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Post by Beltaine Waters on Apr 26, 2018 19:30:48 GMT
La percepción de sentido común partió a tierras lejanas como los encapuchados arremetieron la huída hacia el bosque antes de que el Kelpie recobrase el sentido y decidiera castigarlos del mismo modo que al pequeño al cual ya no podía precisar si seguía o no con vida. Viendo como la esfera se agrietaba pudo sentir los latidos pronunciarse con la fuerza en la que crecía el horripilante terror cuyos engimaticos simbolos parecían marcar su nacimiento.
No sabía a que se enfrentaba, y con inquietud adoptó la postura de combate, preparandose para enfrentar el peligro y lo que pudiera salir del capullo que antes era el manantial del unicornio.
-Pantagruel -Convocó su guantelete a través de su grimorio así como su armadura al pretender atacar a tan enorme monstruo marino. De tantos rituales oscuros nunca había llegado a ver uno con efectos tan apresurados como el de esa noche y con tantos seguidores en un sitio donde las almas mas puras miraban como abrevadero. Con el lago seco, no tenía agua para atacar, solo su fuerza y un as bajo la manga que esperaba no tener que usar.
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Post by Izrlo Miéville on May 10, 2018 21:31:41 GMT
La luna presenciaba todo el acto que bajo ella se llevaba acabo uno en que dos criaturas se enfrentarían bajo su rojiza luz.
El ser que había sido concebida y nacido aquella misma noche bajo de la cúspide del mundo al seco agujero que había quedado a causa del ritual del difunto arcano. Sus patas eran sumamente largas, pero delgadas ya que sus huesos carecían de músculos. Solo tendones y venas se entrelazaban en aquel esqueleto semejante al de un gigantesco coyote hibrido de persona.
Su cráneo sin rastro alguno de carne dejaba expuesto el negro hueso de la criatura, una frente prominente, plana como la humana era interrumpida por la mandíbula canina de un coyote cuyos dientes chasqueaban en ansiedad, sus cuencas vacías desprendían una oscuridad agobiante de la cual ninguna luz en el mundo pareciera ser capaz de penetrar. De su cráneo nacían cuernos que le asemejaban a una corona de negros huesos cuyas venas reventaban en sus puntas bañando lentamente estos de la espesa y rojiza sangre del ser dando un aspecto mas bestial del que ya poseía.
Sus enormes garras recubiertas de gruesas venas se enterraban en el negro fango del manantial, su pecho cubierto por gruesos huesos dejaba entrever apenas el brillo de su corazón, una luz enfermiza que se reflejaba entre su oscura estructura ahora caminando entre gruñidos hacia el arcano. Sus vertebras se movían al unisón que el crujir de sus impactos resonaban de forma armoniosa y aterradora siendo la criatura el triple del tamaño que Beltaine.
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Post by Beltaine Waters on May 18, 2018 21:28:45 GMT
El orbe se desmaneteló nuevamente como agua tras dar a luz a una criatura nacida de las mismas pesadillas de humanos y arcanos. Algo que Beltaine no habría podido imaginar ni en mil vidas ahora se retorcía con maldad apremiante frente a él sin causa ni objetivo más que desgarrar una presa. No necesitó su sexto sentido para adivinar que esa cosa era quizás la mayor amenaza que habría enfrentado desde que llegó a Mirovia.
-Y yo que pensé que Velfast era feo -Se dijo a si mismo antes de desaparecer en medio del aire, el agua que antes sirvió de nido a aquel monstruo ahora impregnaba el ambiente como gotas dispersas que poco a poco se iban reuniendo como un flujo que golpeaba constantemente a su objetivo.
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Post by Izrlo Miéville on Jun 2, 2018 4:58:10 GMT
Los golpes no parecían provocar dolor a la criatura que en un largo rugido hizo temblar la tierra bajo sus pies. Sus enormes garras se aferraron al fangoso suelo y un destello negro estallo en la tierra creando grietas donde un miasma pútrido era expelido de las fisuras creadas en la tierra.
Los golpes sacaban sonoros crujidos de sus huesos, el agua limpia al tocar su cuerpo escurría lentamente por sus huesos y venas expuestas tornándose negra y pegajosa, similar a lo que antes había sido la cuna de su nacimiento. Un rugido si tal sonido podía describirse como tal surgió de la carnosa garganta del ser que histérica ante el invisible oponente azotaba su cola y garras contra cada uno de los golpes que se le era propinado, su cuerpo giraba, se levantaba en sus patas traseras y azotaba con sus delanteras el suelo haciendo que el miasma fuera cada vez mas espeso y toxico a su alrededor.
Dentro del miasma la criatura empezó a llenar su pecho del pesado y pestilente aire el cual empezó a expeler por las fisuras de su cuerpo, los golpes que recibía del agua eran cada vez menos pues parecía que el cuerpo de la criatura, sus venas se habían hinchado como un pez globo y ahora los impactos del agua no hacían más que rebotar contra su cuerpo.
Aun así la criatura azotaba el aire con increíble furia en busca de quien le atacaba en ese momento.
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Post by Beltaine Waters on Jun 9, 2018 3:18:52 GMT
El ente tomo la forma de lo que parecía ser un horrido monstruo, casi un pez que mandaba un mensaje desde las profundidades del abismo subterraneo, una peste que ni en mil vidas querría volver a aspirar. A distancia Bel golpeó el aire con su guantelete, mandando balas de agua de gran tamaño hacia la criatura que parecía recibir daño al impactar contra los precisos ataques. El agua no le afectaba, solo se volvía parte de su pegajoso ser y en cierto punto dejaron de afectarle los golpes. Cada minuto que se mantenía afuera rugía para adaptarse, rodeada de la cuna de denso humo negro y pestilente que salía de las grietas del piso.
Bel no sabía con que estaba lidiando, no parecía una bestia de ceniza debido a la falta de factores incendiarios o la llama del odio que siempre refulgía de los ojos de los seres malditos. Esa cosa no solo era inmune a sus golpes, los estaba resistiendo y esquivando cada que se los mandaba, no eran solo coincidencias o actos de reflejo. Esa cosa podía tenía inteligencia, podía aprender.
Cambiando su enfoque, Beltaine elevó el agua hacia si mismo y con el impulso de su fuerza al suelo dio un giro de enorme velocidad en horizontal, centrifugando el agua para crear una cortina de niebla y desaparecer.
Invisible a los ojos de su enemigo, se aproximó por una senda de silencio hasta el costado de la criatura, donde propinó un poderoso golpe a corta distancia con su guantelete y una fuerza suficiente para derribar una muralla de plomo.
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Post by Izrlo Miéville on Jun 20, 2018 3:55:18 GMT
La criatura movía incesante su rostro cuando Beltaine desapareció en la neblina. Su abominable cuerpo se mecía de un lado a otro junto al crujir de los huesos, para cuando se percato de la presencia del arcano ya se había vuelto muy tarde para contratacar.
El golpe como un cañonazo fue directo a parar en sus costillas las cuales sonaron de forma hueca al momento del impacto e incluso hizo que la criatura cayera de costado gimoteando de intenso dolor al ver el arcano que su contundente ataque había roto un par de sus costillas, una quedando incrustada en la carne de la pesadilla andante.
Confundido e iracundo la criatura lanzo un enorme gruñido hacia el arcano antes de lanzarse en su contra mordiendo aire y arañando tierra en el camino, su cola azotaba tanto como le era permitido. No iba a caer dos veces en aquella trampa ahora entrando en una fase de histeria, locura pura.
Beltaine habiendo tenido que acercarse con anterioridad a la criatura ahora se encontraba inmerso en el espeso fango negro de la criatura hasta los tobillos, un fango muy pegajoso como si con cada pisada que diese se adhiere con terquedad a su carne negándose a separarse de él, el pestilente miasma nublaba su visión, la realidad lentamente parecía torcerse en su mente tomando una forma onírica de pesadillas, pero la figura de la criatura era clara y fija, sin cambios en su horrible presencia que se lanzaba con un rugido sobre Beltaine, la criatura iba atraparle entre sus huesos, pues su vientre y pecho cual boca se abrió de par en par con sus costillas y huesos haciendo de afilados dientes mientras en su interior se dejaba ver una oscuridad abismal que se precipitaba sobre el arcano en una caída rápida sobre el.
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