lentamente caía en la noche seguido del mundo el cual esperaba el nacimiento en el horizonte del usurpador del trono del sol y con él, su roja maldición. Izrlo, muy atento al despertar de la locura sobre aquel mundo no daba ya atención a sus ayudantes los cuales mantenían un sepulcral silencio incluso cuando la mastodóntica figura de Beltaine se hizo ver ante ellos, solo fue Izrlo quien pareció un tanto molesto por su presencia al momento en que este le dirigió la palabra.
—Pues…— Interrumpido por una nueva visitante pudo observar salir de la espesura a una figura femenina oscura y un tanto lúgubre, aunque a diferencia del gran hombre esta se le hacia una presencia más tolerable, era más el primero el que le traía cierta desconfianza y disgusto, sensaciones que en su rostro eran completamente camufladas por una dulce y tierna sonrisa.
—Buenas noches y pues— Izrlo quien se mantenía sentado con sus tentáculos aun enroscados bajo suya, girando únicamente su torso quedo mirando de frente a ambos individuos.
—Si preguntan creo haber encontrado una forma de mitigar la maldición de la Luna Roja. Con esto— Con su delicada mano indicando toda la decoración a sus espaldas —Espero ser capaz de lograr anular tan nefastos efectos de la Luna para devolverla a la normalidad y en eso entran todos estos preparativos— Sus palabras suaves y melodiosas hacían que aquellas mentiras sonaran cual hermosa verdad. Una solución a un mal tan grande que claro, cualquier persona apoyaría sin vacilar, una persona que no entendiera los significados de la decoración y la simbología escrita alrededor del lago no sospecharía de las intenciones de tan inocente criatura que descansaba en la alfombra frente al inicio de tan importante ritual.
El ultimo rayo de luz al fin se había ahogado en la oscuridad dando paso al despertar de su usurpador el cual con lentitud se asomaba por el otro horizonte y con ello el comienzo de la maldición de la Luna Roja.
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Post by Beltaine Waters on Feb 7, 2018 4:30:43 GMT
Una nueva presencia se hizo notar en el lugar, una naga de ataviado tan negro que solo su tes le permitía ser vista bajo los rayos de luz carmesí cuyo interés despertó más las sospechas de Bel.
-Ritual? -De repente volteo solo para descubrir que interrumpía un rito en el manantial, un rito donde se usaban materiales extraños de aromas aún más extraños en los cuales predominaba el color negro en sus ornamentos. Él no era quien para meterse en los asuntos ajenos, pero algo no le daba muy buena espina.
-Y para que es ese ritual? -Su tono se ensombreció, las aguas se enturbiaron y él se volteo hacia quien a simple vista seguía siendo solo un niño, un niño que pretendía hacer desaparecer a la luna roja- Oh, no tenía idea de que la luna roja fuera una maldición -Lo cual tenía mucho sentido- Pero...
Sabía que intentarían mentirle, pero su juramento pasaba a través del desinterés del Kelpie hacia las formas de expresión de los otros arcanos.
-Velas sobre platos negros y túnicas oscuras? -Sus pupilas brillaban por encima de la oscuridad, juzgando los actos de los presentes- Todo esto me huele a magia negra, y esta sigue estando prohibida -El temor de que fuera permitida bajo alguna ley del nuevo soberano del otoño vivía dentro de su corazón- Pero te daré el beneficio de la duda, Si estás en lo cierto, de donde sacaron la información? ¿Que grimorio están utilizando para llevarlo a cabo?
Las interrogantes de Bel no parecían acabarse, pues estaba preparado para azotar el enorme puño de la justicia contra los perpetradores de la paz. En cualquier otra situación, sin duda lo pasaría por alto al ver a un niño de noble corazón jugando con magia blanca, pero bajo la sospecha de rituales oscuros bajo la luna roja, su guardia estaba por los cielos.
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Post by Irina Székely on Feb 12, 2018 6:48:19 GMT
Contemplaba atentamente el comportamiento de ambos individuos, el uno haciendo tantas preguntas al respecto del ritual, y el otro ocultando claramente sus intenciones. Ciertamente Irina no era ninguna tonta, sabia exactamente para que eran los implementos que el hombre nombraba. Miro al chico, intentaba ocultar lo que hacia, y ciertamente a ella le interesaba tanto como a el la realización de dicho escenario...por lo que tomaría medidas para hacer lo que fuese necesario. Cruzandose de brazos miro al hombre, de arriba hacia abajo, para luego hablar: - la luna roja es, poéticamente hablando una maldicion para los seres de oscuridad, pienso que el pequeño lo que quiere es bello, intentar aplacar dicho sufrimiento de aquellas almas condenadas por su propia naturaleza- .La bondad se sentía en sus palabras, pero en sus ojos apagados la crueldad se escondía perfectamente, que era imperceptible (excepto quizá para el pequeño). Dejo que ellos siguieran con su charla, por ahora estaría fuera de ello.
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Post by Izrlo Miéville on Feb 16, 2018 3:28:46 GMT
Las preguntas que hacía aquel arcano resultaban en su mayoría inoportunas y tediosas, aunque la mujer de lúgubre aspecto no pareciera desear entrometerse, si no de hecho, parecía incluso intentar de igual modo disuadir al enorme arcano de lo “inofensivo” y beneficioso de aquel ritual sabía que ese arcano, aun con aquella duda beneficiosa que le daba iba a resultar por mucho, una amenaza.
—Que el aspecto no te intimide ni te haga errar sobre el origen de este ritual, mucho de lo que se lleva acabo aquí lo aprendí de entre eruditos del templo de la Primavera, la magia aunque no lo parezca muchas veces se asemeja a su contraparte oscura y prohibida. Sobre la fuente no puedo decirte con claridad pues he pasado gran parte de mi vida leyendo distintas fuentes sobre magia y maleficios más ninguno realmente en concreto, pero ninguno de ello que recuerde enseñaba sobre la magia negra como tal— Sin arrugarse, sin titubear las mentiras eran dichas de su boca como dulce miel, melodiosas palabras exquisitas al oído ajeno como si un encanto existiera en ellas.
—No tema, si todo sale como lo e llegado a planear esto debería ser breve y con suerte mi cometido seria llevado con éxito— Y en aquellas últimas palabras bien si existía una gran verdad.
La Luna Roja ya en la cúspide del mundo se mantenía allí inerte cual herido ojo que observa detenidamente cada detalle del mundo el cual dominaba con su intoxicante luz, bajo ella se dibujaba su hermoso reflejo en las tranquilas aguas del manantial como su gemela que se distorsionaba levemente por las pequeñas olas que lentamente iban amainando hasta ser una perfecta superficie plana.
—Es el momento— Susurro para sí mismo dándole la espalda a Beltaine e Irina, ya no le importaba si había logrado tener la confianza del arcano o no, tenía que ser todo hecho a la perfección.
Se daba comienzo al ritual y con melodiosa voz el cecaelia empezó a recitar.
♫♪♫
—Dormido el sol en las penumbras se encuentra, en el cielo la maldición roja todo lo inunda, criaturas oscuras hoy deambulan hambrientas por culpa de una maligna influencia.
Las velas que rodeaban el lago de improviso y sin mano ni llama se encendieron con flamas blancas que danzaban en torno al reflejo del agua de la luna roja que pareciera ir creciendo en las tranquilas aguas.
—W’ragh zh’sza kz’yelh naa-g naaghs hu-glyzz jag’h gh’an cyve vuy-k’nh v’quar— Sin entender que decía Izrlo empezó a cantar en una lengua desconocida pero que a oídos de cualquiera parecía oscura y prohibida, una dicha con una encantadora e hipnotizante voz parecía disuadir a cualquiera de intervenir en aquel punto con su ritual.
Quienes habían ayudado a Izrlo solo a traer los utensilios para el ritual ahora parecían a conglomerarse junto a Beltaine e Irina, no se sabía si bien para detenerles o por temor a lo que sucedía en torno a este ritual.
Los grabados y el circulo de plata se iban tornando a un color rojo vivo mientras las llamas blancas intensificaban su fulgor creando en sus centros algo semejante a una gota rojiza cuyo centro parecía latir un punto negro brillante. Los frascos de vidrio negro empezaban a emitir de su interior sonidos ahogados y guturales semejantes al de una persona ahogándose en las espesas y pestilentes aguas de un pantano.
Un sonido jamás escuchado empezó a escucharse en torno al manantial, uno que se escuchaba vacío y sin entonación o desigualdad, lineal y sostenido que iba aumentando a la par a la intoxicante fragancia de los inciensos que se quemaban con gran intensidad en torno al manantial en cuyo interior la figura de la luna roja iba creciendo gradualmente aun cuando en el firmamento el maligno astro permanecía inmóvil, expectante tanto como los demás arcanos al ritual que bajo ella se iba llevando acabó.
Aquel sonido de lúgubre origen ceso junto al sofocante aroma del incienso cuando el canto de Izrlo se silencio justo en el momento en que el reflejo de la luna roja ocupaba a la perfección toda circunferencia del manantial. La roja y hermosa figura de la luna parecía mas viva y cercana que nunca, como verla por un telescopio parecía estar en aquella perfecta superficie liquida tan cercana que se sentía uno capaz de tocar a la propia luna, solida y palpitante como el corazón de una monumental criatura.
Con una enorme y blanca sonrisa Izrlo miraba aquel reflejo con sus ojos de jade maravillado por la hermosura del astro maldito.
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Post by Beltaine Waters on Feb 17, 2018 8:34:50 GMT
A simple vista cualquiera desconfiaría de lo que se intentaba armar junto a la orilla de aquel manantial de cristalinas aguas, pero por más que intentasen enmascarar lo que significaba ese rito, Bel no desistía en su firme postura.
Del templo de la primavera? quien iba a creer tal cosa? ni en mil vidas la soberana Aesther ni sus cortesanos estarían envueltos en algo de apariencia tan lugubre y oscura.
-Aun si te llegase a creer, y aún si la luna roja fuera una maldición, se necesitaría un arcano con una magia increíblemente poderosa para llevarla a cabo -Era eso, o un ritual minuciosamente preparado como el que estaba frente a el- Y si ese fuera el caso... El que se presente cada año solo en Mirovia me hace pensar que podría haber un Médium que actuase como detonante.
Extendió su brazo con su palma abierta como si apuntase con un cañón, pero cuando estaba por disparar contra el chico, este comenzó a entonar una lengua misteriosa aturdió al Kelpie y lo hizo detenerse en el acto. La flama blanca que apareció en las velas se oscurecía desde su cuan gota de sangre caliente y la desesperación de los gemidos que circulaban sumía a Beltaine en la frustración de un pasado que trataba de olvidar, cuando usó por primera vez su dominio en el agua para ahogar a sus perseguidores y vengar a todo su pueblo.
Intentaba resistirse, pero su cuerpo no le respondía por más que luchaba por moverse, no podía irse de ese lugar, estaba petrificado. No cabía duda, ese tenía que ser el hechizo que Maldecía a Mirovia cada año con la luna roja.
Una vez que el canto cesó, Beltaine se desplomó de espaldas en el piso, sin fuerzas para mantenerse en pie, solo contemplaba con horror la cercanía de la luna reflejada en el agua, y la alegría del chico que había logrado su cometido. Ahora Bel solo podía sentirse como un idiota al no haber lavado ese sospechoso rito cuando tuvo la oportunidad. Tan solo esperaba que todo lo que observaban sus ojos fuera solo una ilusión y nada más.
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Post by Irina Székely on Feb 19, 2018 4:12:49 GMT
Le irritaba la desconfianza del hombre, que tan impertinente o mejor dicho, que tan insoportable podría ser influyendo sus fuertes palabras con ese aire de "justicia" inmutable, era desagradable para la naga y según veía, también para el pequeño quien con sus palabras trataba de menguarle los ánimos, mintiendo obviamente para safar aquel bello ritual de sus garras. Penso por un momento que iría a desarmarlo, pero cual fue su sorpresa de notar que quería apuntarle al otro individuo, ¿haria algo?, ¿lo detendría?. -Que fastidio....- dijo en voz baja viendo de reojo al kelpie - Quiza lo que dices cobre sentido, pero a veces es mejor dejarse llevar...que entrometerse...- los ojos de la naga brillaban por el brillo maldito de aquel astro en el cielo.
Pero, algo lo detuvo, aquellos sonidos guturales que por alguna razón le eran tan, pero tan familiares...ah, que deliciosa melodía era para aquella putrida mujer de negras vestiduras...sus labios se fueron curvando gradualmente en una sonrisa, que recuerdos maravillosos de sus primeros experimentos, sonaba casi como una de ellas ahogándose en su propia sangre a causa de un fármaco en creación...ese día supo que lo suyo aparte de pociones era torturar en sus experimentos, ver que tanto resistía una persona con distintos métodos, hasta llegar al limite tanto físico como mental. Ver al hombre revolcarse entre sus propios pensamientos le daba una sensación aun mas placentera, verlo derrotado cayendo de bruces al suelo, tan divertido que empezó a jadear.
Por su parte, apenas ceso el sonido se sentó, como si se estuviese derritiendo, delicadamente su cuerpo fue tocando el suelo hasta quedar boca abajo, suspiraba pesadamente, con ayuda de sus manos se levanto para sentarse, quitar el cabello de su rostro y volver a su seria expresión...como si nada hubiese pasado -"Eso fue maravilloso...."- penso, sus ojos brillantes fijaban su atención a Izrlo.
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Post by Izrlo Miéville on Mar 3, 2018 3:03:20 GMT
Un retrato de la Luna Roja completamente perfecto se había creado en la laguna, tan lisa, tan bella como la más perfecta perla conocida en el mundo bañada en sangre. Inmensa, majestuosa se imponía el astro sobre toda la creación y habitante de esta e Izrlo ignorando a sus indeseados invitados alzo sus brazos dándole la bienvenida no solo a la luna y su ancestral maldición sino también a quien estaba dirigido este ritual.
—SARTHOR'GOR AN PHIROAH. MARASTH LIKA'LAH BOH'NROTH— La cantica voz del cecaelia se alzaba sobre el firmamento y ante los ojos de Beltaine e Irina la luna sobre el manantial empezó a sangrar.
Una herida se abría en el vientre del astro a su vez que de ella una sangre negra y espesa caía del cielo en forma de una enorme cascada que al impactar en las quietas aguas del manantial no enturbiaban o si quiera creaban ondas que deformaran la perfecta imagen de la luna roja que ahora se iba tornando a cada segundo que aquel liquido proveniente del cielo se sumergía en sus aguas e iba tornando al reflejo del astro en un tono cada vez más oscuro.
—Ven criatura de negros abismos y de oscuros orígenes ¡Ven que la puerta e abierto! ¡VEN QUE SACRIFICIOS TE ESPERAN AL OTRO LADO DE TU OSCURO MUNDO!— La dulce y suave voz del arcano se había vuelto imponente, autoritaria y ansiosa ante el ritual, con ambas manos sobre su cabeza se mantuvo así mientras la luna se cerraba y las ultimas gotas de su oscura sangre caían en el manantial para perpetuarse sobre ellos un total silencio donde hasta el palpitar de los corazones se vio acallado.
Solo hubo una pequeña advertencia antes del caos total, el sonido de un grito ahogado proveniente de uno de los frascos negros que descansaba a las orillas del manantial un grito que fue seguido de un coro de llantos y lamentos.
Los frascos negros entorno al ya oscuro reflejo de una luna negra empezaron a trizar junto a los gritos en cuyo interior se originaban a un punto en que todos los recipientes en un sórdido concierto de gritos y lamentos estallaron en un baño de sangre la cual se vertió tanto en la tierra como el agua del manantial hundiéndose aquellos tintes carmesí en la negra imagen de una luna sin vida cuando el astro que iluminaba a Mirovia aun roja pareció tornarse aún más brillante ante los sucesos que se llevaban bajo ella.
—Ya esta aquí— Pronuncio de forma tan armoniosa y feliz que era claro que el ritual ya había sido hecho y como bien había dicho se podía ver como debajo del agua algo parecía encontrarse moviéndose pues el reflejo del astro ahora se volvía cada vez más borroso junto al sonido de guturales lamentos provenientes del fondo del manantial.
Y como el ritual ya había sido concluido o al menos al parecer la parte más importante el encantamiento sobre Beltaine parecía haberse debilitado junto a las intenciones de quienes habían decidido quedarse anteriormente con el cecaelia por lo que entre sus titubeos y dudas algunos empezaban a alejarse lentamente del grupo que rodeaba al par en dirección a la espesura del bosque aunque de igual forma parecían dudar por ahora en ingresar a las oscuras entrañas del bosque pues se podía sentir en el aire que ellos ya no se encontraban solos.
Lo siento mucho por la tardanza, espero que esto no les desanime. Estuve un tanto ocupado pero ya nuevamente voy retomando el ritmo. Mil disculpas igual cualquier cosa me la pueden hacer saber por mp en fb.
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Post by Beltaine Waters on Mar 4, 2018 6:41:44 GMT
Una visión de pesadilla se alzaba más allá del cielo, donde la luna chorreaba un espeso líquido que parecía tomar bajo las cristalinas aguas del lago. Todos los presentes parecían esperar con gran gozo la llegada de lo que fuera que se le dedicó ese inmundo ritual. La chica disfrutaba con la sensación mientras que Beltaine con impotencia no podía hacer otra cosa que observar hasta que los encapuchados escaparon al bosque tras aquel concierto de gritos y lamentos.
Bel empleó todas sus fuerzas para volver a levantar su brazo tembloroso en dirección al chico cecaelia cuyo cantico evocaba una lengua que Bel nunca antes había escuchado. Pero estaba seguro de que se trataba de una lengua que yacía muerta hace siglos. ¿Como es que ese pequeño la conocía?
Ahí se dio cuenta de que la apariencia tierna del chico no era más que una fachada que enmascaraba su verdadero ser. Estaba tratando con un arcano adulto con un enorme poder que influenciaba sus sentidos, haciéndole creer que la luna comenzaba a sangrar sobre el lago. Lentamente el Kelpie se volvió a incorporar sin perder de vista a su objetivo. Trataba de resistir la tremenda presión que se cernía sobre ellos al contemplar la surreal hemorragia de la luna y el maldito silencio que la anteponía.
-Pantagruel -Pronunció convocando su arma que fue invocada en su mano, un guantelete que reunió toda el agua cercana entorno a su puño para crear una enorme bala líquida -Terminó la función! -Declaró disparado la bala de agua hacia el chico y después avanzar con pesadez y dificultad hacia la orilla del lago, percibiendo con sus agudos sentidos algo enorme debajo.
-Sea lo que sea, si necesita agua para existir, entonces tengo la ventaja.
A pesar de lo débil que se encontraba por los efectos del ritual, todavía mantuvo la fuerza suficiente para intentar drenar el manantial del unicornio, suspendiendo el agua de poco a poco como una enorme burbuja por encima de sus cabezas. Digno del hombre que alguna vez detuvo la cascada del trueno por un instante.
-Menos mal que no hicieron esto en el gran lago de las hadas -Balbuceó con plena confianza en el dominio de sus habilidades. Lo que se estuviera escondiendo en el manantial, pronto lo descubriría.
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Post by Beltaine Waters on Apr 4, 2018 3:45:11 GMT
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Post by Izrlo Miéville on Apr 6, 2018 20:15:59 GMT
Izrlo no fue capaz de percibir por su concentración en el ritual como en su resultado el peligro que se cernía detrás suyo, sin posibilidades de reaccionar o incluso llegase a pensar en lo que le ocurría el ataque golpeo de lleno la cabeza del pequeño arcano el cual con un sonido similar al de una gruesa rama siendo rota en dos el cecaelia cayo sin vida con el cuello roto junto a la orilla del lago con su cabeza dislocada observando con un inexpresivo rostro a su asesino con sus ojos sin ningún atisbo de vida.
Beltaine siendo capaz de elevar el agua del manantial con el ser invocado en su interior al principio era capaz de sentir como en su interior algo existía, una sensación de turbulencia en el interior del agua que se había tornado tan negra y espesa como el petróleo al momento que empezó a elevar esta del suelo. Toda irregularidad en la masa de agua se fue eliminando gradualmente mientras Beltaine la sostenía sobre si hasta que esta se volvió una perfecta esfera de color negro donde ni si quiera la luz de la Luna roja llegaba a reflejarse en su negra superficie. Aun así, le era latente al arcano que en interior de aquella masa de agua algo no solamente existía si no que crecía.
Esporádicamente aquella sensación fue en aumento como la pesadez de mantener aquella masa de agua elevada, lo que existiese crecía a un ritmo que incluso el arcano podía sentir su fuerza flaquear ante el peso de aquel ser, pero de súbito todo esfuerzo desapareció. La esfera ahora se mantenía por si sola suspendida en el aire y por mas que el arcano luchase no lograba moverla desde el punto donde se detuvo, estática sobre el mundo bajo la figura de la Luna Roja como si se tratase de su negra sombra.
El perpetuo silencio aún se mantenía sobre el mundo, pero algo lo rompía, algo que no eran las palabras del gran arcano o los lamentos de los encapuchados que aun murmuraban entre ellos si entrar en la impenetrable oscuridad de bosque.
Un latir, uno tan fuerte que hacia retumbar los oídos de todos en aquel lugar. Un latir que nacía del interior de la oscura esfera.
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Post by Beltaine Waters on Apr 8, 2018 7:05:30 GMT
La esfera se elevaba despacio en el aire. Beltaine sostuvo el lago entero, esperando a que llegase a un nivel lo suficientemente alto para después soltarla en el mismo lugar y exponer al habitante de ese negro abismo. La presión y el peso de mantener toda esa agua flotando requerían un esfuerzo tan grande que podría partir una montaña por la mitad y aún así seguía manteniendo el control. Pero de repente un latido resonó desde la esfera la cual se pintó más oscura que el cielo nocturno en las noches de luna nueva. También pudo sentir una fuerza opuesta a la que aplicaba. Intentó mover la esfera, pero algo se lo impedía, ahora la masa de agua desobedecía la ley natural al no verse influenciada por la inmensa habilidad racial del Kelpie.
-Que sucede? -Preguntó volteando a ver al pequeño y sobresaltándose ante la sorpresa de verlo derrumbado en el suelo. Se acercó corriendo, habiendo temido la fuerza de su anterior ataque en el cual se había precipitado. No era la primera vez que le arrebataba la vida a otros, pero lastimar a un ser tan pequeño le remordía la consciencia al abusar así de su fuerza. Ahora estaba solo, el pequeño se encontraba sin vida en la orilla del lago seco y la esfera pasó de ser una prisión a ser una incubadora para el ser que se desarrollaba dentro de un estanque de un agua que parecía haber adquirido propiedades malignas.
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Post by Izrlo Miéville on Apr 16, 2018 20:24:36 GMT
La esfera se mantenía inerte en el cielo a la vez que el latir dejaba de escucharse por los oídos de los arcanos, pero este no había desaparecido, de alguna forma ahora Beltaine sentía en su interior el latir de aquella enorme esfera negra, el latir de un segundo corazón en su interior dispar al propio, aquel segundo corazón que escuchaba intruso en su cuerpo no dejaba de aumentar su resonar, algo que parecían sentir los otros arcanos encapuchados que se miraban el pecho absortos ante aquel sonido que no llegaban a entender como tal cosa podría llegar a ser si quiera posible.
Un crujido sobre sus cabezas, uno seco como el metal al ser partido de un solo golpe, ensordecedor, pero a su vez melodioso como la nota rota de una caja de música. Una grieta se había creado en la perfecta esfera negra que flotaba en el cielo, una cuya fina fisura dejaba irradiar una luz rojiza intensa, aquella grieta iba creciendo, lentamente recorría la esfera de forma irregular para ramificarse en otras grietas que iban plagando lentamente el negro manto de la esfera.
Totalmente trizada las grietas dibujaban sobre la esfera jeroglíficos que brillaban con aquella luz rojiza emitida desde el interior de si mismas. Los arcanos presentes podían leer aquellos extraños dibujos, lograban pronunciarlos si lo deseaban, pero desconocían aun así lo que significaban y aun así sentían que aquellas letras que formaban palabras, frases, canticos creados desde antes de su propia existencia las conocían desde antes de si quiera tener recuerdos, como si aquel conocimiento siempre hubiera existido en sus mentes, pero ellos eran simplemente incapaces de descubrirlos.
Los jeroglíficos se iban a su vez que la cascara lentamente empezaba a desprenderse en pequeños trozos negros que antes de llegar al suelo se volvían polvo y desaparecían en el frio aire de la noche. Cuando ya no hubo fragmento que cubriese al ente que en su interior residía el palpitar en el interior de Beltaine se desvaneció junto al propio, pero sentía latir su corazón, seguía vivo aun cuando veía la figura de una criatura que tuvo que haber sido olvidada de este mundo.
Solamente el silencio se volvió a apoderar del mundo mientras como una amorfa sombra la enorme criatura se anteponía a la Luna Roja cubriendo bajo su gélida sombra al asesino y los arcanos que ya decididos empezaban a huir a la al bosque aun cuando de esa oscuridad se irradiase la amenaza de una muerte segura.
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